REGLA ESPIRITUAL
Rukia tenía un problema bien grande con Ichigo y sin que éste lo supiera. Ya no podía estar en la misma casa con él (ni pensar en la misma habitación) y a la escuela sólo asistía cada tanto y con agudos problemas de concentración.
Claro que él había notado todo esto y, sin embargo, lo dejó pasar. Tal vez ella necesitaba "cambiar de aires" o le había venido la regla espiritual (no es como si existiera pero prefería afirmar que sí a creer que le desagradaba a Rukia, en realidad qué sabía él, no es como si fuera una chica y mucho menos una que llevara muerta más de una centena de años). Si la enana lo que necesitaba era un poco de espacio él se lo daría, aunque tampoco es como si le agradara mucho la idea.
Pero con el pasar de los días el problema aumentó de tamaño hasta lograr abarcar semanas y luego meses e Ichigo ya no lo podía soportar más. Así que, molesto por necesitar a una Rukia que parecía esquivarlo, salió apresurado a la casa de Inoue, donde ahora vivía la chica, decidido a arreglar las cosas.
Cuando hubo llegado al lugar se encontró con que la puerta estaba abierta, e ignorando a los buenos modales (de los que siempre había carecido), tomó este hecho como una invitación para entrar.
Desde que puso un pie dentro de la casa escuchó unos gritos agudos, para nada normales en Rukia. Curioso por ésto, subió silenciosamente las escaleras para espiar un poquito la conversación que seguro estaban teniendo las féminas.
—¡Pero por supuesto que NO! No haré eso. Nunca. Ni muerta.
Ichigo se rio bajito con la oreja pegada a la puerta; dudaba mucho que esa última frase pudiera ser aplicada en alguien como la enana, pero bueno.
—Deberías hacerlo, te aseguro que él aceptará— la voz de Inoue había sonado ciertamente triste, pero el espía de cabello naranja no supo definir por qué.
—¡NO!— otro grito de Rukia. A este paso se quedaría afónica —Por supuesto que no lo voy a... ¡Espera! ¿De verdad crees que él...? ¡Arggghhh! ¿Qué estupideces estoy diciendo? Ahora sueno como una de esas chicas estúpidas de los, aún más estúpidos, mangas shojo.
—Si no lo haces tú, le diré a Tatsuki que lo haga—. Amenazó la otra chica con esa tristeza en su voz otra vez.
—¡No! ¡Tú no puedes ir por allí divulgando que estoy enamorada de Ichigo!
"Enamorada de Ichigo". Esa frase logró que el cerebro del chico trabajara más rápido de lo que jamás había hecho en su vida, comprendiendo así el motivo del distanciamiento entre él y la shinigami. ¡Pero claro! Ella estaba avergonzada y no quería que él notara su estado, por eso lo evitaba y no porque estuviera enojada con él, como anteriormente había pensado. Por un momento Ichigo suspiró de alivio para que luego su corazón comenzara a latir desbocado. Rukia estaba enamorada de él. ENAMORADA DE ÉL. ¿Y él? ¿Él qué? ¿También lo estaba? Decir que no hasta para él le parecía mentira, pero decir que sí... ¡Dios! Él no estaba preparado para eso, él era feliz creyendo que Rukia tenía la regla.
Completamente turbado, se maldijo interiormente y salió de la casa lo más silenciosamente que pudo, aún sin poder dejar de pensar en el asunto. Fue un milagro que no tirara nada de camino. Al llegar a su casa, lo primero que hizo fue encerrarse en la habitación y tirarse en la cama para continuar exprimiéndose los sesos.
Y entonces (y sólo después de seis horas con lo mismo) por fin pudo admitirse a sí mismo que él también tenía la regla espiritual.
Bien, aquí mi primera aportación al fandom. Esto al principio iba a ser un EdWin (FMA) pero me pareció más interesante explorar a una Rukia enamorada, pero, como ven, acabé usando a Ichigo como motor, en un escenario completamente diferente al que me había planteado al principio. Espero que les haya gustado y si hay alguna falla, por favor, háganmela saber.
