Disclaimer: Los personajes de Hawaii Five-0 no me pertenecen.

Capítulo Único: Charlie.

Steve sonríe, hasta éste punto de la historia es imposible ya no verlo con los labios curvados en un gesto agradable y cariñoso que sólo era dedicado única y exclusivamente para el clan Williams.

Bye Bye Baby suena desde el reproductor de su celular, la cocina se encuentra silenciosa a pesar de la presencia del pequeño Charlie a su lado. Sus ojitos azules se cerraban involuntarios desde la isla donde se encuentra apoyado, con las tazas de café a su alrededor y las frutas para un desayuno completo; no era ya un misterio para él saber que los Williams no eran una familia de mañanas, pero Charlie había querido sorprender a su padre con un desayuno especial y Steve no había podido negarse la noche anterior.

Su mirada viaja desde la estufa hasta el pequeño que aguardaba para despertar a Danno en la habitación. Era increíble pensar que, durante tres años, el mundo hubiera creído que ese niño no era hijo de Danny. El cabello rubio, los brillantes ojos azules y la sonrisa en sus labios ¿Cómo no iba a quedar maravillado Steve de Charlie también?

Oh, no había dudas de que el Comandante McGarrett amaba a ese chico.

Sin perder la sonrisa en sus labios, Steve acaricia los mechones rubios de Charlie para ayudarlo a despertar.

- ¿Todo listo, tío Steve? -pregunta con ojos somnolientos.

Steve asiente mientras lo ayuda a bajarse.

- Sip -responde- ¿Qué tal si vamos por Danno y le mostramos nuestro desayuno especial? -sugiere.

- ¡Si! -se anima Charlie mientras ayuda a Steve con las cosas más livianas.

El jefe del Five-0 toma de la charola con el desayuno y se aventura a la habitación donde su amante dormía.

Durante el resto de la mañana, Steve no pierde la sonrisa mientras Charlie se sienta en su regazo para planear el resto de su día familiar.