Ya di mi bienvenida de año nuevo con un one shot NejiHina, ahora vengo con uno de SesshouxKago! Wiii... Finalmente lo terminé, espero les guste! Y que hayan tenido una bonita celebración de año nuevo y que el Todopoderoso les de muchas bendiciones a todas y a cada una! Sobretodo gracias a mi querida editora (Hekate ama) que me ayuda a minimizar mis incoherencias y errores.

Disclaimer: es un short fic de dos capítulos, porque me resultó muy largo colocarlo en uno solo, pero es para mayores de 18 años, tiene lenguaje ofensivo y escenas bastantes explícitas.

Y quien no sabe que el Adonis (y los personajes de Inuyasha) pertenecer a Rumiko Takahashi? Por lo menos yo sí, pero por aquello de los derechos de autor lo dejo n_n


Fotografiando a Sesshoumaru

-I-

*Kagome pov*

–Así Sesshoumaru, ¡Así! ¡Más fuerte, más!

Una vez más mi hermana está en la cama con su novio. Supongo que como pensaban que yo no aparecería hasta en la noche se volvieron más ruidosos de lo que siempre son, maldita sea que cancelaran mis clases de la tarde, pienso instintivamente por tener que escuchar aquellos sonidos.

-Ohhh así amor... Qué rico...

Sus gemidos son increíbles, pareciera que el hacer el amor con alguien a quien realmente amas es bastante placentero.

–Mmm asiiii, ¡asiiii! Más, más...

Esos gemidos me hacen querer verla y así conocer porque suplica por tanto. Nuestra casa es pequeña, de un solo piso, dos habitaciones con su baño, sala-comedor-cocina en una sola amplia habitación y un baño extra para las visitas.

Mi cuarto está a un lado de la de mi hermana, pero antes de llegar hay un pasillo con una gran pared blanca que tenemos tapizada con diversas fotografías.

Me pego a la pared tapándome la boca... La puerta de Kikyo ¡Está abierta! Puedo ver como su novio está boca arriba y ella acostada encima de él dándole la espalda, pero eso... Eso no es todo... Tomo una fuerte bocanada de aire que estoy segura me quita la cobardía. Me despego de la pared para asomar cuidadosamente mi cabeza y ver mejor la situación.

–Oh Sessh... Eres... El mejor... Tu... Tu verga... Es increíble...

¿¡Pero qué es ese lenguaje en la pulcra boca de mi hermana?! Mi sorpresa aún es contenida por mi mano derecha que no cree lo que ve.

Puedo ver a la perfección que él tiene su...su... Miembro en su ano, trago con dificultad, pero hay otra cosa en...en...en... L...l...la v...v... En la otra entrada de mi hermana, un vibrador que ella misma sostiene.

–Dale más... Más... ¡Así!

Vuelvo a escuchar gemir a mi hermana, ambos están jadeando y cubiertos de sudor. Veo como él saca su miembro que está dentro de ella, aunque no lo puedo creer, me encuentro excitada, respirando de manera rápida, hay una corriente y un cosquilleo que recorre mi intimidad, un fuego ardiente que quema mis entrañas y un deseo insaciable de parte de mi mano por tocar mi intimidad, pero es que es algo increíble, el...el... Miembro de Sesshoumaru es largo, grande y... Grueso... Supongo que por eso Kikyo gime con tanta facilidad.

Vuelvo a recostarme en la pared, sé que tengo que irme porque nada de eso me incumbe en lo absoluto, pero... Nunca en mis 22 virginales años he visto un falo como ese, aunque a razón de ser sincera nunca he visto uno.

Mi boca está seca de estar jadeando y tenerla abierta, la cierro unos segundos para tragar con dificultad y recobrar un poco la cordura.

Deseo verlo una vez más, quiero... Quiero verlo con detenimiento, apreciarlo para grabar en mi memoria y saber como es. Cierro mis ojos y nuevamente agarro fuerzas que vienen desde mi intimidad que ruega por ser tocada y saco una vez más mi cabeza para observar el panorama.

Kikyo está apoyada en sus rodillas y sus manos en la cama, levantando un poco sus caderas, suplicante porque él la invada una vez más.

–Mételo todo amor... Vamos... Te necesito...

Gime suplicante moviendo sus caderas y veo como él introduce el vibrador, es difícil saber a dónde, pero lo que me distrae es que él esta masajeando suave y lentamente su miembro. Ahora puedo tener una mejor visión, no conozco mucho pero creo que es impresionante, su abdomen es completamente formado con unos músculos de ensueño, su cabello largo, plateado cae por encima de su pecho que está rodeado por varias gotas de sudor y me encuentro con su boca que esta semi-abierta y su lengua jugando con ella, sus ojos dorados viéndome... ¡¿VIÉNDOME?!

Vuelvo a recostarme asustada en la pared, ¡Esto es lo peor que podía pasarme! Sabía desde un principio que el espiar a mi hermana mayor cuando hace el amor con su novio es bastante malo, pero ¡¿Qué me descubran espiándolos?! ¿Será que él le dirá algo Kikyo y detendrán su actividad para regañarme?

–¡Ahhhh! ¡Así! ¡Así! Más Sesshoumaru, ¡Más!

Los gemidos de ella no paran un solo instante, inclusive siento que incrementan. Quizás... Si... Quizás el verlos no sea tan mala idea.

*Sesshoumaru pov*

Nunca imaginé que Kagome fuese una pervertida, pero ciertamente nunca esperé que –cuando Kikyo me llamaba un par de horas atrás para encontrarnos en su casa para tener una buena sesión de sexo– su hermana llegara antes de lo esperado y nos encontrara en plena acción.

Nuestras miradas se encuentran y a pesar de cualquier remilgo, eso me calienta más.

Introduzco sin piedad el vibrador en Kikyo, ella gime, la rudeza es una de las cosas que más le excita. Su hermana saca la cabeza de su escondite, puedo ver que está jadeante e inclusive observo como sus muslos contraminan su intimidad, estoy seguro que está más caliente de lo que ella misma puede aceptar.

Muero por meter toda mi extensión en la cálida cavidad de Kikyo, pero tengo una mejor idea. Me pongo en una mejor posición para su hermanita tenga una buena vista y tomo con mi mano izquierda mi miembro y empezándome a masturbar.

–Sesshou... Eres el... Mejor...

Me asegura entre gemidos Kikyo que está tocándose sus senos y apretando sus propios pezones. Su hermana tiene abierta la boca y estoy seguro que lucha porque sus dedos no bajen hasta su intimidad. Comienzo a masturbarme más fuerte y más rápido, ella me ve detenidamente pero no a mí en sí, sino a mi erección.

Meto toda mi extensión en la cavidad de Kikyo al mismo tiempo que retiro el vibrador, ella se queja y gime de placer. Luego la saco por completo masturbándome un poco para que su hermana logre verme. Hago la acción dos veces más y la siguiente me es imposible contenerme y la embisto con todas mis fuerzas.

–¡Por Kami sama! ¡Así Sesshou! ¡Voy... Voy... A terminar...!

Y puedo creerle porque igual estoy en mi límite y me olvido por completo de nuestra espectadora embistiendo a Kikyo con todas mis fuerzas.

–Si...si... Termino... Sesshou... ¡Ahhhh! –grita con todas sus fuerzas.

–Ahhh... ¡Kikyo! –grito al mismo tiempo tratando de controlar todo el temblor en mi cuerpo al derramar mi espeso líquido en su espina dorsal.

Mi pelinegra cae jadeante y sin fuerzas en su colchón y vuelvo a ver a la pared que ocultaba a su hermana, pero no veo ninguna sombra, ni siquiera su cabeza asomándose para podernos encontrar. En algún momento tuvo que irse.


-II-

*Kagome pov*

¿Mis piernas podrían darme más velocidad para irme más rápido? Es lo que pienso una y otra vez mientras salgo corriendo de mi propia casa, pero mi cabeza me traiciona al recordar cada instante y cada embestida que Sesshoumaru le daba a Kikyo.

Intento llamarle a mi mejor amiga para tranquilizar un poco mis nervios y lo que creo que también son mis hormonas.

–¿A...Aló? –responde agitada.

–¿Ayame? –dudo si es ella o no.

–Ho...hola... Kagome... Ah... –gime y ahora entiendo la razón, en especial luego del espectáculo de mi hermana.

–¿Estás con Kouga, verdad?

–Aja... Ahhh... ¿Te... Llamo luego...? –pregunta como si estuviese en una agonía, claro, de placer.

–Claro, llámame cuando puedas.

Cuelgo derrotada e inclusive aún mas agitada, por lo que decido hacer un intento más. ¡Cómo odio que cancelen mis clases programadas! Pienso de manera frustrada una vez más.

–¡Hola Kagome! –me responde mi amigo sabiendo a la perfección que soy yo por medio de su identificador de llamadas.

–Hola Bankotsu –le regreso el saludo–, ¿Estás todavía en la U?

–Si, luego que canceleran las clases de la tarde decidí quedarme un rato más para practicar nuestro reto.

Oh claro, entre mi agitación y mi impacto por ver a Sesshoumaru y Kikyo, olvido por completo que dentro de dos semanas tenemos que presentar 3 de nuestras mejores fotografías de personas o animales, no de objetos inanimados como siempre lo hacemos. Los ganadores de los 3 primeros lugares harán un debut en el festival de Fotografía, Arte y Pintura en el campus de nuestra facultad en donde llegarán fotógrafos, modelos y alguna que otra persona de la farándula.

–¿Podría... Llegar? –pregunto con obvia duda en mis palabras, no se si le agrade mi compañía o si de hecho le estorbe.

–¡Claro Kagome! Siempre eres bienvenida –me acepta desalojando toda duda en mi cabeza–, pero ven tranquila, te escucho bastante agitada, imagino que has de haber corrido a tu casa y luego te arrepentiste.

Es una fortuna que no pueda veme, porque ¡Estoy sonrojada de pies a cabeza! Puedo sentir ese calor en mi rostro.

Después de varias horas escondida en la U y tomando varias fotos fallidas, regreso con cierto temor a la casa. Sesshoumaru nunca se queda a cenar, si desea comer junto a Kikyo la lleva a un restaurante pero nunca en nuestra casa.

–¡Hola! Ya estoy en casa –grito con todas mis fuerzas anunciando mi llegada para luego quitar mis botas.

–Bienvenida a casa Kagome –me recibe mi hermana desde lejos sin verme, además de mantener económicamente la casa ella también cocina, dejándome a mí el cuidado del hogar–. Empezaba a preocuparme pero me alegra que ya estés aquí.

Kikyo es 5 años mayor que yo, nuestra madre murió al darme luz y papá nos abandonó cuando ella cumplía 18, por lo que tuvo que trabajar muy duro para poder mantener un hogar y a mi para que no me llevaran a un Orfanato.

–Preparé carne con verduras, arroz blanco y sopa de miso –me explica de lo mas contenta saliendo de la cocina llevando una espátula en su mano, se ve extremadamente contenta–, Sesshou dice que está rica, espero tu pienses igual.

Mis ojos se abren como si mis párpados estuviesen pegados a mis cejas, en serio abrir tanto los ojos podría provocar que salieran de sus órbitas.

–Buenas noches.

Saluda de lo más cortés y educado. Yo hago un gesto con mi cabeza y me retiro a mi habitación, se que empezar a hacer limpieza a esta hora sonaría loco, pero de esa manera puedo distraerme.

Al llegar la hora de la cena, no me queda más remedio que hablar como loca y en algún ataque de desesperación les cuento del famoso reto que tenemos.

–Creo que ya te lo había dicho –me interrumpe Kikyo momentáneamente dirigiéndose a él–, Kagome es estudiante de último de año de fotografía avanzada.

–Oh –dice sin importarle.

–¡Oye! ¡¿Y si Sesshoumaru pudiera ayudarte?! Él podría ser el modelo que buscas para tu concurso –exclama como si fuese la mejor idea de todo el mundo. Ambos exclamamos un fuerte ¡¿QUÉ?! por aquella propuesta.

Definitivamente mi vida no puede ir peor.


-III-

*Kagome pov*

Sesshoumaru es un cantante solista en pleno auge. Ya lleva tres discos y muchos premios por ello.

Dos días atrás mi hermana sugiere que él sea mi modelo, debido a que él ya está acostumbrado a posar y que le tomen fotos no debería de ser difícil.

–Estoy segura que no era lo que estabas buscando Kagome, pero ya verás que con la experiencia de Sesshoumaru te irá mejor que con cualquier otra persona que no está en el ámbito.

Intenta darme ánimos al estar paradas frente a la imponente entrada del edificio en donde vive, un complejo de suites y pent-houses que nunca en mi vida me hubiese atrevido a observar.

Parezco mozo de alguna fábrica llevando tanta maleta conmigo, pero para que Sesshoumaru aceptara la propuesta tan inoportuna de Kikyo, no dudó en poner su condicionante: Todas las sesiones que necesiten deberán ser en mi pent-house.

–Adelante, pónganse cómodas.

Nos recibe en unos bóxer ajustados con una bata roja con detalles de árboles, y...y... ¡Sin nada más! Por un momento siento que quedo en blanco.

Kikyo entra como si se encontrase vestido de lo más natural, yo tengo que aferrarme a las sombrillas blancas que sostengo en mi hombro derecho para no caer y babear la fina alfombra de su casa.

Ignorando mi entorno comienzo a preparar todo para la sesión.

Coloco un par de pantallas de color blanco como fondo, unas luces para hacer contraste, las sombrillas blancas para crear la iluminación, tengo 3 cámaras: una profesional que la coloco en medio y con la cual trabajaré la mayor parte del tiempo, una semi que la pongo al lado derecho y una más sencilla que la sitúo atrás de ambas, cada una en su trípode. Pongo los flash detrás de las sombrillas y uno más atrás de las cámaras y finalmente adapto mi pequeña laptop a la cámara profesional para que al tomar las fotos la imagen vaya directamente a ella y yo pueda apreciar si está bien o no.

Tomo un par de fotos al fondo blanco tratando de encontrar la imagen perfecta y probando las luces, lo sé, es todo un ritual, pero es algo indudablemente necesario.

–Estoy lista.

Exclamo con emoción y me doy cuenta que estoy completamente sola en el salón luego de casi 45 minutos desde nuestra llegada, ¿Tanto tiempo ha pasado? Me pregunto desconcertada y como no veo ni al modelo ni a mi hermana, decido tomar mi pequeña cámara y fotografiar diferentes rincones del lugar, tal vez encuentre uno en el que salga una buena foto.

Escucho unos pequeños e imperceptibles quejidos y al revisar la última foto de la cámara veo como un pie sobresale detrás de una pared.

¡No...no puede ser! ¡¿L...l...lo están haciendo aquí mismo?!

Busco de manera nerviosa el aparato de sonido y lo enciendo de manera exitosa. Una buena radio suena en los parlantes que me relajan al momento de cerrar mis ojos, pero...

–No... Aquí no...

Escucho la voz suplicante de mi hermana que duda de sus acciones y no puedo resistirme a buscarlos disimuladamente con mi cámara.

Veo como ella está arrodillada teniendo en su boca el miembro de él. Lo succiona, lo chupa, lo saborea de una manera que pareciera que tiene el mejor sabor del mundo, ¿Podría ser?

–Este cuadro es perfecto.

Expreso en voz alta para poder establecer mi coartada, ¡Si! Fotografiar dizque todo el lugar cuando estoy realmente filmando el falo de Sesshoumaru es una buena coartada.

Minutos después veo como ella traga con dificultad y el miembro de él a pesar que ya no está tan duro como lo tenía Kikyo en su boca, se mira muy deseable.

–Vamos, vamos –grita emocionada aplaudiendo para llamar nuestra atención, debería ser actriz pues finge de maravilla–, creo que es hora de empezar Kagome, claro si ya terminaste de instalarte.

–Cl...claro... –aseguro de manera nerviosa, espero que ella piense que es por la sesión en sí y no por otra cosa.

Nos acomodamos luego que aspiro una buena bocanada de aire y comenzamos la sesión. Sesshoumaru hace diferentes poses, a mi me da la impresión que estoy tomándole fotos a un modelo de ropa interior.


-IV-

*Kagome pov*

Después de 3 días, dos junto a mi hermana y Sesshoumaru porque era fin de semana y uno solo con él, son las 11 de la noche y me encuentro editando las 95 fotos que tengo en total. Es el 5º día y solo me quedan 9 más para encontrar mis tres imágenes perfectas para poder concursar y obtener algún premio lo cual me servirá para mi vida profesional, pero no encuentro ni una medianamente perfecta para hacerlo.

Soy un completo fracaso.

Pienso derrotada cayendo a un lado del teclado del mueble que está en mi habitación. Me siento cansada, exhausta mentalmente, Sesshoumaru es una persona bastante demandante y sobretodo mentalmente absorbente.

–Si sigues esperando que tus modelos te den ideas de cómo deberían de posar, entonces siempre tendrás los mismos resultados mediocres –¡Maldición! Debo de aprender a dejar mi puerta bien cerrada, especialmente cuando estoy solo con un pequeño short y una camisa de tirantes. Busco una toalla, la sábana, mi bata o cualquier cosa que esté a mi paso para poder taparme, pero solo me encuentro con una almohada que me sirve como escudo.

–¡Sesshoumaru! ¿Qué... Qué haces aquí? –se supone que mi hermana pasará ésta noche en la casa de él o en la oficina, todavía no estoy segura de ello.

–Kikyo me pidió que te trajera comida –son las 11 de la noche, ¿Quién cenaría a esta hora?

–Muchas... Gracias... –hago una pausa que se torna un poco incómoda y luego él me tira su sobretodo de la manera más tosca.

–Tápate, se que estás incómoda por eso.

Odio que alguien pueda leer mis pensamientos, pero ¿Quién en su sano juicio estaría 'cómoda' sin casi nada tapando su cuerpo? Claro, mi hermana podría estarlo, pero yo tengo otras cosas en la mente. Se sienta en mi cama que está pegada al mueble de la computadora.

–Esta foto hubiese podido salir mejor si al momento de verla me hubieses dicho que tenía la cabeza muy levantada.

Me indica viendo fijamente la computadora e intento concentrarme, muy en mi interior se que tiene buenas intenciones, especialmente al indicarme que más que todo no es culpa del modelo por las malas fotos sino del director que tiene que escoger las poses para que salgan bien. Me acomodo en mi silla de rodos mirando fijamente la pantalla y tiene razón, la cabeza está demasiada levantada lo que provoca que su cuello se vea torcido y demasiado rígido.

Ahora entiendo porqué Kikyo me decía que él podría ayudarme con su experiencia.

Asiento de manera natural aún con mi gesto fruncido, veo como él se empieza a acomodar en la cama y me da observaciones de otras fotos y aunque no lo acepto tan fácilmente él tiene razón en todo. En ésta ocasión no ha sido el modelo el que se ha puesto incómodo con la sesión sino que soy yo misma, sentimiento que transmito cada vez que pulso en el disparador.

A las 12.25 am hacemos un receso y comemos un par de sándwiches, mi vestimenta la olvido por completo ya que estoy sumamente enfrascada en mi trabajo.

Como todo está en fondo blanco intento ponerle otro fondo a varias imágenes, tal vez pueda haber una que valga la pena, pero aún así es difícil encontrar una de buena calidad.

–Creo que con tus consejos y sugerencias podría hacer una mejor sesión de fotos ¿Podrías aceptar una nueva por favor? –suplico con mis ojos y poniendo mis manos en oración para completar mi petición, él me ve con ternura y asiente, pero luego se retira para tomar una llamada de mi hermana.

Dejo la computadora un rato y me tiro en mi cama con un cuaderno de páginas en blanco. Visualizo como podría tomar una buena foto, una imagen que me despierte algún sentimiento, alguna emoción y me pierdo en mis pensamientos, soñando despierta o por lo menos eso creo.

Escucho unos jadeos al fondo y mi cuerpo pesado, ¿Será que Kikyo ya regresó de la oficina y lo está haciendo con Sesshoumaru enfrente de mí creyendo que estoy dormida? ¡Eso sería un insulto! Abro mi ojo izquierdo de a poco solo para observar como si fuese un radar, y veo que él está sentado en mi silla viendo la pantalla ¿Sesshoumaru viendo pornografía cuando yo estoy acostada a un lado de él?

–No pensé que tuvieses esta clase de fetichismos, Kagome –me desconcierto con aquella afirmación y eso me motiva a abrir mis dos ojos simulando como si despertara de un profundo sueño de 100 años.

Me cuesta interpretar lo que él me dice pero al entenderlo abro mis ojos desmesuradamente, ¡ÉL ESTÁ VIENDO EL VIDEO QUE LE TOMÉ A KIKYO Y A ÉL EN SU CASA EL PRIMER DÍA DE LA SESIÓN!


¿Y bien? ¿Continuación?
¡Solo si me dejan RW!

PD: ariadnek espero te haya gustado, aquí vengo cumpliendo tus múltiples peticiones de un fic de KagoxSesshou jejeje gracias por dejarme un RW para cada uno de mis fics, inclusive en el nejihina.