¡Hola! Este One-Shots es algo basado en… "qué sucedería si Gin vive" y asdf, véanlo D:
Contiene spoiler del manga.
Lo esperaría
Gin respiraba pausadamente y Matsumoto suspiraba con alivio, aún así seguía alerta a cualquier señal de cambio. Estaba conectado a una serie de cables, el aparato a su lado indicaba que su corazón no se alteraba. Bien pero mal. Vivo pero en coma, y eso no era buena señal.
Dos meses, sí, dos meses había estado así y no se efectuaba cambio alguno… ninguno. Rangiku comenzaba a cansarse con rapidez pero no perdía esperanza. No, ella no se echaba para atrás, aunque pasaran cien años lo esperaría.
No importaba que hubiera sido un traidor, no importaba su pasado ni su presente, sólo esperaba un futuro satisfactorio para él. Ella esperaba respuesta.
Ichimaru era la persona más importante para Rangiku, su amigo de la infancia, ése que se convirtió en shinigami sólo por ella para conseguir lo que injustamente le habían arrebatado.
La vida había sido injusta, la fémina se sentía culpable, por ella el de cabellos blancos se encontraba tendido en esa cama con cables por todos lados. La máxima culpable, aunque no lo quisiera admitir, era ella misma. Pero, aún había algo que no encajaba en su cabeza, ¿por qué Gin la había protegido hasta final? Esa era su pregunta. Sinceramente, Rangiku no creía que él recordara las palabras de aquel día, después de todo sólo habían sido niños. Nuevamente erró.
Por una y mil razones ella ansiaba que él despertara pronto, necesitaba que le resolviera la pregunta, quería verle sonreír nuevamente y no importaba si no era verdadera. Escuchar su voz de terciopelo, sentir su presencia cerca de la suya en un silencio imposible en ella.
Decirle que no importaba la razón ni tampoco qué cosas había hecho… sólo quería decirle que lo amaba.
—Gin…Gin —repetía esperando que él le respondiera pero una respuesta le era imposible.
Una sola señal le bastaba para que una sonrisa surgiera en su rostro, nada más.
Toshiro Hitsugaya, su capitán, había estado levemente celoso —eso es lo que veía ella—porque Rangiku le prestaba más atención al Ichimaru que a él, siendo que el chico también estaba postrado en una cama. Oh, por lo menos había algo que le alegrara el día y se lo comentó a su capitán, sí, le dijo que lo encontraba celoso aunque él se negaba rotundamente, mostrando ese característico seriedad que poseía.
Toshiro estaba igual que ella, triste por Momo, su mejor amiga o algo más aunque no lo admitiera. Los dos sufrían por su persona especial.
Rangiku acercó su mano a la de Gin. La apretó contra la suya, él tenía que saber que ella estaba ahí acompañándolo en todo momento, que no estaba solo como siempre en su infancia lo estuvo e incluso cuando estaba con Aizen, estar con ese loco no significaba compañía.
Porque con ella sí podía no sentirse solo y eso quería transmitirle al chico. En muchas ocasiones le habían dicho que transmitía calidez y poseía un aura con mucha luz.
—Aquí estoy, Gin.
Y lo esperaría, sí, y no importaba si pasaban 100 años.
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