Bueno, aquí esta el nuevo fic que les prometí, espero les guste, porque a mí sí, jeje, no me maten, por favor.
Disclaimer: Bones no es mío, no contiene spoilers, muy relevantes, casi nada. Es de Fox, HH y Kathy Reichs.
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El Secreto en el Corazón
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Ella estaba en el balcón de su gran y hermosa casa. Nuestra casa, se corrigió mentalmente, la vista al bosque en la mañana era excepcional, dio un vistazo a la cama, ahí estaba el hombre que la amaba, pero ella no sentía lo mismo, se supone que le amaba... al menos eso le habían dicho, pero en su corazón no lo sentía así...
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Él se despertó sobresaltado. ¿Cuándo iban a terminar esos sueños? Se levantó a la cocina por un vaso de agua, cuidando de no despertar a su novia... prometida, se corrigió mentalmente. Llegó a su destino y se sirvió el vaso que tanta falta le hacia, cerró los ojos al beber el primer sorbo y la imagen de su sueño se le cruzó en su mente, la había visto, estaba en un balcón, con la vista dirigida hacía ningún punto en especial, se miraba tan hermosa, siempre lo había sido.
- ¿Seeley? - Esa voz femenina que tanto conocía lo sacó de sus pensamientos. - ¿Estás bien? - Él asintió, no valía la pena preocupar a Hannah por un sueño, como diría ella, irracional.
- ¿Tuviste pesadillas otra vez? - Lo que tuvo no era exactamente una pesadilla, pero ¿Cómo decirle que había soñado con la mujer que amo? Volvió a asentir. No es que no quisiera a Hannah, porque la quería, estaba enamorado de ella, pero estar enamorado y amar no es lo mismo, el primero es el cariño de un amigo, convertido en algo más íntimo, quieres a esa persona pero sabes que no es la persona para ti, que no es a quien buscas, pero el segundo es un sentimiento que le pertenece a sólo una persona en toda tu vida, sabes que matarías y morirías por ella, sabes que es para siempre. La espectacular mujer de cabellos rubios se acercó a él y depositó un casto beso en sus labios, vio a sus ojos, esos ojos azules que eran bonitos a su parecer, pero no le parecían hermosos, sólo hubo un par de ojos hermosos para él, pero lo había dicho antes y lo volvía a decir, tenía que seguir adelante.
Su Bones había muerto y nada podía hacer para remediarlo, tenia que mirar hacía le futuro en vez del pasado, por eso abrazó a su prometida, por eso la besó apasionadamente, por eso le hizo el amor por enésima vez desde que están juntos...
En la penumbra de la habitación, Seeley Booth recordaba como había sido los peores momentos de toda su vida; el primero de todos fue en el carrito de café, justo frente al espejo de agua, un año después de la dolorosa separación.
Booth estaba nervioso, hacía un año que se habían separado, ansiaba verla, sentirla, tocarla, olerla, le iba a pedir otra oportunidad, con suerte ella también lo habría extrañado. Espero y espero, hora tras hora, minuto tras minuto, segundo tras segundo, cada uno de ellos eterno, una hora de atraso, tal vez tenía problemas con el equipaje, dos horas, su vuelo se había atrasado, tres horas, quizás ya viene en camino, cuatro horas, cinco horas, seis horas... lo había olvidado, lo dejó plantado, la gran antropóloga no tenía tiempo para ver a un agente mal pagado del FBI, tiró a la basura el collar de delfín, pensó que de seguro le iba a encantar, pero ya no importaba, estaba claro que ella no se interesaba en lo más mínimo por él, ni siquiera lo llamó para avisarle que llegaría tarde o algo parecido, se fue del lugar con el corazón roto.
El segundo fue todavía peor.
Su celular sonó, despertó con una resaca terrible, vio que había un cuerpo junto a él, era Hannah, había venido como corresponsal a DC, tomaron unas copas y pasó lo que pasó, tomó el celular.
- Booth. - contestó.
- ¿Booth? Cariño... ¿Está Brennan contigo? - dijo la voz de la Angela.
- ¿Qué? No, se supone que ayer nos encontraríamos en el espejo de agua, pero nunca llegó... ¿Por qué? ¿Qué pasó? - El agente ya se había alarmado.
- Es que... no te alarmes, tal vez perdió el vuelo y su celular no tiene batería ¿Verdad?
- Angela, por favor... ¿No te ha llamado? - Booth pudo oír como la voz de la artista se quebraba al otro lado de la línea.
- No... desde hace... dos meses, Booth, pensé que simplemente no quería tener contacto con el mundo, ya sabes como es Brennan cuando se encierra en su propio mundo, pero ayer que la fui a buscar... no bajo del vuelo en... supuestamente tenía que venir... - A Booth se le llenaron los ojos de lágrimas, ambos se quedaron mudos, hasta que Angela habló. - Booth... tengo miedo. - Y ahí empezó la pesadilla, preguntaron a Daisy que había sido de Brennan, ella dijo que hacía dos meses se había ido a una nueva expedición con el Dr. Reinolds, se supone regresaría hace una semana, pero nunca lo hizo, empezaron a buscarla y a buscar al tal doctor y su equipo, buscaron por meses, todos en el Jeffersonian hacían lo que podían, su amiga y respetada doctora, Temperance Brennan estaba desaparecida.
Entonces vino el tercero, él peor de todos, él más doloroso y él que nunca olvidará.
Entró a la oficina de Angela, quería saber si había algo nuevo, encontró a la artista sentada en su sofá, con Cam y Hodgins junto a ella, llorando amargamente, su cerebro lo supo, supo lo que venía a continuación, pero su corazón se negaba a creerlo. Tocó la puerta.
- ¿Angela? - dijo con cautela, en el momento en que lo vio, ella se puso a llorar más, Cam fue la que habló.
- Booth... encontraron a Brennan. - su voz se rompió en ese instante, se recompuso para darle la noticia.
- ¿Eso es malo? - preguntó con una nota de miedo en su voz, cuando Cam asintió, sus piernas no le respondieron, su corazón se estrujo.
- La encontraron en la selva... los... todo concuerda con ella...
- ¿Cómo? - preguntó Booth.
- Booth no creo que quieras saber con deta...
- ¿Cómo? - exigió. Cam lanzó un suspiro. - Estaba calcinada, la identificaron por el anillo de su... madre y el dije de delfín, además los huesos... - La voz de Cam se estaba desvaneciendo, odiaba tener que hablar de su amiga como si fuera un cadáver más. - coinciden con su edad y estatura. - Booth sintió como una ira incontenible se desataba en su interior, se odio por haber pensado de esa manera cuando Brennan no apareció, se odio por no haber estado ahí para protegerla... un puño fue a dar directamente a la puerta de cristal, no se rompió, pero fue suficiente para que Booth sintiera dolor, para traerlo a la realidad, empezó a gritar y a maldecir, hasta que cayó rendido en una esquina, preguntándose porque su Bones había muerto. Ese día fue el peor día para todos, su amiga, compañera, la mujer que amaba había muerto.
Booth pensó en esos ojos azules que se habían cerrado hace mucho, recordó como había jurado matar al bastardo que le había hecho eso, pero por más que lo buscó, no dio con él, nadie sabía nada, y como todo el equipo había muerto, no había sospechosos.
¿Cómo sabes que es un bastardo? Es más ¿Cómo sabes que es un hombre? Río internamente al recordar sus palabras en el primer caso, su recuerdo estaba vivo en su mente y quemaba como fuego ardiente, cerró los ojos intentando conciliar el sueño, habían pasado tres años desde entonces... era hora de pasar página, pero ¿Cómo hacerlo si cada vez que trataba de olvidarla, su recuerdo resurgía con más fuerza?
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Sé que está corto pero es como un prólogo.
