N/A: ¡Buenas! Vengo a dejarles este mini One Shot. Espero que les guste. Besos.


TAL VEZ


Hermione siempre supo que Draco Malfoy era su enemigo. Lo supo desde que lo escuchó burlarse del largo de sus dientes y del volumen de su cabello. Lo supo desde que no tenía amigos y aún cuando tuvo dos que se convirtieron en hermanos. Lo supo cuando lo sintió llamarla sangre sucia y cuando escupió palabras con veneno que demandaban que no lo tocaran.

Lo extraño, para Hermione, fue el momento en que Draco Malfoy siendo su enemigo, se hizo con cada parte de su alma. Tal vez era su corazón, o tal vez, y esto tendría más sentido, fue su cordura. Pero años pasaron y así como podía nombrar cada instante en que supo que lo odiaría por el resto de su vida, nunca se volvió posible nombrar el exacto momento en el cual descubrió que no lo quería lejos ni por un segundo.

Tal vez fue cuando lo vio aparecer ensangrentado en la puerta de su casa y con lagrimas en los ojos. Tal vez fue cuando se quedó a su lado toda la noche, mientras vomitaba todo aquello que había tenido dentro por tanto tiempo, que lo hacía preguntarse si sería digno de salvación. Tal vez fue el verlo pelear a su lado, o como en plena batalla lo encontraba lazando furtivas miradas en su dirección, viendo si seguía viva, viendo si lo necesitaba.

Algunas veces, se preguntaba si su devoción no estaría vinculada al roce físico, al calor ajeno y la compañía en largas y oscuras noches. Entonces, Hermione, pensó que tal vez todo cambió cuando en medio de una pelea, los fríos labios de él que sabían a licor y los huevos revueltos del desayuno, chocaron contra los de ella con bronca. Tal vez, comenzó aquel amanecer en la cual sintió el dorso de su mano acariciar con cariño su mejilla, cuando se enteró que Ron estaba muerto. Tal vez, fue sentirlo entrar a su dormitorio en plena madrugada y escucharlo pedirle con la voz cortada que lo dejara quedarse con ella, porque esa noche era el aniversario de la muerte de Narcissa y no importaba cuan curtidos de mierda y violencia estuvieran, ese día él se seguía sintiendo como un niño pequeño que perdió a su mamá. Tal vez, y sólo tal vez, fue aquel atardecer en el cual estaban solos y aburridos y él la invitó a su dormitorio, y ella le dijo que si, por más que estaba aterrada y que nunca había hecho lo que él tenía en mente.

Hermione Granger no sabía en que momento el odio se había mezclado con ese algo más. Pensó que tal vez, no había sido el contacto físico, sino algo mucho más mundano. Tal vez fue cuando supo que tomaba su té amargo y sin leche, tal vez fue cuando supo que le gustaba dormir del lado izquierdo de la cama, o como odiaba que ella levantara las persianas a la mañana. Tal vez, fue cuando descubrió que adoraba las novelas románticas, por más que cuando había alguien más presente en la habitación, pretendía estar leyendo un libro de política o de quidditch. Tal vez fue cuando descubrió que sus pies estaban siempre fríos y sus manos siempre cálidas. Tal vez fue cuando pudo reconocer su perfume mucho antes de que entre en la habitación o cada vez que la dejó verlo llorar. Tal vez, tal vez fue la primera vez que lo escuchó llamarla por su nombre, o la vez que lo vio sonreír cuando ella usó el de él por primera vez.

Tal vez nunca lo sabría. Siempre tendría la certeza de cuando comenzó a odiarlo, pero nunca tendría esa misma certeza cuando se hablaba de amor. Porque, no sabría cuando ocurrió, no sabría como, pero si sabía lo que era y si sabía como se sentía.