Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, sino a sus respectivos dueños. En este caso de Rumiko Takahashi.
Mi nombre es Fireeflower y soy originaria de Fanfiction. Nunca publico mis historias en páginas externas, solo en Fanfiction. Si alguien ve una de mis historia en otras páginas que han plagiado a Fanfiction, favor de denunciar.
«Voulez-vous coucher avec moi ce soir? »
Lady Marmalade- R&B LaBelle,
Golpe.
Jadeo, un gemido reprimido, una mano escurridiza en el seno de una mujer.
Otro golpe más marcado que el anterior. Una caricia hizo estremecer al hombre que sujetaba las delicadas piernas de la muchacha. Se sintió fallecer al sentir la húmeda lengua pasar a lo largo de su cuello, la manzana de Adán se movió con rapidez. Dios, se sentía explotar y ni quiera llevaban veinticinco minutos. Acarició con sus manos aquellos pechos para luego reemplazarlas por su lengua, deleitándose del dulce sabor que tenía; todo era tan suave y tan caliente, sonrió al escuchar un gemido.
Dios, esto era tan excitante.
Echó su cabeza hacia atrás disfrutando el choque eléctrico que nacía de su pecho cuando los labios femeninos besaban su torso llenándolo de lujuria arrebató. La tomó de las caderas y se introdujo en ella cuando su frente chocó con el pedazo de madera del estrecho techo. Le quitó la inspiración por completo.
—¡Joder!—exclamó, frotándose la frente. Chasqueó su lengua al percatarse que veía ciertas—. ¿Por qué mierda lo estamos haciendo aquí?
—¿De quién fue la estúpida idea de hacerlo aquí?—musitó la mujer de cabellos negros incorporándose un poco. Sus pechos se estrechaban en el torso sudoroso de su acompañante, frunció el ceño, odiaba cuando pasaba eso; sentía que se asfixiaba.
—¿Y quién me hizo caso?—esbozó una sonrisa cuando la vio cruzarse de brazos, mientras retomaba la caricia que dejó por el golpe.
—Eres un idiota, Bankotsu.
Hacerlo en un armario no era tan fácil como se veía: el pie derecho del guerrero sujetaba la puerta para no abrirse, sus cuerpos medio doblados, sus codos sobresalidos y las cabezas un poco torcidas delataban el poco espacio que había en aquel mueble. Bueno, era el único lugar donde podían tener intimidan, o lo intentaban…
Su relación no era romántica, solo casual. Un juego que solo tenía una regla: no joder al otro con cursilerías. Tener una buena sesión de sexo en vez en cuando es bueno, ¿no? Lo ansiaban desde hace tiempo, aquellas miradas indirectas, las caricias suaves que se brindaban con disimulo y el beso pasional que se daban sin que nadie estuviese cerca delataba que ambos tenían una atracción. Él la quería porque era altanera y era una demonio ¡joder! Eso era lo mejor y ella…Bueno, era algo difícil de explicar.
Además era tan excitante hacerlo sin que nadie se enterara, ¡Pero eso era lo difícil!
La última vez que lo intentaron hacer sin que nadie los viera fue aquel día cuando ambos, montados en la pluma voladora de Kagura. Tuvieron una sesión desenfrenada, sin embargo entre las embestidas, el tirano guerrero cayó de espaldas al suelo, y caer en una aldea, desnudo y con una erección no era muy cómodo que digamos.
Al menos por hoy no serían descubiertos, al menos hoy disfrutarían un poco de diversión, se olvidarían que ambos estaban condenados, él por tener un cuerpo de barro y ella por ser una prisionera. Se olvidarían que solo era sexo, nada más.
Era saludable consentirse, ¿no?
—¡Auch!—Se quejó Kagura, mientras se frotaba el cuello—. Maldición—musitó despacio. Por su parte, Bankotsu entrelazó sus manos y besaba su labio inferior.
Haciéndolo en un armario…Bah, ¿Qué podía salir mal?
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
—¡Bankotsu! ¡Hermano Bankotsu!— Una voz afeminada salió por los pasillos, pasando por las habitaciones y los balcones. Refunfuñó un par de cosas antes de pararse y rascarse la cabeza ¿Dónde mierda estaba su hermano mayor? —. Bankotsu ¿Dónde estás? ¡Se supone que me acompañarías a acosar a mi lindo Inuyasha!—gritó molesto, abriendo las habitaciones con poca delicadeza.
Jakotsu frunció el ceño. ¿Acaso su desgraciado hermano se había ido, dejándolo con la bola de estúpidos? ¡Nah!, su gran hermano no haría eso. Se dirigió hacia una habitación, tal vez estaría durmiendo o haciendo cosas suyas. Deslizó con cuidado la puerta, mirando el interior; solo había un ropero y un biombo ¿Qué clase de habitación solo tiene un armario? Estaba dispuesto a irse cuando lo escuchó:
—No pares…—La voz era suplicante, fuerte y nada delicada. Jakotsu abrió los ojos acercándose al armario despacio, vio unos dedos asomarse por los bordes del armario, seguido de un gemido. De la nada una mano salió de aquel mueble y se sujetó dela madera.
Miró el armario por unos segundos para luego sonreír abiertamente, ¿Sería posible que él estuviese…?
—Hermano, no sabía que te gustaba hacerlo en lugares tan estrechos. —dijo con una sonrisa pervertida en la cara, descubriendo la pareja en pleno acto de entrega. Tanto Bankotsu y Kagura se miraron entre sí para luego mirar al afeminado que ponía una mano en su mejilla.
Maldita sea, todo se fue al carajo ¿Pero quién tenía la necesidad de hacerlo en un armario?
—¡No es lo que parece!—gritó Bankotsu, sonrojado por la vergüenza y la excitación de hace unos momentos. Se separó de Kagura y en ese pequeño lapso tropezó con todo y puerta de haciéndolo caer, llevándose consigo a Kagura y armario. El mueble golpeó delicadamente la nuca de nuestro guerrero haciéndolo caer estrepitosamente al suelo con un Jakotsu de por medio y digamos que no fue un buen lugar donde cayó el afeminado.
Y Jakotsu quiso morir en el instante.
¿Se pueden imaginar un pene erecto en el rostro de alguien?
Jakotsu por su parte manoteaba despavorido, proporcionando puñetazos y golpes pero era en vano. Con una fuerza descomunal alejó el cuerpo inerte de él. Jadeó con un fuerte sonrojo en su rostro y sin piedad comenzó a propinarle golpes no muy afectuosos a su querido hermano mayor.
—¡Grotesco animal! ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?!—exclamó el afeminado mientras pateaba en la cabeza al podre mercenario. Jakotsu, visiblemente molesto se restregaba una y otra vez su rostro ¡Joder! Si hasta había sentido esa cosa dura y viscosa, ¿Cómo pudo ver eso? Tenía la ilusión de algún día conservar su inocencia y desbordarla con un ser atractivo…Como Inuyasha por ejemplo, no con el líder de su grupo.
Dejando a un Bankotsu al borde de un coma, se levantó acomodándose el cabello esperando poder quitar esa sensación de tener esa cosasobre su rostro. Kagura, por su parte se levantaba con sigilo y mordiendo los labios, ¡Maldita sea! ¿Por qué no podía por una vez terminar el acto con Bankotsu? Maldito Universo y sus vueltas. Ahora estaba en un dilema: salir huyendo o amenazar al afeminado para que no dijese nada. Sus planes de amenaza se fueron a la mierda al no poseer su abanico ¿Dónde estaba? Echó un vistazo alrededor encontrándolo en el trasero de Bankotsu, como si fuese un adorno, abierto, casi diciendo: ¡Hey! Kagura pasó por aquí.
Era un hecho: ya no tendría sexo por un largo tiempo. Al menos con Bankotsu, bueno era único, así que jamás volvería a tener sexo.
—Entonces ¿Hacías esto con mi hermano todos los días?—Kagura entrecerró el kimono rasgado mirando de reojo a Jakotsu quien colocaba una mano en su cadera, en una posición tan femenina—. Vaya, qué gustos tiene Bankotsu ¿Eh?—La doncella del viento pensaba seriamente si tomar su abanico del lindo trasero de Bankotsu y asesinar al hermano o simplemente ignorarlo—. Por cierto que bonitos pechos tienes—murmuró de la nada Jakotsu, mirando la gran abertura del kimono. La muchacha suspiró al percatarse de que sus senos saltaban a la vista.
Bueno, el hombre quien la veía no era del todo hombre. De hecho, estaba comparando sus pechos con los de ella ¿Es en serio?
—¿Qué es todo ese alboroto?—Unas cinco cabezas masculinas aparecieron de la nada, para luego fijarse a un Bankotsu desnudo inconsciente, a un Jakotsu palmeándose el pecho y una Kagura con el torso desnudo. Los hombres se quedaron fijos ahí, viendo los montes blancos de la mujer y ella deseo cortarles el pene en ese instante.
Pero primero castraría a Bankotsu, si es que despertaba.
-.-.-.-.-
¡Feliz Cumpleaños atrasado pirata! La verdad me costó terminar este regalo que espero y te guste…
¿Por qué carajos tu cumpleaños tenía que estar en medio de dos semanas difíciles? ¡Bah! la cosa es que lo terminé, y espero que lo ames, me costó un derrame cerebral desvelos y me intoxique de papitas para inspirarme o.ó. La cosa es que ya lo tenía listo pero mi jodida memoria me jugo una broma y no lo guardó, así que lo volví hacer._. No me quedo igual ¡Pero la intención en lo que cuanta! (?)
Hice esta pareja porque me pareció tan sensual y divertida al mismo tiempo, así que ¡Se feliz pirata de palo y ten hemorragias nasales! :D
Corrección: 28/01/2016
¿Qué carajos tenía en la cabeza? O.O
Mi nombre es Fireeflower y soy originaria de Fanfiction. Nunca publico mis historias en páginas externas, solo en Fanfiction. Si alguien ve una de mis historia en otras páginas que han plagiado a Fanfiction, favor de denunciar.
