Resumen: La clase de último año de Barden High se prepara para un viaje al amazona, pero todo se pone al revés cuando una tormenta los saca de curso estrellándolos en una isla. Beca Mitchell, la chica badass de la clase, recién llegada a Barden, se verá envuelta en la locura de la auto-controladora presidenta de la clase y su mejor amiga, así como otras personificaciones más de quienes serán sus compañeros de viaje. Comenzará a sentir mezclas, pero no de canciones como le encantan sino de emociones que jamás había sentido y probablemente, la más fuerte, un sentimiento de amor hacia la pelirroja burbujeante. La pregunta no será cuándo los rescatarán sino ¿lograrán sobrevivir?

Disclaimer: Pitch Perfect es una comedia musical dirigida por Jason Moore y escrita por KayCannon con la producción de Elizabeth Banks. También basada en el libro corto de Mickey Rapkins


~ Sobrevivientes Aéreos ~

Día 1:
Desaparecidos

– Mayday, mayday, ¿me escuchan? – Hubo un silencio brutal. El silencio tensado de los pasajeros del avión mirando por las ventanas con grandes ojos asustados la gran tormenta que estaba rodeándolos. El gran pájaro de metal se sacudía como loco de un lado a otro, las turbinas parecían fallar y el piloto ya comenzaba a desesperarse tras su quinto intentó.

– Mayday, mayday – Repitió con las manos temblorosas y sudorosas.

Los ojos de Chloe se cerraron ferozmente no queriendo mirar por la ventanilla que se encontraba a su lado. La rubia que estaba al otro lado suyo hiperventilaba mientras mientras sus uñas se clavaban en los brazos de la silla. Chloe no quería hacerlo, pero aún así no pudo evitarlo, miro hacia sus compañeras encontrándose a todas con una mirada asustada.

El pájaro se sacudió con ferocidad como si otra ave gigante se hubiera posado sobre el obligándolo a retorcerse en un forcejeo por el control. Hubo gritos de chicas y chicos, más de chicas por el número considerable de ellas sobre los chicos. Todos gritaron cuando el pájaro comenzó a caer de picada.

Chloe respiró pesadamente, sinceramente sentía su respiración trabajar duramente mientras sus ojos se desviaban hacia la ventanilla. Vio el ala de avión sacudirse junto al cuerpo completo ferozmente en una lucha por mantenerse quieto sobre el aire. Sintió su estómago retorcerse de pronto y desde el techo saltaron las máscaras de oxigeno, no falto que se lo dijeran dos veces: tomó la máscara y la ajusto en su boca al igual que todos los demás en el avión.

Tenía miedo. Cerró los ojos. Otra feroz sacudida. La voz del capitán era dura y asustada, podía escucharlo gritar pedir por ayuda. Todos seguían asustados.

La sacudida mientras caían se volvió peor de lo que ya era, y entonces todo parecía empeorar todavía más. Chloe no sabe como sucedió, ella no tiene idea la verdad, solo lo sintió. El avión comenzó a girar mientras caía, escuchó un gran chirrido de metal ser arrancado como quién arranca una pequeña y minúscula migaja de pan que al contrario con el sonido metálico no había un ruido. Hubo un golpe, ella saltaba del asiento con ferocidad y todo lo que podía pensar en ese momento era en por qué tenía que suceder aquello.

Chloe estaba emocionada esa tarde del día lunes. Se encontraba en la cafetería cargando su almuerzo en una bandeja camino hacia la mesa en donde estaban sus amigas. El grupo completo se encontraba sentado en una mesa redonda.

Estoy tan emocionada – Chloe dijo mientras se acercaba a su asiento Aún no me puedo creer que nos iremos de viaje. Va a ser el mejor viaje de todos

Sus amigas la miraron riendo.

Sí, estoy emocionada por el viaje – Dijo Aubrey sonriendo. La rubia le miraba tranquilamente – Ahora, todas nosotras estaremos en el mismo avión y nuestro avión sale a las nueve. Nos iremos de noche así que estaremos llegando de día. No olviden llevar todo lo que necesiten para estar allí una semana. Objetos de aseo personal, objetos de acampada y yo llevaré la cámara y cada uno de nosotros llevará una cintas para grabar sus experiencias, si quieren llevar su cámara propia pueden hacerlo sin problema

Por supuesto jefa – Una chica rubia frente a ella la miraba con una sonrisa divertida. Era algo regordete y a sí misma se hacía llamar Gorda Amy – Pero, ¿cómo cargarán la batería de la cámara?

Tengo entendido que tendrán un cargador de batería solar – Aubrey dijo mientras cuidadosamente cortaba parte de su almuerzo con el cuchillo – Tenemos que estar bien preparados y al área a la que vamos no tienen mucha tecnología, de hecho se comunican por walkie talkie y una radio

Estás bien informada – Chloe dijo con una sonrisa traviesa.

Por supuesto, soy la líder del grupo y la presidenta de la clase, tengo que estar bien informada – Dijo con orgullo la rubia.

Todas las chicas en la mesa se miraron con una sonrisa emocionada.

Okey, chicas, estamos emocionadas con el viaje, lo entiendo, pero aún nos falta a un miembro para completar los diez – Aubrey dijo pensativa.

Chloe la miro preocupada por un momento. Vio a sus amigas y notó que la chica más alta, Stacie, parecía tener una expresión iluminada.

¿Qué tal la chica nueva?

¿La Shawshank? – Preguntó Amy levantó la mirada hacia la muchacha que acababa de entrar en la cafetería. Chloe la miro de reojo con una sonrisa en el rostro.

Shawshank era el apodo de la muchacha aquella y la razón por la que la rubia se refería a ella de tal forma era porque se había expandido un rumor de que habían arrestado a la morena. Chloe no creía que fuera del todo cierto, pero tampoco creía que fuera del todo mentira, la razón por la que pensaba que había algo de verdad allí era por la forma tan misteriosa que tiene de actuar.

La chica era morena y algo baja, Chloe no era muy alta, pero al menos le sacaba una cabeza a la morena. Ella tenía la oreja llena de pircing, tenía por lo menos tres tatuajes si es que no tenía otros escondidos (y Chloe sabía que tenía uno escondido en la espalda baja, no porque la estuviera espiando en gimnasia cuando se cambiaba de ropa... bueno, sí). Había unas flores rosadas en su hombro derecho, un saltamontes en su brazo derecho y unos audífonos en su brazo izquierdo. No era sociable, siempre estaba sola y con unos audífonos puestos. Era una chica… interesante, a Chloe le gustaba eso.

Lleva ya casi un mes aquí y aún no ha hablado con nadie – Aubrey hizo una mueca – No sabemos nada de ella así que no sé si eso sea buena idea

Una mirada desconfiada de la rubia a la morena que parecía buscar un lugar en la cafetería fue todo lo que basto para que se hiciera el silencio por un momento. Chloe observó a la chica con curiosidad por un momento. La vio comprar su almuerzo y mirar por las mesas seguramente buscando una vacía, donde ni siquiera hubiera un alma, pero finalmente ella dejo el almuerzo en una mesa cualquiera y luego abandonó la cafetería. Un desperdicio de dinero, pensó la pelirroja observando a la morena marcharse.

Yo creo que sería buena idea llevarla – Stacie dijo de pronto – Es sexy y además nos falta alguien

Aubrey miró a la chica enojada por un momento. Apretó la mandíbula.

Sí, es probable que ella no tenga un grupo – Cynthia Rose dijo con tranquilidad. Ella tenía el cabello corto, rojo, peinado hacia un costado cubriendo su rostro y rapado en los costados derecho e izquierdo. La chica era algo regordete, pero no al nivel de la australiana rubia. Tenía un tono de piel oscuro.

A mí me parece una gran idea – Dijo con entusiasmo Chloe. La pelirroja volvió a mirar hacia la salida por la cual había abandonado la morena y luego miro a su mejor amiga que parecía sacudir la cabeza en silencio – Vamos, Bree, necesitamos a alguien y ella puede ser la única sin grupo. Aún si no la aceptamos, la señorita Galloway lo hará por nosotros. Recuerda que nadie puede quedar fuera y sin grupo. Los demás ya tienen a todos sus integrantes, somos los únicos que nos falta uno

La rubia resopló pesadamente y asintió de mala gana. No confiaba en la nueva estudiante. Ella era tan silenciosa, no molestaba a nadie y nadie la molestaba a ella. No solía responder preguntas en clase, ni siquiera cuando el profesor le preguntaba directamente; sus calificaciones parecían ser un misterio para todos ya que nunca había escuchado que un maestro la felicitara por tener un buen promedio o la regañara por lo contrario, tal vez tenía calificaciones medias, ni tan buenas ni tan malas. Tampoco parecía interesada en hacer sus tareas y a duras penas sí escribía en clases. Se sentaba en el último asiento en un rincón junto a la ventana y la mayoría de las veces los profesores la regañaban por traer unos audífonos de canal puestos a escondidos con su cabello.

Después del almuerzo las chicas se pasaron algo de tiempo en la oficina de secretaría donde Aubrey se encontraba imprimiendo unos documentos.

Realmente espero no arrepentirme de esto, Chlo – Dijo la chica mirando a su amiga. Le entregó la hoja que había sacado – Dile lo que tiene que hacer, luego le daremos las instrucciones

¡Ah! Gracias, Bree – Le dio un fuerte abrazo a la rubia.

Sintió el corazón en la garganta. Un vistazo rápido a sus compañeras y luego volvió a cerrar los ojos mientras respiraba trabajosamente a través de la máscara de oxigeno. Sintió que la mano de Aubrey la apretaba con fuerza sosteniéndose a la esperanza de que todo se arreglaría.

Tenía los ojos cerrados, pero era consciente de que estaba despierta, aunque no pasaría mucho tiempo antes de que su cuerpo se desconectara del mundo por completo. Sintió dolor, algo presionando en su costado, luego sintió un intensó impacto y fue lo último que supo del mundo.

¿Eres Beca, verdad?

La morena alzó la vista de su teléfono celular. Frunció el ceño ligeramente observando a una chica alta, aunque tal vez se veía alta porque estaba parada frente a ella al contrario que Beca, que se encontraba sentada en su escritorio jugando con su música.

Eso creo, compartimos clases, ¿no? – Preguntó con un tono neutro. La pelirroja rió.

Cierto. Soy Chloe, por cierto. Chloe Beale – Dijo con una sonrisa.

Beca no dijo nada por un momento, levantó una ceja – ¿Cómo no saberlo? Eres la que siempre está cantando armonías y riendo como si nadie más estuviera en la habitación

La pelirroja se sonrojo de tal modo en que no se podía diferenciar su rostro de su cabello – Oh, me has oído. Como sea – Extendió una hoja – Sé que eres nueva aquí, al menos lo suficiente como para no saber que cada generación, los de último año hacen un viaje para conocer algunas partes del mundo. Este año, nuestra generación, ira a la amazonas de acampada. Allí hay una especie de refugio donde hay algunos campistas que nos enseñaran sobre la naturaleza de la selva. Estoy emocionada. El curso se dividirá en tres grupos de diez y a nosotros nos falta uno, no sé si tú ya tienes un grupo…

En realidad no me interesa ir – Bajó la mirada la morena – Puedes llevarte esa hoja de permiso

¿Cómo lo sabes? Ni siquiera has mirado la hoja para saber lo que es – Chloe dijo sorprendida. La muchacha ya no la miraba, solo miraba su teléfono – Está bien, entiendo, eres anti-social, pero eso me agrada – Tomó una silla y se sentó frente a ella – ¿De verdad no quieres ir? Nos la pasaremos genial

Beca levantó la mirada encontrándose con unos ojos azules que sonreían junto a sus labios. La morena trago pesado sintiendo la mirada intensa de la muchacha.

No me dejarás hasta que acepte, ¿verdad? – Preguntó Beca preocupada.

La pelirroja rió y asintió. Finalmente Beca suspiro tomando la hoja en sus manos. Le hecho una mirada rápida y luego la dejo a un lado – La traeré entonces firmada

¡Es fantástico! – Chloe chilló – Trae esto lo más pronto y te daré los detalles. Por cierto, si quieres saber quienes formaran parte del grupo estoy yo, obviamente – Dijo con emoción antes de señalar a sus amigas que estaban reunidas hablando en una mesa lejana – Aquellas de ahí son Aubrey, Amy, Stacie, Cynthia Rose y Emily

Sé quienes son – Dijo Beca.

Ellas también están en nuestro grupo y ellos – Ignoró su comentario – Aquel es Jesse, su mejor amigo Benji, el chico más bajito es Bumper

Sé quiénes son – Repitió Beca sacudiendo la cabeza.

Ellos son mis amigos, bueno, más las chicas que los chicos. No nos llevamos muy bien con ellos, aunque Amy y Bumper son novios y creo que Emily y Benji pronto lo serán. Sabes el otro día los vi junto en la tienda de helados y pensé: "¿están en una cita? ¡Imposible!" –

Imposible es que me estés contando esto – Beca dijo con una cara de pocos amigos que nuevamente Chloe ignoró. Reprimió una sonrisa mientras observaba a la pelirroja burbujeante contarle sobre la vida privada de una amiga suya, no es que le interesara tampoco.

Los ojos de Chloe se abrieron lentamente. Su visión era dolorosa, pero no tanto como su cuerpo. Sus ojos se cerraron nuevamente al sentir los rayos del sol en su rostro. Llevó una mano hacia su rostro para cubrir los rayos y luego giro la cabeza hacia un lado.

Podía sentir todo su cuerpo llorar. Su cabeza palpitaba horriblemente, sus piernas estaban tan adoloridas como su costado izquierdo, sus brazos temblaban y sus dedos estaban casi rígidos. Sentía algo de ardor en su cintura, justo donde le punzaba al costado izquierdo. Movió la cabeza mareándose un momento antes de ponerse en pie lentamente.

Observó a su alrededor con sorpresa por un instante, pese a no ser consciente aún de todo lo que la rodeaba el intenso olor salado a mar la hizo fruncir poco a poco el ceño. Sus dedos se enterraron en la caliente arena, junto a ella a varios metros hacia abajo no había más que olas rompiendo con calma. Una Suave brisa soplaba en aquel momento. El cielo despejado y cálido. Todo estaba tan pacifico y calmado, hasta que de pronto un intenso olor a quemado y a metal la hizo alarme. Giro la cabeza en varias direcciones hasta dar con el objetivo.

A su izquierda, la tremenda ave de metal estaba tirada en la arena, bastante abollada. Un ala parecía haberse perdido. El aroma a metal derretido por el fuego provenía de no muy lejos donde una parte de la cola del pájaro hervía en agua siendo sujetada por unas de rocas. Por otro lado, el ala izquierda del animal metálico había sido arrancada y se encontraba tirada hacia su derecha.

La realidad golpeó a la pelirroja en ese momento. La tormenta, la turbulencia, el peligro que corrían, su mejor amiga sujetando su mano… ¡Aubrey!

Vio que había maletas desparramadas por todos lados. Se puso en pie con dolor y miedo, cada paso que dio hasta el pájaro parecía tan agonizante como caminar sobre piedra caliente. Sostuvo una mano en su costado izquierdo. No se había atrevido a mirarse por el momento ya que quería saber en donde se encontraban sus amigos, más podía sentir el líquido caliente, algo pegajoso y casi seco, entre sus dedos.

El pájaro había sufrido grandes daños. Quizá no graves porque a pesar de haber perdido dos alas y la cola, el cuerpo seguía casi intacto. A un costado tenía una gran abertura en donde debía haber estado una puerta antes, el cómo se desprendió Chloe no tenía ni idea, pero al levantar la mirada hacia su alrededor logro encontrarla enterrada en la arena junto con algunos trozos de metal rodeándola. Con miedo puso en pie en el pájaro y vio su interior.

No había nadie.

Abrió los ojos sorprendida y retrocedió. Su cuerpo tembló cuando vio que por dentro parecía estar todo relativamente bien, no había tanto desastre como por veinte asientos estaban todavía dentro, no parecían dañados aunque quizá si estaban teñidos de sangre, algo que le hizo sentir un revolcón en el estómago. Las ventanas del avión no estaban rotas, aunque algunas estaban trizadas y una de ellas contenía sangre encima de lo que parecía ser un resquebrajón. Las almohadas estaban tiradas en todos lados, intactas, pero en un desorden. Fijo la vista en lo que parecía ser un rastro de sangre que evidentemente pertenecía a alguien, no estaba segura de sí era suyo o no, pero esa persona podría haberse arrastrado fuera del animal metálico hacia la tierra firme en la cual el pájaro había hecho su último descenso. Ella miro la arena, efectivamente habían manchas de sangre, pero desaparecían de la nada. Si alguien estaba vivo entonces no debía de andar muy lejos.

Vivo.

Nuevamente el estómago se le revolcó en pensar en la posibilidad de que alguien se encontrase muerto.

Con un gemido y con esfuerzo camino por la orilla no separándose del punto en donde se despertó. Se detuvo por un momento en aquellas rocas donde se estaba hirviendo la cola del pájaro. Tragó saliva y con cuidado trepó pese a que su cuerpo no estaba en condiciones ni de subir un escalón, y cuando logro mantenerse en pie se fijo en un pequeño charco de agua. Parecía limpia, y clara, porque su reflejo se hizo presente.

Se vio a sí misma con el cabello desordenado, todo enmarañado. Tenía raspones, pero nada grave. Su cuello no tenía cortes y lo peor que parecía tener era el dolor punzante y ardiente en su costado izquierdo, bajo las costillas. Hizo una mueca y con las manos temblorosas, con sangre y arena mezclada, negras seguramente por la suciedad del accidente se las lavo. Jadeó cuando el agua salada hizo contacto con sus manos magulladas, seguramente los cortes pequeños que tenía le ardían. Tragó saliva y reunión valor para limpiarse la cara con la misma agua. Gimió, casi grito, pero se contuvo. Ella no sabía si era buena idea limpiarse con semejantes heridas con agua salada, pero no le importó en ese momento. Solo deseaba quitarse los rastros de sangre seca, suciedad y tierra de encima.

Una vez con la cara limpia busco con la mirada a sus amigos. Torpemente trato de peinar su cabello antes de escuchar un gemido. Giro bruscamente su cabeza y tropezó en la arena con rapidez siguiendo el sonido adolorido de alguien.

Se detuvo cuando no muy lejos de donde se encontraba logro encontrar a alguien tirado en la arena. Estaba acostado de lado, dándole la espalda y era difícil de saber quién era entre ropas casi rotas. Chloe tragó saliva por un momento antes de tocar su hombro con cuidado.

La criatura con dolor se dio la vuelta.

– ¿Chlo?

Chloe sonrió abiertamente conforme miraba a su más reciente amiga, que de por sí sola no parecía muy contenta. Aubrey se encontraba hablando y hablando sobre las reglas del viaje, sobre las cosas que debía llevar y sobre otras cosas más, pero la pequeña morena había dejado de prestar atención hacía ya un rato y a Chloe le hacía gracia. En algún momento Aubrey se detuvo de hablar, ni siquiera la pelirroja se dio cuenta de esta acción sino hasta que morena y rubia se enfrentaban en una guerra de miradas.

Escucha, hobbit – Aubrey rompió la sonrisa de Chloe mirando a la chica – He planeado este viaje por mucho tiempo así que deja de lado tu sarcasmo y hazme caso

La morena no parecía ni de lejos intimidada. Ella sonrió con sorna y luego puso los ojos en blanco.

Seguro, capitán – Respondió la morena. Arrancó los papeles de la mano de la rubia y luego hizo su camino hacia su casillero.

La pelirroja intentó contener una risita mientras observaba como su mejor amiga estrangulaba internamente a la morena que se había alejado.

Es mala idea que ella vaya – Gruñó.

Ay, no seas así. Tenemos al grupo completo, ella trajó el permiso, pagó su parte y seguro que estará lista para el viaje – La pelirroja sonrió – Todo va a estar bien

Aubrey resopló mientras se alejaba de donde se encontraba. La oji-azul sonrió despreocupada dando la vuelta. No llegó muy lejos en su caminar cuando se cruzó con Emily Junk, una de sus mejores amigas.

Hey, ¿qué pasó? – Sostuvo los libros contra su pecho mientras sonreía sin dejar de caminar.

Estaba pensando, ¿allá hay un lago?

Oh, sí. Aubrey habló con los dueños y dijeron que había un lago y si queríamos disfrutarlo debíamos llevar trajes de baño. No lo olvides.

No lo haré – Rió – Es que, este viaje parece un sueño. No es costoso y además nos divertiremos

Seguro que nos divertiremos. Oh y vamos a formar tres grupos pequeños de tres y cuatro personas porque vamos a pasar una noche acampando en la selva en lugar de usar las cabañas. Aubrey y yo ya nos encargamos de conseguir las tiendas de campaña y hay que hacer los grupos, imagino que los chicos dormirán los tres en una así que eso nos resta a nosotras siete – Chlo dijo emocionada.

Emily miró por el hombro por un momento y luego a la pelirroja – Vi eso, por cierto a la chica nueva y Aubrey juntas. Parecían no llevarse bien...

Sí, digamos que se hablan desde hace menos de una semana todo lo que hacen es pelear – Hizo una mueca – No compartirán cabaña.

La morena rió – Es probable

Chloe hizo su camino desde la orilla del mar con un pañuelo húmedo hasta la chica que se encontraba sentada en la arena mirándola preocupada. Una vez que se acerco, Chloe se dejó caer de rodillas a los pies de ella y con cuidado apoyó el pañuelo húmedo en su pantorilla.

La chica respiro pesado y luego gimió.

– Lo siento – Chloe se disculpo. No se sorprendió, ni le tomó importancia, de escuchar su voz ronca y rasposa. Necesitaba agua, pero beber agua del mar no era una opción.

– Está bien – La morena hizo una mueca – ¿Cómo está?

– Pues… – Hizo una mueca sacudiendo la cabeza – no tan mal como se ve, ¿sabes con qué te cortaste?

Era una pregunta tonta dado que habían tenido un accidente aéreo y evidentemente en algún momento entre la caída del cielo a la tierra podría haber sucedido cualquier cosa, incluso peor de lo que ya había pasado. La chica sacudió la cabeza en negativa. Chlo asintió y luego miro la herida. La pierna de la muchacha, desde debajo de la rodilla hasta el pie, tenía un corte largo de unos quince centímetros, la profundidad no podía asegurarla, pero tal vez no era tanta. Brotaba sangre, tal vez no tanta para desangrarse, pero si era mucha como para cubrir casi toda la pierna de rojo.

– ¿Dónde están los demás? – La muchacha preguntó con miedo.

Chloe se mantuvo en silencio por unos momentos y luego la miro a los ojos – No lo sé, Em. Estoy preocupada.

– Y yo asustada. Tenemos suerte de estar con vida con el más leve rasguño. ¿Qué hay de los demás y si no tuvieron tanta suerte como nosotras? – Comenzó a alterarse. La pelirroja tomó su mano con cuidado y sonrió.

– Hey, hey, calma. Hay que mantener la calma. Seguramente los demás están bien. Los encontraremos.

La chica asintió con miedo. Estuvieron un momento en silencio hasta que la morena levantó la mirada y abrió los ojos sorprendida.

– ¿Chlo? – Una voz se escuchó detrás de la pelirroja – Eres tú, ¿verdad?

La voz parecía tener miedo, pero esperanza.

Beca estaba sentada en una banca junto a la cancha de la preparatoria Barden High. En ese momento se estaba llevando a cabo un partido de futbol entre los jugadores del equipo, divididos en dos grupos representados por colores: naranjo y morado. Había algunos alumnos que se encontraban cerca de la cancha rodeándola mientras animaban a sus compañeros. Parecían muy contentos y entusiasmados. Por otro lado, ella realmente no prestaba atención a nada que la rodeaba, ni siquiera le interesaba lo que estaba sucediendo en la cancha ya que se encontraba escuchando su propia música cuando alguien saltó a su lado de la nada.

Hola.

Ella sonrió ligeramente. Había pasado apenas tres días desde que comenzó a hablar con la pelirroja y le gustaba de cierto modo, aunque no lo admitiría solo para mantener su imagen.

Ya has aparecido – Bajó la mirada a su teléfono – Te has tardado. Me preguntaba si te habías perdido

Que graciosa – Se rió sentándose a su lado – ¿Me esperabas? Por supuesto que me esperabas. Adivina qué

Qué – Preguntó Beca sin tomarle mucha importancia.

Compartiremos habitación – Chilló ella – Bueno, nosotras y otras amigas más, pero seremos compañeras. ¿Qué te parece eso?

Beca suspiró – ¿Obvio?

Sí, exacto. Es obvio – Rió Chloe – Gracias por ir al viaje, no tenías que hacerlo si no querías

Estás bromeando, ¿verdad? – Beca la miro con cara de pocos amigos. La pelirroja sonrió tocando el ceño fruncido de la muchacha e intento hacer una sonrisa con sus manos.

Te ves más hermosa cuando sonríes.

Yo no sonrió.

Rió la pelirroja – Eso quieres que los demás crean. Te he visto sonreír cuando estás con tu música o cuando me escuchas hablar – Su tono de voz era suave y tranquilo – Y como dije, te vez más hermosa así

Beca hizo una mueca alzando una ceja.

Seguro.

La pelirroja no pudo evitarlo, pero el abrazo que le dio a la chica rubia que había aparecido detrás suyo había sido más fuerte de lo normal. Ignorando los quejidos ella siguió abrazando a su mejor amiga, mientras la morena con dificultad se ponía en pie y abrazaba a las demás chicas que estaban con ellas.

– Por dios, Roja – Dijo la chica australiana contenta mientras abrazaba a la morena – Estás a salvo, tú también, Legado

– Y ustedes también – Chloe dijo con una sonrisa pequeña. Vio a sus amigas. Tres de ellas: Aubrey, Amy y Cynthia Rose. No parecían tener golpes graves como los de ella y Emily, tampoco peores. Solo raspones.

Parecía que todos se habían salvado de una grande, aunque Chloe no recordaba por qué ella despertó en la arena. Tal vez estaba en shock cuando despertó y corrió por la arena hasta caer desmayada, eso era muy probable porque si se hubiera caído del avión al momento de estrellarse entonces ni de chiste estaría viva y menos con tan poco daño.

– Parece que solo estamos nosotros por ahora – Emily dijo mirando hacia sus amigas y luego hacia atrás.

Nadie lo había dicho, Chloe no quiso mirarlo, pero había llegado el momento.

La isla.

Exacto. Ellas no estaban solo en una orilla de mar, había una isla allí detrás y había una gran espesura verde. Árboles de gran tamaño y sobre todo podrían estar sus demás amigos.

Aquella isla podía ser el refugio de sus amigos.

Continuará…


Hola, hola. Primero que nada quiero explicarles que la historia "Ritmo Perfecto" la he eliminado porque está idea del accidente aéreo me golpeo hace unos días y no puedo escribir la otra historia porque siempre que intentó escribir solo se me vienen escenas para un fics como este así que decidí hacerlo y quitármelas de encima, también quiero decirles que Ritmo Perfecto planeo continuarlo, sí, pero cuando este termine. Seguiré la misma idea de actualizar todos los lunes y espero que les guste.

No sé mucho sobre supervivencia salvo lo que he aprendido en películas y series, para que lo sepan nunca he visto lost, como sea, también planeo investigar un poco en internet y... realmente espero que este fics resulte. (Además la imagen de portada me gustó como me quedo pese a ser sencilla así que sí o sí tiene que funcionar)

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