Off to the races.

Nota: Absténganse a dejar comentarios negativo por la pareja.


Hawks está hecho de ensambles.

Tiene alas de cera, la piel de yeso y los cabellos de opal blanco apenas la luz lo toca. Sus alas están a medio derretir y a medio esculpir como todo él, sólo un poco quebrado en el interior. Es así como comienzan los cuentos de hadas con las venas abiertas de terror, ¿no? Sus guantes bien son la representación del terror de la tierra: bajo la tela los callos y las mallugaduras refulgen en carnes abiertas de tristeza y dolor una y otra vez.

Y sin embargo él es todo luz de su vida, fuego que habita en sus entrañas. Hawks es su pequeña estela escarlata que vive y tiene un comportamiento reprobable. Cuando las sábanas de un oscuro azul se vuelven un campo de batalla cada una de las heridas de sus cuerpos es abrazada por la sal que hay en Enji, atrapado en sus cadenas de fuego que lo encadenan a un odio ciego, Hawks termina apoyándose en su cuerpo y le dice mi señor, nunca te había visto tan guapo como ahora. Por que Hawks lo quiere, incluso en su pasado lleno de rencor y su presente lleno de la sangre de los enemigos que han caído bajo su tacto.

Hawks lo sigue, y hace lo que le dice.

Es muy atolondrado cuando se da cuenta de que lo sigue, y sus alas lo alzan tan alto hasta alcanzarlo que sus padres no son lo suficientemente precavidos como para advertirle que, si alza demasiado sobre el mar de sábanas en el que está, la cera terminará por deshacerse por el calor del sol y el salitre del mar y caerá en picada.

Inminente, a su muerte.

Y él cae, una y otra vez cuando el lecho los recibe a ambos y sus labios se vuelven de fuego a medida que Enji lo toca y su aliento se vuelve magma. Con tacto de ceniza y toda la cera a su alrededor, envolviéndolos en estrechos contactos que no pueden romper sin romper(se) sus alas y esperanzas por igual. Con un aplauso de la gente que se dispersa, Enji recuerda que Dédalo no debió amar tanto a su hijo si nunca le advirtió la cera se derretiría. Pero a los románticos les gusta el drama porque el romance solo en sí sería demasiado aburrido ¿no? En una sociedad donde al día siguiente no sabes si seguirás vivo ¿cómo nadie fue capaz de advertirle a Teseo que no siguiera los hilos de Ariadna hasta el laberinto?

Dioses.

Cuando Enji cierra los ojos bajo el tacto de cenizas de Hawks tampoco puede recordarlo. Pues lo único que Enji tiene son sus hambres carnívoras y sus dedos que quieren tomarlo en sus manos y amarlo hasta que se incinere y se vuelva sal en sus labios como el mar. Pues verlo revolotear por la habitación también lo vuelve loco y no lo deja descansar. Y si se pierden, la sal va a cubrir el mar de soledad.

Hawks se desarma.

Está hecho de engranajes que se van oxidando con el paso del tiempo y su mirada iba cayendo en espiral una y otra vez; allí donde estaba la piel de Enji que subía y bajaba, calma, dándole la razón. Pues la afirmación de valentía siempre la tuvo presente, su problema consistía en definir qué era exactamente la valentía cuando Enji lo miraba, serio y determinado hasta que su piel temblara y comenzara a sudar. Su hombre era un hombre malo, pero no podía negar que la manera en la que lo abrazaba y lo atraía a él lo tenía enganchado a él.

Incluso si sus alas se derretían un poco más cada vez, incluso si su propia luz se extinguía, incluso si el propio fuego de su interior lo lastimaba. Incluso si era así, Hawks esperaba que Enji lo besara con la boca abierta hasta que se fundieran el uno con el otro y tuviera que irse de su lado.

Hawks está derritiéndose.

Está tan loco, por ti, Enji, que va a rezar por ti hasta que vuelvas.

Y lamentes el día en que te dejaron sin él.