Victorie y Teddy

Lo único en lo que podía pensar Victorie cuando el relato de sus tíos y padres terminó fue en la muerte de los padres de Teddy. La muerte de los Señores Lupin, el mismo día de su cumpleaños, quienes serían sus suegros. ¿Cómo podía ser tan egoísta? Se levantó del sillón que compartía en aquel momento con Dominique y James para salir al jardín. Caminó hacia el bosque, hasta que encontró un árbol grande bajo el que se sentó. Deshizo las perfectas trenzas de boxeador que llevaba a cada lado de la cabeza y ató su larga y perfecta melena rubia en un moño alto, mal hecho.

Aquel día no le dio tiempo ni a maquillarse cuando su abuela los reunió a todos con motivo de que era el día en el que iban a escuchar toda la historia al completo de las dos Guerras Mágicas. Ese día era, claramente, el primero de sus siguientes horribles cumpleaños. Porque nunca volvería a ver aquel día bonito, en el resto de su vida, tan solo podría ver lo que el resto del mundo ve, muertes y tristeza.

No sabía si había pasado mucho o poco tiempo bajo aquel árbol en silencio, hasta que sintió a Teddy sentarse a su lado. Iba de negro, al completo. Victorie sabía que su novio odiaba vestrise de negro, pero aquel día lo hacía. Unos vaqueros negros, una camiseta negra y una chaqueta vaquera, pero con las mangas de cuero negras. No dijo nada en mucho tiempo, tan solo apoyó la espalda en el tronco del árbol y miró al frente, como ella. Pero Teddy Lupin no soportaba el silencio mucho tiempo.

-No te sientas mal, es tu cumpleaños.

-¿Qué haces aquí, Teddy? -le preguntó ella, sin mirarlo, abrazando sus piernas contra su pecho.

-Pues es el cumpleaños de mi novia, ¿dónde quieres que esté? -dijo él, con una sonrisa de lado. Victorie giró la cabeza para alejar lo máximo sus ojos inundados de lágrimas de Teddy.- Pasé por la Madriguera y mi padrino me contó que os han contado todo hoy.

-¿Tú ya lo sabías? -intentó sonar con normalidad, que Teddy no se diera cuenta de que estaba llorando.

-Sí, Harry me lo contó hace unos años. -dijo Teddy.- Vengo de Hogwarts, honré la memoria de mis padres, acompañé a mi abuela a casa y vine a verte.

-Deberías ir con ella. -dijo Victorie.- Deberías pasar el día con tu abuela.

-Andrómeda Tonks es una de las mujeres más fuertes que conozco. Y también sé que necesita un poco de intimidad de vez en cuando. Además, sabe que es tu cumple. Y que lo tengo que pasar contigo.

-Pero... -Victorie no pudo seguir hablando porque de repente Teddy apareció ante su mirada y la agarró la cara con las manos.

-Que sea tu cumple hace que mis dos de mayo no sean el peor día del año. Gracias.

-No es justo.

-La vida es muy injusta. Pero lo que no voy a permitir es que pases tu cumpleaños llorando. Por favor... -le pidió con aquella sonrisa traviesa que a Victorie le encantaba. Por eso no pudo evitar esbozar una sonrisa, ante lo que Teddy le dio un dulce beso. Luego se volvió a sentar a su lado, la abrazó y Victorie apoyó la cabeza en su hombro.