Como decírtelo
Desclaimer: Todo lo que reconozcan es de J. K. Rowling y lo que no…bueno, sabrán que es mió ;-)
Capitulo 1: En el tren.
-¡Maldita sea Sirius! ¿Quieres apurarte?-se desesperó James gritándole a su amigo que venia unos pasos mas atrás, caminando tranquilamente, sin ninguna intención de hacerle caso. James Potter, un joven de 17 años de cabello negros desordenados, alto, de ojos de un color café chocolate ocultos detrás de unas gafas redondas que le daban un toque de intelectual, un cuerpo bien desarrollado gracias al quidditch, donde en su casa, era el capitán y buscador de su equipo.
-Relaja Prongsi, aun faltan como 10 minutos-le contestó Sirius sin apresurar su paso. Sirius Black era un muchacho de casi 18 años, era alto, de cabello negro intenso que le caía con gracia sobre sus hermosos ojos grises en los cuales siempre se podía apreciar una chispa de picardía y diversión, con un cuerpo bien formado gracias la misma razón que su amigo, por pertenecer al equipo de su casa, del cual era golpeador.- ¿O es que quieres ver a tu querida Evans?-preguntó con una sonrisita.
-No me hagas contestarte Padfoot-le advirtió su amigo-Camina mas rápido ¿quieres?...ya abríamos llegado si tú no hubieras pretendido ahogarte en la ducha…-le recriminó James.
-Deja de quejarte…tengo que estar perfecto para mis admiradoras…-comentó Sirius al tiempo que le sonreía a una chica que iba pasando por ahí, la cual se puso roja y lo miro embobada, logrando que chocara contra una pared, dándose un buen golpe. James se cruzó de brazos y espero con paciencia a que su amigo se dignara a llegar a su lado. Cuando este por fin lo hizo, ambos atravesaron la pared entre los andenes 9 y 10, encontrándose en el anden 9 ¾ donde en las vías, un gran tren escarlata esperaba paciente a que dieran las 11:00.
-¡Moony!-gritó James al verlo entre la muchedumbre. El aludido se dio la vuelta y sonrió. Remus Lupin era un joven de 17 años, alto, aunque un poco mas bajo que sus amigos, de cabellos castaños claros, ojos de un dulce color miel, algo pálido y ligeramente ojeroso, de cuerpo bien desarrollado, no por jugar al quidditch o practicar otro deporte, si no por el hecho de su condición, por el hecho de ser un licántropo, su secreto mejor guardado y que solo pocos conocían, entre ellos sus amigos, el director, los profesores y la enfermera de la escuela.
Sirius y James se lanzaron contra su amigos y los tres se abrazaron como si no se hicieran visto en años, cuando la ultima vez que se vieron fue hace…dos días.
-¿Por qué tardaron tanto?-preguntó Remus mientras subían al tren en busca de algún compartimiento vació-Ya creía que yo llegarían…
-¿Y privar a todos de mi presencia?... ¡eso seria muy deprimente para todos!-dramatizó Sirius. James lo ignoro y se dirigió a su amigo castaño.
-todo es culpa de Padfoot… él será el culpable de que algún día los peces se queden sin agua-comentó James con burla.
-no me digas…"tengo que estar perfecto para mis fans"-dijo Remus imitándolo minutos antes, con lo que se gano una mirada airada por parte de su amigo.
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"¡Demonios!" pensó una muchacha mientras corría por la estación arrastrando su baúl, para poder llegar a tiempo al tren, al cual le faltaban tres minutos para que partiera y todo porque a su madre se le había olvidado que día era y ¿como no? A ella también. A las 10:58 cruzo la pared entre los andenes y no pudo evitar gritar de alegría al ver aún el tren en las vías echando humo, reanudo su carrera y arrojando a algunas personitas en su camino, por fin pudo subir al expreso, permitiéndose solo ahí poder respirar. Se sentó en su baúl en medio del pasillo y soltó un suspiro de alivio, se acomodo sus ropas y se atuso su cabello, medianamente largo, de color negro y con algunas mechas rojas. Cerró sus ojos grises y respiro hondo tratando de calmar su acelerado corazón.
-Cielos ¿Qué te paso? ¿Corriste la maratón?-preguntó una voz frente a ella.
-¿La mara que?-se extrañó Alexa Diermet, abriendo los ojos y mirando a su amiga.
-Nada, olvidado… ¿Qué sucedió?-preguntó Alina Parker, una chica delgada y de estatura normal para su edad (17), de cabello rubio cortado de manera desigual hasta los hombros y con las puntas negras, con un par de ojos de un suave color azul.
Alexa suspiro.
-¿A tu madre se le olvido que día era?-adivinó Alina haciéndole un gesto para que la siguiera.
-¿Tú que crees?-fue la respuesta de su amiga. No era nada nuevo que a la madre de Alexa de le olvidara.
-¿Y como es que a ti se te olvido?-preguntó Alina deteniéndose y dándose la vuelta para mirarla, la pelinegra solo se encogió de hombros-Siempre es lo mismo contigo Lex-le dijo la rubia en tono de madre regañona. Tampoco era secreto que Alexa era una persona bastante olvidadiza-¿Cómo se te puede olvidar un día tan importante? ¿Cómo no se te olvida comer?
-Ah, eso es fácil, mi estomago me avisa-dijo Alexa sonriente, Alina negó con la cabeza al tiempo que abría la puerta del un compartimiento, donde en su interior habían cuatro chicas más.
-¡Ya era hora!-exclamaron las cuatro al verla-¿Por qué tardaste tanto?
-¿Qué como estoy?, pues me encuentro muy bien, ¿mis vacaciones?, Ah, pues estuvieron bien, gracias por preguntar-dijo Alexa sarcástica.
-Qué graciosa llegaste ¿eh?-comentó Lily Evans, una muchacha de estatura normal para sus casi 17 años, de cabello rojo oscuro hasta la cintura, dueña de un par de ojos almendrados de color verde esmeralda y poseedora de una linda figura. Alexa le dirigió una sonrisa fingida.
-¿Y por que llegaste tan tarde?-repitió la pregunta Iserine Brooks, una joven de casi 17 años, de cabello castaño ondulado hasta los omoplatos y dulces ojos color miel, un poco mas alta que Lily, pero menos delgada que ella.
-Se me olvido-susurró Alexa.
-¡¿Otra vez?!-exclamaron las cuatro sorprendida.
-Alexa, eso te ha pasado desde que ingresamos a segundo-le recordó Joylin Adams, una muchacha de cabello negro liso hasta por la mitad del cuello, ojos de un curioso color violáceo, un poco más alta que Lily pero mas baja que Iserine y delgadita para sus 16 años.
-Bueeeno…pero este es mi ultimo año así que no volverá a pasar-aseguro la chica.
-Deberías tatuarte la frente y así no se te olvidaría-aconsejo Christine Swan, la más bajita de las presentes y la más delgada de todas, a pesar de sus 17 años, de cabello rubio oscuro hasta la media espalda y unos lindos ojos azul cielo. Las demás soltaron una ligera risa por el comentario y comenzaron a hablar de sus vacaciones.
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-¡Peter, hasta que apareces!-exclamó Sirius cuando el cuarto integrante de los merodeadores apareció por la puerta arrastrando su baúl.
-Lo siento, me quede dormido-se disculpó el chico mientras entraba y acomodaba su baúl. Peter Pettigrew quizás no era tan agraciado ni popular como sus amigos, pero tenia lo suyo, era el mas bajo de los cuatro y era mas bien de complexión normal para sus 17 años, de cabello rubio claro y ojos de un color azul oscuro.
-Descuida…y ahora que estamos todos…-comenzó James y compartió una mirada de complicidad con Sirius, su mejor amigo y casi hermano, mirada que por cierto, fue captada por Remus.
-Chicos, ¿aún no llegamos ni a la escuela y ya quieren ser castigados?...batirán su propio record si lo logran-dijo el chico de ojos miel.
-No seas aburrido Moony… ¿Qué mejor forma de inaugurar el año que con una buena broma?-pregunto Sirius.
-Además Remus, que tanto protestas, si tú eres el que da las ideas-soltó Peter de pronto.
-Exacto, un comentario muy acertado Pet-felicito Sirius consiguiendo que su amigo sonriera con timidez.
Remus puso los ojos en blanco.
-Bien, bien…-se rindió Remus "que poca fuerza de voluntad tengo…tendré que remediar eso" pensó el muchacho y luego miro a sus amigos-pero será mejor que no se…-pero se vio interrumpido cuando la puerta de su compartimiento se abrió dejando ver una chica la cual chisto la lengua molesta y volvió a cerrar la puerta. Los merodeadores se miraron y los cuatro se encogieron de hombros volviendo a sus asuntos, obviamente mucho más importantes que preocuparse por esa chica, como por ejemplo…planear su broma.
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-¡Ajá! Hasta que las encuentro-dijo la chica, la misma que minutos antes había irrumpido en el vagón de los merodeadores. Britani O'Connor era una muchacha alta y esbelta, de cabello negro liso hasta la cintura y llamativos ojos verde agua.
-Bri ¿Dónde estabas?-le preguntó Joy haciéndole un espacio a su lado para que se sentara.
-Creo que tendremos que buscar un compartimiento más grande-murmuró Alina para si. Ese vagón no era lo suficientemente grande para 7 personas, sin contar el gran ego de la recién llegada.
-Solo estaba arreglando algunos asuntos-respondió Britani dándose importancia, al tiempo que con una mano sacudía su larga melena.
-Ahhh…-fue lo que dijeron las otras seis desinteresadas.
La señora del carrito paso unos minutos después y las chicas compraron un poco de todo.
-¿Tú no comes Bri?-le pregunto Christine al verla despreciar una rana de chocolate ¡¿Quien en su sano juicio hace eso?!
-No…muchas calorías, no puedo comer eso-respondió la chica y de su bolso de mano saco una barra que Christine alcanzo a identificar como una barra dietética baja en… baja en todo, hasta en el sabor.
-Yo fui a París a visitar a mi abuela-contaba Alexa relatando sus vacaciones-La viejita esta un poco loca pero es bastante generosa cuando se lo propone, miren lo que me re…-pero antes de que la chica terminara la frase, el tren dio una fuerte sacudía haciendo que Alexa, Alina y Britani resbalaran de sus asientos cayendo al suelo.
-¡Auch!-se quejo Alina robándose el trasero.
-¡Ah!-grito de pronto Britani sobresaltando a sus amigas.
-¡¿Qué pasa?!-preguntó Christine alarmada.
-¡Mi uña! ¡Se me rompió una uña!-gritó histérica mostrándoles su uña rota.
-¡Ay por Merlín!-suspiró Iserine, desesperada por tanta superficialidad.
-¿Qué pasa?-preguntó Lily tratando de mirar por la oscuridad de la ventana.
De pronto las luces del tren comenzaron a parpadear hasta apagarse, pero eso no consiguió que Britani dejara de lamentar su uña rota.
-¡Ay ya cállate ¿quieres?!-chilló Alexa dirigiendo su mirada a donde creía que estaba su amiga.
-¡Pero mi uña!
-¡Te volverá a crecer!-exclamo la voz de Joy cerca de Alexa.
-¡Pero…!
-¿Chris, estas bien?-preguntó la voz de Lily en medio del griterío de las demás, su amiga no había dicho nada en un buen rato.
-Si…creo que si… -respondió la aludida. Lily suspiro, si ella no hacia algo, sus amigas se la podían pasar gritando todo el tiempo.
-¡Cállense todas!-grito Lily logrando el silencio-Bien, ahora que se dignaron a cerrar la boca…-Lily escucho un bufido cerca suyo, debió ser de Britani.
-¿Qué ha pasado? ¿Por qué se apagón?-preguntó la voz de Joy desde una esquina.
-¿Un apagón?-se extrañó Chris, que estaba cerca de Lily.
-Imposible, las luces del tren funcionan con magia-informó Alina con su tono de "yo lo se todo"
-¿Y tú como lo sabes?-inquirió Britani que ya había dejado de llorar por su uña rota.
-¿Quién no lo sabe?-preguntó Alina a su vez-Sale en la "Historia de Hogwarts" ¿no lo sabias?-preguntó Alina fingiendo asombro.
-Pues perdone señorita Sabelotodo, perdone mi ignorancia-contestó Britani con sorna.
-Ya, dejen de pelear-Iserine uso ese tono de voz cansado que le dejo claro a Lily que se estaba masajeando la sien, siempre lo hacia cuando Alina y Britani discutían y ella hacia de intermedia.
-Escúchenme…ustedes se can a quedar aquí…y calladas-agrego Lily antes de que Britani o Alexa abrieran la boca, como estaba segura que harían-Yo saldré e intentare averiguar que es lo que sucede-dijo Lily abriendo a tientas la puerta-Traten de controlarse hasta que vuelva y no griten-ordenó la pelirroja cerrando la puerta tras ella y alcanzo a escuchar a sus amigas.
-¿Por qué tenemos que hacerle caso?-pregunto Britani y por su tono de voz sonaba molesta.
-¿El hecho de que ella sea prefecta y premio anual te dice algo Bri?-preguntó Alina. Lily sonrió, saco su varita y la miro en medio de la oscuridad…bueno, aún le quedaban unas semanas para cumplir la mayoría de edad, pero técnicamente, ya estaban casi en la escuela ¿no?, así que no había problema.
-¡Lumos!-la punta de la varita de Lily se encendió iluminándole el camino no más allá de un metro, pero era lo suficiente para no tropezar con algo. Comenzó a caminar y fue pasando por algunos compartimientos asegurándose de que los demás estaban bien, como la buena prefecta y premio anual que era.
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Minutos antes…
-¿Qué diablos fue eso?-preguntó James al sentir la fuerte sacudida del tren logrando que Peter cayera de su asiento.
-Ni idea…-dijo Remus que estaba ayudando a Peter a ponerse de pie.
-¿Y ahora qué?-preguntó Sirius cuando las luces comenzaron a parpadear hasta apagarse-¿Qué pasa?
-Se supone que las luces funcionan con magia, no se deberían apagar-pensó Remus en voz alta.
-¡Peter cuidado!-gritó Sirius cuando el chico tropezó con él.
-Lo siento Padfoot, es que no veo-se disculpó el muchacho.
-¿Enserio? Pues fíjate que nosotros tampoco-dijo Sirius molesto.
-Ya, tranquilos-dijo Remus antes de que se pusieran a pelear.
-Será mejor que vayamos a investigar-propuso James abriendo la puerta a tientas y saliendo al pasillo seguido de sus amigos, los cuatro sacaron sus varitas he hicieron lo mismo que Lily. James y Remus también fueron pasando por los compartimientos, como el premio anual y prefecto que eran respectivamente, solo que las chicas de los compartimientos que visitaban al verlos fingían desmayos y cosas así para retenerlos más. Después se salir de uno en que una chica fingió un ataque de pánico, los merodeadores siguieron su inspección hasta que se encontraron con Lily al doblar una esquina, la pelirroja se sobresalto ligeramente al verlos aparecer.
-Potter-escupió Lily.
-Evans-al contrario que ella, James puso a funcionar su mejor sonrisa, y luego dijo con un tono de voz grave y maduro, inusual en el-¿Qué hace una chica como tú en un pasillo vació y oscuro como este?-preguntó con una sonrisa picara-¿Es que acaso me estabas buscando?
-Me abstendré de responderte-le dijo Lily girando la cabeza y mirando a Remus-¿Sabes que sucede?
-No se mas que tú Lily-le aseguró el chico encogiéndose de hombros.
-Debe ser alguna falla del tren-intervinó Sirius-¿Y donde dejaste a las locas e histéricas de tus amigas Evans?-preguntó con burla.
-No te importa…en realidad, yo no tengo nada que hacer…-pero antes de que Lily terminara la frase, las luces del tren volvieron a encenderse y este dio otra fuerte sacudida logrando que Lily perdiera el equilibrio y cayera, afortunada o desafortunadamente según de donde se mire, en los brazos de James.
-Estas destinada a estar en mis brazos Evans-le dijo James muy cerca del rostro de la chica y con una sonrisilla pintada. Lily lo fulmino con la mirada y se revolvió en sus brazos hasta zafarse de su agarre, se acomodo sus ropas, les mando una mala mirada a todos, incluidos Remus y Peter que no habían hecho nada y se fue de allí con la cabeza bien alta.
-Esa chica esta loca-dijo Peter convencido de ello.
-Si, loca por mi-sonrió James mirando como se alejaba, embobado por el vaivén de su cabello al caminar rápido, sus amigos negaron con la cabeza, James ya no tenia remedio, era un caso perdido.
¡Hola!
Bueno, no se si se acuerdan, pero este fics yo ya lo había subido anteriormente, pero ahora no me acuerdo por que lo borre. (…) La cuestión es que decidí volver a publicarlo y terminarlo, corregí algunas cosas y le cambie el titulo, espero que les guste. Ojala que ustedes me ayuden con sus reviews XD
Un beso y un abrazo
Chica Black.
PD: para los que leen "Merodeadores & Merodeadoras, les digo que estoy trabajando en el siguiente capitulo y que tengan un poco de paciencia ¿si?
¡Gracias!
