"Atención todos los ciudadanos de Tokio, se han visto cuerpos hallados con mordeduras en el cuello y desangrados, este fenómeno puede afectar a cualquier clase, niño o adulto, tengan cuidado".- Leía en voz alta la castaña de anteojos-

-Tch, que absurdo ¿vampiros? no me jodan con esos cuantos de halloween.-

-y mi Leviciento que poca imaginación tienes-se reía la joven castaña-Es cierto, creas o no es lo mas probable- le apunta el diario donde aparecían las fotos de los cadáveres

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Al llegar a su casa, el joven azabache nota que hay un intruso, la puerta estaba abierta y el seguro estaba roto, al entrar nota que hay un niño.

-¿Y tu quien eres mocoso?- Habla el muy molesto Rivaille

-Me llamo Eren, un gusto.- Sonríe el menor inocentemente, ignorando el hecho de que entro a casa ajena.-¿Y tu cómo te llamas?-

-A mi no me vengas con eso mocoso, ¿qué haces en mi casa?-Se acerca molesto al joven que estaba cómodamente sentado en su sillón

-Tu sangre.-responde el menor con una mirada no tan inocente acercándose lentamente al cuello del mayor, claro que el mayor no se la dejo fácil, pero ese niño tenía una fuerza sobrenatural.

¿P-pero qué...? aahh! -Dejo escapar un grito desgarrador al sentir como el menor mordía sin piedad su cuello dejando unas marcas rojas pero ni una gota de sangre corría por su cuello.

-Espere mucho tiempo por para esto , amor.- Le da un lento beso en los labios

A partir de ese día la vida de Rivaille no fue la misma, se convirtió en uno de ellos.