Nota: un reto para los artistas que no tenemos talento para participar en Inktober (?). Nah, la verdad es que se me hace más fácil escribirlos que dibujar. Iba usa una de las listas oficiales pero esta es una lista oficial del face: Retos Randoms de randoms fandoms. Según entendí es un fic por cada palabra de la lista que puede ser mencionada aunque sea una vez. Usaré cada fandom en el que estoy.

Esta vez me inspiré de una frase que encontré.

Ahora le toca a Nanbaka con un nuevo drabble a Jyugo.


Día 3: Bosque

De no estar tú, demasiado enorme sería el bosque.

-Kobayashi Issa.

Él no pidió nacer para ser abandonado desde bebé.

Él no pidió la vida de delincuente pero la vida lo llevó por ese camino.

Tan poco pidió ser capturado para ser experimentado.

No quería que su cuerpo cambiará pero lo hizo.

No quería tener esos extraños grilletes pero se lo pusieron.

Realmente su cabeza comenzaba a volverse loca con tantos problemas mentales que le hacían pensar en acabar con su propia vida.

Es como si estuviera en un bosque oscuro.

Un bosque lleno de neblina que le nubla su vista para escapar de la oscuridad.

A pesar que Jyugo era bueno siendo un fugitivo parecía que no podía escapar de esto.

Incluso podía escuchar cómo era perseguido por una extraña criatura que le atormentaba recordando su pasado y que siempre estará solo.

Hasta que una rama se rompió tras ser pisada, hasta que su nombre fue pasando a ecos y no susurros, y unas luces le cegaron.

Él fue capturado.

Aquel monstruo estaba por devorarlo.

Era su fin.

Eso creía hasta que las luces cegaron a la criatura, tomaron su mano para ayudarlo a huir de él.

Miro por delante, la neblina se dispersaba mostrando tres siluetas.

"Vaya fracasado que no puede huir solo…"

"Y se dice el rey de los fugitivos…"

"Jyugo-kun me ha defraudado otra vez…"

Esas voces sonaban en su cabeza.

"Jyugo, no olvides que tienes amigos para ayudarte cuando no puedas escapar de tus problemas"

Esas voces lo dijeron de forma unísona.

–Recluso número quince, ¿cuál es su deseo? -preguntó Hajime harto de la espera mirando la celda en la que estaba Jyugo- en unos cuantos segundos, dejarás de ser de la celda trece y perderás tu privilegio del deseo.

–¡Una segunda oportunidad! -gritó llorando al piso entre las esposas.

Ahora que lo pensaba, ya no andaba solo.

Tenía gente que se adentró a su bosque a buscarle y salvarle.

Y esa misma gente lo espera, en su hogar, la celda trece.