La sonrisa de luna Lovegood
Luna, como cualquier chica, tiene sentimientos. Sentimientos que se esconden detrás de una sonrisa y un mundo de fantasias.
Luna acababa de despertar de su horrible pesadilla. Siempre era el mismo sueño. Soñaba con la última vez que vio a su madre, recordaba su sonrisa y luego como murió, frente a sus ojos.
Luna siempre la miraba, incapaz de hacer nada. Ese recuerdo estaba tatuado en su mente y cada noche lo revivía.
Luna siempre despertaba antes de poder hacer algo. Despertaba por sus propios sollozos y la cara bañada en lágrimas.
Luna sonreía cuando despertaba, a pesar de tener que revivir el peor día de su vida, una y otra vez, ella estaba feliz porque por un segundo había vuelto a ver a su madre.
Luna se cambió para iniciar su día. Como siempre, todos en su casa pensaban que ella está loca, ni siquiera la saludaban y avece le gritaban Lunática. Luna los escuchaba, aunque sus compañeros creían que no, pero a ella no le importaba lo que dijeran. Aunque ella parecía feliz viviendo en su mundo de fantasías y animales ficticios, no lo era. Luna se resguardaba en su mundo, porque el mundo en que ella vivía era muy cruel.
Ella había perdido a su madre cuando tan solo tenía nueve años. Y su padre la refugio en ese mundo que ambos habían creado, donde los Nargles existían y todo era hermoso.
Luna, a pesar de intentar, día a día, refugiarse en ese mundo cada vez le costaba más. Ella estaba creciendo, no tenía amigos y todos los que conocían hablaban mal de ella a su espalda.
Luna a veces no podía evitar que una o dos lagrimas cayeran de sus ojos. Pero aun así ella seguía sonriendo.
Ella a pesar de todo se levantaba cada día a recibir insultos y seguir recordando la pérdida de su madre.
Ninguno de sus compañeros lo sabía, pero Luna no era feliz y detrás de su sonrisa y ese aire de locura, se escondía una chica que estaba rota, pero que seguía sonriendo.
Ellos no sabían toda la historia detrás de la sonrisa de Luna Lovegood.
