- Maldita sea...- Murmuró el hobbit mientras andaba con paso ligero por aquel oscuro túnel-Ya me he perdido otra vez.
Él y su grupo, al fin, habían conseguido entrar por la puerta de la montaña. Se habían desesperado un poco al principio, porque no encontraban cerradura alguna, ni tan siquiera una puerta, solo una simple pared desnuda.
Sumando lo cansados y desechos que estaban tras las varias jornadas de viaje agotador. habían intentado todo para abrirla, pero esta no cedía.
Ya cuando estaban a punto de rendirse, durante la puesta de sol, cayó ante sus expectantes ojos, un rayo rojo en la superficie de la roca y para su mayor asombro, había aparecido ante ellos la cerradura para abrir la puerta.
Lo que le siguió a continuación, fue simple de adivinar, Thorin introdujo la llave que siempre lleva colgada del cuello. La pared cayó y la puerta apareció.
Al momento siguiente, Bilbo, se había perdido.
No encontraba a sus compañeros por ninguna parte, se habrían percatado de su ausencia?
Lo único que podía hacer era seguir el túnel, a través de la montaña, mientras se reprochaba a si mismo, una y otra vez lo despistado que era.
-Bueno, espero que los demás estén bien..
Al cabo de unos minutos, Bilbo Bolson vió que el túnel acababa en una entrada.
Con alivio, se dirigió hacia ella, pensando que era la salida, pero lo que encontró, le dejo sin aliento.
Había llegado a un sótano, con montañas y montañas de oro, diamantes rubíes, y todo tipo de tesoros.
Pero lo que le maravilló al hobbit no fue la gran fortuna que había encontrado, ni el oro, ni la plata, ni los rubíes, ni los diamantes...ni siquiera la piedra del arca le llamó la atención.
Lo que realmente maravilló a Bilbo, fue el hermoso dragón, de escamas negras azuladas, que, enroscado sobre si mismo dormía plácidamente sobre sus tesoros.
Se quedó allí plantado varios minutos, contemplando la belleza de la criatura, sin importar lo que pasara.
- Te vas a quedar ahí plantado contemplándome como un idiota?- Sonó de pronto- o por el contrario vas a robarme al fin?
Su voz, tan profunda, era también muy hermosa.
Pero su voz...esa voz. ya la había oído antes...
-Yo?-pregunto dudoso, empezando a temer lo peor
-Obviamente, quién si no? ves a alguien mas por aquí aparte de tu y yo?-
pregunto con irritación en su voz- por que seréis todos tan idiotas? ó un ojo para mirarle sin ni siquiera
molestarse en moverse de su sitio.
Esos ojos azules...a quién le recordaban?
-vaya...eso si que no me lo esperaba, un hobbit? que haces tan lejos de tu comarca?
Bilbo, algo molesto ante sus palabras de burla fue a reprochar, pero el dragón se le adelantó.
-No, espera, no me lo digas- vió como el dragón se incorporaba, haciendo que la montaña de oro cayera un poco.
se estiró como si fuera un gato, y después alargó su largo cuello para observarle de cerca, sin importar el espacio.
-hum...interesante.
-Qué? el qué?
-Tu, eres un hobbit, pero normalmente ese tipo de criaturas les gusta la paz, la tranquilidad, lo aburrido. Tu eres diferente.
Por qué? muchos cuentos de niño, un joven con que soñaba en descubrir elfos y demás criaturas. Curiosidad?, fama? para qué? no, debe de haber alguna explicación que..
De repente abrió mucho los ojos y empezó a moverse con brusquedad asustando al pequeño hobbit.
-Donde están!?- exclamó el dragón colérico, mirando con furia a Bilbo.
-Donde están quienes?-preguntó temeroso.
-oh! quien va a ser, los enanos! tus compañeros! por donde se fueron?!
El dragón empezó a agitar la cola con furia, dando golpes por todos lados, haciendo temblar el sótano. Bilbo le miró con algo de miedo ante su reacción, pero por alguna extraña razón, no se sentía intimidado por él.
-No se- explicó- yo me perdí cuando les estaba siguiendo. Creo que siguieron por el camino de la izquierda, en vez de por el túnel.
-Ah, entonces saldrán por el otro lado de la montaña, alejandose de su objetivo, que estúpidos. Bueno, ya me encargare de ellos más adelante. Ahora tengo que encargarme de ti.- dijo dandole una mirada significativa.
-yo...-iba a sacar su anillo para desaparecer de allí, pero no sabía porque, no quería marcharse-sabes?-dijo sin pensar-te pareces a un amigo mío.
Sonrió al dragón. Claro que conocía ese tipo de comportamiento a la perfección, y gracias a ello, sabía como manejar la situación.
Smaug le miró extrañado.
-si intentas distraerme, yo...
-Eh? ah, no nada.
El dragón lo miró con curiosidad en los ojos.
-Como te llamas?
-Bilbo...Bilbo Bolson, y tu eres Smaug, supongo.
-obviamente.-después observó al hobbit vacilante-no...quieres robarme? no quieres matarme ni nada por el estilo?
-no!-gritó, sorprendiéndose más él que el dragón-es decir...yo...
El dragón suspiró y se acurruco de nuevo en su sitio con intención de volver a dormirse.
Tras unos segundos de silencio, Bilbo por fin preguntó.
-no..no me vas a comer?
-no, te puedes marchar. Dile a tus amiguitos que se vayan también, no me molestéis.
Bilbo si saber por que sintiéndose un tanto decepcionado, se iba a marchar, pero se sentía tan cansado, que no podía dar un paso mas.
Asi que se sentó en una roca, próximo a Smaug.
-te importa que descanse aquí un rato?-pregunto el hobbit con toda la naturalidad del mundo.
Esa pregunta pilló completamente desprevenido al dragón, quien en su sano juicio querría pasar mas tiempo con él?
-n..no-respondió asombrado.
-esta bien- de su pequeña mochila saco una manta y se acurruco con ella en el suelo.
Smaug le estuvo observando hasta que Bilbo, cansado de el viaje, se durmió.
Se hizo de noche, y Bilbo temblaba de frio. Se despertó sobresaltado al sentir como, un tirón en la parte superior de su camisa. Se encontraba alzado en el aire. Smaug le estaba agarrando por la camisa por la boca, elevandole hacia arriba. Se lo iba a comer?
Le miró con terror, y cerró los ojos esperando su fin, pero sintió como lo volvía depositar en el suelo esta vez con delicadeza, cerca de su costado.
le había puesto allí para que se apoyara en él, pues al ser un dragón de fuego, su cuerpo desprendía calor.
-por...por qué..?
-porque tus constantes temblores no me dejan concentrarme.- respondió sin esperara que acabase la pregunta.
-tienes razón- admitió-odio el frio.
-no se por que-suspiró Smaug con cansancio.
Bilbo, acurrucándose en él, se durmió, y dejo de temblar.
Smaug observó al hobbit dormir, no sabiendo el porque le agradaba tanto su compañía.
y deseando que se quedará con él por siempre, en vez de marcharse.
-John! despierta, deprisa! tenemos un caso!-grito emocionado Sherlock desde el otro lado de la puerta de su cuarto.
John bostezo con cansancio y miro el reloj de su mesita de noche.
-Sherlock, es sábado y son las siete de la mañana, no podrías esperar, no?.
-venga John, dormir es aburrido! además que haría yo sin mi blogger, te necesito.
-para luego dejarme en ridículo?-pregunto con molestia a la vez que abría la puerta para dejar pasar a Sherlock-ni hablar.
-esta vez, podría ser peligroso, ya que al fin de al cabo, seguimos a un asesino en serie-dijo con una sonrisa picara en sus labios
para luego desaparecer a paso rápido por las escaleras.
John suspiro y se fue al baño para darse al menos una rápida ducha.
mientras el agua caía, tuvo tiempo para recordar el sueño, parecía todo tan real, como si de verdad hubiese estado alli, o tuviese otra vida distinta.
era extraño, cada vez que se dormía, desde pequeño, soñaba que era un pequeño hobbit que vivía en una comarca y siempre tuvo el deseo de salir de allí para conocer el mundo.
después estaba ese Gandaf, que un día había llamado a su puerta para una aventura, después los enanos, sus compañeros de viaje, los trolls, los elfos,los orcos, el anillo, las arañas, la montaña solitaria...
el dragón, claramente era Sherlock. tan elegante y perfecto, pero siempre tan arrogante. ese pensamiento lo hizo reir mientras desayunaba, haciendo que Sherlock,
desde su sillón alzara una ceja.
al cabo de media hora ya estaban en la escena del crimen. Lestrade les esperaba fuera del centro comercial donde habia sucedido la escena del crimen.
-ya estáis aquí-le saludo-bien, será mejor que paséis, esto de verdad que es muy extraño.
ante la mirada molesta de Donovan, pasamos al centro comercial, Sherlock siguiendo a Lestrade, John siguiendo a Sherlock.
entraron en una de las pequeñas tiendas de telefónica. al parecer, el hombre se había hallado muerto por la mañana,
siendo encontrado por el encargado de la tienda.
-era un cliente-explico Lestrade- aunque aun no hemos identificado quien es.
era un hombre mas pequeño de lo habitual.
tenia la pinta de ser alguien con un trabajo importante. su expresión era dura.
al parecer, no había signos de violencia, ni herida, simplemente estaba muerto.
-nadie puede morir así de repente-dijo John en alto.
-por eso te hice llamar, Sherlock.-explico Lestrade.
Sherlock se agacho para examinar el cuerpo del hombre, después de un rato, esperando la respuesta de sherlock este se incorporo
y se dirigió al inspector.
-quiero que encontréis su identificación, quien es y todos los datos que me puedas dar sobre su vida.
-alguna idea?-pregunto entonces el policía
-seis- después se marcho por la puerta que John siguió.
nada mas volver al apartamento, se sentó a meditar, abstrayéndose de todo, como de costumbre.
John decidió no molestarle e hizo te para los dos.
salió en la tarde para comprar un poco de comida, pero cuando volvió Sherlock ya no estaba.
eso le enfado, y aun mas cuando pasaban las horas y ni siquiera contestaba a sus llamadas o a sus mensajes.
esa furia empezó a convertirse en preocupación por su amigo. no era normal que no le dijera nada, al menos un mensaje.
estuvo buscándolo, por las zonas que podría estar, llamo a Lestrade, que no sabia nada, claro.
ya había anochecido cuando volvió a casa. casi di un grito de alivio cuando el teléfono sonó.
pero no era Sherlock, era Lestrade.
-John?
-ah, hola Lestrade, sabes algo de Sherlock?.
-si... bueno..
ese tono de su voz...empezó a palidecer.
-que...donde esta Sherlock?
-bueno, veras John...
-donde esta?! grito desesperado.
-en el hospital.
el mundo se derrumbo a su alrededor.
Bilbo se despertó sobresaltado y jadeante. hecho un rápido vistazo a smaug para ver si el se había percatado, pero el dragón parecía seguir descansando.
entonces el hobbit empezó a llorar silenciosamente, tapándose la cara con un brazo he intentando que no se le escapara ningún sollozo.
pero con lo que no contaba Bilbo es que el dragón ya estaba despierto.
-por que lloras?- pregunto con cautela,
Bilbo se sobresalto al oír su voz, pero dejo que las lagrimas siguiesen corriendo por sus mejillas.
-es...no es nada- intento que sonara su voz a la vez que intentaba quitarse las lagrimas.
se incorporo y anduvo alejándose un poco de el.
-dímelo- dijo el dragón moviendo un poco su cabeza y clavándole sus ojos en la espalda de este.
-...Sherlock-intento decir, pero exploto- no es justo! yo tenia que estar con el!-grito enfadado sin evitar mirar a la cara del dragón- el...mi mejor amigo. ..el esta..
.en coma...le dispararon...dios,..no quiero perderlo- susurro el hobbit con un sollozo- y es por mi culpa. si yo no...
-John- interrumpió Smaug-no es tu culpa-
-si que lo es!- grito con furia volviéndose hacia el dragón- tu no lo sabes! tu no est..
se quedo a media palabra viendo como Smaug le miraba... conmovido?
-..bas
entonces, Bilbo Bolson se dio cuenta de lo evidente, se dio cuenta de loa verdad.
-espera...-susurro casi sin voz- yo...no te he dicho mi nombre verdade...
solo la sonrisa del dragón le basto como respuesta.
-..Sherlock?
-quien si no?- respondió con afecto.
Bilbo, ahora con el nombre de John, corrió hacia el dragón y abrazo su cabeza rodeándolo con sus pequeños brazos.
Smaug, ahora Sherlock, le empujo un poco con su hocico, como correspondiendo al abrazo.
-John...perdóname.-murmuro con su voz profunda.
