Titulo: Chibiamerica
Autor: Yoshii-Kun
Advertencias: OCC, mala ortografía (?)
Parejas: Ninguna
Aclaraciones: 1- Mini latinoamericanos (?)Solo queda decir que Arthur debería aprender que Alfred es la representación de Estados Unidos así que no debería llamarlo America ¬3¬ que nadie entiende que America es un continente o que? xD
2- Si este fic ya lo había escrito pero me di cuenta de que tenía muchos errores y le hice uno que otro cambio :3
Disclaimers: Hetalia lamentablemente no me pertenece, si no créanme que ya hubiera salido toda Latinoamérica :D
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Martes por la mañana ese día tocaba Reunión para las naciones en la cual un malhumorado británico maldecía diestra y siniestra a cierto estadounidense ¿El motivo? El ya mencionado tuvo la osadía de burlarse de las costumbres de nuestro Ingles favorito. Cansado de la actitud de su excolonia pensó que tal vez seria buen momento para darle un escarmiento. Finalizada la junta se apresuro a su casa alas afueras de Londres para buscar en sus libros de hechicería.
Minutos después encontró lo que tanto buscaba, definitivamente esta vez dejaría en vergüenza a ese malagradecido pero hubo una parte del conjuro que lo confundió.
"Escribir tres veces el nombre del indeseable" ¿su nombre? ah si America
- Solo al imaginar la cara que pondrán las demás naciones al ver la falta de cabello en el americano hace que quiera... - no pudo terminar su frase ya que le dio un repentino ataque de risa.
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Mientras tanto en otro lugar, se encontraban dos mellizos preparándose para la cena, ambos se dispusieron a pasar al comedor. Pero varios golpes en la puerta los interrumpieron.
- ¿Quién podrá ser? - Cuestiono México del Sur
- Pues averígualo. Anda, ve a abrir la puerta - Ordeno su hermano
- Eres un Hu**on - maldijo por lo bajo mientras se dirigía de mala gana.
- Que onda hermana - saludo un alegre Puerto Rico - no teníamos mucho que hacer a si que decidimos caerte - explico mientras se pasaba como Juan por su casa.
- ¿Decidimos? - Dudo pero para cuando pudo reaccionar todos sus hermanos se encontraban en el comedor, un poco molesta se dispuso a seguirlos. Quería correrlos pero era su familia y ala familia se le respeta.- Entonces creo que tendré que cocinar para todos - Arqueo una ceja
- No te esponjes hermanita si quieres te ayudamos - se ofrecieron Colombia, Guatemala, Nicaragua, Belice, Venezuela y Costa Rica.
Minutos después la mesa se hallaba repleta de comida y todo tipo de bebidas, todos se dispusieron a comer pero de nuevo alguien irrumpió en el hogar de los mexicanos.
- ¿Quién podrá ser ahora? - gruño México del Norte
- Che, para que veas que soy un buen hermano yo iré a abrir - se ofreció el argentino, pero antes de que pudieran gesticular algo coherente….
¡Mis niños! Que lindo es tener a todos aquí reunidos - comento un alegre español, todos los presentes lo miraron con cara de ¿a ti quien te invito?– al parecer llegue en buen momento - esbozo un sonrisa mientras tomaba asiento en el comedor.
- Este Será un largo día - Suspiro México del Sur
Después de la cena los latinoamericanos y el colado procedieron a ayudar con la limpieza, algunos tarareaban canciones, otros se encargaban de los platos y unos mas fingían que ayudaban. Pero como un escalofrío los latinos escucharon una voz que susurraba America
- ¿Alguien escucho eso? - Pregunto Perú algo preocupado
- Creo que si - Apoyo Bolivia
- Suena como alguien diciendo… - comenzó Ecuador
- Seguro son alucinaciones - interrumpió el Español - Ya dejen el alcohol comenzó a burlarse. Alo cual sus "hijos" le regalaron varias miradas envenenadas.
- No me siento bien comenzó Venezuela - alo cual muchas voces la apoyaron.
De pronto una luz comenzó a cubrir a los presentes exceptuando a España, lo siguiente fue confusión, golpes, tomates aplastados y uno que otro grito.
¡Joder! ¿Qué fue lo que... - no pudo continuar la frase ya que cuando se dio cuenta estaba rodeado de ¿niños? - Pero que ocurrió todos son tan pequeños y-y-y adorables. Pero yo solo no puedo con una veintena de niño. llamare a romano el sabrá que hacer.
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- Entonces yo empecé a cortar los tomates y... - el sonido de un celular interrumpió al italiano - Maldición quien puede ser a esta hora ¿Hola?
- Romano que bueno que contestas - empezó un muy nervioso español - veras yo fui a...
- Maldito bastardo como te atreves a interrumpirme ¿no vez que paso tiempo de calidad con mi estupido hermano? - interrumpió
- Déjame terminar por favor dijo con un notable tono de angustia - por primera vez lovino obedeció. Explicando ya lo sucedido el italiano se quedo sin palabras - ¿sigues hay?
- ¿De cual te fumaste? ¿Acaso quieres que crea que nuestros hijos - Se sonrojo al mencionar la palabra hijos - se convirtieron en niños?
- Ve~ ¿mis sobrinos se encogieron?
- No digas estupideces - le callo romano –
- Por favor tienes que creerme no estoy jugando ¿eh? Espera. Costa Rica deja de golpear a Argentina, Venezuela no hagas llorar a México del sur, ¡Cuba no hagas eso ve al baño!. No puedo hablar debo evitar que se maten. Te estaré esperando colgó.
- Feliciano ¿Quieres visitar a tus sobrinos?
- Ve~ eso me gustaría
Cuatro Vuelos después
-¡¿Antonio donde estas? - Grito el italiano mientras pateaba la puerta principal.
- Ve~ ¿donde están mis sobrinos? Comenzó a llorar - dijiste que veníamos a verlos.
- Espera tampoco entiendo muy bien lo que ocurre.
¡Romano! ¡Romano! por favor sálvame - se escucho alo lejos
- ¡No te preocupes iré por ti! - Grito mientras era seguido por el amante de la pasta
La escena que veían era horrible, más horrible que la película del exorcista, más horrible que tus calificaciones, más horrible que la novela de las 5 p.m. Era Antonio "el conquistador, la furia española o como quieran llamarle" cubierto de maquillaje cortesía de Colombia y Venezuela amarrado de pies y manos, semidesnudo, mientras que sobre el yacían las mininaciones brincando y gritando.
¡Bastardos bájense de mi Antonio! - Les grito alo cual los niños respondieron con pequeños sollozos - ¡Tú! has algo productivo y desamárralo - le ordeno a feli.
- Esto no es bueno - comenzó el español en cuento se vio libre - pensé que seria como cuando yo los encontré, pero cada uno tiene sus ideas liberales y hippies.
- Debemos convocar una junta, no podemos dejar a Latinoamérica sin representantes - explico romano.
¡Tenemos hambre! - Grito El salvador, los demás chiquillos lo imitaron y comenzaron a gritar.
¡Pasta! - Grito Feliciano - Yo me encargo de alimentarlos.
- Yo me encargare de mandar los correos para la junta - dicho esto el español tomo la lap de los mellizos y se dispuso a trabajar.
- Yo iré a revisar que no maten a Feliciano.
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- Mama, Honduras me esta pegando - se quejo el pequeño Chile mientras se ocultaba tras romano.
- ¡Mentiroso! solo quieres llamar la atención - defendió mientras intentaba empujar al chileno.
- Cuantas veces debo decirles que no soy su madre - Se quejo el italiano.
- Ve~ no seas tan cruel con ellos, solo son niños.
- La pasta sabe mal - opino Cuba - ¡quiero una galleta!
- Ve~ ¿no te gusto la pasta? - el pequeño negó con la cabeza mientras el pobre Italia se sentaba en una esquina.
- Yo también quiero galleta - interrumpió la pequeña Nicaragua. Al momento todas las mininaciones estaban exigiendo su galleta.
- ¡Dales las malditas galletas! - ordeno el mayor - mas vale que Antonio se apure no pienso soportar a sus crios, espera un minuto… ustedes no son míos - señalo a Brasil, Puerto Rico, ala Guayana Francesa y a Guadalupe. (En efecto ellos no eran hijos de Antonio, pero cuba los había invitado para formar una alianza y así dominar el mundo pero esa es otra historia que no contare aquí) Los niños al ver la cara del italiano solo pudieron sollozar.
- Ve~ no hagas esa cara tendrán pesadillas - intervino Feliciano mientras les ofrecía una galleta - ya, ya, ya no lloren vayan al patio a jugar.
- Gracias tío Italia - Dijeron en forma de coro.
- ¿No son mis hijos un amor? - llego un alegre español mientras tomaba uno de sus preciados tomates.
- Maldito bastardo ¿que tanto estabas haciendo? - Le cuestiono romano nosotros aquí sufriendo con esos mocosos y tú quien sabe donde.
- Pero te dije que convocaría alas naciones para que buscáramos una solución -
- No me importa ¡maldición! ¿Para cuando la programaste? -
- Mañana en mi casa - dijo tranquilamente
- ¿Mañana? Como vamos a transportar a los niños, creerán que somos traficantes de órganos - un escalofrío recorrió su cuerpo.
- No te preocupes, viajaran en avión privado. Cortesía del jefe Español - esbozo una sonrisa.
- Ve~ yo tengo una duda - interrumpió Feliciano - se supone que solo se encogieron los del continente americano ¿no? Ya que nosotros no sufrimos ningún cambio
- No veo a donde quieres llegar - le regaño romano
- Hablo de la posibilidad de que a Alfred y Mathew les haiga sucedido lo mismo Ve~ -
- Minutos después de analizarlo el Español reacciono - ¡Tienes razón! No podemos dejarlos solos, miren yo iré a buscarlos y ustedes vayan adelantándose.
- ¿Qué? ¿Hablas de que yo me lleve a los mocosos?
- Por supuesto que no…Feliciano te ayudara - esbozo una sonrisa
- Ve~ será divertido, no te preocupes hermano no fallare en esta misión - el rostro de Feliciano se puso seria
- Confío en ustedes - dicho esto Antonio salio como alma que lleva el diablo y con más razón se trataba de dos pequeños niños, solos, con hambre y miedo.
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