hello~

aquí estamos con otro fic, uno super cortito de dos pag, pero hecho con amor igual... yui estoy pagando mi apuesta y si, irónicamente así se titula.

obviamente la serie no me pertenece ni los personajes.

como acotación esto pasa luego del capitulo del tigre, el 4x10 si no me equivoco. sin mas, los dejo leer.


La apuesta

Durante todo el año, el piso de homicidios se esmeraba por resolver casos sin importar la fecha. Podría ser navidad o año nuevo y ellos estarían trabajando igual. El servicio que hacían a la comunidad era mucho más importante que cualquier otra cosa, pero había una fecha que ninguno de los detectives de homicidios se saltaba. Ese era el asado anual para conmemorar otro año de un excelente servicio.

Rick había logrado disfrutar uno – específicamente fue en su segundo año. El primer año no fue invitado por ser muy nuevo y el tercero había faltado por obvias razones, pero este no se lo perdería por nada del mundo. Él hizo una promesa con su detective favorita y quería cumplirla, quizás no estarían solos como en los casos, pero sería igualmente satisfactorio. Con ese pensamiento salió de su hogar confiando en que nada malo podía llegar a pasar.

Conduciendo su Mercedes Benz con estilo y glamour, Rick pensó en las palabras que le diría a Kate en cuanto le viera. Quizás romper el hielo con esposas sería lo mejor, aunque ahora que estaban en una transición para ser pareja, porque obviamente serian una, lo mejor sería irse con cuidado. Lo menos que quería era asustar a Beckett y ganarse una sanción por utilizar recursos indebidos con ella. Hoy más que nunca debía actuar con inteligencia.

Al llegar al parque, buscó con la mirada a los chicos y fue pasando de cada policía no sin antes saludarlos.

Encontrando a Ryan al lado de la parrilla con una cerveza, no dudo en acercarse y saludar para no sentirse fuera de lugar. Si, Rick ya creía que era parte de la familia de los policías, pero, como siempre se lo recordaba Gates, no era uno así que sus mejores relaciones se daban con el equipo de Kate y la forense. El resto solo eran conocidos simpáticos con los cuales podía pasar el rato de vez en cuando, pero nada más.

Aceptando la cerveza por parte del rubio, se puso a conversar sobre banalidades mientras revisaban la carne. Al parecer todavía no llegaba Beckett, así que solo le quedo esperar pacientemente mientras evitaba aceptar cualquier comida. Patético o no, quería aprovechar cada momento para estar con ella y comer juntos mientras los demás hacían sus cosas. Era una muy buena excusa.

El momento en que Espo apareció con dos packs de cervezas, a Rick no le quedó más que saludarle y comenzar a bromear con ellos mientras la carne iba desapareciendo.

Soltando un suspiro, miró la hora con apremio y luego la carne. Tenía hambre, además todo el mundo sabía que beber sin comer nada era una soberana estupidez, aun así se negaba a probar un bocado si es que esa detective no aparecía. No iba a dejar que arruinara su plan maestro ¡Había dejado de jugar overwatch por ella! y eso que iba en una buena racha. Ella tenía que aparecer, sino, se encargaría de que le pesara en su conciencia por el resto de sus días hasta que Rick pudiera recuperar su buena suerte en el juego.

-hermano, lo más seguro es que se tarden, Beckett estaba ayudando en unas cosas a Lanie, come algo

-si, además… debes disfrutar un poco, no somos ella, pero también somos tus amigos

Ante el comentario de Espo y Ryan, sumado a sus burlas, no pudo más que sentir vergüenza por su propia actitud ¿Qué le pasaba? Si actuaba como un desesperado estaba seguro que Kate se alejaría, pero ya había pasado mucho tiempo. Ambos habían tenido todo tipo de aventuras, incluso le dijo que la amaba cuando ella se desmayó, por lo que no actuar como desesperado era imposible. Por otro lado, tenía claro que todo el piso, no, todo el precinto, era consciente de sus sentimientos hacía Kate "de hecho la única que no lo sabe es ella… apuesto que hasta los presos esporádicos lo saben".

Negando con la cabeza, decidió no esperarla más y comenzar a comer. Los chicos tenían razón, su razón de ir al precinto era Kate, pero Javier y Kevin también eran sus amigos, de hecho eran uno de los pocos amigos con los que podía contar. Hacerles la desconocida en estos momentos era algo estúpido, además siempre podía encontrar algún momento para compartir con Kate más tiempo.

Cuando estaban a punto de iniciar los juegos de siempre, Castle ya había perdido toda esperanza de verla, incluso de poder participar en las actividades. Pero como dicen, cuando menos lo esperas te llega. Así fue con Kate.

Ella iba llegando con Lanie lo más relajada de la vida. Se notaba que venían en actitud de sport – jugar era algo claro para Kate – pero aun así no dudaron en arreglarse de tal manera que tanto Javier como el mismo Castle se quedaron pegados viéndolas. Esas eran sus chicas, bien ellas lo supieran o no, eran sus chicas y estaban orgullosos de poder verlas. Ahora solo faltaba poder estar en noviazgo con ellas solamente.

-hola ¿Nos perdimos de mucho? – Ignorando la mirada babosa de Rick sobre ella, Kate saludó a sus amigos para finalizar dándole una sonrisa a su compañero escritor

-no mucho, casi no queda carne, pero les guardamos – Con galantería, Espo le dio a las mujeres dos platos con comida – será mejor que coman rápido, ya van a empezar los juegos

-y supongo que ustedes participaran juntos ¿No? – Enarcando una ceja, Lanie apuntó a Ryan y Esposito – no ganaran

-claro que ganaremos, tal como el concurso de talento, nos mantendremos invictos – Chocando las palmas miraron con confianza a los tres – nadie nos ganara

-o eso creen ustedes – Terminando de comer lo poco y nada que probó de la carne, Kate palmeó el brazo de Castle completamente segura – esta vez nosotros les ganaremos

-¿Ustedes? Pero si pasan peleando ¿Cómo se les ocurre participar juntos

-Espo, luego de un tigre intentando matarte mientras estas esposado, todo es más fácil – Confiado nuevamente por la aseveración de ella. Chocó la palma con Kate como si fueran el mejor equipo del mundo – ganaremos, después de todo somos mejores compañeros que ustedes

-¿Así? Eso quiero verlo

Sin decir ninguna palabra más, los dos grupos se fueron hasta las "inscripciones" para que les esposaran las manos y los pusieran en la lista. Todo el precinto sabía que ellos no se tomaban nada a la ligera, de hecho eran los más competitivos a la hora de hacer apuestas, así que los detectives ajenos al grupo andaban sonrientes. Ya querían ver que harían esta vez el equipo de Beckett para divertirlos.

Los ánimos de Castle habían vuelto a subir de una manera sorprendente, por lo mismo no dudo en dejarse esposar mientras le sonreía a Kate. Ellos ganarían esta competencia hasta con los ojos vendados.

Ya en posición, Kate le prohibió hacer el tonto, no estaba dispuesta a perder por una actitud infantil de Rick. Jugar contra Espo y Ryan era cosa seria, así que no podían fracasar por nada del mundo. A él no tenían que repetírselo ni dos veces. Castle haría de todo por ganar, además tenían una ventaja y esa era que Beckett andaba con zapatillas. Si nadie le ganaba con tacos de diez centímetros, entonces absolutamente nadie era mejor que ella con zapatillas.

Escuchando el disparo para comenzar, ambos corrieron hasta la primera prueba con todas sus fuerzas. Los primeros en llegar fueron sus compañeros de equipo, pero en solucionarlo fue el equipo de Castle-Kate el que se llevó la victoria. Para las adivinanzas no había mejor que un escritor orgulloso de su trabajo.

Yendo hasta el segundo punto, ambos se vieron frente a un juego de ajedrez ya avanzado. Se suponía que debían resolverlo en cinco pasos más para adquirir la siguiente pista. Sin perder el tiempo, se pusieron en ello encontrando la pista luego de cinco minutos, pero pudieron contra ello. Lo extraño era que sus compañeros aún no aparecían. Todos los otros grupos habían llegado a ese punto, pero ellos ni daban señales de vida.

Ignorándolos, Castle y Beckett se pusieron a resolver todas las pistas hasta que la última llegó a sus manos. Iban en cabeza y no podían más que pensar en cómo humillar a esos dos detectives para su propia satisfacción.

Si te quieres liberar

En tu casa me debes buscar

Oculta en la habitación más pequeña

En un estante me debes encontrar

No te demores mucho tiempo

Por qué el aseo debemos terminar

Antes de que el ocaso

Nos haga descansar

-¿Lo entiendes? – Confundida, Kate le entregó el papel mientras se apegaba al contrario para encontrar la respuesta – es obvio que se trata de la llave… ¿Pero mi casa?

-es una asimilación a algo… la casa de todos

-¡El precinto! – Sonriendo, vio a los ojos de Castle antes de volver rápidamente a la hoja, en ocasiones se le olvidaba que esa cercanía era peligrosa para ambos - ¿Qué es lo otro?

-¿La habitación donde guardan las cosas del aseo? – Susurrando para que nadie les escuchara, continuó – deben terminar el aseo antes del cierre, a las cinco… y tiene estantes esa habitación ¿No? Sería lo más lógico

-eres un genio, vamos

Con la sonrisa de Kate pegada en su retina, Rick se sintió empujado por la mujer para llegar lo más rápido al lugar. No quería que nadie le ganara y estaban a tan poco de lograrlo que no les importó a ninguno de los dos viajar en el mercedes de Castle, incluso ella no hizo comentario sobre quien tenía que conducir.

Apurándose lo más que podían, bajaron incómodamente del auto y se adentraron en el edificio que todos los días los acogía. El lugar estaba completamente desolado, así que no les fue difícil subir hasta el quinto piso y adentrarse en la habitación de aseo.

Sin considerar nada más que los deseos de ganar, Rick aceptó, como siempre, que la detective se subiera a sus hombros para encontrar la llave, pero nada aparecía. Ella paseaba sus manos por cada rincón que encontraba sin llegar a tener grandes resultados y lo peor de todo es que el lugar no era tan grande como para demorarse tanto. Definitivamente algo iba mal con esa pista, pero ninguno de los dos quería admitir que se habían equivocado.

Pensando en que ya no encontrarían la llave en ese lugar, Rick intentó bajar a Kate con cuidado, pero el extraño sonido de un clic los alarmó a ambos.

Fue inevitable que cayeran estrepitosamente al suelo. Obviamente la detective cayó encima del escritor logrando evadir gran parte del daño, pero eso no logró hacer que el escritor saliera ileso. Lamentablemente fue todo lo contrario para el novelista de misterios.

En el suelo, Rick sintió como algo hacía presión contra su espalda, nada que le atravesara el cuerpo, pero sí le producía un dolor incontrolable en la parte superior de su espalda. También, muy a su pesar, tuvo que soportar la rodilla de Kate en su estómago quitándole casi todo el aire. Como si eso fuera poco, sus caras quedaron bastantes cercas y sus manos, esposadas, en una posición muy poco cómoda. Definitivamente tenía ganas de matar a quien haya planeado eso. Javier y Kevin estaban muertos.

Sin poder levantarse por completo, Rick dejó que Kate se acomodara y, como pudiera, que intentara abrir la puerta, pero esta estaba con llave. Ofuscada, Beckett golpeó la puerta con su mano libre y gritó un par de cosas. Nada se escuchaba a su alrededor.

Alguien debería estar por ahí, pero los estaban ignorando olímpicamente logrando que el enojo aumentara en la detective de homicidios.

-¿Encerrados? –Preguntó sin muchos ánimos mientras se acariciaba la espalda con su mano libre

-y te aseguro que alguien morirá cuando salgamos – Molesta volvió a ver a Rick, este aun no dejaba la cara de dolor así que con cuidado le ayudo a sentarse - ¿Te duele mucho?

-bueno… no tanto como el saber que no podremos ser parte del circo – Sonriendo leve ante la ceja alzada de ella, se encogió de hombros – me enterré el balde… otra caída así esposados y te juro que quedare paralitico

-al menos tienes dinero… no sufrirás mucho

-porque salud la acabo de perder

Ambos se rieron, soltaron un suspiro y quedaron en un silencio incómodo. No entendían porque les estaban haciendo esto, pero lo peor de todo no era eso. Lo trágico de eso es que no sabían de que conversar con el otro. Últimamente habían estado jugando una danza de coqueteo realmente hermosa, pero todo eso se daba mejor cuando ambos estaban acompañados de otras personas. Ellos le frenaban el juego, porque de cualquier otra forma se vería extraño en dos adultos la indecisión de sus acciones.

-déjame ver – Intentando posarse detrás de Rick, acomodo sus manos atadas para que no molestaran – si esto fue idea de los chicos, pues estaremos aquí hasta que Gates se dé cuenta y tú necesitas un masaje

-¿Me lo darás? – Acomodándose mejor, miró por sobre su hombre y le sonrió – no me lo esperaba

-es necesario, no quiero devolverte a tu casa y tener que explicarle a Alexis que su padre ya no es tan joven como presume – Dedicándole la misma sonrisa, volvió su mirada al lugar afectado

-¡Oye!

-silencio Rick, o te lastimare

Al sentir las manos suaves de la mujer acariciando su espalda no pudo más que temblar sorprendido. Él ya tenía claro que las manos de Kate eran completamente suaves y delicadas a pesar de que sus movimientos fueran bruscos, pero sentirlas así en su espalda era otro tema. Era como si el mismo cielo le estuviera haciendo un masaje a Castle después de habérselas cobrado. De repente, no le molestaba tanto haberse quedado encerrado en esa pequeña habitación con Kate y haberse lastimado.

El masaje valía la pena.

Gruñendo en cuanto ella puso sus manos sobre el moretón y ejerció presión, intentó separarse, más la mano agarrando so hombro con fuerza se lo impidió. Al parecer no todo podía se tan perfecto como creía.

-lo hare con más cuidado Rick, lo siento

Boqueando se preguntó si era necesario susurrarle en el odio. Lo más seguro es que no, pero ¡Dios¡ quería volver a sentir ese dolor para que otro susurro resonara contra su odio. De igual forma, necesitaba ese aire caliente salido de su boca chocando exquisitamente contra su piel. Definitivamente no dejaría que Kate los matara, esto era uno de los mejores acercamientos que habían tenido en años.

-¿Crees que nos encuentren rápido? – Preguntó intentando mantenerse relajado, pero dolía como no se imaginaba. De pronto, el perro mordiéndole el trasero no era lo peor en su vida

-no lo sé… deben notar nuestra ausencia, los policías deberían estar preguntando por nosotros en este momento

-Kate… déjalo un momento… me duele

-vale – Dejando la espalda de Rick, hizo que se sentara mejor para ella poder hacer lo mismo a su lado. Otra vez en silencio, ella no hizo más que soltar un suspiro– debí haber comido más, tengo demasiada hambre

-esta vez no tengo carne seca para ofrecerte, lo siento

-es una lastima

Sonriéndose mutuamente, decidieron pasar el tiempo conversando de otras cosas, más personales, para hacer más ameno aquel "secuestro".

En otro lado de Manhattan, explícitamente donde se estaba llevando el asado, un gran número de policías se reunían alrededor de Ryan, Espo y Lanie para discutir del tema en curso. Aunque se preocupaban no llamar la atención de su capitana para que no les arruinara la fiesta.

No era que fueran malos con sus compañeros, pero estaban hartos de su lentitud y, además, así podrían aprovechar de ganar un poco de dinero de manera divertida. Al final todos salían ganando de una u otra forma.

-bueno entonces Johnson, Dina, Smith y Ryan opinan que al final terminaran besándose – Anotó Espo sonriente – Lanie, Taylor y Harris apuestan a que Rick terminará golpeado… esperemos que solamente en la cara – Haciendo que todos se rieran Espo siguió garabateando

-eso es obvio, el pobre está encerrado con Kate nuevamente por culpa de ustedes… él saldrá golpeado – Aseveró Lanie siendo seguida por las otras dos mujeres- ni cuando estuvieron con el tigre se besaron

-pues yo le apuesto al sexo – Dijo Espo haciendo que un gran número se trapicara – digan todo lo que quieran, pero esa tensión sexual encerrada en una habitación pequeña y esposados… yo haría de todo

-Rick no es un cerdo como tu Javi

-y por eso no me dejas – Guiñándole con un ojo, ella lo empujó divertida - ¿Alguien más para sexo?

-… - Algo reticentes, unos chicos levantaron la mano

-¿Crees que Kate se enoje demasiado? – Ryan los miró con duda, evidentemente ahora se arrepentía

-claro que sí, solo me da pena el pobre Rick, él pagara por nosotros

-va… ese idiota le dijo que la amaba y no se lo repitió – Espo garabateando en su hoja, esta vez anotó los montos de todos – tiene que agradecer que hicimos esto por él… hasta creamos una adivinanza para hacerlo más emocionante y yo no hago esas cosas

-pero lo de ellos siempre ha sido complicado, Kate nunca le ha dejado avanzar así que…

-¿Estás diciendo que es culpa de Kate, Ryan? – Alzando una ceja, la morena miró amenazante al rubio – ella ha tenido sus problemas, pero le quiere

-ósea… ¿Existe posibilidad de beso?

-¿Qué beso? Tendrán sexo –Espo habló más que emocionado, no entendía por que no habían apostado antes

-son unos cerdos – Levantándose, entregó el dinero a Espo – participo en contra de mi voluntad… cincuenta a beso y cincuenta a golpe

-mujeres como tu nena, son las que me encantan – Guiñándole, Espo dejó todo estipulado.

Notando que Gate se acercaba a ellos con el ceño fruncido. Ocultaron todo el dinero para poder sonreírles a la capitana. Ahora todo quedaba en manos de Rick y Kate, de cualquier forma uno tendría que ganar.

-¿En serio todas esas mujeres te titularon como el mejor besador? – Alzando una ceja, Kate rió con más fuerza solo para hacer más notoria la burla – no te creo

-cuando era un adolescente practique mucho haciendo el nudo con el tallo de la cereza – En posición de campeón le guiño a su compañera – estoy en el top five

-¿Top five? ¿De qué Castle? ¿De tus fantasías? – Sin dejar de reír con ánimos, se apoyó en el hombro de su compañero. Se sentía mucho mas cómoda así

-una revista de chicas… - Escuchando otra carcajada arrugó el entrecejo – yo no leo esas cosas, fue Alexis quien llegó con eso recriminándome, obviamente tuve que verlo por mí mismo

-creo que todas las que votaron estaban drogadas – Mostrando su sonrisa burlona, notó lo cerca que estaba de él, aun así no se pudo separar

-tú ya me has besado, en el fondo sé que te ha gustado y eso que he mejorado desde el año pasado – Defendiendo su orgullo, miró de reojo a Kate

-te recuerdo – Acercándose sugestivamente al escritor, sonrió coqueta – que quien dijo que fue increíble fuiste tu

-eso fue por la patada, ¡Patada! – Sobresaltado, negó con la cabeza antes de volver a encararla, incluso recuperó la distancia perdida – pero, podríamos probar a ver qué tal

-¿Probar? No te aproveches – Empujándolo suave, se alarmó – lo siento Rick… ¿Te dolió?

-no mucho… solo – Masajeándose con su mano, empujó a Kate más cerca de su cuerpo producto de las esposas – lo siento

-¿Realmente crees que eres mejor que yo? – Alzando una ceja, volvió a adquirir la confianza de antes - ¿Qué apuestas?

-… - Sonriendo de igual forma mientras la tomaba con rapidez y la sentaba encima de él, Rick se relamió los labios. No había vuelta atrás – es mas cómodo así, es pequeño el lugar –Se excusó manteniendo sus manos en las piernas de Kate – lo que quieras

-entradas dobles para el próximo juego de beisbol, que sean vip – Susurró muy cerca de los labios ajenos sin dejar de verlo a los ojos. No se iba a intimidar

-¿A quién llevaras?

-de seguro mi padre será feliz de verlo, hace tiempo no vamos a uno – Ampliando su sonrisa, miró escasamente los labios ajenos - ¿Qué quieres tú?

-hmmm tu secreto más guardado, ese el que no quieres que nadie sepa y… que nadie sepa, quizás solo tu padre

-reglas… no brazos, cierra los ojos… no, mantenlos abiertos

-¿No es más extraño con los ojos abiertos? Digo… es solo prueba – Ante el asentimiento de ella, sonrió – solo se permite besar, se puede profundizar y eso, pero nada más… a y se honesta

-yo siempre soy honesta Rick

Decididos a comprobar quien era el que ganaba, Rick apartó las manos de las piernas ajenas y fue cerrando los ojos lentamente a medida que eliminaba la distancia entre ambos ¿Alguna vez se imaginó que las cosas serían así? No, pensaba que necesitaban otro momento crítico en su vida para poder lograr ese cometido, pero no se quejaba. Cualquier cosa que le permitiera acercarse más a Kate la iba a ocupar sin arrepentirse.

Notando que ella ya había cerrado los ojos, sonrió y terminó por unir sus labios de forma delicada. Deseaba poder abrazarla y por como titubeaban las manos de ella sabía que el sentimiento era mutuo. Definitivamente tenían que haberlo hecho antes.

De un momento a otro fue ella quien se hizo del dominio para ejercer un ritmo lento. Algo que disfruto enormemente, así que, sin preocupaciones la dejó demostrar sus habilidades. Beckett era bastante buena, pero Rick no quería quedarse todo el tiempo en la banca. Eso era una competencia y por lo mismo tomó las riendas del beso en cuestión de segundos. Ahora era su turno de demostrarle que tan bueno era besando.

Confiado de su habilidad, mordió el labio inferior de Kate y tironeó de él suavemente para lograr que soltara un jadeo a la vez que entreabría los labios. Una vez cumplido aquel cometido, Rick no dudo en introducir lentamente su lengua, solo para testear que no iba a ser golpeado nuevamente.

-alto… esto – Separándose rápidamente, Kate demostró estar sonrojada y algo nerviosa. Aunque evidentemente le gustaba - no es raro ¿Cierto?

-no, para nada… solo es una prueba

-es que… no hemos bebido y besarnos por segunda vez es… extraño

-Kate, yo bebí una cerveza - Encogiéndose de hombros, le tomó del mentón y sonrió con galantería – además solo estamos probando quien es el mejor, yo no encuentro raro besarte

-es incómodo si no se pueden ocupar los brazos – Susurró moviendo sus manos nerviosas

-si, además no podemos demostrar todo lo bueno que somos

-hay que eliminar esa regla – Nuevamente sus labios se rozaban delicadamente sin llegar a ser un beso por completo

-eliminada… completamente eliminada

Sonriéndose mutuamente, retomaron el beso aunque esta vez sus manos libres se encargaron de abrazarse para poder hacer evidente la pasión que antes resulto media extraña. Rick volvió a introducir su lengua en la cavidad de la detective y ninguno dudo en iniciar una danza ¿Cómo era posible escoger mejor besador si ambos estaban encantados? Sus cuerpos se acomodaban perfectamente y eso que solo estaban probando suerte con sus bocas, nada más.

Sintiendo que eso no era suficiente, Rick llevó su mano por la cintura de Kate y acarició su espalda baja solo para producir un temblor. Uno suficiente que le permitiera un mejor acceso y así llevarse el liderazgo del ósculo.

-sigo dudando que seas el mejor Castle – Susurró por sobre sus labios sin dejar de verlo- necesitamos otro beso

-probemos de nuevo

Ella le devolvió la sonrisa traviesa e iniciaron otro ósculo mientras sus manos intentaban unir más sus cuerpos. No importaba el chirrido constante de las cadenas que los unía, lo único que les preocupaba era poder sentir algo más de piel entre ellos. Habían esperado demasiado como para detenerse ahora.

Cuando estuvieron a punto de empezar a quitarse la ropa, sin siquiera medir consecuencias, escucharon los murmullos de sus compañeros. Asustados, se separaron un poco y agudizaron el oído notando que la voz más notoria de todas era la de Gates haciendo que un único pensamiento se formara en sus mentes "estamos jodidos".

Sin quererlo realmente, se acomodaron la ropa y respiraron hondo antes de que Gates les abriera con el peor humor del mundo. La mujer los retó por salir sin celular y luego siguió reprendiendo a Esposito y a Ryan porque estaba segura que los causantes habían sido ellos. Aunque los chicos se empecinaban en negar todo.

El momento en que por fin había sido liberados de las esposas, ambos se miraron con un poco de decepción, aun así no lo hicieron demasiado evidente.

Kate se levantó y sin dudarlo lo ayudó a hacer lo mismo.

Fue en ese momento en el que todos se dieron cuenta de que Rick estaba adolorido – cosa que Lanie celebró-, pero no fue solamente eso. Sino que los dos mantenían un leve sonrojo y sus ropas no eran las más ordenadas a pesar de ser deportivas. Evidentemente se habían besado, pero no entendían porque tenían la ropa tan desordenada, no era necesario para un beso ni para un golpe tenerla así.

-tuvieron sexo, estoy seguro – Informó Espo solo para sus dos amigos

-claro que no, pero esos dos se besaron, de eso estoy seguro – Le contradijo Ryan sonriendo ampliamente. En realidad le gustaba esa pareja

-¿Están ciegos? Kate esta arrepentida y Castle apenas puede caminar – Sonriendo Lanie se unió a la conversación – Kate lo golpeó… pero también creo que hubo un beso, uno pequeño

-ves la mano de Kate –Alarmado, Espo apuntó a la detective haciendo que todos abrieran la boca – está en el trasero de Castle. En su maldito trasero

-pues ahí debes agarrar mejor al escritor, ve el cuerpo que se gasta – Riéndose Lanie, los dos hombres negaron con la cabeza

-¿Realmente están juntos? – Ryan se mostraba dudoso, pero no escéptico

-no, pero en el matrimonio lo estarán – Aseguró la forense

-yo digo que después de mi matrimonio, un día o dos lo estarán – Fue esta vez Ryan - ¿Y tú Javier? ¿Le entras?

-si el gallina de Ryan apuesta, pues que se jodan todos – Abrazando a sus dos interlocutores, amplió su sonrisa como ellos- hoy hay sexo y antes del matrimonio de Ryan estarán saliendo… apuesto todo, incluso mis vacaciones

-entonces Javi dice que es antes, yo digo que es durante y obviamente Ryan se queda con después – Confirmó Lanie aplaudiendo – esto será entretenido

Los tres se dieron la mano mientras seguían de cerca a la parejita, aunque no lograron subirse al ascensor, ya que Kate, cuando nadie se dio cuenta, se giró para verlos de manera amenazante. La castaña no había dudado en apuntar a cada uno para que esperaran una buena venganza, aunque eso pasó a segundo plano cuando la chica volvió a centrarse en Rick.

Sonriendo los tres, esperaban ver como se iba a desenvolver todo ese ajetreo. Solo esperaban poder ganar la apuesta y obviamente no dudarían en dar un empujoncito para poder lograrlo sin dificultades.


hasta aquí llegamos

espero que les haya gustado y el prox capitulo - final - sera subido la próxima semana. quería que fuera uno, pero no tengo poder de síntesis...

esperando sus comentarios, me despido~

se me cuidan, un beso y un abrazo.

atte

Zack Engel~