Disclaimer: NADA ME PERTENECE. Los personajes son de la fabulosa Stephanie Meyer y la historia es completamente de la grandiosa escritora Venezolana Lily Perozo (serie: Dulces mentiras, Amargas verdades) La historia es Rated M, por contener alto contenido sexual. Yo los adapto sin fines de lucro, solo por mero entretenimiento.
Leer bajo tu responsabilidad.
Gracias a Lily Perozo, la autora por permitirme adaptar su historia, sin ella esto no fuera sido posible.
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Sinopsis.
La diversión se ha detenido, y el dolor he llegado a oscurecer sus corazones. Todos, sin excepción, serán perseguidos por sus pasados, horribles demonios que dejaran expuestas sus almas al dolor y la contundente revelación de sus historias escondidas.
Las cartas serán vueltas, y aún en contra de sus deseos, sus manos ocultas quedarán a la vista de todos, aun cuando sigan insistiendo en encubrirse tras muros que se desmoronan irreversiblemente.
Las máscaras serán destruidas y los verdaderos rostros saldrán a la luz, no importa cuánto corran a refugiarse tras la engañosa protección de las mentiras, las verdades emergerán inevitablemente.
En medio de la tempestad, el amor y la confianza serán el único bastión, una reconfortante isla que los fortalecerá. El perdón será la roca que afianzará sus vidas y les dará a todos su tan esperado norte.
Espero que les haya gustado el prologo.
No creen que merezca Reviews.
Las actualizaciones seran los dias Martes y Viernes.
Adelanto del próximo capitulo…..
—Y tú estás más centrado que nunca —dijo extendiendo la prenda interior femenina delante de su primo.
En el momento en que Jasper vio las pantaletas en las manos de Edward, las reconoció inmediatamente y no hizo más que tragar en seco para pasar el inesperado infortunio. Suplicó al cielo que su cara no lo delatara al perder los colores, sin embargo no pudo contener sus impulsos al arrebatarle la prenda.
—Ya sabes que las mujeres, los carros y las pesas son el centro de mi vida, en ese orden. —entonces colocó las pantaletas de Alice, entre sus muslos y decidió que era el momento de decirle a Edward—. Primo me gustaría hablar contigo, es algo serio. —y aunque estuviese preocupado, no podía evitar sentir el poder que la prenda tenía sobre él, porque sus testículos hormigueaban al sentir rozarla a través del pantalón.
