Me gustan, Augustus.
Me gustan.
Pensó mientras se deslizaba dentro de la cama.
A cada segundo, recordaba a Gus, sus perfectos ojos azules, su cabello caoba cayendo sobre su rostro y aquel día en el que lo había conocido.
En el fondo de la habitación sonaba el nuevo álbum de the Heltic glow, ese que salió poco después de la muerte de Augustus, ese que el jamás pudo escuchar.
Por alguna razón comenzó a llorar en silencio, desde que había recibido aquella carta, la había leído cientos de veces, casi se la sabía de memoria "no puedes elegir si van a hacerte daño en esta vida..."
De repente se quedo dormida, en cuestión de segundos estaba hundida en un profundo sueño.
Se vio a ella misma recostada sobre la cama de Gus. El estaba sentado en una silla jugando contrainsurgencia y ella comenzó a llorar.
-que pasa hazel grace? -pregunto Augustus mirándola a los ojos.
Ella dudo un segundo, pero finalmente le respondió.
-es que te extraño, gus- dijo mientras las lágrimas corrían por sus mejillas
Augustus pausó su juego y se acercó lentamente a hazel.
-hazel grace, extraño abrazarte, tocarte, hablarte , sólo que ahora puedo verte todo el tiempo y cuidar de ti desde el cielo.
Hazel comenzó a llorar más fuerte, y se sumergió en los brazos de Augustus, quien la miro triste
-tranquila-dijo mientras la miraba a los ojos- aún tienes una vida por vivir, y cuando se acabe, tendremos un infinito, para estar juntos- dijo en sus labios- para siempre -y entonces la beso
-lo prometes?-dijo hazel cuyo llanto se había convenrtido en pequeños sollozos
-bien-dijo gus
-bien-dijo hazel antes de besarlo y despertar.
Hazel grace lancaster murió un año después en el hospital infantil de Indianápolis, los médicos aseguran que cuando estaba a punto de morir, comenzó a susurrar una palabra "bien"