Recién graduada de biología. 24 años y trabajando en una oficina de bienes raíces como recepcionista. Recepcionista…
No es como que me esté quejando de mi trabajo, pero no es exactamente lo que planeaba al terminar mi carrera, ¿me explico?
Mi madre seguramente no estaría orgullosa de mí. Tampoco mi padre. No es como que sepa exactamente lo que mis padres sentirían o pensarían de mis acciones o decisiones. Dejaron de estar conmigo hace tantos años que ya ni siquiera los recuerdo.
Podría decir que mi vida es normal. Amigos con los que salgo cada viernes a un bar. Vida social relativamente activa. Un trabajo que no requiere que use absolutamente nada de mi intelecto, pero un buen trabajo a final de cuentas. Y justo es ahí donde reside el problema conmigo. No soy feliz. Al menos no completamente.
Ino dice que es porque me falta un buen revolcón. Hinata dice que es porque estoy desanimada por no haber obtenido el trabajo que yo quería.
¿Y yo? Yo no digo nada.
Tal vez si hiciera las cosas de manera diferente, todo cambiaría. Pero es tan difícil querer cambiar, querer superarte… Querer más y no conseguirlo…
Al menos creo que mi existencia no puede ser peor.
Confío (ciegamente) en que si doy mi mejor cara a los golpes que recibo (y que seguramente seguiré recibiendo), seré recompensada.
Algún día… Eso espero… Realmente lo deseo… Porque más mierda no puedo soportar.
Tuve un novio hace un par de años.
Todo terminó cuando decidió meterse con la (estúpida) vocalista de su banda una noche que no pude ir a verlo tocar.
Había estado trabajando, y mi jefe decidió que justo ese día necesitaba revisar todos los archivos que no se había dignado a tocar en todo el año.
Esa razón no le fue suficiente cuando le expliqué que no podría ir a verlo. Se enojó y lo mejor que pudo hacer es cogerse a Kohari.
Nunca me dio una explicación. Supongo que no tuvo la inteligencia necesaria para inventar algo.
Aunque bueno, creo que también tengo parte de culpa.
Conocí a Idate luego de terminar la preparatoria. Yo había estado en unos cursos de matemáticas y ciencias previos a la universidad y él fue mi asesor.
Siempre me decía que me veía triste y quería animar mi linda carita. Yo sonreía a medias para darle gusto. No sabía que yo realmente estaba deprimida.
Cuando decidí darme una oportunidad de volver a querer, pensé que tal vez podría llegar a amarlo como el merecía (al menos hasta ese momento). Pero nunca fue él.
En verdad pensé que podía amarlo… Y cuando sentí que lo quería mucho, me di cuenta de que querer y amar son cosas completamente diferentes.
Es por ello que creo que tengo algo de culpa al hecho de que me hubiera engañado. Durante 4 años no le di lo que él me daba…
Y por eso, no lo culpo…
- ¿Irás hoy al Ichiraku, Frentona?
- Sí, sólo que más tarde- contesté por teléfono a Ino-. Dile a los chicos que no me esperen.
- Vale, te esperamos…
Colgué el teléfono y suspiré. Eran las 5 de la tarde y ya estaba harta. Pero al menos es viernes y veré a mis amigos. Media hora más y saldría de este infierno.
Coloqué los papeles nuevos que me había entregado Kotetsu en la mañana dentro del archivero y me dirigí a la oficina de mi jefe, el señor Kinōe.
Al abrir la puerta, lo encontré frente a su computadora tecleando como desenfrenado.
Para ser un agente de bienes raíces, tenía mucho trabajo (o al menos eso aparentaba).
- Dime, ¿ya terminaste?- me recibió sin apartar la mirada de la pantalla.
- Si señor, dejé los archivos que Kotetsu entregó hoy en el archivero superior, organicé las listas de venta de la semana y avance el reporte de compra del inmueble de los Sarutobi que seguramente Izumo entregará hoy en la noche- informé lo más tranquila que pude. No quería que mi jefe se diera cuenta de lo tedioso que encontraba todo esto.
- Muy bien- dijo levantando por fin la cabeza del monitor y me observó-. Te veo el lunes entonces.
Sonreí (forzadamente) y me despedí.
Salí de la zona de oficinas hacia la parada de autobús y noté que mi celular vibraba. Naruto.
-¿Qué pasó?
- ¿Qué es eso de que irás más tarde al Ichiraku?
Rodé los ojos, divertida.
- Tengo que bañarme y descansar un poco- contesté-. Yo a diferencia de ti, sí trabajo.
- Más vale que llegues, eh.
Volví a rodar los ojos.
- ¡Sí, ahí estaré!- dije-. Y ya déjame porque debo tomar el autobús.
Colgué sin escuchar su réplica y guardé el teléfono en mi abrigo.
Entrando a mi casa (un pequeño departamento que compartía con mi amiga Tenten), me dirigí al refrigerador y saqué el plato de ensalada que había dejado el día anterior. Comí lo más lento que pude mientras veía videos en internet en mi vieja laptop y cuando terminé me dirigí al baño a tomar esa ducha que tanto necesitaba.
Siempre nos reunimos a las 7 y como ya eran las 6:40, me apuré para que no me estuvieran molestando (o acosando, si es que requieren de un término más adecuado).
Crucé las puertas del bar a las 7:25 y me encontré a mis amigos donde siempre.
La primera en verme fue Ino, pero la mirada que me lanzó cuando me vio se me hizo extraña. Sonreí y me acerqué a la mesa, pero sentí que el ambiente se tensó cuando saludé.
No entendí el por qué, hasta que reparé en alguien que hacía años no veía.
Era él.
Sasuke fue, es y (a este paso) será siempre el chico al que realmente he querido… Amado, si se quiere poner en términos más honestos. Por desgracia es ese mismo chico que rompió, ha roto y seguirá rompiendo, mi corazón.
La primera vez fue a los 12 años, cuando se mudó a Oto con su familia y no lo vi por 3 años.
Regresó cuando terminamos la secundaria, a los 15 años (más alto, más guapo y mucho más serio). Yo seguía enamorada de él.
A los 16 años, conoció a Karin, se enamoró de ella y se hicieron novios. ¿Y yo? Yo seguía enamorada de él.
Y la última vez que rompió mi corazón, fue cuando teníamos 18.
Había estado triste porque a unos días de mi presentación de ballet, que contaría como una graduación, me había torcido el tobillo izquierdo y todo se fue al caño. Si de por si ver a Sasuke con Karin todos los días me deprimía, esto había sido el colmo.
Fue el día previo a la graduación, cuando pasó…
Necesitaba a un amigo, y aunque yo estaba (estoy) enamorada de él, siempre nos llevamos bien. Yo hablaba, el sólo escuchaba. Siempre había sido así. Uno que otro comentario sarcástico, mordaz o burlón, pero siempre nos habíamos llevado así.
Cuando llegué a su casa, luego de haber estado llorando toda la mañana, lo encontré con todas sus cosas en cajas.
- ¿Sasuke?- pregunté confundida- ¿Qué estás haciendo?
Y fue ahí cuando me lo dijo.
Regresaba a Oto, donde le habían dado la beca completa para estudiar música. Pero no se iría solo. Karin se iría con él.
Asintiendo, con los ojos llenos de lágrimas, los puños cerrados y unas enormes ganas de desaparecer, me despedí de él. Le deseé lo mejor y me fui corriendo a mi casa.
No aparecí para la graduación. No aparecí para la fiesta.
Sólo mis amigas supieron donde estuve. Y lo que hice.
Nunca más volvimos a hablar de ese día.
- ¿Sasuke?
- ¡Regreso, Sakura!- gritó un sonriente Naruto al otro lado de la mesa- ¡El imbécil regresó!
Nos observamos unos segundos.
Y sonreí… Forzadamente.
Soy Sakura, por cierto.
Naruto no me pertenece, es historia original de Masashi Kishimoto.
Mi primer fic del Narutoverse...
¿Reviews/Comentarios?
Gracias por leer :)
