No sé como, pero de pronto ya no me parecía tan imbécil.

No me parecía ese tío que le hacía daño a las personas y que no le importaban.

Es más, me daba pena. ¿Era pena? o... ¿Algo más? No, claro que no. Era Damon. No había nada más.

Después de haberlo ayudado para meter a Katherine en la tumba, y de que además

Stefan, también quedara dentro, pasé bastante tiempo con el. Nos teníamos que llevar bien. Por Elena, siempre Elena. Estaba enamorada de ella, era obvio, pero su orgullo de vampiro no le dejaba reconocerlo frente a ella por más evidente que fuera.

Quería a Elena, pero ni ella misma sabía que quería, eso me parecía bastante injusto.

Tenía a Stefan, también a Damon. Aunque no disfrutara de el, lo tenía.

Y siempre... Esa maldita molestia al pensarlo. ¿Me molestaba? Si, bastante, no sé las razones.

Oh si, claro que sé las razones, pero me pasa que en el fondo soy algo parecida a el. Me cuesta reconocerlo pero si. Lo diré. Estoy enamorada de Damon Salvatore.

Ese tío, al que solía odiar hasta los extremos. No lo aguantaba, no me caía bien, es mala persona. Mira por si mismo, no le importa el sufrimiento de los demás, chupaba cuellos. Estaba enamorado de mi mejor amiga.

-o-

Estaba en mi cuarto, sin nada que hacer, miraba el techo tirada en mi cama.

Sentí como la ventana de mi cuarto se abría.

Miré directamente y lo vi a el.

¿Que hacía aquí?.

Lo seguía tratando igual que siempre, fríamente.

-¿Que quieres?.-Dije mirando al techo otra vez.

-Brujita...

-¿Que quieres?.-Repetí lentamente.

-¿Tengo que querer algo para venir a visitarte?

Me quedé pensando.

-Supongo. No sé que haces aquí, no nos llevamos bien.-Dije levantándome.- Hablamos lo necesario... Si, si que necesitas querer algo para venir.

-Bueno si que necesito algo.

-¿Qué?

-Sabes... Stefan, ya no está en la tumba, puesto que Elena hizo algún trato estúpido con Elija

-¿Y que pasa?

-Hay que proteger a Elena, yo no confío en el.

Elena, Elena, Elena. ¡Siempre Elena!

-Elena está perfectamente bien.

-Mira, Bonnie... No deberías confiar en el trato, en ese trato.

-Y tú no deberías meterte donde no te llaman.

-Bonnie...

-No, Bonnie, no. Estoy cansada de Elena, siempre Elena, ¿Quien me protege a mi? ¿Eh?

¿Tú?, oh no claro que no, yo no tengo el suficiente poder como para protegeros...

-Bonnie, solo tienes que protegerla a ella.

-¡Claro que no! Jeremy, Caroline, Matt, Tyler, Stefan... Tú.

Se quedo callado. Se tiró en mi cama con los brazos detrás de la cabeza y los pies cruzados.

-Damon, es mejor que te vallas...-Dije sentándome en el borde de la ventana.

-¿Por qué? Tú cama es cómoda... Se puede dormir aquí y bien.

Lo miré incrédula. ¿Qué quería?. Ah si, proteger a Elena.

Me levanté y di una vuelta por el cuarto, abrí la puerta y lo miré.

-Vete...

-Tú no quieres que me valla. Reconocelo.

-¿Enserio? ¿Crees que YO quiero que te quedes?

-Si.-Dijo seriamente.

Lo miré a los ojos, sus jodidos ojos. Eran hipnotizan tes.

-Sabes... Sabes, ven.-Dijo incorporándose.

Me acerque un poco a el.

-¿Qué?

Me agarró fuertemente, y me pegó a la pared, sentía su respiración, y más mi pulso que otra cosa.

Sentía todo su cuerpo pegado a mi.

-Damon...

Me beso. Lo separé. Me volvió a besar. Le di una cachetada. Me miró. Y lo volvió a hacer. Me beso. Entonces me dí por vencida, me había ganado. No podría separarlo por más que quisiera, que no quería.

Me agarro fuertemente y me tiró en la cama.

Nos desnudamos a velocidad increíble no sé como pero todo iba bastante rápido.

Vi en sus pómulos algo oscuros, venas oscuras se les veían, y me miraba con deseo.

-Damon...

-No pasa nada, no pasa nada. No te voy a morder.

-Sé que no me vas a morder.-Dije más para tranquilizarme más a mi que a el.

-Además, tú sabes como protegerte.-Dijo burlón.

Me eché a reír. Tenía razón, podría pararlo.

-Tú... Creo que debería relajarte, tus ojos, están...

-Ya sé, ya sé, no pasa nada, ya te he dicho, que no pasa nada.

No dije nada más, y lo bese yo.

Y pasó. Me acosté con Damon Salvatore.

Cuándo me desperté Damon no estaba, no lo veía por ninguna parte, se había ido, o estaba en otra parte de la casa.

Miré a mi izquierda y vi un papel doblado.

"Creo que era mejor que cuando me levantara

no me vieras, o era mejor que yo no te viera a ti.

Más que nada por que no hay mucha ropa que se

interpusiera entre tú, yo y mi instinto vampiro.

Ya te veré, por que si tienes duda.

Quiero volver a verte"

Dejé la nota en la mesa. Sonreía para mi misma.

Quería volver a verme.