Weight of the world
Chapter 1- No necesito más
Que relajante exquisita y única sensación es esta. El sentir el aire calido de una calurosa tarde de verano. Es una de mis pasiones más anheladas ya que casi nunca tengo tiempo a disfrutarlas. Debo salir rumbo a la facultad a temprana hora de la mañana y llego a casa totalmente exhausta y sin ánimos a entrada la noche. Sí, mi carrera es muy egoísta y exige demasiado tiempo de mi parte, pero quiero llegar a ser una de las mejores médicos de mi país y se que voy a lograrlo. Cuando pienso en ello me dan intensas ganas de reír ya que en la secundaria mis compañeros me llamaban la ¿Traga libros? Pues si, que mas da era una total n-e-r-d y lo asumo, cada una de estas letras me describía ¿Y que? Estudiar siempre fue un hobbi para mí. Esperen no quiero que suene a tragona, pero la verdad es que disfrutaba haciéndolo.
No tenía amigos y era demasiado antisocial para mi gusto y para el de los demás esta claro.
Pero en algún momento tuve amigos. Que palabra tan difícil de describir ¿Eran acaso amigos los que me llamaban todo el tiempo y se invitaban solos a mi casa solo para echarle un vistazo y ver películas en pantalla grande? O talvez ¿Para rellenarse exquisitos platillos y saborear cada manjar que mis chefs preparaban con tanto esmero solo para mis invitados? ¿Relucirse en mi piscina todos los santos veranos y pasearse en mis lustres vehículos solo para chulolear? Sí, a eso. Ahora que me pongo a pensarlo mejor ¿Cómo carajo fui tan ingenua? No puedo creerlo de veras. Me rabia de sobremanera pensar en que solo lo hicieron por eso. Por lo que soy materialmente, no por lo que valgo como persona.
Afortunadamente todos aquellos recuerdos forman parte de mi lúgubre pasado. Antes era una chica muy escondida, podría decirse. No sacaba a relucir mi belleza y acostumbraba usar faldas largas hasta las rodillas, abrigos (aunque de muy buena calidad) muy clásicos. Mi color era más bien el grisáceo negro, no era mi estilo usar colores tan llamativos.. para nada.
Mi cabello era totalmente monótono. Lo llevaba por la cintura, suelto, sin ningún tipo de arreglo; con un mechón a cada lado de mi faz. Aunque no puedo negar que antes lo cuidaba como si fuera mi vida .En realidad amo mi cabello, es tan… especial. A eso lleva mi nombre Sakura por el tono rosado que lo caracteriza. Es mas bien un tono rosa chicle pero suave, nada artificial, mi madre también contaba con ese detalle… Oka-san. Como la extraño a veces, al igual que a mi Oto-san. Fue por ello que he tenido tantos problemas en mi vida, por ese maldito accidente.
Yo se que todo fue ideado por mi tío, lo se y lo supe desde que era niña. Él siempre deseo tener la suerte de mis padres; poseer todo lo que ellos tenían. Él fue quien planeo el accidente. Por su culpa... por su culpa soy así, tan jodidamente problemática. Hay ocasiones en que desearía volver a mi antigua vida… a ser feliz de nuevo.
Voy caminando nuevamente hacia mi facultad. Solo estaba tomando un pequeño recreo antes de volver, quería de alguna forma respirar aire puro sin que nadie me-
-¡Sakura-frente!- Ya me lo imaginaba, mi momento de paz arruinado por Ino Yamanaka;
mi mejor amiga. A veces es tan terriblemente pesada, pero la quiero como si fuese mi propia hermana. Siempre que salimos juntas le decimos eso a aquellos que no nos conocen. Somos tan infantiles y a la ves tan maduras, nos envidiamos y adoramos, queriéndonos y odiándonos a su vez. Que ironía.
-Ino-puerca ¿Estas más gorda?- Preguntó con una sonrisa algo burlona. Ella mira su plano abdomen y luego dirige su mirada hacia mí con algo de recelo y comienza a reír con sarcasmo.
-¡Ja, por favor! Eso tú quisieras. Mi hermosa figura no cambia en nada. En cambio tu enorme frente cada ves crece más- Comenzó diciendo con tono sarcástico- Sakura, debes hacer algún tratamiento urgente ¡alguna terapia!- Y se hecha a reír como sonsa mientras me señala con su pequeño dedo índice. No soporto más. Largó una terrible carcajada y comenzamos a reírnos juntas; no de su entupido chiste, sino de lo tontas que parecemos criticándonos. Sintiendo que ya medio instituto nos observa, nos observamos algo cómplices.
-¡Basta ya Sakura! Debemos irnos o llegaremos tarde- Ríe sabiendo que ella fue la que comenzó- ¡Pues joder que tanto miran! Chismosos- Me toma de la muñeca y nos vamos al aula a seguir con las clases.
La verdad Ino era una chica completa. Lo tenia todo: Belleza -ante todo- humor, amor, salud, inteligencia y… dinero. No nos parecemos en nada en verdad. Aun no puedo creer como termino siendo mi amiga más intima. Todo comenzó cuando nos tocó hacer un proyecto de anatomía juntas. A la media hora de comenzar ya no podía con ella, era demasiado; no paraba de acomodarse el cabello y delinearse los labios y los ojos con su maldito espejo de bolsillo. Recuerdo que lo primero que le dije fue – Si quieres puedo ponerte unos ruleros-. Ella me miró con cara de pocos amigos y luego bufó. Respiró hondo y…– A ti si que te harían falta, con esa empalagosa cabellera que llevas- Y allí comenzó todo. Fuimos las ultimas en terminar el trabajo, pero para ese entonces ya compartíamos chismes y tonterías.
Ya saben, el comienzo de una larga amistad.
A los pocos meses ya casi vivíamos juntas. Yo por mi parte, jamás había experimentado algo así; nunca llegue a tenerle tanta confianza a alguien como la tenia con Ino. Éramos inseparables, tan pendientes de lo que la otra hacia. Y luego… llegó Tenten. La dulce, inocente y amable Tenten.
Con Ino siempre la veíamos apartada de todos y… decidimos darle una oportunidad. Bah! más bien decidí darle una oportunidad ya que mi compañera no concordaba con mi petición.
Al principio fue difícil. Yo la comprendía a todo momento, ya que tuve las mismas reacciones para con Ino en un principio y en la secundaria, donde con mis compañeros actuaba de igual o peor modo.
Fue así que en muy poco tiempo ya éramos las tres mosqueteras y compartíamos todo juntas. Las tres éramos del mismo círculo, es decir, vivíamos en las mismas situaciones económicas…por no decir que éramos jodidamente ricas. Sí, jodidamente. A pesar de tener una enorme fortuna y estar rodeada de cosas asombrosas, de tener amigas tan cercanas por primera ves en mi vida, de ser ampliamente refinada en mi totalidad; una chica de unos 18 años con cabello arreglado y fino, rostro casi soñado con unos preciosos ojos verde jade, tez blaquesina y cuerpo con magníficos atributos físicos. A pesar de eso y mucho mas…yo no era feliz, no lo soy ni… tampoco lo seré.
Mi vida siempre fue alegre, llena de esperanzas de ilusiones. Cuando era pequeña era realmente feliz. Vivía con mis padres era distinta, mis ojos tenían otro brillo, mucho muy diferente al de ahora. Aunque aparente que mi vida es perfecta y regale sonrisas a todo el mundo yo…tengo problemas.
Ino me mira extrañada por unos escasos momentos hasta que le regaló otra de mis muy fingidas sonrisas. Ella sonrió mostrando su perfecta dentadura- Algo exagerada- pensé, pero así era ella. Cuando se preocupaba por mí hacia eso para hacerme sentir mejor. Si… Ino y Tenten son mis amigas mas preciadas, pero no tienen porque entenderme en mis más odiados momentos. Ellas no lo merecen, están demasiado dispuestas para mi, para escucharme pero… yo no se si lo estoy para ellas.
Al momento de terminar las clases Ino y Tenten iban tras de mí. Sabia que estaban allí pero quería tranquilidad. Tal vez estar a solas un rato. Aun así no pude rechazarlas así que las invite a cenar a casa, las cuales aceptaron complacidas.
Caminamos muy animadas por una de las oscuras calles de Tokio, mi hogar desde hacía ya mucho tiempo. Mis amigas charlan, yo las oigo atentamente y a su ves pienso… en él.
Era viernes en la noche y estaba decidida a verlo, como todos los benditos fines de semana. Hacía ya más de 1 año que ¿Salíamos? Tsk…para que engañarme. Se que a él solo le intereso por..eso.
Lo sé, siempre
lo supe. Pero aun así yo… estoy enamorada de él, no
hay un día que no piense en que hace, en que piensa, si me
extraña lo mucho que lo extraño, si me ama tanto como
yo lo amo… si algún día…estará dispuesto a
preocuparse solo un poco por mi…solo, un poco de lo que yo me
preocupo por él.
-..Sai-
-¿Sa-sakura-chan?- Miró a mi izquierda, Tenten me observa con un deje de preocupación, algo atónita.
-¿Estas bien?- La miró con ternura. Siempre con esa forma de referirse a mi tan agradable.
- Si, Tenten- Respondo devolviendo con una sonrisa.
Pero hasta ese momento no me había parado a pensar que las tres estábamos paradas a mitad de camino; Tenten me observaba con infinita tristeza y algo de compasión -En cambio Ino- miré hacía mi derecha. Estaba observando hacía el frente con el rostro totalmente desencajada de cólera.
No decían nada… no entendía que sucedía con aquellas dos ¿Por qué rayos habíamos frenado de golpe? ¿Por qué esos semblantes? Yo, no entendía… hasta que visualice a lo lejos.
-No…Sai- Susurre sin pensarlo, fijando la vista hacía él. Estaba…de la mano con una muchacha. Se lo veía diferente…feliz. Luego, lo que paso luego. Él la besó; la besó con todo el maldito cariño del mundo, como nunca lo hubiese hecho ni en sus sueños conmigo.
-Joder- Aludió Ino al ver una nítida lagrima recorrer mi mejilla sonrosada; sonrosada por el terrible coraje que sentía, la rabia hacia esa chica, la vergüenza al sentir que mis amigas estaban presentes en …mi dolor, mi derrumbe.
Entonces cometí una idiotez. Huí… voltee lo mas rápido que pude y corrí, corrí como nunca antes lo hubiera hecho. No soportaba mas, me sentía mal, realmente mal. Aunque sabia que Sai no sentía absolutamente nada hacía mí… no deseaba comprobarlo así, no así tan crudamente. Él…era el hombre de mi vida; le amaba como nunca a nadie amé.
Quise parar. Me sentía desgarrada, faltándome el aire. El pecho dolía, mis lágrimas no paraban de salir, mis piernas no paraban de temblarme.
Sin mi consentimiento llegue a un sitio, el cual jamás pensé…volver.
Y ahí estaba, tal y como lo había visto hacia ya cinco largos años, rodeado de jóvenes de mala pinta y en pleno…vuelo- Olvidar mi realidad…deseo irme lejos-
Me observó con deleite y sonrió complacido. Maldito Orochimaru era tan despreciable.
-Sakura, preciosa. Sabía que volverías tarde o temprano- Me pasó el brazo por las caderas y agregó sacando una pequeña píldora- La mejor calidad, para la mejor clientela- Anunció haciendo gestos con sus manos para que entregara el dinero.
-¿Estas bromeando no?- Le dije con algo de burla en mi voz, haciendo que frunciera el ceño. Saque un manojo de billetes y se los deposite en aquellas sucias manos con brusquedad.
- Quiero uno entero- Dije simplemente. El me miró arqueando una ceja y luego sonrió con complicidad.
-Como digas, princesa-Y me arrojó un pequeño frasco de vidrio oscuro. Lo agarré en el aire y huí de ese asqueroso sitio lo antes posible.
No
pensaran que me tomaré el tarro entero. Solo basta con un par.
Gaste mi dinero solo para deshacerme de él de una buena ves…
de
una última ves.
Me
senté en el parque a mirar la playa. Ya era tarde, la 1:00 de
la madrugada exactamente.
Al decir verdad no me di cuenta de ello, solo seguí con mi entretenida tarea… se sentía bien.
Pensaran que soy una tremenda exagerada, una psicópata andante…pero no. Solo soy una persona más con una vida algo complicada. Desde mis once años de edad que siento esto.
Primero; mis padres mueren, dejándome a cargo de mi tío Gaara, quien los asesinó ¿Irónico no creen? Me trata como si fuera basura, solo quiere que desaparezca de su vida para que mi herencia caía en sus odiosas manos. Pues que se quede con su maldito dinero, ya no lo necesito.
Segundo; comienzo a drogarme sin motivo alguno. Al principio lo hacia por interés… pero luego, comencé a hacerlo porque deseaba escapar. Había perdido esa maldita manía pero pues, como verán no me es fácil.
Tercero; el amor de mi vida me desgarra el corazón sin siquiera tocarme, ni herirme directamente. Solo con aquellos orbes, con la expresión de sus ojos. Sola me pude dar cuenta… sola pude herirme.
Lo había decidido. Me paró lentamente para no sufrir de golpe los efectos que se agolpaban en mi cerebro de a poco. Camino hacia el mar…hacia la playa. De lejos puedo ver el acantilado; el agua chocar contra las desafiantes rocas inmensas que comenzaban a asomarse. Ya estaba subiendo un médano bastante alto, que daba directamente hacia el paisaje anteriormente dicho. Cuando por fin me acercó a la cima y mi vista se dirige hacia abajo, me sobresalto de tal modo que di inconcientemente un paso hacia atrás. No…claro que lo haría. Estaba harta, harta de mi vida, de mi infelicidad, de mi desdicha, no aguantaba-No más-.
Una lágrima desciende por mi mejilla lentamente…Ino, Tenten. Paseaban en mi mente una y otra ves. Como las quería, sabia que estarían como locas buscándome en ese mismísimo instante. Me acerque a la orilla nuevamente, mirando con deje de tristeza hacia el horizonte ahora totalmente oscuro debido a que comenzaba a anochecer.
-Amigas… lo siento tanto, tanto- Mencione en vos alta acercándome un poco más a mi destino.
-Oka-san, Oto-san pronto estaré…allí- Sonreí con melancolía observando el firmamento con tristeza ¿Por qué me sentía tan culpable?
-Sai- Aludí casi en un susurro- Gomenasai- Suspiré casi inaudible antes de- ¿Que ray-?
Me paró en seco al sentir una mano sobre mi muñeca y otra sobre el hombro, intentando detenerme quizás ¿Pero que-?
-Niña tonta- Una vos grave y varonil tapó el silencio que había comenzado a hacerse presente en aquel momento, no me giré…no quería hacerlo, estaba decidida.
-Lárgate…tú que sabes, n-no te entrometas- Dije algo nerviosa ya que tenia unas enormes ganas de llorar.
-Hmp-Me tomó aun con más fuerza intentando voltearme- No me iré- Me resistí.
-¡Que me sueltes maldito id-dio- No pude mas… di media vuelta quedando frente a él y me lance a sus brazos. Necesitaba hacerlo…necesitaba llorar.
-Calma- Me decía junto a mi oído sin corresponder el abrazo, dando unas palmaditas a mi espalda para tranquilizarme-Ya pasará- agregó.
Entonces levante mi rostro de su pecho y lo observe detenidamente, llena de odio en mis ojos verde jade. Aunque lo que vi no era nada parecido a lo que me imaginaba. Fije mi vista en sus distantes ojos azabaches, los cuales eran algo fríos para mi gusto, sin alguna pizca de sentimientos presente
-…Sai-
Él siguió con la vista posada en mí durante unos segundos, interpretó mi mirada de eterno fastidio y frunció el ceño.
- ¿Qué diablos intentaste hacer?- Su vos me saco de aquel ensimismamiento que me poseía de a momento y entreabrí los labios sorprendida por aquella reacción de ira, casi sonando como a un grito, reprochándome como una niña pequeña. Esto si que era el colmo.
-No es tu asunto- Me erguí, aun seguía con rastros de lagrimas en mis mejillas húmedas.
Me encontraba en el límite de mi paciencia, en el borde de mi tolerancia. Ya no soportaba…ya no.
Corrí, otra ves. Quería acabar con mi vida de una buena ves. Quería ver a mis padres, estaba decidida.
-¡Maldita niñata!- Gritó corriendo hacia mí con una velocidad impresionante, tomando con brusquedad mis débiles brazos. Me zamarreó con eventual desenfreno para hacer que entrara en sí, para que reaccionara de una buena vez.
-¡Suéltame!- Grité colérica, con la vos algo desgarrada. Tanto que él se sobresalto dando un pequeño respingue. Caí de rodillas con las manos en mi rostro.
Luego…lo ultimo que recuerdo fue haber recibido un golpe en la nuca; ni tan brusco ni tan sutil, pero creo que logro dejarme inconciente.
To be continuing…
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Holaa! Que tal a todos? Espero les haya gustado mi primer fic, es algo…como decir , pesado en relación a los pensamientos de Sakura, pero me encanta describir con lujo de detalle cada escena
Pues bien, Sasuke ha aparecido un poco en este primer capitulo yyy ya lo verán denuevo sisi …
Si no les molestaría dejar reviews para ver como les ha parecido el inicio de mi historia…ya sé que suena medio trágico al principio, por lo de las drogas y eso…pero luego lo entenderán me encantaría compartir sus opiniones ya que soy completamente inexperta en esto
SAYONARAA!! Y GRACIAS POR LEER
