La vida me permitió viajar a Europa y conocer cientos de lugares increibles.
Y como Hetalia se comió mi cerebro, estas son las historias que nacieron en esos lugares :)
No voy a seguir un orden especifico, ni una estructura, ni limitarme a grupos de personajes. Por esta vez, voy a seguir mi inspiración y escribir lo que se me venga a la mente. Es probable que salte de una ciudad a otra y despues volver a la primera y así.
Espero que les guste, este es mi pequeño regalo a la comunidad Hetalia en español que les puedo traer de mi viaje
Europa In Situ
Pequeños momentos, en pequeños lugares, en un pequeño continente.
Pais: Alemania
Ciudad: Berlin
Lugar: Brandenburger Tor (Puerta de Branderburgo)
Tiempo: Presente
Berlin I: Bandera
La puerta de Brandeburgo es hermosa. No había duda de porque Napoleón quiso llevársela. Gracias a dios que no lo hizo, luce tan bien Berlín. Su cuadriga no puede pertenecer a ningún otro lugar que el corazón de lo que alguna fue el Imperio prusiano, con aquella diosa que la lidera, que no hace más que recalcar el orgullo y la tradición que sienten por su águila y su cruz de hierro. Gloriosa con todo esplendor medieval como es sin embargo, a los ojos de Alfred toda su majestuosidad se pierde ante la vista de su querida y flameante bandera estadounidense, coronando un imponente edificio a la izquierda de la plaza.
Se giró buscando a su hermano, seguramente para hacer algún tipo de comentario sobre la gloria de su nación o algo por el estilo, su sonrisa mostrando todo el orgullo que le provocaba su bandera ondeando al viento.
Pero todo sentimiento patriótico paso a segundo plano al ver la expresión de Matthew, que llevaba su propia sonrisa ensoñadora, con un pequeño sonrojo que bien podría ser por el sol de Junio o simples exageraciones de Alfred. Su mirada enfocada en lado contrario derecho de la plaza, ignorando tanto a la bandera como al monumento, como a su hermano.
-¿Mat? ¿Por qué tan feliz?-preguntó Alfred con recelo sabiendo que no le había estado prestando atención
-E-eh, de que hablas, Al-titubeó un poco girándose a verlo
Aunque intento hacer como si no pasara nada, sus ojos lo delataron cuando no pudo evitar echar una ojeada más hacia esa otra bandera que flameaba justo del otro lado de la plaza. Según Alfred, su sonrojo se acentuó.
-¡Mattie!-se quejó el mayor de inmediato
-No, non, Alfred, no es lo que-…-
-Sí, claro, intenta disimular ahora. ¡Te vi con mis propios ojos!
-Bueno, sí, pero, no-…-
La discusión se perdía un poco entre tanto turista vociferando por ahí, y pronto pasaría a ser otra discusión más entre hermanos, aunque eso no le quitaba efusividad a los gritos de Alfred ni ayudaba al sonrojo de Matthew.
De fondo, la puerta de Brandeburgo seguía irguiéndose hermosa como debió hacerlo siempre, mientras a sus costados, cada una con edificio propio las banderas estadounidense y francesa competían por quién flameaba más elegantemente.
Y esto fue lo que me paso cuando llegue ahí. Primero vi la puerta, y dios que es hermosa! Y entonces vi la bandera de Estados Unidos, ondeando arriba de un imponente edificio que quizas era la embajada y quizás no, y fue como "Pfff, que raro. Tipico, queriendo llamar la atención como siempre" y entonces me di vuelta y estaba la francesa del otro lado y bueno, todo esto nació.
