Inuyasha

1 El suspiro de la felicidad.

Ha pasado cuatro años desde que Kagome volvió del presente y decidió quedarse con Inuyasha, ya se han casado hace un año con una ceremonia de bodas muy linda.

Kagome está embarazada en su Octavo mes y espera con ansias la llegada de su bebe. Bajo un árbol estaban acostados los dos mientras hablaban del nombre de él bebe.

-Si es niña Izayoi como tu mama, y si es niño Zotta como mi pequeño hermanito- Mientras decía eso, el la abrazaba más y escuchaba muy felizmente esas palabras.

-No importa el género, Kagome mientras este sano para mi estará bien.- Ella lo observo un instante se ruborizo, se sentó rápido pero se mareo- Tonta, no deberías hacer movimientos bruscos ten más cuidado, ahora llevas a otro ser dentro de ti- Le toco la panza y como respondiéndole le pateo. Con orgullo en su mirada sonrió a su amada y la beso con ternura.

-Inuyasha…. Tengo miedo de estar lejos de ti. Sé que es imposible porque eres muy fuerte….Pero-

-A qué viene eso, tan de repente, tonta no me iré a ningún lado y menos en este periodo.- La abraza de nuevo.- ¿Otra vez tienes eso sueños?- ella asintió muy triste.

-Esta vez…. Veo que estamos, así abrazados y de repente algo pasa y algo nos separa, cuando una pared gigante aparece y ya no te puedo ver…..Comienzo a pegarle para derribarla. Entonces el pozo que me lleva a casa aparece… Me absorbe, para no regresar nunca más. Luego al otro lado alguien me mata y es todo tan nítido. Tan real, es horrible. Lo peor es que lo tengo casi todos los días.- De sus ojos salen lágrimas, ella se arrima más a él. Para no pensar en todo eso.

-No dejare que nadie te haga daño o que nos separe-

-Lo sé, estoy muy feliz de estar a tu lado Inuyasha.-

Esa noche Kagome durmió muy profundamente sin pesadillas. Al día siguiente, ambos se levantaron sintiendo una presencia muy maligna acercarse. Inmediatamente Inuyasha llevo a la embarazada a la casa de Miroku y Sango. Al llegar se encontró con Kohaku y Kira en la puerta. Entro sin saludarlos ya lo haría después. Miroku, lo observo depositar a la embarazada al lado de su esposa e hijos. Con Shippo y Rin juntos.

-Hola a todos! Parece ser que hubo una reunión.

-Sí, esto era para dar la bienvenida al nuevo bebe que esta por tener Kagome. Íbamos a sorprenderlos hoy. Pero esa maldita presencia lo está arruinando todo.

-Gracias Miroku. Vamos a acabar entonces rápido con todo esto de una buena vez. ¿Alguna idea de lo que está pasando?-

- Parece ser que están intentando crear la Perla de Shikon de nuevo. Pero… Hay quienes dicen que solo con la alma de la sacerdotisa que logro hacerla desaparecer, de este mundo podrá ser autentica. –

-Entonces ¿Van detrás de mí? Dudo mucho que logren su cometido. Mi poder ha crecido, bastante. Aquel que quiera tocarme no podrá…. Será purificado.-

-No te podrán una mano encima. Kagome no olvides que estas embarazada, no debes hacer esfuerzos innecesarios. Quédate aquí. Por favor. ¡Vamos Miroku! Sango cuida de Kagome. Tú también Shippo.-

Al salir vieron un ejército de monstros, con una figura de un humano liderándola.

-Maldito no te dejare pasar.

Dentro de la cabaña, las niñas lloraban asustadas por los terribles sonidos del exterior. Sango y Rin intentaba consolarlas y frente a todo este caos, Kagome empezó a sentir dolores muy fuertes en su vientre.

-Sango, me duele-

-Kagome chan, tienes que respirar de seguro estas entrando en trabajo de parto.-

-Pero aún me faltan cuatro semanas no quiero esto así con Inuyasha afuera.-

-Escucha esto no se planeó simplemente paso. Ahora escúchame necesito que te concentres en respirar. Rin Se quedara con los niños y yo te ayudare te lo prometo.-

Luego de un largo labor de parto dio a luz a un bebe que lloraba muy fuerte. Entre la tensión de la lucha de afuera, Kagome se pudo relajar al saber que al menos dentro, estaba sano.

-Es una niña Kagome.-

-Izayoi. Mi dulce bebe. Dámela Sango. Es tan chiquita.- Él bebe al estar en brazos de su mama se calmó y rápidamente se quedó dormida. Rin se acercó con los niños y Shipoo.

-Es muy linda. Felicidades ya eres mama.- El zorrito hablo después.

-Felicidades Kagome ahora solo falta que Inuyasha pueda verla.

-Estoy tan cansada Sango.-

-Es normal. Te esforzaste mucho. Solo espero que todo esté bien afuera ya quiero salir para ayudar al monje-

Afuera él hubo silencio. Pero lo que vino a continuación nadie se lo espero.