¡Hola chicas! Aquí me reporto con otra nueva locura a las que están acostumbradas ;)
Como saben, los personajes son propiedad de S. Meyer pero la historia si me pertenece!
Y como siempre digo, espero la disfruten :D
Ansioso, esa era la palabra que me podía describir en los últimos días desde que supe que la volvería a ver. También podía describirme la palabra distraído y nervioso, pero en este momento me quedaba con ansioso. La ansiedad me estaba consumiendo desde que desperté esta mañana, creo que cada quince minutos consultaba el reloj.
-"Edward cariño, recuerda que el ensayo de la ceremonia es esta tarde a las tres, por favor llega a tiempo... Sabes como se pondrá Alice si te retrasas"- la voz de mi madre me trajo de vuelta a la realidad, en estos últimos dos días se ha vuelto costumbre que mi mente divagara y se distrajera con facilidad... La anticipación me estaba consumiendo y no podía hacer nada por controlarla.
-"Lo recuerdo madre"- como no recordarlo si es ahí donde la veré a ella -"Estaré puntual, no te preocupes"- la tranquilicé con una pequeña sonrisa. Mi madre conforme con mi respuesta asintió en mi dirección y besó mi mejilla antes de marcharse de la oficina, seguramente para hacerle el mismo aviso a mi padre, ella sabía sobre nuestro pequeño problema con la puntualidad así que quería asegurarse de hablar con ambos.
Mi pierna se movía de arriba a abajo con insistencia mientras estuve sentado en mi escritorio, los planos hoy no tenían ningún sentido, no era capaz de realizar ningún trazo en este estado. Era increíble como ella podía afectarme tanto después de tanto tiempo.
Los documentos que me entregaron esta mañana seguirían en el mismo lugar hasta mañana, simplemente no puedo concentrarme en ningún jodido documento en este momento, sólo estaba esperando que el tiempo pasara hasta que llegara la hora que deseaba.
Normalmente soy un hombre que se concentra en su trabajo pero hoy me era imposible, durante una pequeña reunión que mantuve con mi padre, en más de una oportunidad tuvo que llamar mi atención por que sencillamente mi mente había decidido dar un paseo, pero gracias al cielo él decidió pasar por alto mi falta de concentración y no interrogarme como si lo hubiese hecho mi madre o Alice.
Juro que nunca se me había hecho tan largo un jodido día, cuando por fin era hora de marcharnos fui casi corriendo a buscar a mi padre, aunque él manejaba su auto y yo el mío sabía que si me marchaba sin él, mi madre y Alice me matarían… Si, para ser dos hombres adultos les teníamos bastante miedo a las mujeres de la casa cuando se enfadaban.
-"Estás demasiado ansioso Edward... No sabía que te emocionaba tanto el ensayo de Alice"- Mi padre estaba verdaderamente confundido pues aunque teníamos tiempo de sobra para llegar al lugar, yo lo estaba apresurando con insistencia.
-"Sólo evito que Alice nos mate"- intenté bromear logrando que Carlisle riera un poco por lo que supe que me había creído.
Ambos nos pusimos en marcha hasta el lugar que mi madre nos había informado, estaban varios carros estacionados alrededor por lo que era probable que ella ya estuviera aquí.
Rápidamente me bajé del vehículo y quería entrar para inspeccionar a las personas que estaban allí dentro pero mi madre se interpuso en mi camino.
-"Cariño ¡Llegaron incluso antes de la hora!"- Mi madre rebosaba alegría por ese hecho... Digamos que mi padre y yo siempre nos sumergíamos tanto en el trabajo que teníamos la tendencia de llegar tarde... Pero hoy no.
-"Te di mi palabra de que llegaríamos a tiempo mamá"- le respondí viendo hacia donde se encontraban el resto de las personas.
-"¿Estás bien Edward? Esta mañana también estabas un poco distraído"- Oh mierda, esa mirada de preocupación en ella, no había intentado disimular frente a mi madre y ahora venía ella con su interrogatorio. Extendí mi mejor sonrisa en mi rostro para distraerla antes de responder.
-"Estoy bien madre, supongo que estoy un poco nervioso... Después de todo soy el padrino y el hermano de la novia"- ¡mentiroso! gritó mi conciencia pero la ignoré. Mi madre soltó una risita y supe que me había creído.
-"Te entiendo cielo, yo también estoy un poco nerviosa"- me confesó y me encontré sonriéndole cálidamente, no había demostrado estar para nada nerviosa hasta ahora. -"Oh mira ahí viene Bella, ¿Te acuerdas de ella cariño?"- y cómo un resorte me giré hacia donde mi madre está señalando.
Y allí está ella...
Santa mierda
¿Que si la recuerdo? La pregunta sería ¿Cómo olvidarla?.
Ella se acercaba con un sencillo vestido negro que se ajustaba perfectamente a su hermoso cuerpo, su cabello castaño lo tenía suelto y caía en ondas libremente hasta llegar a su cintura y en sus pies tenía unos tacones altísimos que le hacían lucir sus piernas aún mas largas y exquisitas. Mi boca se secó con solo verla y sentí mi corazón detenerse por unos instantes.
Estaba aún más hermosa que antes.
Bella... Susurro en mi mente recordando el momento en que la conocí.
** Seis años antes**
Las vacaciones de primavera habían llegado y con ellas, la visita de mi hermana Alice. Ella estudiaba en Nueva York por lo que desde los últimos cuatro años únicamente la veo en vacaciones y el hecho de que pasara con nosotros esta semana me alegraba enormemente -aunque jamás se lo admitiría-.
Yo fui el encargado de venir a buscarla al aeropuerto, a ella y a una amiga que había invitado a casa, en cuanto llegué al aeropuerto note que el avión en el que venían había aterrizado hace algunos minutos, suspiré de alivio al saber que no tendría que esperar demasiado.
Efectivamente, una media hora después salió Alice con un carrito lleno de maletas, rodé los ojos al ver la cantidad de maletas... Cualquiera aseguraría que estaba mudándose en lugar de venir de visita sólo por una semana.
Alice desde la distancia me reconoció y corrió en mi dirección empujando el carrito, cuando llegó a mi lado saltó a mis brazos como suele hacerlo desde que la pasé en altura -lo cual ya fue hace algunos años-. A pesar que mi hermana es cinco años mayor que yo, era bastante pequeña, con los tacones que traía apenas me llegaba a los hombros.
-"Oh Edward ¡Cuánto has crecido desde la última vez que te vi"- Chilló llamando la atención de la gente a nuestro alrededor pero no le di importancia, estreche fuertemente a mi hermana entre mis brazos y reí por su comentario.
-"No he crecido Allie, tú estás más enana"- La verdad es que si había crecido varios centímetros en estos meses pero adoraba hacer molestar a Alice, ella simplemente rió cantarinamente ante mi broma y me golpeó levemente en el brazo.
-"Te he extrañado hermanito"- susurró como si me estuviera contando un secreto de estado, sonreí al escucharla, yo también la había extrañado y ella lo sabía. Antes de que pudiera decir algo más ella recobró su habitual energía y empezó a dar pequeños saltos. -"Oh Edward, ella es Bella, mi mejor amiga"- Fue ahí cuando me percaté que siempre habíamos tenido un espectador en nuestro pequeño intercambio, pero cuando dirigí mi mirada hacia donde Alice me indicaba, mi mandíbula por poco cae al piso. -"Bells, él es mi hermanito"- Una hermosa morena estaba frente a mí sonriéndome cálidamente, tenía los ojos color chocolate, su cabello castaño llegaba un poco más abajo de sus hombros, vestía un jean acompañado por una sencilla remera azul y unas converse. Era perfecta, hermosa... Aun más hermosa que Tanya.
-"Me alegra conocerte al fin Edward, Alice me ha hablado mucho de ti"- Ella extiende su mano hacia mí y me tomó más de un segundo recomponerme, le respondí el saludo estrechando su mano y sentí una extraña corriente en mi mano hasta extenderse por todo mi cuerpo... Esto era tan extraño.
-"Lo mismo digo Bella, es un gusto conocerte"- Logré conseguir que mi voz saliera decentemente firme para no avergonzarme frente a la amiga de mi hermana.
-"Basta de presentaciones y ayúdanos con nuestro equipaje hermanito, muero por llegar a casa"- Y cuando mencionó las maletas recordé la cantidad que traía y decidí molestarla un poco.
-"¿Vienes por una semana o por un año Alice?"- Ella rió divertida al escucharme pero se encogió de hombros quitándole importancia al asunto.
-"Nunca es demasiada ropa Edward, nunca lo olvides... Ahora se un caballero y ayúdanos con eso"- Me permití observar nuevamente a Bella y noté que ella únicamente traía una pequeña maleta, hice el ademán de ayudarla pero ella negó rápidamente.
-"Puedo perfectamente con esto Edward, muchas gracias... Creo que con el equipaje de Alice tienes suficiente"- soltó una risita y yo me encontré como un idiota correspondiendo aquella sonrisa.
Aquella tarde fue de total alegría en la casa, mis padres estaban encantados por tener a Alice de vuelta en casa -así sea por una semana- y también estaban encantados con Bella, la adoraron desde el momento en que los presentaron. Definitivamente Bella y su dulce sonrisa nos encantaron a todos los Cullen.
Desde que ellas llegaron había descubierto que Bella era más que su belleza física, era bastante inteligente y compartíamos un sentido del humor un poco negro, la verdad es que congeniamos realmente bien por lo que era bastante agradable entablar conversaciones con ella cuando estaba en casa.
Hoy era su tercer día en casa y nos encontrábamos los dos solos, mis padres habían asistido a un almuerzo de negocios -que seguramente se extendería hasta la noche- y Alice no sabía exactamente a donde se había ido. Estábamos los dos viendo una de esas series antiguas y comiendo palomitas cuando mi teléfono empezó a sonar.
Tanya...
-"Hola Eddie"- Fruncí el ceño por el apodo, no terminaba de acostumbrarme a que me dijera así.
-"Hola Tanya"- La saludé y sonreí a través del teléfono.
-"Sólo quería recordarte que mañana temprano me iré de vacaciones ¿No vendrás a verme?"- Podía imaginar el puchero que estaba haciendo al otro lado de la línea -"Mis padres no están y regresarán tarde hoy, podríamos aprovechar y... Ver alguna película"- Santa mierda, sabía perfectamente que quería decir realmente con eso, mis manos empezaron a sudar sin poder evitarlo.
-"Uh, yo... No puedo ir Tanya"- El miedo y los nervios me atacaron... Otra vez.
-"¿Por qué no?"- Preguntó y sentí la decepción en su voz. Quería golpearme a mí mismo por ser tan estúpido ¿Por qué no podía decir que si e ir a su casa? Por cobarde, me respondió mi subconsciente. En lugar de corregir a mi subconsciente y demostrarle que no era ningún cobarde, preferí estrujar mi cerebro en busca de una excusa aceptable.
-"Hay invitados en casa Tanya, sería descortés de mi parte marcharme si no hay nadie más de la familia"- hablé en voz baja. Escuché el bufido por parte de Tanya y una vez más quise golpearme.
-"Bien, como quieras... Te veré la próxima semana"- y con eso finalizó la llamada.
Me quedé viendo el teléfono con el ceño fruncido ¿por qué era tan cobarde?, ¿por qué no podía simplemente aceptar la oferta de Tanya y tener sexo con ella?, obviamente la deseaba pero mis miedos eran más fuertes.
-"No te sientas obligado a estar todo el día aquí conmigo Edward"- la voz de Bella hizo que me sobresaltara, por un momento había olvidado que ella estaba junto a mí. Regresé el teléfono al bolsillo de mi pantalón y le sonreí despreocupado.
-"No me siento obligado Bella, me agrada pasar tiempo contigo"- ella me sonrió dulcemente, no me atreví a decirle que en realidad la había utilizado como excusa para no tener sexo con mi novia... Ni yo mismo podría creerlo.
-"¿Era tu novia?"- Preguntó y yo asentí, la verdad es que no sé que demonios éramos Tanya y yo pero podría decirse que teníamos una relación. -"¿Y qué quería?"- demonios ¿no podía seguir viendo la serie y olvidar el tema? Suspiré y traté de fingir indiferencia.
-"Oh, es que se irá de viaje mañana y quería que viéramos alguna película en su casa antes de que se marchara"- concentré mi mirada en el televisor y me encogí de hombros como si fuera algo totalmente normal, pero un jadeo de Bella hizo que girara mi vista hacia ella.
-"¿Sabes que definitivamente esa fue una llamada de sexo, cierto?"- Chilló y si hubiese sido en otras circunstancias quizás estaría riendo por el gran parecido que ahora tenía con Alice. -"Al demonio con pasar tiempo conmigo Edward ¡ve por ella!"- ella reía y chillaba emocionada pero yo negué de inmediato.
-"No puedo"- Contesté un poco cortante, noté su ceño fruncido pero no se dio por vencida.
-"¿Por qué no puedes?"- me insistió, yo sólo quería que se abriera la tierra y me tragara en este instante.
-"No quiero hablar de eso Bella"- le suplique pero supe que ella no sacaría el dedo del renglón.
-"Oh vamos Edward, confía en mí"- ella apretó mi mano y de pronto sentí que podía contarle, quizás ella me entendería.
-"Yo... Tengo miedo"- le confesé sin mirarla a los ojos... Esto era tan vergonzoso.
-"¿Miedo?"- Preguntó confundida pero después de unos segundos el entendimiento brilló en sus ojos -"Oh, tú nunca has tenido..."- Negué rápidamente antes de que si quiera terminara la pregunta, ya era bastante vergonzoso como para admitir que a mis casi 18 años jamás he tenido sexo. Bella se sorprendió ante mi confesión pero rápidamente colocó su mano sobre la mía una vez más para darme apoyo. -"Todos tenemos miedo antes de nuestra primera vez Edward, es normal... Pero debes dejar ese miedo a un lado"- Supe que estaba siendo sincera y también sabía que ella tenía razón. Por un extraño motivo decidí ser completamente sincero y abierto con ella.
-"Lo sé Bella, pero es que Tanya ya es... Experimentada ¿Y si resulta que soy un desastre? ¿y si no le gusta?"- compartí mis miedos con Bella, sentía que ella podía entenderme y sorprendentemente no estaba resultando tan difícil como creí.
-"Te entiendo Edward yo también tenía todos esos miedos cuando iba a perder mi virginidad... Claro que mi caso para ambos fue nuestra primera vez, pero las dudas y el miedo igual estaban allí"- ella me sonreía pero yo seguía con el ceño fruncido, seguía con miedos y ella lo sabía. De pronto la determinación cruzó su rostro y rápidamente saltó del sofá colocándose de pie frente a mí. -"Yo te enseñaré algunas cosas"- ella me dio una sonrisa radiante, de esas que deslumbran a cualquiera y más a un adolescente hormonal como yo.
-"¿A qué te refieres?"- pregunté frunciendo el ceño.
-"Tú y yo tendremos sexo Edward"- y juro que mi mandíbula llegó al piso en ese instante.
Sentí mis pantalones apretarse en la zona de mi miembro.
-"¿Qué?"- Pregunté ahogadamente. Fruncí el ceño confundido ¿Acaso esto era una broma? Pero ella seguía sonriendo.
-"Vamos Edward, tú quieres dejar de ser inexperto y yo puedo enseñarte algunas cosas, no es la gran cosa"- Se encogió de hombros como si estuviéramos hablando del clima.
Extendió su mano hacia mí y supe que sería un completo idiota si no la tomaba.
Santa mierda.
Tendré sexo por primera vez con la sexy mejor amiga de mi hermana... Cinco años mayor que yo.
Cuando llegamos a mi habitación veía nerviosamente a Bella ¿Y ahora qué?.
-"No estés nervioso Edward... Relájate"- Ella posó sus labios sobre los míos y sentí como millones de chispas saltaron entre nosotros. Wow... Jamás había sentido estas chispas antes.
Cuando ella hundió sus dedos en mi cabello reaccioné, pase mis brazos por su cintura atrayéndola más a mí y profundizando el beso de inmediato. Su lengua se encontró con la mía rápidamente y disfruté de su sabor por varios minutos... Si que besa bien. Cuando el aire nos hizo falta nos separamos y una sonrisa coqueta adornaba su hermoso rostro.
-"Definitivamente en el departamento de besos no necesitas ninguna ayuda"- ella reía divertida y de inmediato mi sonrisa torcida se hizo presente. -"Ahora desnúdame"- sentí mi garganta cerrarse ¿En serio esto iba a suceder? Creo que una parte de mí estaba esperando que Bella riera y me dijera que todo era una broma pero la mirada que me estaba dando me decía que era esto iba en serio.
Con las manos temblorosas tomé la remera blanca que tenía puesta, se la empecé a quitar lentamente, ella levantó los brazos para facilitarme la labor y quedó ante mí con un sujetador del mismo color.
Saboree mis labios en cuanto la vi, mi miembro ya estaba duro desde que me propuso hacer esto y para este instante la erección ya se estaba haciendo dolorosa. Dejando un poco la timidez me atreví a quitarle también el pantalón corto que tenía puesto, las bragas estaban a juego con su sujetador y me quedé observándola como un idiota... Es hermosa.
Con un gesto me indicó que le quitara el sujetador, y así lo hice, dejándola totalmente desnuda de la cintura para arriba.
-"Para ser la primera vez que abres un sujetador lo hiciste realmente bien"- ella Bromeó conmigo y mi sonrisa de orgullo no se hizo esperar... La verdad es que agradecía que el broche haya cedido fácilmente. Mis manos ansiaban tocar sus pechos así que lo hice, los podía abarcar completamente con mis manos, no eran demasiado pequeños ni demasiado grandes, eran... Perfectos.
Roce sus pezones con mis dedos y los sentí endurecerse por mi tacto, me gustaba causarle esa reacción por lo que me dediqué a mi tarea por más tiempo. Me sentía como un niño con juguete nuevo... Definitivamente estos serían mis nuevos juguetes favoritos.
Fruncí el ceño cuando ella se apartó un poco, yo quería seguir acariciando sus pechos pero no tuve tiempo de quejarme pues sentí sus manos sobre mí para quitarme la remera negra que aún tenía puesta.
Cuando tuve el torso descubierto, Bella me acarició, pasó sus manos por mis hombros enviando cientos de pequeñas descargas por todo mi cuerpo, sentía mi cuerpo entero arder sólo con sus caricias. Fue bajando sus manos por todo mi torso hasta llegar al borde de mis pantalones, sentí mi respiración acelerarse pero ella sólo me dio una sonrisa coqueta cuando desabrochó el pantalón y lo dejó caer hasta el suelo.
Bella aún sonriendo me hizo caer sobre mi cama y se sentó a horcajadas sobre mí, nuestros sexos se rozaban por encima de las únicas prendas que teníamos puestas y gemí vergonzosamente por la sensación.
Se inclinó hacia mí para unir su boca a la mía, la besé desesperadamente y ella me respondía de la misma manera. Besó y mordisqueo mi barbilla logrando que soltara varios gemidos y fue repartiendo besos descendiendo hasta llegar a mi miembro, lo acarició por encima de mi ropa interior y después de unos pocos segundos se deshizo de esa molesta prenda con un poco de ayuda de mi parte.
Mi miembro quedó libre y totalmente erguido ante ella, se saboreó los labios sin quitarle la mirada de encima y solo eso me estaba llevando al límite.
-"Definitivamente estás muy bien dotado"- su voz ahora era ronca, gemí sonoramente cuando sentí su mano sobre mi miembro, ella me miró sonriendo y con un brillo en la mirada antes de hablar -"Y ahora Edward, te haré tu primera mamada"- Abrí los ojos como platos al escucharla y la observé llevar mi miembro hasta su boca.
...Jodida mierda...
Iba a morir, juro que moriré en este instante, pero sin duda moriría feliz. La observaba subir y bajar con su habilidosa boca envolviendo mi miembro, lo poco que no podía abarcar con ella, era eficientemente atendido con su mano, su lengua jugueteaba a sus anchas llevándome directo al borde sin retorno. Bella tenía su mirada conectada a la mía y era condenadamente sexy verla así.
-"Bella, me voy a venir"- le advertí pues sentía que estaba por explotar. No sabía si Bella disfrutaría que acabara en su boca por lo que tuve que advertirle, pero ella no me prestó atención y siguió con su labor.
-"Joder"- gemí sonoramente cuando me vine unos pocos segundos después, abrí los ojos como platos al notar que Bella no dejó que cayera ni una sola gota de mi líquido fuera de su boca... Joder, eso fue sexy.
Bella sonreía coqueta mientras se me acercaba, tomándola por sorpresa la atraje rápidamente hacia mí estrellando mis labios con los suyos y girándola para que quedara bajo mi cuerpo en el mismo movimiento. Ella jadeo por la sorpresa pero respondió a mi beso con la misma pasión, llevó sus manos hasta mi cabello, me encantaba cuando ella me tocaba y así me lo confirmaba mi miembro que ya empezaba a cobrar vida nuevamente.
Me negaba a separar mis labios de su cuerpo por lo que al sentir que nos hacía falta el aire desvié mis labios hasta su cuello, ella soltaba pequeños gemidos lo que quería decir que no lo estaba haciendo tan mal. Llevé mis manos a sus pechos y sonreí al reencontrarme con ellos, me encantaban, así de simple.
-"Haz lo que quieras con ellos Edward... Masajea, succiona o mordisquea. Eso vuelve loca a cualquier mujer"- su voz era ronca y mordía su labio inferior mientras hablaba. Ella dijo que me enseñaría y si que lo estaba haciendo.
Hacer lo que quiera... Sonreí ante eso, quería hacer todo lo que Bella me dijo, quería que ella disfrutara igual que me hizo disfrutar a mí. Llevé mi boca hacia uno de sus pechos y tal como ella me indicó, saboree, succione y mordisquee levemente sus pezones, la sentí arquear su espalda hacia mí y los gemidos se hicieron cada vez más altos.
Adoraba ese sonido, y saber que era yo quien le estaba provocando esto me llevaba al límite, si por mi fuera seguiría haciendo esto todo el día para no dejar de escucharla gemir. Atendí de la misma manera su otro pecho hasta que se me ocurrió algo.
-"¿Puedo... Puedo hacerte lo mismo que me hiciste?"- le pregunté tímidamente, no sabía como hacerlo pero si puedo darle a Bella la mitad del placer que ella me dio a mí, lo haré encantado. Ella me miró sorprendida pero complacida al mismo tiempo.
-"Si Edward, me puedes hacer sexo oral... Nosotras también lo disfrutamos en gran medida"- Sonreí ansioso por tocarla y saborearla por completo.
Bella me orientó en mi labor por lo que ahora me encontraba muy a gusto saboreando aquella parte tan íntima de esta mujer que me estaba volviendo loco. Hacía especial énfasis en el pequeño botón de placer pues sabía que eso hacía enloquecer a Bella, ella se retorcía gimiendo audiblemente y era jodidamente excitante saber que era yo quien le causaba esa reacción.
Aventurándome un poco, introduje uno de mis dedos en su interior, era cálido y estrecho, ella gimió aún más cuando sintió la intromisión, sabía que estaba haciendo lo correcto así que introduje un segundo dedo moviéndolos ambos en su interior... Entraban y salían constantemente hasta que sentí sus paredes estrecharse aún más alrededor de mis dedos y Bella gritó mi nombre roncamente escuchándose en toda la habitación.
Joder... Ella ha tenido un orgasmo y yo se lo he causado. Una sonrisa de orgullo se plantó en mi rostro por aquello.
Su respiración era agitada y me sonrió ampliamente mientras intentaba calmarse.
-"Aprendes rápido Edward"- me alabó y mi sonrisa se amplió una vez más.
-"Es que tengo una excelente profesora"- Bella soltó una risita que hizo saltar a mi miembro -el cual ya estaba más que listo-. Ella notó mi reacción y sonrió mordiendo su labio. Quería enterrarme en su interior pero entonces recordé algo de gran importancia. -"Mierda Bella, no tengo condón"- juro que quise golpearme en ese instante ¿quizás puedo salir corriendo a comprar algunos a la farmacia? Pero antes de si quiera considerar hacerlo, Bella me sonrió tiernamente antes de hablar.
-"No hay problema por eso Edward yo tomo la píldora, tú definitivamente estás limpio y puedes estar tranquilo de que yo también lo estoy"- Si, definitivamente yo estoy libre de cualquier enfermedad de transmisión sexual y confiaba en lo que ella me decía. Suspiré de alivio cuando la escuché, eso quería decir que no habría ningún problema.
Jadee cuando por fin estuve en su interior, me deslice fácilmente en su entrada, ella era estrecha y sus paredes abrazaban perfectamente a mi muy ansioso miembro. Santa mierda, estar en su interior era jodidamente delicioso. Empecé a moverme lentamente disfrutando de la sensación, Bella envolvió sus piernas alrededor de mi cadera incitándome a aumentar la velocidad de mis estocadas por lo que le obedecí sin pensarlo.
Entraba y salía sin parar de su interior, este era mi lugar feliz. Aunque quería seguir en mi lugar feliz sentía que estaba apunto de explotar, no duraría demasiado y entonces recordé cuando hace un par de años escuché a Alice hablar por teléfono donde decía lo frustrada que quedaba cuando su novio de turno llegaba antes que ella y él no hacía nada al respecto. Sé que no era el mejor momento para recordar la vida sexual de mi hermana pero sabía que esa información era importante. No quería correrme sin que Bella llegara así que sin pensarlo demasiado llevé uno de mis dedos a ese pequeño botón de placer acariciándolo y estimulándolo tal como ella me había enseñado.
-"¡Edward!"- Gimió sonoramente, la sentí estremecerse tensándose a mi alrededor y fue cuando me dejé ir.
La habitación se llenó de nuestros gemidos mientras me descargaba por completo en su interior y ella aún sufría los espasmos que le ocasionó el orgasmo. Me desplome sobre ella pero cuidando de no dejar que soportara todo mi peso, cerré los ojos tratando de calmar mi respiración agitada mientras sentía que ella acariciaba tiernamente mi cabello. Definitivamente esto era lo mejor que me había pasado en toda mi vida.
-"Mierda Edward, acabas de obtener un sobresaliente"- Sonreí ampliamente al escucharla, levanté la mirada hacia ella para encontrarme con su linda sonrisa, aquella sonrisa que me desarmó por completo cuando la conocí. Me incliné hacia ella, la besé ligeramente y salí de su interior -aunque yo era más que feliz allí- me coloqué a un lado de ella sonriendo como un idiota.
-"Eso fue increíble"- Seguía sonriendo como idiota pero es que era inevitable.
-"Si que lo fue"- me sonrió satisfecha -"Y con la práctica lo irás disfrutando aún más"- Mierda, yo quería seguir practicando con ella.
-"¿Podemos seguir ahora?"- pregunté esperanzado y sentí mi miembro cobrar vida nuevamente ante la posibilidad de una segunda ronda. Bella soltó algunas risitas divertidas al escucharme pero al notar que estaba duro una vez más me observó sorprendida.
-"Oh vaya, creo que he creado un monstruo"- Soltó algunas otras risitas antes de tomar mi miembro y comprobar que efectivamente estaba más que listo para una segunda ronda. -"Bien, pues vamos a satisfacer a la bestia"- susurró en mi oído antes de trepar hasta mí para enterrar lenta y tortuosamente mi miembro en su interior.
Gemí sonoramente ante la sensación, ella se quedó inmóvil por algunos segundos para después empezar a cabalgarme otorgándome una vista condenadamente caliente y llevándonos juntos al paraíso algunos minutos después.
El resto de la semana pasó en un borrón, Bella salía con Alice cada tarde pero en las noches me colaba a su habitación y teníamos sexo como conejos -era una gran ventaja que su habitación y la mía fuesen las más alejadas de toda la casa-. Me costaba mantener las manos alejadas de ella cuando estábamos en la misma habitación, sólo pesaba en hacerla mía una y otra vez...Ella no es tuya, me recordaba constantemente mi subconsciente pero yo lo ignoraba, cuando la tenía entre mis brazos ella era mía al menos por unos minutos.
Mi habitación, su habitación, el baño y la cocina fueron los lugares en que estuvimos juntos... Oh, en la cocina si que fue divertido, la adrenalina por el peligro de ser descubiertos era excitante.
Si de mí dependiera seguiríamos teniendo sexo en otras superficies de la gran casa, pero la semana llegó a su fin y con ella la visita de Bella y mi hermana.
-"Adiós Edward, gracias por una excelente semana"- Bella se estaba despidiendo de mí y agradecía que no hubiese nadie más presente pues así podía besarla por última vez. Ella me estaba sonriendo de aquella manera que tanto me gustaba. -"Estás más que listo para cuando tu novia regrese... La volverás loca"- Fruncí el ceño esta vez, ya no quería volver loca a Tanya, quería seguir volviendo loca a Bella. Me pareció ver un rastro de tristeza en su mirada pero estaba seguro que simplemente estaba proyectando mis propios sentimientos, era yo quien estaba triste por su partida.
No quise decirle adiós, sentí que si abría la boca sería para suplicarle que no se marchara y no podía avergonzarme de esa manera así que hice lo mejor que se me ocurrió; la besé lenta y apasionadamente, transmitiéndole todo este enredo de sentimientos que había en mi interior y cuando el aire nos faltó nos separamos, no necesitábamos más despedidas por lo que ella se giró y se marchó.
**Actualidad**
Para aquel entonces me costó superarla, había sentido una fuerte conexión con ella pero con el tiempo entendí que fue normal que sintiera aquello, después de todo ella había sido mi primera vez y por tanto las emociones habían sido tan fuertes.
Mentiría si dijera que nunca más había pensado en ella, pero también mentiría si dijera que no pude estar con otra mujer. Algunas veces se colaban en mis sueños recuerdos de aquella semana y debo admitir que cuando sucedía me despertaba bastante emocionado.
No la había vuelto a ver desde aquel día, al año siguiente tanto mi hermana como ella se graduaron pero por culpa de un jodido retraso en los vuelos no llegué a tiempo a su graduación y por lo tanto no la pude volver a ver. Después de eso, Alice había regresado a Seattle pero ella consiguió un gran empleo en Nueva York por lo que se quedó allá, sabía que ellas seguían siendo amigas y gracias a que mi hermana era muy comunicativa, siempre escuchaba alguna noticia sobre ella.
Pero entonces Alice anunció su boda y con ella la noticia de que Bella sería la madrina, fue inexplicable pero mi corazón se saltó un latido cuando me enteré que la volvería a ver después de seis años. Ya no soy el mismo chiquillo de diecisiete años pero ahora que la tengo en frente sentía que mi cuerpo y mi corazón reaccionaban de la misma forma que años atrás.
Bella saludó efusivamente a mi madre mientras yo no hacía más que observarla, bebiéndome su imagen. Me sentía como un adicto frente a su vicio después de tantos años de abstinencia... Fue entonces cuando ella notó mi presencia, por su rostro pasaron varias emociones; confusión, sorpresa, reconocimiento y algo más que no pude determinar.
-"Edward ¡Cuánto has crecido!"- Y ahí estaba esa sonrisa que yo tanto adoraba. Sonreí divertido por sus palabras, cuando me conoció éramos del mismo tamaño, pero ahora ella apenas sobrepasaba mi barbilla -Con tacones incluidos-.
-"Quizás fuiste tú quien se encogió algunos centímetros"- bromee un poco y fue un verdadero placer escuchar su risa. Quería estrecharla entre mis brazos pero en ese momento llegó un pequeño torbellino que se hacía llamar Alice y arrastró a Bella lejos de mí.
Aunque estuvimos juntos durante el ensayo -pues ambos éramos los padrinos-, realmente fue poco -o nada- lo que pudimos hablar, Alice no nos daba un respiro hasta que todo saliera perfecto como ella quería. Bella y yo compartimos algunas pequeñas sonrisas pero nada más allá de eso, joder, mis manos estaban ansiosas por tocarla... Su piel se veía tan tersa y hermosa igual que hace años, mierda, en estas últimas horas no he hecho más que recordar aquella semana.
-"Alice cariño creo que todos necesitamos un descanso"- ¡Gracias Jasper!, gritó mi interior. Sabía que no pedía el descanso para ayudarme pero igual lo agradecía.
-"De acuerdo, diez minutos y volvemos"- Alice suspiró resignada. Sonreí ante la oportunidad.
-"¿Te apetece una copa?"- Le pregunté a Bella quien estaba a mi lado.
-"Si, creo que necesito una copa urgentemente"- Soltó algunas risitas cuidando de que Alice no la escuchara, con el humor que tenía mi hermana hoy creo que nadie la quería molestar.
Le tendí mi brazo y ella lo tomó sin dudarlo. Sentí cientos de chispas por su toque, ambos nos miramos confundidos por un par segundos antes de iniciar nuestro camino hasta el pequeño bar... Ella también lo sintió, sonreí satisfecho por ello.
-"¿Cuándo llegaste a la ciudad?"- Pude haber ido a recogerte, como la última vez. Sonreí internamente recordando ese día.
-"Hace una semana"- Fruncí el ceño, ¿cómo es que tenía una semana aquí y yo no la había visto sino hasta hoy?.
-"Supongo que has estado sumergida con Alice en los preparativos de la boda"- Y por eso no te he visto. Conocía lo suficiente a Alice como para saber que llenaría a Bella con cosas que hacer para la boda.
-"Oh no, la verdad es que entre la mudanza y el nuevo empleo no había tenido tiempo para ayudar a Allie, hasta hoy"- Un momento ¿mudanza?, ¿nuevo empleo?... ¿Es que acaso existirá la posibilidad?.
-"¿Te estás mudando a Seattle?"- Pregunté rápidamente sin importarme que se filtrara la ansiedad en mi voz. Sentí una emoción inexplicable cuando ella asintió.
-"Me transfirieron a la nueva sucursal que inauguraron recientemente aquí en Seattle"- Bella y yo en la misma ciudad, aquella noticia me hizo sonreír, mis esperanzas se elevaron considerablemente. Haría todo lo posible por no desaprovechar esta oportunidad.
-"Bien pues entonces brindemos por ese nuevo empleo"- sonreí torcidamente... Y por la posibilidad de estar contigo una vez más.
-"Supongo que sigues trabajando con tu padre"- Habló después del pequeño brindis improvisado que propuse, sonreí internamente ante la posibilidad de que ella haya estado interesada en mi vida todo este tiempo, pero no me permití albergar muchas esperanzas, teniendo a Alice como amiga es seguro que hablara sin parar sobre nosotros sin necesidad de preguntarle al respecto, yo conocía de primera mano lo parlanchina que puede ser mi hermana.
-"Así es, empecé a trabajar con él desde que inicié la universidad, cuando me gradué ya tenía algo de experiencia"- Me sonrió. Cielos, me encantaba cuando ella me sonreía de aquella forma, descubrí que haría cualquier cosa por ver esa sonrisa siempre. De inmediato Alice llamó nuestra atención y pronto nos vimos sumergidos nuevamente en el ensayo para que todo quedara perfecto.
Para mi desagrado, al terminar el ensayo no pude hablar nuevamente con Bella, estaba impaciente por tener unos minutos más de su compañía, saber con exactitud donde vivía pero en lugar de eso me tocó observar como se marchaba con mi hermana a quien sabe donde. Creo que escuché mencionar algo sobre una pequeña despedida de soltera, suspiré resignado a tener que esperar hasta la ceremonia para verla una vez más... Serán dos largos días
-"Así que estás colado por Bella"- La voz divertida de Jasper captó mi atención que hasta ahora se encontraba en la carretera por donde había desaparecido el auto de Bella.
-"No sé de qué me hablas"- Mentí. Claro que sabía a que se refería.
-"No te hagas el tonto Edward, no le quitaste la mirada de encima en toda la tarde"- Demonios, pensé que había sido un poco más discreto. -"Tranquilo hermano, estoy seguro que nadie más se percató de ello"- Me sonrió con suficiencia el muy bastardo.
-"Creo que todo esto de la boda te está jodiendo el cerebro"- Mantuve mi mentira. Joder, Jasper es mi mejor amigo pero detestaba ese talento que tiene de leer a las personas, a veces resultaba exasperante no poder ocultarle alguna emoción pues con sólo verte lo sabía. Supongo que por eso hace tan buena pareja con mi hermana, ella dice que puede ver el futuro y él lee las emociones de las personas... Par de raritos juntos, una pareja perfecta si me lo preguntan.
Y precisamente por que es el futuro marido de mi hermana es que mantuve esa mentira, no podía arriesgarme a que le hiciera algún comentario a Alice, me negaba a que ella metiera sus narices en esto, además, Bella es su mejor amiga y no sabía exactamente como iría a reaccionar.
Estás muy seguro de que sucederá lo mismo que hace seis años. Se burló mi subconsciente. No, no estaba seguro de que sucedería pero joder, estaba dispuesto a hacer lo posible por estar con ella otra vez...mi cuerpo entero lo anhelaba.
Y bieen, ¿Qué les pareció? Recuerden que cualquier opinión me la pueden dejar en un Review! :D Espero actualizar el próximo -y último- capítulo pronto (Quizás algunos reviews me animen para actualizar más rápido Jaja).
¡Nos leemos pronto! Besos!
