La Escritora

Capítulo 1: Depresión

"... Hillary se sentó al lado de Henry, en las escaleras, con una copa de champagne analcólica en las manos. Enfrente de las escaleras había una habitación enorme, en donde se resolvía la fiesta de fin de año. Henry vio a Hillary un tanto agotada, pero también deprimida.

- ¿Te pasa algo? – le preguntó mirándola con algo de preocupación, sosteniendo en la mano la Cerveza de Mantequilla.

- ¿Eh? – dijo Hillary dejando de ver el piso y viendo en los ojos a Henry – No, nada...

- Pareces como deprimida – dijo Henry. Hillary suspiró.

- Bueno... sabes, hoy es el  penúltimo día aquí en Hoobdargs de Clarissa... y bueno... me da lástima que se vaya – Henry sonrió gentilmente.

- Entiendo. Es tu mejor amiga y por eso no quieres que se vaya... – bebió un poco de la cerveza – pero bueno, no puedes impedircelo – Hillary volvió a mirar su copa.

- Lo sé – dijo Hillary suspirando – pero no puedo evitar estar deprimida – Henry la miró.

- Puedes desahogarte si quieres – dijo Henry muy dulcemente con sus ojos claros como el cielo. Hillary sintió un latido en su corazón, enrojeciendo un poco. Entonces la mirada fue interrumpida por un chico que tenía que subir las escaleras.

- Disculpen – dijo el chico, separando más a los muchachos y subiendo por los escalones. Hillary se paró también con la intención de irse.

- Eh... yo mejor me voy – posó la copa en el escalón donde estaba sentada y se dio media vuelta. Henry pareció disgustado y posó también la copa, viendo como Hillary subía las escaleras y desaparecía por ellas. Hillary llegó al piso de arriba y empezó a caminar hacia la biblioteca, donde le gustaba desahogarse. De repente oyó detrás de ella la voz de alguien.

- ¡Espera! Espera... – jadeó Henry, doblándose sobre las rodillas. Hillary se volteó y pareció asombrada de ver que el chico la había seguido.

- ¿Por qué... me seguiste? – preguntó acercándose a él. Henry se compuso de nuevo y pareció enrojecerse bajo la luz de las velas.

- Bueno... habías dejado tu copa y... te habías ido sin avisar – Henry se rascó la nuca aunque no le picara.

- Oh disculpa – dijo Hillary – no quise hacerlo, yo sólo..."

Hermione atendió unos segundos y luego retiró la pluma rápidamente de la hoja, antes de que se manchara. Sus compañeras de habitación Lavender y Parvati habían entrado haciendo mucho ruido, y Hermione se había desconcentrado, como siempre.

De hacía año y medio la chica había iniciado a escribir historias, de dos capítulos o más, sin saber la razón. Había sucedido una aburrida noche de verano, sin nada que ver en la tele, ni buena música que oír. Había sido como una magia interior.

Y desde ese entonces cada vez que tenía algún tiempo libre sin nada importante que hacer, se ponía a escribir historias, historias de amor, drámaticas, sobretodo románticas. Pero cada vez que tenía la inspiración, alguna que otra persona se la quitaba, interrumpiendo con o sin intención. Y en ese momento Parvati y Lavender habían entrado en la habitación, riendo a carcajadas, como era típico en ellas. Parvati se acercó al escritorio que Hermione tenía cerca de su cama.

- ¿Otra vez escribiendo esos cuentos de niños? ¡Hermione, madura! – exclamó Parvati echando un vistazo a la hoja que Hermione había estado escribiendo – ¡Tienes ya diecisiete años! ¿A qué te sirve escribir esas historias? – Hermione frunció el ceño, ordenando las hojas y luego cerrando el tintero.

- A desarrollar la imaginación – dijo secamente, poniendo la pluma cerca del tintero. Parvati puso una cara muy extrañada.

- Aysh, has lo que te de la gana y vive en tu mundo de cuentos – dijo, dándole la espalda y yendo donde Lavender en el baño, para luego volver a salir del cuarto.

Hermione hizo un gesto con los brazos que nunca se hubiera permitido de hacer delante de sus padres o de un profesor. Vio de nuevo las hojas blancas que tenía en su escritorio, vio en la que había escrito hacía poco, y frunció el entrecejo, como recordando aún no sólo lo que Parvati le había dicho segundos atrás, sino todo lo que ella y otras personas le habían criticado. Agarró la hoja, la arrugó, la hizo una pelota y luego la tiró hacia la puerta.

- ¡Muérete! – gritó, parándose, y restregando las demás hojas por todo el escritorio hasta hacerlas caer al piso.

***

Había llegado el primero de Diciembre que ya la atmósfera natalicia se sentía en el aire. Los estudiantes no hacían más que preguntarse entre sí cuáles serían los planes para las vacaciones, pero sólo algunos pocos tenían planes partículares. Entre ellos estaba nuestro ya muy querido trío.

A Ron le habían como obligado a quedarse, ya que los Weasley habían dicho que no harían nada especial esa Navidad. Harry como siempre no iría donde los Dursley aunque le prometieran que tendría una Navidad decente, y Hermione había decidido quedarse para darles compañía. O por lo menos así había dicho...

Hermione no había escrito por mucho en su historia en esas últimas semanas después de lo que Parvati le había dicho por milésima vez. En cosas como esas Hermione era muy sensible, y oyendo por última vez las palabras de Parvati, le habían hecho sentir muy mal, pensando constantemente en lo que le había dicho. Y desde ese entonces, cada vez que se encontraba un momento libre y se sentaba en el escritorio, mirando las hojas donde estaba escrita la historia, se sentía como incapacitada, y la imagen de Parvati mirándola con desaprobación le venía a la mente. Así que se buscaba otro oficio y no se dignaba de empuñar la pluma en el papel.

En ese momento se encontraba saliendo de la clase de Pociones que, como siempre, había sido un fastidio total. Hermione parecía deprimida, y Harry había notado eso en todo el día. La chica agarró su morral y salió, dejando atrás a Harry.

- ¡Espera Hermione! – exclamó Harry terminando de guardar las cosas en su mochila. Hermione aguardó afuera de la fría mazmorra. Pronto el joven la alcanzó.

- Gracias – dijo Harry subiendo las escaleras de la mazmorra. Hermione le sonrió levemente. – Hey, ¿te pasa algo?

- No nada – dijo Hermione, suspirando y mirando para abajo. Harry quería sacarle de alguna manera lo que le pasaba, y no se rendiría facilmente.

- Ah, por cierto, ¿qué tal tus historias? ¿Has continuado a escribirlas? – la cara de Hermione pareció entristecerse más.

- Ahh, no... es que no he tenido tiempo... – dijo Hermione rascándose la cabeza, y finalmente saliendo de las mazmorras. Harry pareció extrañado.

- Oh, qué lastima, eran muy buenas – Hermione subió la cabeza de repente, mirando a Harry perpleja. Harry la miró extraño – ¿No me digas que dejaste de escribir porque pensabas que eran una pérdida de tiempo? – Hermione asintió mientras entraban a la clase de Defensa contra las Artes Oscuras – Haces mal – dijo Harry tomando asiento al final, junto a Ron que ya estaba ahí, Hermione que lo seguía – mira que esas historias podrían decidir tu futuro – dicho esto Harry le picó un ojo y Hermione se enrojeció levemente. En eso la chica no había pensado para nada.

- Hermione – se oyó una voz al lado de la susodicha. Era Parvati – Almenos por esta vez, ¿me darías el resultado de los ejercicios de 5 a 8? Es que ayer estuve ocupada y... – Hermione frunció el entrecejo mientras miraba sus ejercicios que estaban encima del pupitre. Con una sonrisa sarcástica, miró a Parvati.

- ¿Qué hay de más importante que estudiar en estos días tan aburridos? – preguntó con un hilo de voz. Parvati arqueó una ceja.

- ¡¿Me los das o no?! – dijo sin muchos rodeos mirando hacia la puerta para ver si llegaba el profesor Müller, y luego volviendo de nuevo su cara aburrida hacia Hermione. Ésta hizo como si no la había oído y se refería hacia sus dos amigos, hablando sin que éstos entendieran.

- Entonces Ron, ¿entendiste el ejercicio 5? Era un tanto difícil al inicio, pero después de leer una o dos veces el capítulo 9 fue fácil hacer el resúmen – Ron no tenía ni la más mínima idea de lo que explicaba Hermione, y Harry se había dado cuenta que lo había hecho a propósito para no responder a Parvati. Éste la miraba que le hacía muecas a Hermione mientras se iba.

- Hermione – le dijo Harry pasando una mano delante de Hermione de un lado a otro – ¿lo hiciste a propósito, no? – Hermione se pasó el cabello detrás de la oreja izquierda, con una cara fastidiada.

- Problema suyo si no lo hizo – dijo cortante.

- Pero si hubieramos sido nosotros obviamente nos los hubieras dado, ¿verdad? – dijo Harry echándose para atrás en el asiento. Hermione se sentó bien viendo hacia el pizarrón, y abrió su cuaderno mientras el profesor abría su libro.

- Ustedes no son ella. Con ustedes es diferente – susurró abriendo el tintero y mojando la pluma. Harry le puso una mano en el brazo, haciendo que Hermione lo viera.

- Gracias por considerarnos de ese modo – dijo Harry con una mirada dulce. Hermione sintió unos latidos un tanto rápidos, sus mejillas se ruborizaron como si estuviera corriendo en la nieve, y los ojos verde de Harry tenían un brillo distinto al de siempre. Eran como... como más dulces y... también cálidos. Sí, tenían un brillo cálido. Una mirada suave... De repente una voz la despertó de esos pensamientos.

- ... ¡Potter, Granger, página 284! ¡Rápido! – gritó el profesor Müller viendo a Harry que regresaba a su libro rápidamente. Luego se dio cuenta de que Hermione no obedecía, sino que seguía viendo a su compañero de pupitre muy atentamente – ¡Granger! ¡¡GRAANGEEEER!! – Hermione se despertó completamente de un salto, enrojeciéndose verdaderamente, bajo las risas de sus compañeros de Gryffindor y Slytherin. La chica buscó desesperadamente la página.

- La página, la página, ¿cuál es? ¡Dímela! – se refirió a Harry en un murmullo, pero el profesor la escuchó.

- ¡Granger! ¡Página 284! ¡¡Dos-ocho-cuatro!! – gritó de nuevo Müller, con la voz grave que retumbaba por toda el aula – ¡Y deje sus pensamientos amorosos y eróticos para el día de Navidad! – ahora la cara de Hermione podía casi compararse al pelo de los Weasley, hundida en el asiento. Todos sabían que el profesor Müller era como una segunda copia de Ojoloco Moody y peor aún, porque aparte de ser neurótico, se metía con los estudiantes, sobretodo con los de sexto y séptimo, y los humillaba siempre hablando sobre temas tipo el sexo. Hermione estaba segura que sería motivo de burla por todo el año.

Nota de la autora:

Hola hola hola!!! ^^ Sí, creo q este cap lo dejé justo en el momento cumbre, dejandolo en un  momento inesperado. En verdad era mucho más largo, pero me he dado cuenta leyendo varios fics q los capítulos largos son una ladilla pa leer, entonces decidí dividirlo. ¡Fue muy difícil!

Y bueno, no sé cuanto público tendrá este fic, si habrá gente que lo aprecie o desprecie, pero lo que sé es que si querrán el segundo cap me DEBRÁN DE DEJAR MUCHOS REVIEWS! Porque ahora estoy dispuesta a dar sólo los capítulos si se dejan reviews, y no sólo con esta historia, sino que también con las otras mias que aún están en proceso.

Bueno espero que este fic sea de su agrado =)! Ya saben la condición es: REVIEW = CAP. Respétenla, please!! =^-^=

*§*_KaroLynA SiLveR De FeLTon –La FAniManGa!_*§*

Pd: si tienen MSN Messenger de Hotmail no duden en agregarme a su lista: carola825@hotmail.com  !!

Pd2: sé q no tiene naa que ver, pero quería preguntarles, alguno de ustedes conoce los maravillosos mangas de la grandiosa Sensei WATARU YOSHIZUMI (ya saben, creadora del famoso manga "Marmalade Boy" {o como en España 'La familia crece'}, de "Kimishika Iranai" o más bien 'Solamente tú', "Mint Na Bokura" o 'Somos chicos de menta' y del digamos reciente "Random Walk")?!? Sólo quería preguntarles si ustedes son tan fanáticos de sus mangas como yo ^^', y bueno quería conocer gente que me ayudara a buscar información sobre sus obras precedentes a estas o q compartiera conmigo los conocimientos sobre esta grande dibujante.