Anhelo y necesidad
Saint Seiya ni sus personajes me pertenecen, son de propiedad exclusiva de Masami Kurumada.
Un drabble extra, estoy trabajando en las otras historias, pero nunca esta demás algo nuevo. El contenido tiene algo que puede clasificarse como un lemon.
Saludos!
Desaliento por parte de Mu, el toque de Saga lograba desasosegarlo, sus labios succionaban salvaje su piel, no le daban descanso. Una charla amena y una copa de vino se habían convertido en un coro de gemidos por parte del ariano, y una inquietante pasión en el gemelo. ¿Cuánto tiempo llevaban deseándose?, no lo sabían, solo eran conscientes de su presente. De cómo Mu era presionado contra los almohadones del sofá de la casa de Aries, como Saga se rozaba contra él en busca de mayor intimidad. La parte superior de la túnica de Mu fue lo primero que desapareció ante el arrebato de Saga, se estaban dejando llevar por sus impulsos. Solo una noche de deseo o quizás… Por ahora ese cuestionamiento no le importaba al heleno, lo único que su mente pedía a gritos era saborear la dulce y tersa piel de quien era su presa en esos momentos. Mu era un deliciosa tortura que no podía sacar de su mente, poco le interesaba cualquier conflicto futuro con el sobre protector Patriarca al enterarse de que ha corrompido a su discípulo.
El pantalón de Mu, su ropa interior, cada prenda de Saga también. Las ropas desaparecieron en cosa de segundos, sentían la calidez de sus propias pieles y la suavidad del roce del sofá de gamuza sobre el cual estaba afirmados. Besos fuera de control, el instinto más primitivo acechándolos. Saga recorrió cada extensión de la piel nacarada. Mu se aferró con fuerza al tenso y bronceado cuerpo del griego. Una mezcla de oscuridad y luz, eran uno solo ser. Marcas rojizas, el sabor metálico en sus bocas por una herida surgida de un salvaje contacto entre ambos. La sala de Aries siendo profanada por el guardián de la casa y el tercer caballero. Algo inesperado, pero que anhelaban. Fueron minutos, o quizás horas, pero la necesidad en ambos era más fuerte, su sangre bombeaba feroz en sus cuerpos, sus respiraciones no cabía en sus pechos, agitados se entregaban el uno al otro. Fue un fugaz momento donde Saga tomó posesión de Mu y lo llenó de sí mismo haciéndolo olvidar su propia esencia. Sudor perlado en el conjunto de pieles, llegando al clímax gritaron el nombre de su amante cayendo en el más placentero éxtasis. La pasión desbordada los había llevado a saciar la necesidad de sus cuerpos, pero en sus miradas no había culpa, solo satisfacción.
~FIN~
