Hola ¿como están? espero que bien, me presento ante ustedes como AthenaMalfoyBlack08, es la primera vez que público aquí en y la primera vez que público uno de Hey Arnold. Llevo escribiendo aproximadamente tres años pero solo originales. espero que les guste la historia y ya saben se acepta cualquier cosa solo denle click al botoncito verde de abajo.

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Una Nueva Vida

Prologo

Los primeros rayos de sol se colaban entre las persianas, dando en la cara a una joven rubia de diecinueve años, un poco incomoda decidió levantarse a pesar de que eran las seis de la mañana y sábado, sonrío mientras pensaba que las costumbres no se quitan mucho menos si es acostarse a las ocho y levantarse a las seis. Ese día tampoco trabajaba, así que tendría que idear algo para no aburrirse como ostra.

Cuando termino la preparatoria hace ya más de dos años, decidió mudarse a la Ciudad de Chicago en Illinois a un pequeño apartamento en la zona para poder estudiar así Periodismo. Una vez allí decidió buscar trabajo, para así no tener que depender tanto de Bob Pataki, ya tenía suficiente que se lo echaran en cara cada vez que la iban a visitar, el pequeño apartamento era de dos habitaciones, un baño, una sala y una cocina pequeña, pero para Big Bob doscientos dólares era demasiado para su padre, y eso que ella lo amueblo con el dinero que había ahorrado; encontró trabajo en una repostería, gracias a Dios que ella y Pheobe habían entrado en un curso de cocina en el verano y, con lo que ganaba se podía mantener sola, así Bob solo le daba un poco de dinero al mes ya que la universidad era pública.

Mientras se lavaba los dientes y la cara, se acordó que hoy su amiga Pheobe la iba a ir a visitar. De todos sus ex-compañeros con ella era la única que no había perdido contacto; en ese momento un joven con cabeza en forma de balón americano apareció en su mente, tanto tiempo sin verlo y aun lo amaba, lamentablemente nunca pudo llegar a nada más que una amistad con él.

Desayunó como de costumbre y se dedicó a leer un libro en silencio. Su calma duro poco, ya que unos débiles sollozos se escuchan detrás de su puerta. Impulsada por si curiosidad busco su llave, cuando abrió tuvo que llevarse sus manos a la cara para no soltar aquel grito que se formo en su garganta: al frente de ella en un moisés blanco se encontraba un recién nacido muy pequeño, amenazando con romper a llorar más fuerte; miró a su alrededor todavía ninguno de sus vecinos se había levantado, tomó la canastilla y cerró tras si la puerta, se sentó en el sillón de tela azul como todos sus muebles y tomo al niño en sus brazos.

Notó que era niña, estaba vestida con un body blanco, tenía un poco de pelo castaño oscuro y sus ojos delataban que cuando fuera mayor los tendría azules o verdes; no parecía tener más de una semana de nacida, a su parecer era simplemente adorable.

-¿Qué hago contigo? ¿Por qué tú mamá te abandono?- le preguntó a la bebé que solo la miro con ambas manos en su boca- veamos si hay algo aquí que me de una respuesta-busco con una mano en el moisés, inmediatamente notó que había un pañal desechable, una cobija blanca y un vestido rosado con escarpines, manoplas y gorrito. Por fin su mano dio con un papel, inmediatamente los desdoblo y lo leyó en voz alta- "No nos conocemos pero no me importa quien sea usted, solo quiero dejarle a está bastarda que nunca debió nacer pero mis padres no me dejaron abortar y ahora pensaran que ha muerto; no me quiero hacer cargo de ella, y ahora es su problema si se la queda, la da en adopción o la lleva a un orfanato"- Helga tenía los ojos abiertos de par en par- no puede ser, está mujer es una…cálmate Helga-con el tiempo Helga aprendió que las peleas y los gritos no servían de nada-no te puedo dejar en un orfanato y no puedo avisar a la policía, no vaya a ser que te devuelvan con está horrible mujer-se quedó callada mientra contemplaba una posibilidad-tal vez lo mejor para ti sería que te quedaras conmigo, yo te daría todo lo que no me dieron a mí-miro a la pequeña un momento más- ¿te gustaría que yo fuera tú madre?-parecía un disparate, pero desde el momento que la vio pareciera que la hubiera hechizado, esa niña la necesitaba-tomare eso como un sí, diré que eres mía por suerte el clima de aquí siempre me obliga a usar abrigos-guardo silencio un momento, de repente una idea cruzó su cabeza-debes tener hambre y esto lo vi en un documental en el canal de medicina, veamos si es verdad- abrió la blusa de su pijama y acercó a la bebé a su pecho, en el programa decían el deseo de mantener eses vinculo con un bebe , aun cuando no haya salido de tu panza, la mayoría de los casos ha sucedido en madres adoptivas, que aumenta mas el amor entre ambos, y en este caso ella era una ¿no?. Mientras está información acudía a su mente, sintió una punzada en su pecho seguido por algo caliente, bajo la mirada, notó que la niña movía sus garganta para traga sonrío, sin duda alguna nunca olvidaría ese momento, fue afortunado que se acordara de eso.

Vio que la bebé ya había terminado de comer, le sacó los gases suavemente y le volvió a hablar.

-vamos a bañarnos antes de que llegue tu tía Phoebe, le pediré que me acompañe a una clínica para que te revisen, así sabre si todo va bien contigo, después te llevare al registro y al centro comercial para comprarte algunas cosas- mientras decía estola puso en el moisés y se la llevo al baño, una vez ahí se desvistió ella y a la bebé, mientras chequeaba que el agua tuviera una buena temperatura, cuando se metió a la bañera le suyo hablando- necesitas un nombre, ¿sabes? A mi me gusta Caroline y también Jean, que tal Jean Caroline Pataki, no suena raro, Caroline Jean Pataki, así te llamaras.

Cuando termino de bañarse, vistió primero a la bebé y la puso sobre su cama, mientras ella arreglaba mirándose al espejo, ahí notó más que nunca todo lo que había cambiado: ya no andaba regalando puños a todo el mundo, esa faceta quedó atrás aunque todavía tenía ese mal humor y la determinación de no dejar que nadie le pase por encima, y por supuesto seguía escribiendo, solo que las musas variaban, ecepto cuando se trataba de un amor eso siempre tendría dueño; aunque no solo había cambiado espiritualmente, sino que física estaba más que cambiada ya no llevaba el moño en su cabeza, no ahora llevaba su cabello suelto sin ningún tipo de adorno, su cuerpo había crecido, ya no era el de una chiquilla sino el de una mujer completamente desarrollada, su única ceja desaparecía dando paso a dos delgadas, lo que no le gustaba era que todo el mundo le decía que era idéntica a Olga, aunque ella lo tenía que admitir, era verdad. Alejándose del espejo se dirigió al closet y saco un jeans negro, una blusa rosada y una chaqueta blanca, lo cual complemento con unos zapatos deportivos blanco, no se maquillo eso se lo dejaba a quienes quisieran esconder alguna imperfección, ante esto sonrío irónica quien iba a creer que Helga G. Pataki sería alguna vez los concejos de su fastidiosa hermana.

En ese momento sonó el timbre de la puerta, tomó a Caroline del moisés y con cuidado se la coloco en el hombro, sabía quien era, la única persona que la visitaba regularmente y tenia una llave del edificio, tomo la llave y abrió la puerta, al frente tenía a una Pheobe de diecinueve años, vestida con una falda azul y una blusa negra, quien al notar el bebé en el hombro de su amiga, lo único que pudo hacer fue abrir la boca en una perfecta O.

-Antes de que digas algo sera mejor que pase-haciéndole caso a su amiga se sentó en el sofá mientras Helga cerraba la puerta y hacia lo mismo.

-¿De quien es esa bebé Helga?

-Ahora es mía, su madre la dejó en mi puerta y dejo una nota donde dejaba muy en claro que no la quiere, La voy a registrar como mía, de ahora en adelante yo seré su madre.

-Ya veo que tomaste una decisión, y como tú amiga te apoyaré en lo que necesite- al terminar de decir esto Pheobe le sonrío y le dio un abrazo, teniendo cuidado con la pequeña-y ¿como se llama mi nueva sobrina?

-Caroline Jean Pataki.