Bella no sabía lo que veía.

Estaba buscando a Edward para una salida, pero por alguna misteriosa razón lo encontró contra los casilleros sin camisa mientras otro chico también descamisado (como siempre) lo besaba con fuerza.

-A-ah, Jacob, t-te amo...

-También te amo, pequeña hadita pálida –dijo Jacob, acariciando su entrepierna.

Bella se quedó sin palabras mientras una expresión de inexpresividad se dibujaba en su inexpresivo rostro.

-Bueno... Bella dice Bellout –dijo.

Entonces, Edward, con su vampírico oído lleno de vampirismo, escuchó a Bella hablar, por lo que se giró giradamente y vio cómo su novia salía corriendo muy humanamente hasta que se fue de boca.

-¡Escuchen esto! –gritó muy expresivamente a la vez que llegaba a la casa de los Voltage-. Mi novio me está engañando con el chico que me gusta que casualmente resulta ser un hombre lobo y él es un vampiro así que como que tienen que castigarlos o algo por el estilo por violar las leyes.

Sorprendentemente logró decir todo eso de corrido sin perder el aire.

-Primero que nada, nos llamamos Vulturi, segundo, ¡Matemos a los traidores! –gritó Aro, parándose de su trono mientras que su cabello rebotaba rebotosamente.

-¿Qué? –preguntó Bella, con su cara de Mary Sue muy Mary Suistica- ¿No van a transformarme?

-Una Mary Sue como tú sólo tiene que quedarse parada observando –respondió.

-Ah, bueno.

Mientras tanto, en Tenedor, Washington...

-J-Jacob... –gimió Edward, al sentir como el metamorfo tocaba su miembro por sobre su pantalón-, y-ya... y-ya no puedo más...

-¿No puedes? –preguntó-. Ni siquiera estás duro, Eddy.

-E-es que no tengo sangre... –se excusó, apartando la mirada-... a-así que yo no puedo... y-ya sabes...

-No te preocupes, de eso me encargaré yo –dijo Jacob mientras hacía una sonrisa digna de un violador del bosque y comenzaba a quitarse la camisa que no tenía.

-¿Q-qué me harás...?

-No te hagas, querido –respondió, empujándolo a la cama que oportunamente estaba en la habitación.

-E-es que...yo soy virgen... –dijo, sabiendo que si hubiera tenido sangre se habría sonrojado épicamente.

-¿En serio? ¿Alguien tan guapo como tú? –preguntó Jacob a la vez que se posicionaba sobre él.

-S-sí... –respondió, Jacob le sonrió cual pedófilo a un niño.

-Te verías más lindo si no fueras tan pálido –agregó. Comenzó a quitarle la ropa que llevaba puesta, besándolo al mismo tiempo.

Al Voltereta, Italia

-Hay que partir rápido –dijo Aro, subiéndose a su avión mágico de rey vampiro.

-No me digas –respondió Bella con un aire sarcástico inusual.

-¿Qué es esto? ¿Una Mary Sue pensando...?

-Los efectos del OOC.

-Genial, ahora tu ex debe está perdiendo la virginidad.

-...

En Tenedor, Washington

-O-oh... J-Jacob... d-duele... pero no pares... ngh –gimió Edward.

-Adoro tus gemidos –respondió Jacob dándole duro contra la cama.

-E-es mi primera vez... agh... sé más suave...

-Lo siento pero no cumplo pedidos de ex novios posesivos.

-P-pero... ahh... y-yo... me duele...

-Tarado –acotó, aumentando el ritmo de sus embestidas.

-P-para... no quiero esto... –dijo, mientras trataba de llorar, cosa que no podía hacer porque lo único que hay en su cuerpo es veneno.

-Hace cinco minutos estabas rogando por más.

-N-no... Yo... l-lo siento... para...

-Ah, como quieras, no quiero convertirme en mi cara –respondió, saliendo de él.

-G-gracias... p-pero estabas siendo muy rudo –dijo, recostando su cabeza en el pecho de Jacob.

-Me dejé llevar.

-Al menos no te transformaste...

Mientras tanto, en el avión mágico de rey vampiro de Aro

-¿Ya llegamos? ¿Ya llegamos? ¿Ya llegamos? ¿Ya llegamos?

-¡Cierra tu puta boca, Swan! –gritó Aro, exasperado por preguntas.

-¿Ya llegamos?

-Alguien... quien sea, mátela.

-¿Ya llegamos?

-Amo, si usted da la orden con gusto la tiramos por la ventana...

-Lo mejor para todos... –suspiró-. Tírenla.

Y así fue como Bella muri... esperen, es Mary Sue y le crecieron alas. De cisne

-¡Sigo viva, hijos de puta!

-Lo que sea, Swan.

-¿Ya llegamos?

-Sí, Swan, ya llegamos...

Mientras tanto, en el cuarto de hotel de Eddy y Jacob de Tenedor, Washington

-¡SURPRISE, MOTHERFUCKERS! –gritó el séquito de vampiros derribando la puerta del cuarto, interrumpiendo a Edward y a Jacob, quienes estaban a punto de comenzar una segunda ronda.

-¡Oh por Dios! –gritó Edward, cubriéndose con la sabana.

-Eddy, tú no crees en Dios... ¿Cómo descubrieron la dirección del love hotel más remoto de Tenedor? –preguntó Jacob.

-¿Love hotel? Por Dios, esto no es Japón, Jacob –dijo Edward, rodando los ojos-aquí se le dice hotel barato.

-Estoy intentando usar eufemismos aquí, sabes –acotó mientras se quitaba la camisa de nuevo.

-...Agh, ¿En serio salías con este tipo, Swan? –preguntó Aro, rodando los otros...como siempre.

-Sí.

-¿Pueden irse para que pueda coger en paz? –preguntó Jacob, tirándoles un condón sacado de quien sabe dónde.

-No –respondió uno de los vampiros-. Edward Elri- Digo, Edward Cullen, has violado la ley bla bla bla fraternizaste con un hombre lobo bla bla bla ahora te mataremos a ti y a tu activo.

-¡NOOOO! –gritó Edward de una forma muy femenina.

-Piénsalo dos veces antes de tener un amor prohibido, teñido.

-¿Teñido? ¡Este tono es tan real como el lunar en mi cuello!

-Mi pistola mata vampiros no dice lo mismo.

Pero, antes de que les dispararan, Jacob y Edward fueron transportados a la casa Cullen por el poder del aaaamooor... Y por alguna razón no estaba ninguno de los miembros de la familia Cullen en la casa, lo cual es completamente incoherente pero qué se le va a hacer.

-¿Qué hacemos ahora, Jacob? –preguntó Edward preocupado.

-¿Seguir discutiendo sobre si decir love hotel u hotel barato?

-Yo pensaba en empacar nuestras cosas, tomar el dinero y huir lejos.

-Ese es otro plan

-Escapemos juntos, querido...

-Yo soy el seme, yo soy quien te dice querido, Eddy.

-N-no me llames Eddy, J-Jacob...

-¿Por qué no?

-N-no me gusta...

-Pero me gusta decirte así –respondió, robándole un beso. Edward se hubiera sonrojado si tuviera sangre, pero como no tiene, no lo hizo.

-T-toma tus cosas y vámonos, llegarán en cualquier momento –dijo intentando recuperar la compostura y la semeidad que le faltaban.