Hola chicas!

Aquí está el prefacio de mi nueva historia, será corta y como ya saben será para mayores de 18 años
Esta historia me emociona bastante y espero les guste al igual que deseo y no me quieran colgar en algún capi o que no quieran colgar a Edward jajajaja…. Porque en esta historia sí que nos hará enojar en algunos momentos pero aun así seguirá siendo irresistible
Esta historia es totalmente mía los nombres de los personajes que aparecen en ella son creación de la señora Stephenie Mayer.

Esta historia está registrada

Bueno chicas espero les guste

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LO QUE SIEMPRE SOÑÉ

PREFACIO

Isabella caminaba rápidamente por los pasillos del instituto que en ese momento se encontraban repletos, algunos de los ahí presentes la ignoraban pero muchos la miraban y los que así lo hacían, era de diversas formas, algunos de sus compañeros la miraban con pena, recordaban lo mal que la paso Bella cuando sus padres murieron y ahora su pena aumentaba con la nueva situación de la chica, otros la miraban como la tonta más grande del mundo por haber metido la pata hasta el cuello siendo tan joven prácticamente era apenas una niña, muchos la miraban con respeto por ser tan madura y afrontar sus problemas sin miedo, otros con ternura y cariño, pero había tres miradas clavadas en ella que expresaban emociones diferentes a las de sus compañeros, una de ellas le pertenecía a Tanya Denali, la chica más popular del instituto quien la miraba con odio y desprecio por tener algo de la persona que ella quería y por haber logrado en una sola noche lo que ella no había logrado en los tres años de instituto, pero eso nadie jamás lo sabría se llevaría ese secreto a la tumba, a su lado Edward Cullen la miraba con confusión, los sueños que había tenido con la nueva mejor amiga de su hermana cada vez eran más frecuentes y más sensoriales, rememoro cada parte de esos sueños y cuando Isabella paso a su lado abriéndose paso con su enorme vientre y dejando su aroma en el ambiente, los espacio en blanco de su mente comenzaron a colorearse con la verdad, no había sido un sueño, todo había sucedido de verdad entonces si eso era cierto eso significaba que ella tenía una parte de él creciendo en su interior, que él también era responsable del ser que ahora Bella cargaba en el vientre y al cual defendía con tanto ahínco, del otro lado del pasillo Alice Cullen miraba divertida, con mucho cariño y amor de hermana; observaba a Bella dirigiéndose hacia ella con sus andares de pato que tanta gracia le causaban, una de sus dos mejores amigas y una de las pocas personas conocedoras de la verdad, de su secreto mejor guardado y del que todos especulaban sin dar en el clavo, ese secreto que le pesaba demasiado y que deseaba poder decir, pero lo había prometido y no defraudaría a su amiga, pero su pesar desapareció cuando vio que Bella pasaba a un lado de su hermano quien miraba a su amiga con el rostro lleno de confusión y que poco a poco ese rostro cambiaba al entendimiento, la certeza se adueñó de Edward y eso le agrado a Alice aun sabiendo que se armaría un gran problema, Tanya Denali también se había percatado de la expresión de Edward quien ya comenzaba a caminar en dirección de Isabella, trato de frenarlo aprisionando su muñeca en sus manos, pero él se zafó fácilmente y le dirigió una mirada fría y llena de odio

-Tu… - gruño al comprender que ese gesto de Tanya no era más que la confesión de que ella sabía la verdad

-Eddie… – con voz temblorosa lo llamo Tanya y él le dedico la mirada más fría que tenia

-Hablaremos más tarde embustera, por ahora no quiero oírte y mucho menos verte – el odio en su voz dejo de piedra a Tanya quien no pudo detenerlo

Edward hecho una furia siguió su camino hacia Bella, ella ya se encontraba junto a Alice quien al percatarse del ánimo de su hermano, tomo a su amiga de la mano y prácticamente la arrastro por los pasillos alejándola lo más posible de todos los alumnos, sabía que nada frenaría a su hermano y sabía que no sería nada bueno que se encontrara con Bella frente a todos y que le armara un numerito, eso no sería saludable para su amiga

-Alice – la llamo Bella tratando de zafarse de su agarre pero su amiga no cedió y hasta parecía que los dedos de la pequeña Cullen se habían soldado a su mano – para por favor – al ver que su amiga la ignoraba decidió dejar de luchar pero el enfado comenzó a inundarla - bueno si no me vas a soltar por lo menos dime ¿a dónde vamos?

-Bella no es momento de decirte nada solo confía en mí y camina lo más rápido que puedas – Bella suspiro con cansancio y siguió a su amiga, atravesaron el patio y varios de los edificios del instituto, parecía como si Alice planeara seguir con su caminata hasta lo más profundo del bosque pero el enojo y fastidio de Bella pudieron más que ella

-¡Basta ya! – se soltó del férreo agarre de su amiga y coloco sus manos en su cadera, para ese momento ya se encontraban en el edificio abandonado del instituto, todos lo llamaban así porque ese lugar era demasiado viejo para que se dieran clases, así que ahora se usaba de bodega – Alice Cullen me estas poniendo de nervios ¿me harías el grandísimo favor de decirme que sucede?

-Yo te diré lo que sucede – a sus espaldas escucho la voz que la hacía perder toda la cordura, aquella voz aterciopelada con la que siempre soñaba, que siempre se le hacía muy dulce y masculina, pero en este momento esa voz no era igual, estaba impregnada de enojo y eso la dejo congelada sin poder moverse o emitir sonido alguno

-Edward – dijo Alice el nombre de su hermano sin aliento, al ver como él tomaba de los hombros a Bella y la hacía girar hasta quedar frente a él

-Sera mejo que tú no te metas – dijo con furia

-Pero – Alice trataba por todos los medios de intervenir pero desde que vio a su hermano frente a ellas se había quedado en el mismo estado catatónico de su amiga, Edward la fulmino con la mirada provocando que se callara

-Ahora Isabella – al escucharle pronunciar su nombre con tanta furia, Bella dio un respingo – podrías decirme ¿cuándo pensabas decirme que ese bebé que esperases hijo mío?

Bella palideció, sintió como sus hasta ahora fuertes rodillas se hacían de gelatina, como sus manos comenzaron a sudar profusamente, sintió que su cuerpo cedía y se desplomaba al piso pero uno brazo fuerte y musculoso, la rodeo impidiéndole que callera, mientras la obscuridad profunda se apoderaba de ella se sorprendió al sentir como su bebé se movía por primera vez justo en el momento en que la piel de Edward había entrado en contacto con la de ella nuevamente.

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Espero les haya gustado espero sus reviews

Saludos y besos fríos de Edward a todas