Buen día de nuevo, gente!

Aquí le caigo con un drabble de los más raro y burdo; una especie de parodia o crítica a las redes sociales (o intento de...) cuyo protagonista es nada más y nada menos que el señor Garrison. Hace tiempo que quería escribir algo con ese cuate, así que aquí lo tienen.

Ojalá al menos les saque una sonrisa, o les ponga a reflexionar o me digan en el review que estuvo de equis.

Un abrazo!

Vicka.

Por una mala configuración.

El señor Garrison, director de la South Park High School, estaba muy preocupado.

El tipo apenas había encendido su Mac último modelo en su oficina para ir a navegar en su Facebook, Twitter y Tumblr para ver quién le había felicitado en su cumpleaños; para su sorpresa, descubrió que nadie de los que tenía en esas redes sociales como amigos le había felicitado.

- Uhmmm… La verdad, ¿quién me felicitaría a estas horas de la mañana? Son apenas las 7 de la mañana. Al rato checaré mis redes sociales.

Una hora más tarde.

- Cielos… Nadie me ha felicitado aún. ¿Habré configurado bien mis redes sociales? – se preguntaba mientras checaba que todo estuviera en orden – Uhmmm… Mejor aguantaré hasta el mediodía. De seguro ya alguien me habrá felicitado.

Cuatro horas más tarde.

- ¡CON UN CARAJO! – gritó Garrison al ver que no había nada en su muro de Facebook, en su Tweet de Twitter y en su blog de Tumblr - ¡¿CÓMO ES POSIBLE QUE TODOS OLVIDEN QUE HOY ES MI CUMPLEAÑOS?!

Cinco minutos después.

- ¡PINCHES REDES SOCIALES DE MIERDA! ¡LAS ODIO! ¡PUTA MADRE! ¡NO SIRVEN A UNO NADA MÁS QUE PARA EL CHISME!

Dos minutos después.

La Mac es lanzada por la ventana ante la mirada atónita de varios estudiantes, especialmente la de cierto cuarteto.

- Creo que Garrison amaneció con mucha arena en la vagina – comentó un chico obeso.

- O eso o se le olvidó reconfigurar sus redes sociales – comentó un joven pelirrojo -. Un pequeño error de dedo hace que todo se mal configure.

- ¿Tú crees eso, Kyle? – le inquirió un pelinegro.

- Sip… ¿Por qué crees tú que nadie felicita a Garrison el día de hoy?

- Joder – susurró Kenny -... Pobre tipo.