Marinette estaba corriendo por las calles de Paris en piyama, el nuevo akuma, SandBoy, realmente no se lo había esperado y ya había mucho pánico, daba gracias a que no hubo realmente ningún daño grave.

-Solo debo apurarme y… -murmuro para sí misma mientras cruzaba otra calle-

De reojo vio algo rápido moviéndose hacia ella, pero antes de que pudiera reaccionar…Sintió el dolor más grande que había sentido en toda su vida.

Todo se volvió negro.

Los kwamis habían cerrado la conexión, fracasaron, no pudieran salvar a su amigo y compañero.

Se dieron cuenta que no pudieron porque Nooroo estaba siendo usado, un akuma estaba suelto, Plagg, Tikki y Wayzz salieron lo más rápido que pudieron de la caja de los Miraculous.

- ¡Maestro! -grito Wayzz al salir de la caja-

El Maestro Fu estaba detrás de un banco con tres telas con forma de fantasma que estaban hablando de algo que no pudieron entender en ese momento.

-viéndolos de reojo grito- ¡Ya me explicaran despues! ¡Vayan con sus portadores!

Plagg y Tikki salieron volando.

Tikki estaba volando por los tejados para llegar a la casa de su portadora, cruzo una calle y de repente miro hacia abajo.

Lamento haberlo hecho.

La kwami abrió tanto sus ojos que casi salieron de sus cuencas, se quedo paralizada al ver lo que estaba en la calle.

- ¿M-Ma-Marinette? -murmuro intentando salir del shock-

Ahí abajo, tirada con sus extremidades en ángulos enfermos y con un charco de sangre rodeándola, estaba su portadora y amiga.

Finalmente salió del shock.

- ¡Oh dios, Marinette! -grito y voló hacia su portadora- ¡Marinette, despierta! ¡Por favor despierta! ¡POR FAVOR! -grito con lagrimas saliendo de sus ojos- Por favor… -sollozo tirando de una de sus coletas con la esperanza de despertarla-

Ella solo estaba inconsciente ¿Verdad? Ella despertaría ¿Verdad? Ella no…Marinette no…

-Lo siento Marinette… -sollozo pegándose a la coleta de su portadora-

Chatnoir estaba corriendo por los tejados buscando a SandBoy, hasta que sus oídos detectaron sollozos muy cerca de él.

- ¿Quién será? -corrió hacia la fuente del triste sonido y al llegar sus ojos se ensancharon y casi se cae del edificio-

Su compañera de clase…

Su amiga…

Su princesa…

- ¡MARINETTE, NO! -grito y corrió hacia el cuerpo ensangrentado de su amiga- ¡¿Qué paso?!

- ¡No lo sé! -grito una voz entrecortada-

El miro y vio a un kwami rojo con lunares negros en su cabeza.

- ¿Un kwami? Espera… -sus ojos se ensancharon-

- ¡No hay tiempo para eso! ¡Hay que llevarla a un hospital! -grito la kwami sin soltarse de la coleta de su portadora-

-Pero el akuma…

-Yo puedo ayudarte con eso… -dijo una voz sonando muy triste detrás de ellos-

Ambos voltearon y vieron a SandBoy parado con su almohada en sus manos.

-El akuma está aquí -le mostró la almohada-

- ¿Cómo sabemos que no es una trampa? -dijo Chatnoir entrecerrando los ojos-

-el akuma miro con tristeza el cuerpo- Por que nunca quise lastimar a alguien, solo quería mostrar el peligro de las pesadillas, no esto.

Chatnoir, vacilante, tomo la almohada y la miro.

-Pero ¿Como purifico el akuma?

-Yo puedo hacerlo -dijo Tikki-

Chatnoir la miro y despues de unos segundos asintió, el rompió la almohada.

Una mariposa negra salió volando de ella, Tikki se acerco a ella con sus patitas brillando.

-Se acabo la maldad pequeña akuma -dijo entrecortadamente y puso sus patitas en el akuma, inmediatamente se tornó blanco- Adios pequeña mariposa… -sollozo-

- ¿Qué hay del daño? -pregunto Chat-

- ¡No creo que allá! ¡Solo vamos al hospital! -grito perdiendo el poco auto control que tenía-

- ¡Enseguida! -agarro con cuidado el cuerpo y corrió por los tejados hacia el hospital, Tikki siguiéndolo de cerca-

Pararon en un callejón, y él se des transformó, los kwamis se escondieron en su chaqueta sin decir palabra.

Adrien corrió entrando en el hospital.

- ¡Ayuda! ¡Mi amiga esta herida! -grito para que lo atendieran-

Una de las enfermeras iba a callarlo hasta que vio el estado de la chica, ella jadeo y rápidamente llamo a un doctor y una camilla.

Llegaron rápidamente y se llevaron a la chica, dejando solo a Adrien con los kwamis.

El joven se sentó en una silla, de la sala de espera, totalmente derrotado.

De repente volvió a escuchar un sollozo y vio como Tikki había salido de su chaqueta llorando a mares, Plagg salió al darse cuenta.

- Tikki… ¿Estas bien?

- ¡¿Te parece que estoy bien?! -esa pregunto pareció haberla roto pues lloro aun mas- ¡Ella confió en mí! ¡Me dejo salir para ayudar a un amigo! ¡Y ahora! –

-Tranquila…Ella estará bien y…

- ¡Pasaron cinco minutos antes de que llegaran! -grito sin parar de llorar-

-el kwami intento no llorar, pero no pudo evitar que cayeran algunas lágrimas, el abrazo a Tikki que parecía sujetarse de el como si no hubiera un mañana- Oh Tikki…

-sollozo mas fuerte- Lo siento Marinette…Lo siento…

Adrien solo unas lagrimas al ver el estado de la kwami de la suerte, el se limpio las lagrimas y al ver algo por el rabillo del ojo, agarro a los kwamis y los puso de nuevo en su chaqueta.

- ¿Marinette Dupain-Cheng? -pregunto un doctor-

-Yo la traje aquí ¿Esta ella bien? -pregunto Adrien con un poco de esperanza-

El doctor lo miro con tristeza y negó con la cabeza, Adrien sintió que se le rompió el corazón, seguido de mucha humedad de un lado de su chaqueta.

-Lo lamento… El daño fue demasiado…

Una semana despues se estaba celebrando un funeral, toda la clase y amigos de Marinette estaban ahí, vestidos de negro, cada uno dio su discurso, pero uno de los presentes se mantuvo escondido escuchando los discursos a su amada portadora y amiga, ella realmente quería decir sus palabras también, pero tendría que esperar a que todos se fueran.

Al terminar el funeral y que todos se fueran, ella voló en frente de la tumba, se sentó en la tierra recién removida, sus ojos estaban vacíos mientras miraba la lapida que solo tenia el nombre y los años de vida de su portadora. Ella sentía que merecía más respeto que solo eso.

-Lo siento Marinette…Lo siento… -quería decir más, mucho más, pero el nudo en su garganta se lo impedía, ella sentía que ni siquiera merecía estar en su funeral, todo fue su culpa, todo-

-Tikki… -escucho una voz detrás de ella-

- ¿Qué quiere, Maestro? -dijo la palabra como si fuera veneno, ella sabía que tendría que tener respeto, pero simplemente no encontraba el ánimo para hacerlo-

Los dos presentes entendían eso.

-Ya…Ya encontré una nueva portadora…Se que no es lo mas adecuado…Pero con lo que sucedió en el cumpleaños de Nooroo -murmuro el anciano-

-Entiendo, solo…deme cinco minutos…

El Guardian asintió y el se retiro junto con Wayzz quien miro con tristeza a Tikki antes de irse.

Ella volvió a mirar la lápida.

-Lo siento…

Ella realmente ya no sabía que decir…No encontraba las palabras… Como si todo su conocimiento se allá esfumado en un segundo…Simplemente no…No había palabras para describir lo culpable que se sentía. Ella no lo arruino todo.

-Fuiste la mejor Marinette, no lo olvides -murmuro con pesar-

Una ultima lagrima cayo de sus ojos.

Tres días despues, un nuevo grupo de héroes se alzo en Paris, con una nueva Ladybug no muy diferente a la anterior.

Los tres nuevos héroes no sabían que ella era otra Ladybug, Chatnoir sin embargo…

Nunca volvió a ser el mismo gato bromista…Nunca más…

Así como la kwami de la creación…Solo de la creación…

Suerte ya no parecía ser algo que la caracterizaba.

En una tumba, una luz comenzó a salir de la tierra, de color azul claro brillante, una esfera se formo de esa luz y de repente un ser junto con una joya aparecieron de dicha luz, y bajaron lentamente al suelo.

El ser azul marino estaba abriendo los ojos, que se mostraron tan claros como el cielo, ella parpadeo, miro a su alrededor, se sentó, miro el collar que estaba junto a ella y luego a la lápida que estaba frente a ella, con una palabra…No…Un nombre en letras mayúsculas. Ella leyó en voz alta.

-Marinette.