¡Holaa! Bueno, este es mi primer fic de KHR!, ¡y además de Hibari! x3 Así que no estoy muy segura del resultado...so, juzguen ustedes xD

Disclaimer: KHR! así como sus personajes no me pertenecen, yo solo hago todo esto por entretenimiento (y perversión xD), sin ningún ánimo de lucro, blablabla..., ya sabéis ;)

¡A leer~! :D


Lunes: tormenta

Un lunes lluvioso como otro cualquiera –en principio-, Sawada Tsunayoshi regresa del instituto junto a sus dos fieles amigos y guardianes. Un día como otro cualquier de peleas y ruidosas explosiones –por parte de Gokudera-kun-. Otro día de los dulces saludos de Kyoko-chan, las burlas irónicas de Kurokawa, las insistentes peticines de Onii-san de que se uniera al club de boxeo.

Y sin embargo, ¿por qué tenía la sensación de que algo no marchaba como siempre?

-Judaime, ¿le ocurre algo? – preguntó Gokudera preocupado por su Jefe, que llevaba un rato perdido en sus pensamientos.

-Solo pensaba que era raro que hoy no nos encontráramos a Hibari-san en el instituto – dijo al fin. –Normalmente siempre está haciendo guardia por si alguien hace algo indebido.

-Ahora que lo dices, el viernes y el sábado pasado tampoco lo vimos – señaló Yamamoto con aire pensativo.

-¡Feh! No se preocupe por alguien como él Judaime, sería mucho mejor si ese tipo no aparece en lo que queda de año – declaró el chico con su aire enfadado.

Tsuna no contestó ni continuó con el tema, pero se mantuvo el resto del camino pensativo. Era muy extraño que Hibari-san faltara a clases, ¿le habría pasado algo? ¿Estaría enfermo? O peor… ¿le habrían atacado? Quizás debería haber preguntado por él en el instituto.

Estaba sacando las cosas de quicio. El instituto era muy grande, simplemente no coincidirían en los pasillos y punto. Convenciéndose de que no había nada de qué preocuparse, y de que Hibari-san podía cuidarse solito, se despidió de sus dos amigos y se encaminó hacia su casa. Se aferró con más fuerza a su paraguas, cada vez la lluvia era más fuerte.

Estaba en camino cuando de pronto oyó unos pasos tras él. Estaban cerca y parecían perseguirlo, pues podía oírlos incluso sobre el ruido de la furiosa tormenta. Asustado, decidió que lo mejor sería hacer como si no se hubiera dado cuenta y acelerar el paso hacia su hogar. Pudo oír como el ruido de pisadas se detenía repentinamente, e igual de rápido empezaban a perseguirlo de nuevo a más velocidad.

Al borde del pánico, Tsuna echó a correr con todas sus fuerzas. Ya no le importaba si quien fuera que le perseguía sabía que lo habían descubierto, solo quería alejarse lo más posible y resguardarse pronto en la seguridad de su hogar. Era patético, pero ¿qué más daba? Estaba asustado, empapado, y los miembros empezaban a entumecérsele y a acalambrarse a causa del frío y de la tensión. Si salía de esa entero, juraba ser mejor persona, incluso trataría mejor a Lambo de ahora en adelante.

De pronto, un placaje por la espalda y el joven Vongola acababa tirado en el suelo, y el paraguas unos pasos más adelante. Estaba boca abajo, sentía un cuerpo sobre él y unos brazitos temblorosos rodeando su cintura. Tenía miedo, ¿sería un pervertido o algo por el estilo? En un arranque de valentía se giró para intentar empujar al atacante y salir corriendo, pero al darse la vuelta, lo que vio no fue lo que él se esperaba de un delincuente, o un viejo pervertido.

Era un niño. Un niño pequeño y tembloroso, aun con los brazos alrededor suyo y con la mirada levemente acuosa por las lágrimas contenidas. El pelo negro empapado le caía sobre los ojos –fijos en él-, negros también.

A decir verdad, ese niño le resultaba extrañamente familiar… Y fue entonces cuando lo notó. Había algo en su mirada seria y acerada -a pesar de estar algo llorosa-. No sabría explicar el qué. Era como una sensación de peligro, de que algo malo le pasaría. Un presagio de una muerte lenta y dolorosa. Y entonces repasó, ¿dónde había tenido él ese mismo sentimiento?

Una lucecita se encendió en su cabeza. Volvió la vista de nuevo al niño aun sobre él. No… no podía ser cierto.

-Hi…¡¿Hibari-san?!

oOoOoOo

-Gracias por la comida – dijo un pequeño niño de pelo negro mientras que dejaba sus palillos sobre el bol y juntaba sus manos.

-No tienes que ser tan formal Hibari-san, apenas eran unas sobras de la comida del mediodía – dijo Tsuna mientras colocaba la loza en el fregadero.

-Es suficientemente bueno, teniendo en cuenta que no he comido en tres días – contestó la versión miniaturizada de Hibari.

-¡¿En tres días?! – exclamó el ahora "mayor" de los dos. –Hibari-san… ¿qué demonios te ha pasado? – preguntó. A decir verdad, era más fácil hablar con el Hibari niño, no intimidaba tanto.

-No estoy seguro. El viernes por la mañana estaba por golpear hasta la muerte al doctorzucho ese por estar viendo videos obscenos en mi escuela, cuando me lanzó algo extraño, y de repente aparecí así – explicó aun sentado a la mesa y con la cabeza apoyada en la mano, como si hablara de algo aburrido. Mirándolo bien, con esa apariencia infantil y esa camiseta que le quedaba claramente grande, Hibari parecía un verdadero niño inofensivo.

–No podía hacer nada con este aspecto, así que decidí volver a casa pero perdí mis llaves y con mi fuerza actual no puedo hacer nada. Ni siquiera puedo controlar mis armas. Además vivo solo y no se hasta cuando duraré así, pero por el momento con este aspecto no puedo manejarme solo… - de pronto, su cara se ensombreció y sus ojos volvieron a adquirir ese matiz asesino del viejo Hibari. –Juro que cuando vea al tipo ese lo golpearé hasta la muerte – y acompañó esto con un certero golpe sobre la mesa.

Vale, si en algún momento Tsuna había dicho que el nuevo Hibari-san no intimidaba, ahora era el momento de retractarse.

-¡Ciaossu! – saludó Reborn, haciendo su aparición en la cocina. –Que desafortunado Hibari. Pero, si lo que dices es cierto, el efecto del Trident Mosquito debería pasarse en una semana más.

-¡Que suerte Hibari-san, podrás volver a la normalidad pronto! – exclamó el joven Vongola.

-Sin embargo, durante esta semana tú tendrás que hacerte cargo de él, Tsuna – informó Reborn, con un ligero –y sospechoso- destello en sus ojos.

-¡¿QUÉ?! – se quejó.

-Mientras esté así, él no podrá cuidar de sí mismo, ¿serás capaz de abandonarlo sin más? Además, un buen Jefe se responsabiliza de sus Guardianes – finalizó con una sonrisa burlona.

oOoOoOo

-¡Ara!, ¿es un nuevo amigo, Tsu-kun? – preguntó su madre cuando regresó a casa de la compra.

-Perdón por la intromisión – se disculpó educadamente el pequeño Hibari-san.

-Mama, e-este es Hi…¡Kyoya-kun! – improvisó Tsuna.

-¡Oh, así que Kyoya-kun! Sientete como en tu casa ¿si? – le sonrió Nana. –¡Esta noche haré algo rico para cenar todos! – y sin más, se fue totalmente sonriente a empezar los preparativos para la cena.

-Como siempre, mamá le abre las puertas de casa al primer desconocido que pasa sin ni siquiera preguntar… - pensó Tsuna exhalando un suspiro con resignación. De pronto de giró hacia Hibari-san, quien seguía con la vista fija en su madre. ¿Era eso sorpresa?

-Vaya, es como si hubieran dos Tsunayoshis aquí – terminó diciendo.

-¡¿Qué?!

-Ambos son iguales – reafirmó el niño.

-¡¿Qué quieres decir con eso?!

oOoOoOo

Ya con el pijama puesto, el joven Vongola terminaba de lavarse los dientes antes de dirigirse a su cama. Se enjuagó bien con agua, se secó, y salió del baño camino de su habitación. Antes de eso pasó por el salón, donde aun estaba Hibari-san.

Cuando llegó, lo encontró dormido, con medio cuerpo debajo del kotatsu y su madre arropándolo maternalmente. Esta levantó la vista y, con una sonrisa, se puso el dedo índice sobre la boca en señal de que no hiciera ruido.

Tsuna sonrió y, dando media vuelta, se dirigió a su cuarto. Ese día de lunes que había comenzado como uno más, monótono y sin nada en especial, había desembocado en esa extraña situación.

Ahora…¿qué le depararía el día siguiente?

C o n t i n u a r á ~


¡Yey~! ¿Qué tal? xD

Aviso, que si a alguien le resulta familiar el argumento de esta historia, no señores, no he plagiado a nadie (¡ni pensarlo! ò.ó). Es solo que me basé en un doujinshi que leí recientemente de esta pareja para crear el fic, así que en esencia es parecido. Pero ojo, solo eso, parecido, más adelante la historia toma un rumbo totalmente diferente x3 De todas formas, si alguien quiere leer el doujinshi puedo dejar el link aquí, pero al final de la historia. ¡Nada de spoilers en mi fic! ò.ó

Y eso, que espero que os haya gustado y me dejéis un reviewcín, para saber si debo continuar la historia o mejor dejo de mancillar este fandom x3 Por cierto, como el nombre indica, el fic tendrá 7 capis, y quizás un pequeño omake, pero no gran cosa. Así que ala, ¡a comentar!, que 7 capis son poquitos y no cuesta nada ;D

¡Byesu~! =)

PD: está demostrado científicamente que dejar reviews ayuda a la circulación y a mejorar nuestra flora intestinal, así como previene el colesterol ;)