Hola. Después de mucho tiempo con un bloqueo de escritor, he podido publicar un nuevo one-shot. Espero que lo disfruten.
Naruto no me pertenece. Es del autor Masashi Kishimoto, editada por Shūeisha y animada por el estudio Pierrot.
Un nuevo día en Konoha, lleno de paz y tranquilidad. Aún permanecía el recuerdo de la aparición de aquellos misteriosos y poderosos enemigos en los exámenes Chunnin, pero las cosas estaban volviendo a cómo eran antes.
En cierto lugar, conocido en Konoha como el Tercer campo de entrenamiento, entrenaba una gennin con los Shurikens lanzándolos con precisión en los puntos marcados de los árboles. Se trataba de Uchiha Sarada, del equipo 7.
La joven Uchiha, tras ver el resultado de su última práctica, decidió a volver a hacerlo cuando escuchó a alguien acercándose.
-Que no tengamos ninguna misión y estemos en territorio seguro, no significa que debas llegar con tanta tranquilidad, Bolt- comentó Sarada antes de girarse y ver a su compañero de equipo.
Uzumaki Bolt acababa de llegar al campo con total tranquilidad sin inmutarse por el comentario de su compañera.
-¿Qué significa eso?- preguntó Bolt- ¿Preferirías que llegase con total sigilo y darte un susto-dattebasa?- aquella última pregunta la hizo con una sonrisa burlona.
-Por lo menos sabría que aún sigues en forma y no estás haciendo el vago, como solías hacer antes, shannaro- criticó la joven mientras se acomodaba los lentes- Por cierto, creía que aún estabas castigado-
-Me he escapado- respondió el rubio con total orgullo, hasta que empezó a sudar- Pero no te chives a mi madre, que Himawari me está cubriendo-dattebasa-
-Menudo hermano mayor, haciendo que tu hermana pequeña te cubra por escaparte de tu castigo, que te lo mereces- señaló Sarada, con dureza.
-No lo digas así, que me hace quedar como el malo-dattebasa- se quejó Bolt, sintiendo el dolor por las palabras de su amiga- Pero me pregunto ¿por qué aún estás entrenando el lanzamiento de shuriken? Si eres muy buena en eso-dattebasa-
-Tonto- susurró la joven, sin querer mostrar la sorpresa por el elogio que le dio el rubio- Lo hago para no bajar mi nivel actual. Además, todavía puedo mejorar-
-Ya veo- susurró Bolt, sin sorprenderse de que su amiga quisiera hacerse más fuerte- Eso me recuerda, tu padre es increíble-dattebasa- afirmó el rubio, obteniendo la atención de la joven- El tío Sasuke es muy duro en su entrenamiento, pero la verdad es que un gran shinobi-
-¿A qué te refieres?- preguntó Sarada, intrigada por la opinión que tenía Bolt de su padre.
-Cuando me estuvo entrenando para los exámenes, también me hizo lanzar shurikens. Pero la diferencia entre su lanzamiento y mi mejor intento era demasiado grande-dattebasa- comentó el rubio emocionado al recordar con detalle aquel día- Sus críticas también han servido para ver cómo puedo mejorar y desear hacerme más fuerte-dattebasa-
-… Vaya. Me sorprende cómo lo comentas- afirmó la Uchiha intrigada- Te imaginaba molesto por la forma en que mi papá te habría criticado en cada momento por no hace bien los ejercicios, al menos a un nivel aceptable para él-
Tras escuchar aquellas palabras, el joven Uzumaki empezó a sudar. Su amiga había acertado. Él se molestaba cada vez que su maestro criticaba incluso cuando lo hacía de la mejor forma posible con su nivel actual. Precisamente, su crítica de cuando le mostró su Rasengan le dolió tanto que no dudó en usar el aparato ninja de Katasuke para engañar al Uchiha y conseguir que lo entrenase.
-¿Te pasa algo?- preguntó Sarada, tras notar que su compañero se quedase quieto y sudase.
-¡N-N-No pasa nada! Es que de pronto me acordé de Himawari cuando activó el Byakugan, y he empezado a temblar-dattebasa. Ja, ja, jajaja.- El joven empezó a fingir una risa para no mostrar cómo se sentía de verdad.
-… Vale. Si tú lo dices- dijo la pelinegra, no convencida de aquella mentira.
Ella sabía que si Bolt se estuviese acordando de aquel momento, estaría mirando a todos lados, asustado, y empezando a susurrar disculpas a su hermana, aunque ella no estuviese allí.
-C-Cambiando de tema- empezó a hablar Bolt- ¿Dónde está Mitsuki? No le he visto todavía en ningún lugar-dattebasa-
-Lo vi hace una hora- respondió Sarada- Dijo que tenía un asunto familiar y que vendría más tarde- la joven volvió a intentar pensar qué asunto tendría Mitsuki con aquella persona que ella aún no sabía si era el padre o la madre de su compañero.
-Mmm. Pues vaya. Cómo hoy no hay ninguna misión no sé qué hacer-dattebasa- afirmó Bolt molesto de que su amigo no estuviese ahí.
-¿No deberías cumplir con tu castigo? Yo no te pienso cubrir si alguien dice que te han visto conmigo- avisó la joven, decidida a no meterse en problemas por culpa de Bolt, otra vez.
-¡Lo entiendo, lo entiendo! Tsch. No tienes que repetírmelo- comentó el rubio molesto, hasta que le vino un pensamiento- Oye, Sarada-
-¿Qué?- preguntó la Uchiha, deseando volver a su entrenamiento.
-Hace tiempo que quería preguntarte, ¿Cómo fue tu recuentro con tu padre?- Bolt se extrañó cuando su amiga se quedó paralizada tras oír su pregunta, pero continuó hablando- Lo único que sé de aquel día que fuiste con Chouchou a entregar el bento a mi viejo, es que por alguna razón decidiste que querías ser Hokage. ¿No sería lo normal que quisieras ser como tu padre o como tu madre-dattebasa?-
Tras aquellas palabras, Sarada empezó a mirar fijamente a Bolt, quien se sintió incomodo a la mirada sin emociones que le daba su compañera, sin ni siquiera pestañear.
-¿Q-Qué ocurre?- preguntó el rubio nervioso.
-¿Tú? ¿Tú precisamente me preguntas por qué no quiero ser como mi padre?- comentó Sarada sin dejar de mirar fijamente al rubio- ¿Tú?-
-¡Y-Y-Ya lo pillo ¿vale?! ¡N-No tenías que decírmelo de esa forma-dattebasa!- gritó el rubio avergonzado de que aún le recordase su actitud cuando estaba molesto con su padre.
La Uchiha siguió mirando fijamente a su compañero, cuando de repente suspiró, como si estuviese cansada de un día de trabajo.
-De verdad que eres un shannaro- comentó Sarada.
-¡Aún no has respondido a mi pregunta-dattebasa!- señaló Bolt, deseando que ella dejase de criticarlo.
-… Pues resulta…- empezó a hablar Sarada.
Poco antes
Sin que ambos gennin lo supieran, cierto legendario shinobi se acercaba al campo de entrenamiento. Apenas tenía fuerzas para caminar, pero seguía andando para llegar a tiempo a la siguiente cita de su largo itinerario. Era el Séptimo Hokage, Uzumaki Naruto.
-Aah. ¿Cuándo terminará el día-dattebayo?- preguntó Naruto a nadie en particular, mientras seguía caminando.
-Te has vuelto demasiado brando, Naruto- el rubio escuchó la voz del ser que estaba en su interior, Kurama, conocido como el Kyubi, con un tono burlón- Apenas es mediodía y ya estás agotado ¿Acaso te has vuelto un anciano?-
-De los dos, tú eres el más viejo, Kurama- señaló Naruto, quien se detuvo de caminar- Con una diferencia de cientos y cientos de años-dattebayo-
-Y sin embargo, aquí estoy escuchando tus quejas, cuando podrías aprovechar ese tiempo que gastas en contestarme para llegar antes a esa reunión y terminar antes una de tu infinita lista de tareas- dijo Kurama con una sonrisa burlona tras decir las últimas palabras.
-¡¿Por qué me recuerdas eso?! ¡Eres un zorro pulgoso-dattebayo!- gritó Naruto enfadado.
-¡Llámame zorro pulgoso otra vez y te aseguro que irás de nuevo al hospital, mocoso!- gritó el zorro enfadado por el comentario del humano.
-Lo diré las veces que haga falta-dattebayo. Eres un…- pero entonces Naruto dejó de hablar al ver a dos personas en el campo de entrenamiento que les resultaba familiar.
El Hokage, con el cansancio del trabajo de ese día y el acumulado durante muchos días, seguía teniendo sus habilidades ninja a un nivel por encima de la media, pudiendo acercarse a los jóvenes que detectó sin que ellos lo detectasen, hasta estar en un lugar cerca para poder oírlos pero que ellos aún no lo notasen.
-"Son Sarada y…. ¿¡Bolt!?"- comentó Naruto usando su conexión con Kurama para no hablar en voz alta y evitar que lo gennin lo detectasen- "Pero si todavía está castigado. ¿Cuándo aprenderá este niño-dattebayo? "- El padre negó con la cabeza por la nueva acción de su hijo.
-Bueno- empezó a hablar Kurama- Cuando tú eras un crio, siempre ignorabas a los adultos cuando se enfadaban cada vez que hacías una travesura. Molestabas a tus profesores, o pintabas las caras de los Hokages- Naruto sintió una flecha atravesándolo por cada comentario del zorro- Es obvio a quién salió el mocoso cuando se trata de ser irresponsable-
-"¡¿Qué estás tratando de decir, Kurama?!"- gritó Naruto furioso, esforzándose en no decirlo en voz alta.
Pero entonces, el Hokage escuchó a su hijo insistir en que Sarada le respondiese a una pregunta. Intrigado, empezó a escuchar a los dos gennin.
-Tsch. Cómo el mocoso se dé cuenta ahora de en vez de estar trabajando le estás espiando, te hará sufrir durante una temporada- aseguró el zorro, también atento a la conversación de los jóvenes.
-"Cállate, que no escucho-dattebayo"- dijo Naruto, intentando evitar pelearse con el Kyubi de nuevo.
Tanto Jinchuriiki como Biju se centraron en escuchar el tema del que estaban hablando los dos jóvenes.
-… Pues resulta…- empezó a hablar Sarada- Que mi rencuentro con mi papá fue… un desastre- dijo la joven Uchiha sin ninguna emoción.
-¿Eh?- dijo Bolt, sorprendido por aquel comentario- ¿Qué quieres decir con que fue un desastre?- preguntó el rubio intrigado.
Bolt no recordaba haber visto algún momento en que Sarada y su padre estuviesen peleados. Por supuesto, sabía la opinión de la joven cuando hablaban de su padre, quien aunque admitía que era un gran shinobi, en su opinión, no llegaba al nivel del Hokage. Bolt se imaginaba el reencuentro de padre e hija, con Sasuke sorprendido de ver a su hija, y a Sarada feliz por volver a ver su padre después de mucho tiempo. No podía imaginar cómo fue ese momento un desastre.
-.. Olvídalo- dijo Sarada negando con la cabeza- Es solo una tontería. La verdad es que es casi infantil por mi parte decir eso-
-Venga, Sarada- insistió Bolt, intrigado y también preocupado- Puede que no me fijase antes, pero ahora comprendo que tú deseabas mucho volver a ver a tu padre cuando íbamos a la academia- el rubio recordaba los comentarios de su amiga de lo afortunado que él era por poder ver a su padre a menudo, cada vez que se quejaba de él- No puedo imaginar cómo es que ese momento que tanto anhelabas se volviese un desastre-dattebasa-
-Bolt- susurró Sarada, sorprendida por las palabras de su compañero, y conmovida al saber que prestó atención a lo que ella decía-… Es solo que, incluso ya desde que salimos de Konoha, Chouchou y yo nos involucramos en cierto incidente- la Uchiha miró al rubio fijamente- Será mejor que primero te explique sobre Uchiha Shin-
Y así fue cómo Sarada empezó a contarle a Bolt, o al menos intentó resumir para no dar detalles de los que ella aún se sentía incomoda, sobre el joven con Sharingan que las dos jóvenes se encontraron al principio del viaje. De la identidad de Uchiha Shin y de sus clones, así como del viaje hacia la base de Shin, y el enfrentamiento final liderados por tres miembros del legendario equipo 7.
-¡No es justo-dattebasa!- se quejó Bolt, empezando a hacer un berrinche- Hubiera sido impresionante ver todo eso. Y encima, ahora me entero de que fue en esa misión donde empezaste a controlar tu Sharingan ¿Cómo pudiste ocultarnos a todos eso-dattebasa?- acusó Bolt, molesto de que su amiga no le confiase esa información a él.
-Sabía que reaccionarías de esa forma- comentó Sarada sin sorprenderse- Por algo aún eres un crio. Y ya deberías saber lo importante que es para un shinobi de no revelar todos sus secretos. Shannaro-
-… Pero eso no responde a por qué fue un desastre tu reencuentro con tu padre-dattebasa- señaló Bolt, ahora más calmado, pero sin intención de que su amiga lo humillase de nuevo por ser infantil.
-… ¿Recuerdas que mi papá era el único que tenía el Sharingan antes que yo?- preguntó Sarada, que al ver al rubio asentir, continuó- Pues resulta que poco antes de salir de Konoha, mi papá se encontró con aquel joven con el Sharingan, y tuvieron una breve pelea. Obviamente, eso lo puso en alerta máxima-
-Me puedo imaginar- dijo Bolt, imaginándose la reacción de su maestro- Él y tú son los únicos que quedan con la sangre de los Uchiha, y de repente, aparece un niño misterioso con los ojos de vuestro que lo ataca. No me extraña que mi viejo se marchase de repente de la aldea-dattebasa-
-Exacto- Sarada estuvo de acuerdo- El Séptimo nos permitió a mí y a Chouchou acompañarlo para al menos ver a mi papá. Y en un descanso, yo…- la joven empezó a sudar, avergonzada de aquel momento- …dije que tenía que ir al baño, para poder llegar primera a la torre, donde estaba mi papá-
El joven Uzumaki, al escuchar eso último, empezó a mostrar una gran sonrisa, sin dejar de mirar a su amiga.
-Uchiha Sarada. ¿Estás diciéndome que mentiste al Hokage, y te fuiste sola a un lugar, separándote del tu grupo, incumpliendo así una de las reglas básicas de un equipo?- dijo el rubio, disfrutando de la reacción de la pelinegra a cada palabra que decía- No me lo esperaba de ti-dattebasa-
-¡E-E-Estás disfrutando de esto ¿verdad?!- preguntó Sarada avergonzada y furiosa.
-¡Por supuesto que sí!- respondió Bolt, orgulloso- Después de todas las veces que me has criticado, y resulta que tú también has hecho algo irresponsable e imprudente. ¿Cómo no voy a disfrutar de esto-dattebasa?-
De repente, el rubio se quedó paralizado al ver a la Uchiha activar su Sharingam y a empezar a mover lentamente su puño, como señal de que le iba a lanzar un puñetazo.
-¿Quieres quedar traumatizado también por mi fuerza, shannaro?- preguntó la pelinegra con una mirada fría, dispuesta a cumplir su amenaza.
-¡Vale, vale, vale, vale! ¡Me rindo, me rindo! ¡No me golpees-dattebasa!- suplicó Bolt asustado y protegiéndose la cara con los brazos.
Tras unos segundos en que ninguno de los dos se movió de donde estaban, la joven Uchiha desactivó su Sharingan, y relajó el brazo con el que iba a golpear a su compañero.
-Ni se te ocurra comentar a nadie- advirtió Sarada, sin decir sobre qué, para advertir al rubio sobre qué estaba hablando- ¿Está claro?- dijo con una voz fría y oscura.
-¡TE LO PROMETO! ¡NO DIRÉ NADA A NADIE-DATTEBASA!- aseguró Bolt, sabiendo que sí decía algo diferente, correría peligro.
Viendo que Bolt estaba aún asustado por su amenaza, Sarada estaba satisfecha con su movimiento, y decidió continuar como si nada de lo que pasó en el último minuto hubiera ocurrido.
-No tardé mucho en llegar a la torre. Sentía un montón de emociones- confesó la pelinegra, recordando como si aquel momento hubiese sido recientemente- Sin darme cuenta, active el Sharingan, y entré en la torre, buscando a mi papá, cuando…-
Bolt se quedó quieto, escuchando cada palabra de la Uchiha. Para él era raro verla en un estado en que mostraba sus emociones sin intentar ocultar lo que la ponía triste. De alguna forma que él no sabía cómo explicar, sentía que algo no estaba bien.
-Apenas noté que estaba cansada, quizás emocional o físicamente, o ambas, cuando escuché a alguien entrar. Aunque había algunas velas encendidas alrededor, estaba muy oscuro. Pero cuando vi la figura de quien entró, supe que era mi papá- Sarada comentó, cuando mostró una sonrisa, pero que contenía la tristeza que intentaba ocultar cada vez que recordaba aquel momento- Je. No sabía bien cómo era su rostro actual, y la foto más reciente que tenía de él era de mucho antes de nacer yo, pero supe que era él. Estaba muy, muy feliz de verle por fin-
Cualquiera que escuchase las palabras de Sarada, pensaría que aquel reencuentro estaba lleno de emoción, felicidad y esperanza. Pero Bolt conocía muy bien a Sarada para notar en su voz, en sus palabras, que algo no salió como esperaba de un reencuentro padre e hija.
-Estoy segura de que le llamé papá, o al menos que casi lo dije, cuando él me dijo de una forma fría, serio, "¿Cómo descubriste este lugar?"- Sarada empezó obtener y soltar aire para calmarse antes de decir lo siguiente- Lo siguiente que supe es que me apuntó con su espada y me preguntó si era la compañera de alguien, quien ahora sé que se refería a ese joven con el Sharingan-
Sarada no intentó ver la reacción de Bolt. No quería ver cuál sería su reacción. ¿Pensaría él que estaba exagerando? ¿Qué tal vez le estaba engañando para después llamarlo tonto por creer lo que dijo? Pero en el fondo… Lo que ella más temía era que el rubio pensase que se merecía aquello por haber sido irresponsable y ser egoísta por los problemas que dio para poder ver a su padre.
-Estaba asustada- continuó hablando Sarada, sin mirar aún a Bolt- No podía comprender lo que acababa de suceder. No comprendí que estaba llorando, y que luego vi como mi papá acercó su espada y la clavó en la columna en la que yo estaba de espadas, a solo unos centímetros de mí… Y de repente, acercó su mano hacia mí de una forma amenazadora. Sin saber que iba a hacerme, cerré los ojos mientras lo llamé gritando, cuando le escuché detenerse-
La joven Gennin se quedó callada un rato, intentado de tener la mente tranquila tras recordar aquel momento con todo detalle. Quería mucho a su padre, pero aquel recuerdo era uno que la había marcado, al igual que otros momentos en aquel inesperado viaje.
-Parece ser que hasta no grité papá, no empezó a reconocerme. Es curioso. ¿No crees, Bolt?- la Uchiha no pudo soportarlo más, y decidió mirar la reacción del rubio cuando descubrió…
… que estaba sola.
-¿Eh?-
Sarada se quedó sorprendida al ver que estaba sola en el campo. No había notado cuándo se había ido su compañero. No sabía cómo reaccionar ante aquella acción, cuando al cabo de poco tiempo escuchó…-
-¡MAESTRO! ¡ES USTED EL PEOR PADRE DEL MUNDO-DATTEBASA!-
-¿B-Bolt?-Sarada se sorprendió del grito del Uzumaki, sintiendo que toda la aldea pudo escucharlo.
Pero a los pocos segundos, Sarada estaba segura de que lo siguiente que escuchó se pudo oír en todo el País del Fuego.
-¡VOY A DESTRIPARTE, DESGRACIADO!-
Aquel grito no venía de Bolt, ni siquiera de un ser humano. Era la voz de una poderosa bestia, que estaba lista para atacar.
-¿E-Esa era la voz de…?- Sarada sabía al instante de quien era aquella voz, y sabía lo que significaba.
Problemas. Grandes problemas.
Un poco antes
Nada más después de que Sarada acaba de relatar la primera reacción de Sasuke de cuando la vio después de mucho tiempo, tanto Bolt, como Naruto, quien llevaba todo el tiempo escuchando a escondidas, se quedaron en blancos con sus bocas muy abiertas. No quedaba ningún color de vida en sus caras tras escuchar las palabras de la joven Uchiha. Pero cuando escucharon el último detalle de aquel momento que no sabían cómo describir y las acciones del padre de la joven, algo se activó en ellos.
Bolt, con una velocidad digna del Rayo Amarillo, se marchó de aquel campo para dirigirse al mismo lugar al que iba su padre, sin fijarse en él ni preguntarse el por qué estaba allí y no trabajando. A causa de eso, él no notó que los ojos de su padre cambiaron del azul que todos conocían a unos ojos rojos, y que sus bigotes se habían vuelto más largos.
Había alguien más que estaba completamente furioso, eclipsando por mucho la furia de padre e hijo juntos. Kurama.
-¿Cómo se atreve hacerle eso a su propia hija?- preguntó Kurama a nadie en particular, mientras empezaba a ganar el control del cuerpo de Naruto- Lo sabía. Sabía que era una sabandija, y un completo...-
-¡Por favor, Kurama! Acabo de notar a Bolt cerca y no quiero que él aprenda esas palabras feas. Hinata me matará si Bolt me acusa a mí de haberlas dicho-dattebayo- suplicó Naruto mientras intentaba detener al Biju de ocupar su cuerpo.
-¡¿Es que acaso no te molesta lo que ese desgraciado le hizo a Sarada?!- gritó Kurama furioso, de tal forma que casi lanza al rubio por el aire.
-¡POR SUPUESTO QUE ME MOLESTA-DATTEBAYO!- aseguró Naruto furioso y ofendido- ¡Estoy muy enfadado con Sasuke por haberle hecho eso a Sarada-chan y conmigo mismo por no haberlo descubierto antes! Ahora me entero que si hubiese entrado antes a aquel sitio, habría visto lo que le estaba haciendo Sasuke a su hija. ¡¿Cómo crees que me siento-dattebayo?!
-¡Pues entonces más razón para permitirme que le arranque a ese Uchiha sus ojos y luego cortar su asqueroso cuerpo en trocitos!- gritó el zorro deseando hacer realidad esas palabras pronto, habiéndolo deseado durante muchos años.
-¡De eso ni hablar! Si haces eso, Sakura-chan nos matará a los dos. ¡Y ese es el mejor escenario que se me ocurre-dattebayo!- aseguró Naruto asustado de lo que sucedería si su amigo le hacía algo a Sasuke.
A pesar de que la discusión entre Jinchuriiki y Biju continuaba, por fuera simplemente se veía al Séptimo Hokage saltando por los árboles como si no hubiese ningún problema en su interior. Por otro lado, Bolt quien le pisaba los talones a su padre tampoco tenía la mente tranquila, a pesar de no tener a otro huésped en su cuerpo.
-"No me lo puedo creer-dattebasa"- pensó Bolt en un huracán de emociones- "¿Cómo pudo haberle hecho eso el tío Sasuke a Sarada? No lo comprendo"-
Bolt se sentía furioso con su maestro, al saber lo que hizo. No. Estaba muy furioso y decepcionado de saber lo que hizo aquel a quien admira, quien le ayudó en su entrenamiento, y en descubrir el camino ninja que él quería recorrer. Uno como Uchiha Sasuke.
Y ahora se enteraba de una verdad oscura de su ídolo. De poder comprender un poco mejor la personalidad de su maestro, y de a qué camino podría llegar si se volviese como él.
-"¿Sarada no le ha dicho a nadie lo que le sucedió con su padre?"- El rubio se preguntó, sabiendo que habría escuchado en su casa algunos comentarios feos del Uchiha por parte de ciertos dos, si hubiesen sabido algo de aquello. Especialmente, uno habría salido de Konoha para buscar y morder al Uchiha- "¿Ni siquiera a Sakura-obasan?"-
Bolt sabía que la madre de Sarada, Haruno Sakura, quería mucho, muchísimo a su marido, a pesar de haber oído algunos comentarios feos del pasado de este, que antes no se los creía y ahora veía que no todo tenía por qué ser mentira. Pero el Uzumaki no tenía ninguna duda, de que si ella hubiera sabido lo que le pasó a su hija por culpa de Sasuke, habría usado su puño contra su marido por haberle hecho eso a Sarada, y de paso habría arrasado con toda una calle.
El joven gennin comprendía ahora que él era el primero a quien Sarada debió de contarle aquel suceso.
Bolt siguió corriendo hasta el lugar que sabía que su maestro debía de estar, hasta fijarse ahora por completo en su padre, que iba cerca de él, pero por delante. Vio el rostro del adulto y al instante comprendió quien era al quien estaba mirando.
Kurama, quien había conseguido el control del cuerpo de Naruto, para disgusto de este, miró al hijo de su amigo, y asintió con la cabeza. El joven respondió asintiendo también.
Ambos iban a por el mismo objetivo.
-¡Oye Kurama!- gritó Naruto en su interior ahora asustado- ¡¿Qué ha sido lo que acaba de pasar-dattebayo?! No quiero que mi hijo colabore contigo en lo que sea que estés planeando-
-Sabes perfectamente lo que estoy planeando, Naruto- comentó Kurama como si su amigo fuese estúpido por hacer ese comentario.
-¡Pues precisamente por eso es por lo que estoy preocupado-dattebayo!- afirmó el rubio enfadado por el comportamiento del zorro.
Ignorando a su Jinchuriiki, Kurama notó cerca un chakra que para él era asqueroso y repugnante.
-"Hemos llegado"- pensó el Kyubi, preparándose para la lo que iba a suceder ahora.
En los terrenos Uchiha, estaba apoyado en un árbol estaba Uchiha Sasuke, pensando en los sucesos que ocurrieron desde que se encontró con los miembros del mismo clan del que provenía Kaguya, cuando de repente, se movió por instinto, esquivado un kunai por su derecha, y apenas un segundo después, estaba esquivando otro kunai por su izquierda.
Intrigado, pero no preocupado, miró hacia la dirección donde fueron lanzados los kunai, cuando vio a…
-… Naruto. Bolt. ¿Qué significa esto?- preguntó el Uchiha, un poco molesto de que padre e hijo le hubieran interrumpido.
-¡MAESTRO!- empezó a hablar Bolt, completamente furioso- ¡ES USTED EL PEOR PADRE DEL MUNDO-DATTEBASA!-
Sasuke ni si inmutó por el comentario de su discípulo. Le extrañó aquel comentario, pero no le dio importancia.
-Por lo que veo, el problema que tienes con tu padre ha empeorado, para de repente creer que puedes criticar a otro que no sea tu padre- comentó el pelinegro, sin importarle lo duro que pudiera sonar su comentario- Pero me extraña que Naruto actúe al mismo tiempo extraño…- se calló al ver la cara de su compañero, y descubrir quién era realmente quien lo estaba mirando- … Bueno. ¿Tienes algo que decir, zorro?-
En el interior de Naruto, Kurama estaba dispuesto a decir unas palabras que conseguiría que los otros biju intentasen lavarle la boca con jabón, cuando de repente notó a Naruto demasiado tranquilo.
El rubio que estaba a su lado, se quedó mirando hacia donde podía ver a Sasuke, con un tic en la ceja.
Le molestó mucho las palabras que dijo Sasuke a Bolt sobre el problema que tenía su hijo con él.
-… Kurama- susurró el Hokage, obteniendo la atención del zorro- No le quites ninguna parte de su cuerpo-dattebayo-
El Kyubi se sorprendió al escuchar aquellas palabras de Naruto. Él comprendía el significado oculto tras esas palabras. Tenía permiso para atacar al Uchiha.
-¡VOY A DESTRIPARTE, DESGRACIADO!- gritó Kurama, usando el cuerpo de Naruto, antes de lanzarse a atacar a Sasuke.
Mientras tanto, en otro lugar.
Sarada estaba corriendo lo más rápido posible para llegar hacia donde creía que estaba sucediendo algo muy grave.
Tuvo que detenerse varias veces por el camino. No era porque estuviese cansada, era porque intentaba no caerse a causa de las incontables veces que sintió la tierra temblar. Pero Sarada sabía que no se trataba de ningún movimiento sísmico.
-"Bolt no es lo suficiente fuerte para poder provocar estos temblores"- Sarada empezó a analizar la situación mientras intentaba de nuevo llegar a su objetivo-"Dudo mucho que sus ataques obliguen a papá ir en serio. Y no he escuchado decenas de árboles siendo arrancados, por lo que no puede ser mamá. Solo queda la opción de…"
Después de unos minutos en los que paró varias veces porque los temblores se hacían cada vez más fuertes, la joven gennin consiguió llegar a la entrada de los terrenos Uchiha, donde había una tabla que la joven no había podido leer ningún linea hasta que empezó a controlar el Sharingan.
Lo que ella vio más allá de la entrada fue algo que la sorprendió por completo. Cráteres. Decenas de cráteres por toda la zona. Algunos eran casi tan grandes como un aula de la academia ninja.
Sarada, recuperándose del shock al ver aquella inesperada escena, empezó a buscar a quienes estaba segura, estaban en aquel improvisto campo de batalla. Tras unos segundos, los vio. Vio a su compañero, Bolt, y al Séptimo Hokage, quien tenía activado el modo Chakra del Kyubi por un lado, y a pocos metros de ellos, a su padre, con el Susanoo activado.
-.. Haa…. Haa...- Sasuke estaba empezando a notar el cansancio de usar de repente mucho Chakra para protegerse, a la vez que evitaba cada ataque de su amigo y de su discípulo, e intentaba controlar que sus ataques no fuesen letales-… ¿Os habéis desahogado ya? Aún no sé la razón de este ataque sorpresa, y francamente, no me importa- aseguró el Uchiha completamente serio.
Por otro lado, los que atacaban a Sasuke tampoco estaba completamente bien. Bolt tenía varios rasguños, y su chaqueta estaba llena de rasgaduras. Naruto tenía casi el triple de rasguños que Bolt, su capa de Hokage estaba irreconocible, pero eso no afectó a la mirada fría que le daba al Uchiha.
-Deberías saber porqué, desgraciado- afirmó Kurama, quien aún controlaba el cuerpo de Naruto- Nos enteramos ahora de lo que le hiciste a Sarada-
-… ¿Qué?- preguntó Sasuke, extrañado por aquel comentario.
-¡No se haga el inocente, maestro!- gritó Bolt enfadado- Sarada siempre, siempre ha deseado que estuviera de vuelta con ella y Sakura-obasan. Aunque nunca ha querido molestar a nadie, ella siempre ha querido verle. Y usted… usted… ¡¿Cómo pudo hacerle eso a su propia hija-dattebasa?!- gritó el Uzumaki furioso de solo imaginarse lo que sintió su amiga.
Sarada estaba completamente en shock. Ella no sabía que pensar al saber que Bolt, el Hokage, incluso Kurama, estaban atacando a su padre por lo que ella comentó en el campo de entrenamiento. En ningún momento se imaginó siquiera que Bolt pelearía contra el padre de ella, aquel a quien él deseó como maestro, por haber herido los sentimientos de ella.
Ella estaba… emocionada… y agradecida.
-Por si tu cerebro, que hace tiempo debe estar dañado, no ha llegado a una explicación lógica para ti, estamos hablando de tu reencuentro con Sarada durante el caso de Uchiha Shin- señaló Kurama, cansado de que el Uchiha ignorase el problema como si no fuese nada.
Sasuke comprendió al instante todo al escuchar las palabras del zorro. De repente, desactivó el Susanoo, cosa que sorprendió a los que estaban alrededor de él.
-.. Entiendo…- susurró Sasuke, quien cerró los ojos, como si estuviera reflexionando, hasta que los abrió, con el Mangekyō Sharingan Eterno, y el Rinnegan activados- Entonces seré claro. No tenéis que meteros en los asuntos de otros. Al fin al cabo, no me he metido en los vuestros-
En su interior, Sasuke se sentía mal tras recordar aquel incidente. La mirada de su hija asustada por culpa de él. Lo que le hizo a ella al pensar que era una aliada de aquel misterioso y peligroso chico. Sabía que aunque después de muchos problemas en aquella misión, recuperó el amor de su hija, ella nunca olvidaría lo que sintió cuando él la amenazó con su espada y estuvo cerca de hacerle algún daño.
Pero el Uchiha no estaba dispuesto a que su discípulo, su compañero, y por encima de todo, aquel zorro, le diesen un discurso de lo mal padre que era él. No pensaba darles la satisfacción. Para nada.
-¡¿Qué acaba de decir, maldito mocoso?!- gritó Kurama, completamente furioso, mientras hacía más grande su forma de Chakra.
-Es la verdad- afirmó Sasuke- Puede que seas tú quien haya hablado ahora, zorro, pero estoy seguro que Naruto está de acuerdo contigo. Pues bien. Él no es quien para hablar-
-No insulte a mi padre-dattebasa- dijo Bolt molesto.
-Bolt- dijo Sasuke, quien miraba a ambos Uzumaki- Tu padre no notó que estuviste usando el Kote durante los exámenes Chunnin hasta tu combate contra el hijo de Shikamaru ¿verdad?-
El joven gennin se sintió acorralado en cuanto Sasuke hizo aquel comentario. No se sintió mejor al sentir la mirada de su padre, aunque sabía que era Kurama quien lo miraba.
-Creíste que podías engañarme, pero lo supe desde que me mostraste aquel otro Rasengan- afirmó Sasuke, sin fijarse en la reacción de su discípulo- Pero no dije nada a nadie, porque no era asunto mío. Entonces, ¿por qué deberíais vosotros meteros en los asuntos de mi familia?- preguntó con frialdad.
Tras oír aquellas palabras, Bolt empezó a sentirse más furioso de lo que recordaba. Él sabía que no tenía excusa por lo que hizo. Lo sabía, pero... ¡Él había decidido usar el Kote porque el don sabelotodo y poderoso Uchiha insultó el Rasengan que tanto le costó hacer, diciendo que apenas le podía llamar un Rasengan lo que él hizo! A pesar de que hacía tiempo que no se esforzaba en mejorar en su falsa ilusión de ser un genio, él sabía el duro trabajo para poder usar aquella técnica creada por su abuelo, el Cuarto Hokage. Pero su ahora maestro, lo calificó como si fuera poca cosa.
Por otro lado, al escuchar a su amigo, Naruto, aún al lado de Kurama en su interior, empezó a sentir cómo su ira se hacía más grande, tanto que ni siquiera Kurama, que se enfadó más al saber que aquel Uchiha ignoró que su mocoso hizo trampa desde un principio sabiendo los problemas que eso dio después, no pudo ignorarlo.
Naruto había estado muy cansado del trabajo acumulado, de los preparativos para los examines, de las horas extras investigando la nueva información que le dio Sasuke sobre Kaguya, que no sabía cómo arreglar con Bolt el último grave error que cometió por ser el Hokage. ¡¿Y su amigo dejó que su propio hijo hiciera trampas, sabiendo que si él lo descubría, habría tenido que descalificarlo personalmente, delante de cientos de personas?! ¡Cosa que hizo, y que le dolió mucho!
-Kurama…- susurró Naruto, obteniendo la atención del zorro-… Lo que tú y Bolt… me corrijo. Lo que los tres hagamos a partir de ahora… me haré yo responsable-dattebayo…-
Ni siquiera Kurama esperaba oír de su amigo, aquel permiso no solo para atacar al Uchiha, sino para unirse él también a la batalla, después de todas las veces que se la negó al zorro.
-Recibido- dijo Kurama, preparado para la lucha.
-Dicho esto- volvió a hablar Sasuke, sin saber lo que sus adversarios pensaban-Si aún no os ha entrado la idea a vuestro cerebros, lo diré más simple. Cualquier asunto sobre mi familia… no es de vuestra incumbencia-
Tiempo después, Sasuke pensaría que cometió el error más grande posible cuando dijo esas palabras. Porque lo que escuchó después…
-Bolt. Séptimo. Kurama-
Los participantes de aquella batalla miraron hacia donde escucharon aquella voz. Vieron sorprendidos a Sarada, quien estuvo todo ese tiempo escuchando, sin que ninguno de ellos hubiera sentido su presencia.
Sasuke no supo por qué, pero sintió escalofríos al ver la mirada de su hija.
Sarada, quien había estado pensando mucho los comentarios de su padre, y sintiéndose molesta con él por los aires de superioridad que se daba, sintió que su mente estalló al oír las últimas palabras que dijo su padre a los defensores de ella. Porque esas últimas palabras se las dijo a ella cuando quiso saber porqué él no volvía a casa.
"No es de tu incumbencia"
La joven Uchiha soltó un suspiro, miró hacia donde estaban Bolt y Kurama. De repente, mostró una dulce sonrisa que por alguna razón asustó a Sasuke.
-Haced lo que queráis con ese inútil de padre- dijo Sarada alegremente.
Eso es. Esas palabras que escuchó Sasuke de su hija con total dulzura, pero llenas de emociones contra él, fueron como un montón de flechas que le clavaron. El dolor de escuchar de su querida hija decir esas palabras contra él, dolieron más que todo el dolor tras su batalla contra Kaguya, Momoshiki, incluso Naruto.
Los dos Uzumaki y el Biju asintieron a la joven Uchiha y se prepararon para la segunda ronda.
-Maestro. Preparase para sufrir-dattebasa- dijo Bolt mientras creaba un Rasengan.
-Je. Parece que no queda otra que hacerle caso a la mocosa, Naruto- dijo Kurama, fingiendo que le disgustaba gastar su tiempo en hacer daño a Sasuke, mientras se separaba del cuerpo de Naruto, hasta aparecer en el campo en su forma completa de zorro a base de Chakra, para que Naruto también pudiese participar en ese combate.
-Como Hokage, no puedo no ir en serio-dattebayo- afirmó Naruto, quien activó el modo Sabio.
Sasuke, quien aún sufría de las palabras que dijo su hija, no tuvo tiempo para activar el Susano, y se dio cuenta tarde de lo que se le venía.
Y así, durante muchos minutos, ocurrió un ataque salvaje liderado por el Kyubi, contra el actual líder del clan Uchiha, mientras este, no era capaz de hacer nada que resistir en no desmayarse. Todo esto, mientras Sarada se sentó en un roca, observando con pura curiosidad toda la escena.
-¡Bolt!- gritó Naruto, quien se puso detrás del pelinegro.
-¡Sí!- gritó Bolt, sabiendo lo que su padre pensaba hacer.
El joven Uzumaki se puso también detrás del Uchiha, y empezó a hacer un Rasengan, mientras su padre le daba Chakra, haciéndolo más y más grande.
-¡RASENGAN!- gritaron padre e hijo.
Sasuke activó en el último segundo el Susanoo para defenderse del ataque de su amigo y de su discípulo, cuando entonces se dio cuenta tarde del verdadero plan tras ese ataque.
-¡Todo tuyo, Kurama!- gritó el Hokage.
Al otro lado del campo de batalla, Kurama, quien ahora estaba en su forma física completa, y con una pila de árboles que arrancó de la zona, formó una especie de palo grande improvisado de un solo uso.
Los dos Uzumaki, usando su Rasengan, lanzaron al Uchiha hacia Kurama, como una pelota a gran velocidad.
-¡Os acordareis de esto!- aseguró Sasuke enfadado, mientras se acercaba al área de lanzamiento de Kurama.
-A ver si piensas menos en cómo vengarte- dijo Kurama, moviendo su gigantesco bate, hasta conseguir darle al Uchiha, y lanzarlo al aire- ¡Y PIENSAS MÁS EN SER MEJOR PERSONA, ESTÚPIDO EMO-VENGADOR!-
El Uchiha adulto subió y subió hasta que solo dejó un brillo en el cielo despejado.
-Guau. Eso sí que ha sido un gran home run-dattebasa- aseguró Bolt sorprendido.
-¿Quién iba a imaginar que se te daría tan bien?- comentó Sarada también sorprendida por el lanzamiento del zorro, ignorando a propósito que su padre había sido enviado a saber qué país.
-A pesar de que no suelo jugar a este tipo de deportes creados por los humanos, no me negareis que mi lanzamiento ha sido espectacular- afirmó Kurama, completamente orgulloso- No está mal esto del fútbol-
-¡¿Y tú me llamas a mí estúpido-dattebayo?!- le gritó Naruto a su amigo- ¡Es beisbol! ¡¿Cómo puedes confundir el fútbol con el beisbol?! ¡¿Te has olvidado que incluso hicimos un ending jugando al beisbol-dattebayo?!-
-¡Te faltan aún mil años antes de poder corregirme, Naruto!- le gritó Kurama en la cara del rubio- ¡¿Y de qué ending estamos hablando?! ¡Hay muchísimos! ¡Empiezo a temblar de la locura que pondrán en el próximo como les falten ideas!
Cómo si fuera lo normal, Naruto chocó su cabeza con la de Kurama, sin ni siquiera alcanzarle el hocico, mientras ambos se gritaban, alargando la discusión.
-Parad vosotros dos. Me dais vergüenza-dattebasa- susurró Bolt mirando hacia otro lado.
-Jeje- se rió Sarada- Parece que nunca se aburren-
-Aah- suspiró Bolt, empezando a notar el cansancio por la pelea- ahora temo lo que nos hará el tío Sasuke cuando vuelva-dattebasa-
-¡Es verdad!- se alarmó Naruto- Sasuke debe de estar muy, muy, muy enfadado-dattebayo. Si yo quedo en una cama de hospital, ¡nunca podré terminar todo el trabajo!- empezó a llorar el Hokage, imaginándose todos los nuevos papeles que se acumularían.
-No os preocupéis- aseguró Sarada, tranquila- Mi papá no os hará nada a ninguno de los tres-
-A mi no me preocupa lo que piense hacerme, porque antes lo despedazaría en rodajas y se lo daría de comer a los peces- afirmó Kurama, sin importarle las caras de náuseas que aparecieron en los dos rubios- Pero, ¿por qué estás tan segura, mocosa?-
-Porque si os hace cualquier cosa, le contaré a mi mamá lo que me pasó-
Tanto Naruto, como Bolt, e incluso Kurama, sintieron un escalofrío al saber lo que le ocurriría a Sasuke si Sakura se enteraba de aquel reencuentro. El Susano se rompiera al primer rose, y el pelinegro sentiría todos sus huesos romperse, con una alta probabilidad de una recuperación lenta y dolorosa. Muy dolorosa.
-M-Me pregunto de dónde has sacado esa increible pero peligrosa mente, Sarada- dijo Bolt aterrorizado.
La joven Uchiha sonrió ante el comentario de su amigo.
-Bueno. Soy una Uchiha, shannaro- afirmó Sarada, completamente orgullosa.
FIN
Bueno. ¿Qué os ha parecido? Siendo sincero, ha sido un verdadero reto escribir este one-shot. La idea original iba a ser casi todo humor, pero para poder realizar esas escenas, me di cuenta de que tenía que mostrar momentos más serios de los que suelo escribir, teniendo que transmitir los pensamiento y emociones de los personajes por aquel "reencuentro". Espero haberlo escrito bien.
La idea de la escena de Kurama lanzando a Sasuke al aire con un bate, me vino a la mente al ver un capítulo del manga cómico de Sasuke, del mismo creador del manga de Rock Lee (aunque el método de lanzamiento fue diferente en el manga^^').
Nota: la forma en que Bolt se refiere a Sakura está confirmada por una traducción en inglés de la novela de la película de Boruto. También aclarar que, obasan significa tía, aunque a veces se confunde con obaasan, que significa abuela.
Ojalá lo hayáis disfrutado. Si podéis, escribir un comentario. Me sirve para saber donde mejorar y de poder aumentar las posibilidades de nuevas ideas.
Hasta la próxima^^
PD: Fans de Sasuke, no me haigas daño. No podréis negar que "aquel momento" sacó muchas emociones a los fans, especialmente a los que lo vieron por primera vez en el manga. A sí que, no seáis duro conmigo^^'
