Esperar a Scott se les estaba haciendo una costumbre. A él no le provocaba ningún problema, si tan solo no tuviera que soportar la presencia de aquel ser hiperactivo que nunca se callaba.

Metió sus manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero negra y comenzó a internarse en el bosque.

— ¡Hey! —le gritó Stiles corriendo hacia él— Tenemos que esperar a Scott.

— Se ha demorado mucho —dijo sin voltear y sin dejar de caminar—, además se supone que no le costará encontrarnos —escuchó un quejido a sus espaldas.

— ¿Y a dónde vamos? —preguntó alcanzando por fin a Derek— Porque está bien que Scott se merezca un castigo, pero yo no quiero caminar demás sin ningún motivo. Además vengo de entrenar y adivina qué: ya hice mi cuota diaria de ejercicio físico y el terreno que has elegido para realizar una caminata no es muy llano que digamos y no quiero volver a quitar el barro de mis pantalones, porque créeme no es muy fácil...

Y siguió hablando y hablando y hablando, y como era de esperar Derek dejó de prestarle atención, dando lugar a otros pensamientos; como guiarlo a algún precipicio y dejarlo caer o hacerlo tropezar y que por alguna razón se mordiera la lengua, para que dejara de hablar, o mucho mejor que se la cortara, aunque sería mejor que él se la arrancara con sus propios colmillos...

Se detiene de pronto. ¿Acaba de pensar en besar de un modo salvaje a Stiles? ¿De obligar al chico a abrir su boca para que él pueda jugar con su lengua hasta el punto de dejarla sangrando? ¿Y se acaba de relamer sus labios pensando en el exquisito sabor que le dejaría en su boca la sangre y saliva de Stiles? No, no era posible. No, no, no y no. ¡No!

— ¿Pasó algo? —preguntó Stiles deshaciendo los pasos que había dado sin darse cuenta de que Derek no lo acompañaba.

Nada —respondió bruscamente y lo miró detenidamente por primera vez en ese día, posando su vista en el buzo rojo que llevaba puesto.

— Bueno —dijo poco convencido—. ¡Oh! —exclamó de pronto— ¿Es aquí a dónde me querías traer? —observó el lugar y comentó desilusionado— No es muy bonito... digo sí es lindo, pero pensé en algún lugar más asombroso, qué sé yo. ¿Conoces todo el bosque? —no espero la respuesta— Yo creía que sí... Al menos debes tener algún lugar favorito o secreto, ¿no? —Derek resopló y comenzó a caminar— Me lo suponía —se colocó al lado de él y comenzó nuevamente su monólogo.

Derek intentó prestarle atención, porque sabía que si no lo hacía su mente comenzaría a pensar cosas que no debía, pero era imposible. Era imposible resistirse a la idea de que Stiles llevaba un buzo rojo y que ahora se había puesto la capucha, lo que lo convertía a él en el lobo feroz, en el lobo que deseaba devorarse a la caperucita y no de la forma que lo narran en el cuento, pues quería desgarrarle la ropa y... No, Derek, deja de pensar en eso.

— ¿Podemos? —preguntó nuevamente Stiles sacándolo de sus pervertidos pensamientos. Derek lo miró extrañado. ¿Podemos qué? ¿Podemos besarnos en este preciso momento? ¿Podemos desvestirnos y tener sexo salvaje en el bosque? ¿Podemos...?— Nunca me escuchas, ¿cierto? —Derek abrió y cerró la boca, provocando que Stiles hiciera una mueca de disgusto— Decía, y esta vez escúchame porque es la última vez que lo voy a decir, si podemos descansar —Derek asintió, pese a que no era eso lo que esperaba escuchar—. Gracias por hacer el sacrificio de escucharme una vez, ¡oh, gran alpha! —hizo amago de dejarse caer contra un árbol, pero Derek lo detuvo tomándolo de un brazo— ¡Hey! ¿Qué haces?

— Te ibas a sentar en un lugar lleno de barro y como te escuche decir que "no es fácil sacar el barro de los pantalones", no iba a dejar que te sentaras —una sonrisa apareció en el rostro de Stiles y Derek la contempló detenidamente, como se curvaban sus labios, como se marcaban las líneas en las comisuras de estos, miró sus lunares y se imaginó besando cada uno de ellos, lamiendo el recorrido que estos hacían...

— Derek —lo llamó Stiles— me devuelves mi brazo —el aludido lo soltó rápidamente, como si quemara.

Se miraron unos minutos en silencio, en un silencio bastante incómodo que Stiles no pudo resistirse a romperlo.

— ¿Estás bien?

— No.

— Supongo que no me dirás el porqué —Derek lo miró a los ojos y ¿sonrió? No, eso era imposible.

— Quizás —se encogió de hombros y dio un paso hacia Stiles, quien retrocedió dos—. ¿Me tienes miedo todavía? —le preguntó al ver su reacción.

— No, claro que no. ¿Por qué lo tendría? —contestó aceleradamente y dio un paso adelante para asegurarle que no estaba mintiendo— ¿Debería? —Derek rió y Stiles se lo quedó viendo con la boca abierta. Derek avanzó otro paso hacia él, acortando la distancia entre ellos, pero Stiles estaba tan concentrado en procesar lo que acaba de suceder -porque no todos los días ves a Derek Hale, alias el lobo amargo, reírse- que no se dio cuenta de que tenía tan cerca de él al lobo feroz, quien tenía unas ganas gigantescas de devorárselo.

— Es lo más lógico, ¿no crees? —el aliento de Derek se mezcló con el de Stiles, quien cerró de pronto la boca y tragó saliva sonoramente.
¿Desde cuándo Derek sonreía tanto? ¿Y por qué su sonrisa le parecía demasiado sexy? ¿Y acaba de pensar que la sonrisa de Derek era sexy? Bueno, el adjetivo sexy es aplicable a todo lo que es Derek, porque no lo neguemos está para chuparse los dedos. ¿Acaba de pensar eso también? Algo no está funcionando bien en su cerebro.

— No me has respondido —la sonrisa aún en su rostro mostrando esos inmensos dientes, que, por supuesto, a Stiles no lo hicieron pensar en el cuento de la caperucita roja y, ¡oh, demonios! estaba usando un buzo rojo y llevaba la capucha puesta.

— ¡Qué enormes dientes tienes! —el alpha lo miró sorprendido y Stiles proceso tarde lo que acaba de decir. ¿Le había dicho "qué enormes dientes tienes"? ¿En serio, Stillinski? Ahora sí que el lobo feroz te va a querer devorar, aunque eso no suena para nada mal, de hecho era una idea bastante excitante y no, no debería estar pensando en eso cuando el lobo que te va a comer está frente a ti y ¿en qué momento lo había arrinconado contra el árbol? En el cuento no había nada relacionado con un árbol, sí con una cama, eso habría sido mejor. ¡No, claro que no! Y sus pensamientos volvieron al cuento, porque todo estaba resultando ser como en el cuento, entonces si él le dijo eso lo que viene ahora es...

— Son para comerte mejor —el lobo recorrió sus dientes con su lengua, lo que le habría parecido a Stiles extremadamente atemorizante antes, ahora le parecía extremadamente sensual y atractivo y tentador y, y, y necesitaba besarlo ya o moriría en ese instante. Por suerte, Derek, no lo dejo morir y cumplió su deseo, lo besó y la intensidad de aquel beso lo dejó unos segundos perplejo, pero luego lo correspondió, porque quién se puede negar a un beso tan abrasador como el que le estaban dando. ¿Quién podría? Él no.

Sus lenguas se entrelazaban y buscaban más placer, ambos necesitaban saciar sus ganas. Stiles rodeó el cuello de Derek con sus brazos y lo acercó aún más a él, no quería dejar de besarlo por nada del mundo, porque ¡joder si que besa bien!

Derek hizo lo mismo, pero con la cadera de Stiles y sus manos comenzaron a buscar algún lugar en la ropa de él por donde introducirse para poder acariciar su piel. El sentir el contacto de la piel de Derek contra la suya hizo que se retorciese y que sus caderas se encontraran, produciendo un roce de placer del cual no pudo contener un gemido. Derek sonrió mientras lo besaba, él se dio cuenta porque sintió como se curvaban sus labios en aquel beso lleno de demasiadas sensaciones.

El lobo se separó de él sin previo aviso, dejando a un Stiles deseoso de más y más y más, pero cuando se acercó a él para reanudar el beso, apareció entre los árboles un agitado Scott.

— Llegas tarde —dijo el alpha con voz impasible y Stiles se sorprendió, hace poco se habían estado besando como si no hubiese un mañana y él hablaba como si nada.

— Lo siento, A... —Stiles lo interrumpió.

— Nombras a Allison y te juro que te golpeo, aunque ese golpe me duela más a mi que a ti. Estúpidos superpoderes lobunos —dijo y se alejó de allí refunfuñando.

— ¿Pasó algo? —preguntó Scott mientras observaba como se alejaba su amigo.

— Solo se ensució sus pantalones con barro —respondió con tono neutral y comenzó a caminar con una sonrisa en su rostro.


Ehm... ¿Hola? xD Espero que les haya gustado :) No tenía pensado seguirlo, pero resulto que se me ocurrió otro capítulo, si que en unos días, supongo, estará cocinada la continuación xD

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