— aparece misteriosamente desde las sombras — ¿Qué tal les va chicas? Esta es mi primera historia en fanfiction sobre Amour Sucre, o como muchos aquí lo conocerán como Corazón de Melón. Antes que nada, quiero darles las gracias si han decidido leer mi fanfic, realmente estaré agradecida si alguien deja un review, que eso siempre me alegra :D Ahora antes de que comiencen a leer una cosita:

Disclaimer: Amour Sucre, Corazon de Melon, My Candy Love y derivados no me pertenecen, si me perteneciera, Castiel y Nath serian novios, Nina y yo acosaríamos a Lisandro a todas horas, Debrah seria condenada a arder en Hoguera-kun, Rosalia vendería fotos comprometedoras de los chicos en el mercado negro(?) y mi Sucrette se ligaría a Amber. Todos son propiedad de ChiNoMiko & Beemov.

Ahora si, pueden leer el fic cómodamente.


¡Junto a mi usuaria!

"¡Mucho gusto! Mi nombre es Flandre, soy una de las Sucrettes de Corazón de Melón, un juego para citas muy popular en Internet Hoy me encuentro viviendo junto a mi usuaria Melissa. Es una persona buena aunque algo floja e ingenua, pero si se enoja puede asustar tanto como cuando a Castiel se le rompe la cuerda de su guitarra… ¡Pero no te dejes engañar! Ella no dudara en defenderte si eres una buena persona, claro que si eres muy buena como yo…"

— ¡Flandre Beilschmidt-Kavner-Edelstein! — La llamó su usaría, caminando dando zancadas hacia ella.

— ¿Q-qué pasa? — Le contestó la Sucrette. Tantos apellidos que a ella le gustaba ponerle la confundía mucho. Debe de ponerse a hablar seriamente sobre esa obsesión a Hetalia.

— ¿Qué es eso de que te estás dejando molestar por "Hambrienta"?

— ¿Ha-hambrienta? — La pobre Sucrette la miro perpleja.

— Me refiero a Amber, hija de mis hijas — Le dijo mirándola con los ojos en blanco y cruzándose de brazos — ¿Qué es eso de que te ha quitado dinero de nuevo?

— P-pues… Veras yo estaba con Ken, cuando llegó con nosotros y nos quitó el dinero y…

— ¿Pero por qué no intentaste defenderte al menos?

— Bueno, es que eran mas y… — Pero fue interrumpida otra vez por su algo impulsiva usuaria.

— Eso no es una excusa Flandre, ten un poco de carácter, ¡diablos! —Le dijo con cierto tono irritado.

— Y-yo lo siento — Fue lo que atinó a decir la pobre Sucrette.

— ¿Ves? ¡A eso me refiero! Te disculpas por todo — Le reclamó mirándola a los ojos — Al menos defiéndete maldición…

Ahora sí que la pobre Flandre no sabía que decir, porque todo lo que le dijo era verdad. Era una persona que disculpaba fácilmente a los demás y con mucha disponibilidad para ayudar a los demás, incluso cuando ellos no la tienen. Por ende, los demás solían aprovecharse de su amabilidad (Claro, a excepción de Ken).

— Pero bueno… — Hablo de repente Melissa, retomando la palabra — Que se le va a hacer, ya me las arreglare con la bruja esa para que te devuelva el dinero. Que no porque sea hermana de Delegado-kun le tengo miedo.

—… Muchas gra-

— ¡Pero esta será la última vez! ¡Tienes que aprender a defenderte sola mujer!

— ¡Claro que sí! — Le contestó ya mas alegre.

Porque eso era una gran mentira, y de las grandes. Su usuaria siempre saldrá a defenderla de los demás. A protegerla. A quererla y sobre todo…

A estar siempre junto a ella.


Si han llegado hasta aquí, se merecen otro agradecimiento, en serio. Muchas gracias por leer. Si no dejan review, me veré en la necesidad de comerme sus piernas, están advertidos ^^