No hay amor sin sufrimiento
No hay amor sin sufrimiento.
Cap. 1: Sorpresas.
Era muy tarde en la casa de la castaña. No podía dormir. Había algo que no la dejaba conciliar el sueño. Dentro de unos días tendría que viajar para pasar su último año en su colegio. Hogwarts. Estaba feliz por un lado, volvería a ver a sus mejores amigos. Y a otras personas… y una lagrima callo por su mejilla. Y se quedo dormida.
Hermione Granger se despertó la mañana de 1º de Septiembre termino de arreglar algunas cosas, y bajo a desayunar.
- Mama, va a venir papa a despedirme hoy también, no? – le pregunta Hermione a su mama.
- No creo que sea posible amor, tu padre esta muy atareado con las consultas. – le responde a su hija.
- Ah… bueno esta bien – dijo algo decepcionada.
Después de terminar de poner la ropa en su baúl, Hermione lo arrastro escaleras abajo. Su madre la esperaba en el auto, subieron entre las dos el baúl y emprendieron el viaje la estación. Llegaron y Hermione bajo rápidamente, emocionada por volver a Ron y a Harry. Los estaba buscando cuando escucho:
- Hermione! Hermione! –
Se dio vuelta allí estaban sus dos mejores amigos con una sonrisa en el rostro y llamándola con la mano, fue corriendo y los abrazo.
- Ay chicos no se dan una idea de cuanto los extrañe! –
- Nosotros también Herms! – dijo Harry. – Como pasaste el verano? -
- Bien, bastante tranquilo, y ustedes? – le dijo la chica.
- También, normal… - contesto Ron.
El silbato sonó, anunciando a los estudiantes a que se dieran prisa. Hermione, Ron y Harry saludaron a la Sra. Granger y a la Sra. Weasley y subieron al tren, buscando compartimientos, cuando un chico llego a los tres amigos y les dio una nota a Hermione y a Ron.
- Es del compartimiento de los prefectos – dice Hermione.
- Volvemos en un rato Harry - dice Ron.
- Esta bien, pongan sus cosas en este compartimiento, esta vació – Dijo el pelinegro antes de que sus amigos se fueran.
Caminando por los pasillos, Hermione iba leyendo la carta que les habían mandado, le llamo la atención porque nunca les habían mandado un carta. No se dio cuenta por donde iba y choco con un chico y ambos cayeron al suelo.
- Hermione! Estas bien?? - le pregunta Ron ayudándola a pararse.
- Si… creo… - respondió ella.
- Tenia que ser una estupida sangre sucia – dice un chico rubio y de ojos grises desde el suelo. – fíjate por donde vas Granger!
- Pues lo siento Malfoy! – dice ella bastante enojada.
- No te disculpo a menos que me lo pidas de rodillas, impura – dice Malfoy riéndose, y mirándola con desprecio.
- Cállate Malfoy! – le dice Ron.
- OH! Y acá tenemos a tu novio Granger, era obvio que terminarían juntos, una rata de biblioteca, sangre sucia, con un pobretón y traicionero a la sangre – dice Malfoy con asco.
- Vamonos Ron! – dice Hermione al ver que Ron se ponía rojo de ira.
No quería que su primer día del último año del colegio empezara así. Malfoy no valía la pena. Hermione siguió caminado del brazo del Ron impidiendo que este se tirara arriba de Malfoy para matarlo.
Llegaron al compartimiento de los prefectos y al entrar se encontraron cara a cara con el mismísimo director del colegio (n/a: siii jejeje yo no quiero que se muera u.u) este al verlos entrar, les dirigió una sonrisa, y dijo:
- Buenos días señorita Granger, señor Weasley – dijo Albus Dumbledore.
- Buenos días, director – dijeron ambos al unísono. Miraron a su alrededor. El compartimiento de los prefectos siempre había sido más espacioso y cómodo. Decorado con los colores del colegio, y un baño propio. Allí se encontraban los demás prefectos. Saludaron con un gesto de la mano y se sentaron. El director hablo:
- Creo que nos falta alguien – dijo sonriendo. Y justo en ese momento se abrió la puerta del compartimiento y entro un rubio con paso arrogante y dirigiendo miradas de desprecio a todos, se sentó al lado de Pansy, su novia. El director sonreía – lo estábamos esperando señor Malfoy -
- Lo siento – dijo. Estaba claro que solamente lo había dicho por el hecho de no parecer mal educado, aunque se notaba el dejo de indiferencia, y poca importancia que le daba al asunto. Como odiaba Hermione esa arrogancia.
- Bueno, querrán saber el motivo de mi presencia, supongo – empezó el director – como saben, Voldemort ha vuelto, y aunque Hogwarts es seguro, no quiero correr riesgos, por eso quiero comunicarles que se doblaran los turnos de ronda –
Se callaron unos minutos y Hermione hablo.
- Disculpe profesor – dijo tímidamente – nos va a decir que vino hasta aquí para decirnos eso nada mas…? –
- Ah! Claro Sta. Granger, tiene usted razón… y para comunicarles que por cuestión de seguridad… y para tratar de limar las diferencias de las casas. Hemos decidido juntar las salas comunes, hasta reducirlas a dos – dijo con sencillez. Antes de que empezaran a replicar, ya que todos habían abierto las bocas dijo – todos saben cual es el concejo que nos da el sombrero seleccionador todos los años… no? Bueno, creemos que lo mejor seria empezar a acabar la rivalidad de las casas. Y no hay replicas. Hay que estar unidos en estos momentos de oscuridad. Aquí tienen – dijo entregando un pergamino a cada uno de los prefectos – esto es un mapa de la nueva sala común. Los de Slytherin la compartirán con los de Gryffindor (sin replicas seños Malfoy, Weasley) y los de Hufflepuff con los de Revenclaw. Alguna duda? – termino.
Todos estaban callados, no sabían que decir. Hermione tenía el terror plasmado en su cara. Su sala común… con Slytherin! No podía ser cierto, debían estar bromeando, querían torturarla.
Draco estaba tal vez mas pálido de lo usual, "ese viejo decrepito debe esta loco si cree que voy a compartir mi sala común con los de Gryffindor" pensó el rubio, y automáticamente miro hacia Hermione y Ron, "con el pobretón y la rata de biblioteca, que desgracia".
- Bueno – dijo alegre al ver que nadie decía nada, pero no porque no quisieran replicar, si no porque se habían quedado sin habla – me retiro, debo llegar hasta el colegio, y arreglar cosas de último momento – sonrió feliz, y salio por la puerta y en el pasillo lo vieron desaparecer.
- No puedo creer esto! – dijo Ernie, de Hufflepuff.
- Dumbledore termino de enloquecer definitivamente – dijo Ron. Y se paro – vamos con Harry, Herms, nos debe estar esperando –
Y los dos chicos se pararon y salieron del compartimiento. Llegaron hasta donde estaba Harry, al entrar se encontraron con Ginny, Neville y Luna charlando animadamente sobre una nota del Quisquilloso. Giraron sus caras al verlos entrar, y saludaron. Luego de sentarse, los dos chicos empezaron a contar todo, al terminar, estaban todos con la boca abierta.
- Debe ser una broma! – dijo Neville.
- No. No lo es! – respondió Hermione.
- Bueno, tenemos que verle el lado positivo a todo esto – dijo Harry serio.
- Cual? Que vamos a tener que compartir el cuarto con Malfoy? Si claro, seguro que me encantara saber como es su pijama – dijo irónico Ron.
- No, por lo menos vamos a tener controlados a los de Slytherin – dijo en tono misterioso y en voz baja – piensen. Sabemos que la mayoría de sexto para abajo estan iniciados como mortifagos. Podríamos controlarlos, y fijarnos si tienen la marca tenebrosa – dijo con una sonrisa inteligente.
- Bueno, puede ser, pero no se de que se quejan, ustedes tienen que compartirla con Malfoy, yo con Parkinson – dijo enojada Hermione – voy a tener que soportar esos insultos baratos todo el año – termino con fastidio.
- Ah, porque Malfoy no nos va a insultar, no? – respondió molesto y con un dejo de ironía un pelirrojo – seguro que nos hacemos los mejores amigos! – termino con fastidio.
- Bueno, no empiecen a peliarse – previno Harry.
Luego de un rato, el tema de las casas había quedado atrás. Decidieron todos, para sus adentros, que era mejor no empezarse a amargar en ese momento.
Luego de ponerse sus túnicas del colegio, bajaron a la abarrotada estación de Hosmeade, donde vieron a una figura alta que los saludaba con la mano, le devolvieron el saludo a Hagrid y empezaron a caminar hasta los carruajes. Pero al llegar se dieron cuenta de que no entraban todos en uno, y Hermione se ofreció a viajar en el próximo que pasara. Ron se ofreció a quedarse con ella, pero Hermione le dijo que no hacia falta, y los vio partir. Vio que un carruaje se detenía y subió, esperando que arrancara, pero se dio cuenta que no había mas que ella, y el carruaje no se movía. "debe ser que esta esperando que alguien mas suba" pensó resignada. De repente vio que se abría la puertita del carruaje, y entraba un chico que le parecía, para su mala suerte, desagradablemente familiar. Draco Malfoy subió solo al carruaje y se sentó enfrente de la castaña mirándola con desprecio.
- Que paso, Granger? – le dijo – tu novio te dejo sola…? Seguro que se fue con la Lunática Lovegood – rió. Hermione lo miro con desprecio.
- Ron y yo no somos novios Malfoy, y déjame en paz – giro su rostro para mirar por la ventanilla, al fin el carruaje había empezado a moverse.
- Ah no? Yo pensé que si – dijo sonriendo – mejor que no, Granger, imaginate como hubieran salido tus hijos, todos pelirrojos, como una plaga, bah… ya son una plaga mejor dicho, tu conoces a la familia entera, no? Es verdad que duermen todos en una misma habitación? – reía divertido Malfoy.
- Cállate Malfoy! – dijo enojada Hermione. Y saco su varita, apuntando al rubio que la miro con suspicacia.
- Mejor acostúmbrate Granger, ya que vamos a vivir juntos durante todo el año… y no me refiero a la estupida idea que tubo el viejo chiflado, que se hace llamar director – dijo sonriendo maliciosamente.
- Que quieres decir? – pregunto molesta y bajando la varita.
- Ah no lo sabias…? No te culpo, yo me entere hace poquito también – rió el chico.
- Podes decirme de que estas hablando? – dijo enojada.
- No – respondió con simplicidad el rubio – prefiero no arruinar la… bella… sorpresa – y con esto bajo del carruaje que ya había llegado a las puertas del colegio.
"Este no va a ser un buen año" pensó Hermione mientras bajaba resignada del carruaje y entraba al colegio donde empezaría su tortura.
Entro y vio a sus amigos que le hacían señas con la mano, le habían guardado un lugar. Fue hasta la mesa y se sentó entre Harry y Ron. Entonces Dumbledore se puso de pie:
- Queridos alumnos, bienvenidos una vez más a un nuevo año de estudio. Como todos ya saben, Voldemort ha vuelto – hubo un estremecimiento general – por lo tanto, hemos renovado las medidas de seguridad. Las nuevas norman están en el tablero de anuncios que luego podrán ver. También tengo que anunciarles una nueva noticia – dijo alegre – para mejorar las medidas de seguridad… decidimos que seria mejor reducir las salas comunes a dos – enseguida se oyeron protesta de parte de todos, menos los prefectos que ya sabían – no hay quejas, esta decidido. Los alumnos de Hufflepuff compartirán los dormitorios y la sala común con los de Revenclaw y los de Slytherin con Gryffindor. – nuevamente quejas de parte de todos, en especial los de Gryffindor y Slytherin, algunos hasta se habían parado y levantaban los puños en forma amenazadora – Silencio! – Dijo de forma seria – no se discute más. Ahora, me gustaría entregar los premios anuales de este año, desde luego, se harán un baile de entrega, pero quiero decir quienes son los ganadores – dijo con una sonrisa, los de Gryffindor miraban felices a Hermione Todos sabían que ella seria la ganadora, y se lo merecía. Por su lado Hermione estaba roja como un tomate, pero claramente orgullosa de si misma – los ganadores son Hermione Granger, de la casa Gryffindor – un caluroso aplauso recibió estas palabras, mientras Hermione se paraba y caminaba colorada, ya que el director le decía con la mano que caminara hasta el frente – y el señor Draco Malfoy, - en la mesa de Slytherin se escucharon también unos aplausos, aunque no tan estrenduosos como los de Gryffindor, ya que para ellos, hacer escándalo era de gente inferior, mantenían su clase aplaudiendo de manera pausada, y Malfoy también se paró, pero no estaba colorado ni nada por el estilo, solo sonreía de manera arrogante y camino también hasta el frente – Bueno, ahora que son nombrados, tengo que intercambiar unas palabras con los ganadores, que empiece el banquete – termino el director.
Todos volvieron su cara a la mesa, mientras se empezaban a servir la deliciosa comida. Dumbledore los guió por la puerta que se encontraba detrás de la mesa de profesores, entraron a un cuarto pequeño lleno de cuadros, y con una acogedora chimenea prendida. El director se volteó para verlos a la cara, y decirle lo que tenia que decir, Hermione, miraba curiosa al profesor, mientras que Malfoy miraba para otro lado, como si lo que tuviera que decir el anciano director, no fuera de importancia. Dumbledore sonrió.
- Bueno, como ganadores del premio anual, ya sabrán, tienen una sala común para ustedes solos – dijo. Hermione no entendía y lo miraba confusa. "Sala para nosotros solos, ósea yo sola con Malfoy en una sala común, solos??" pensaba aterrada.
- Disculpe – dijo – solos? Nosotros dos solos?? Sin nadie mas…?? – dijo, y el terror apareció en su cara. Mientras a Malfoy se le dibujaba una sonrisa de yo ya lo sabia "arrogante estupido" pensó la castaña.
- Si, señorita Granger, solos – dijo con simplicidad el director – aquí tienen – les dio unos pergaminos parecidos a los que les habían dado en el tren – esta es la contraseña y la ubicación de la sala común. Ahora, vayan a comer, suerte – y con esto salio. Hermione se quedo mirando la puerta por donde Dumbledore había salido. Malfoy la miro.
- No te creas que porque vayamos a vivir juntos te voy a dejar de tratar como te lo mereces sangre sucia – dijo con desprecio.
- OH cállate, Malfoy! – y salio hecha una furia. Malfoy se la quedo mirando sorprendido. "quien se cree que es esta sangre sucia para dejarme hablando solo?!" salio también echando chispas "ya va a ver, voy a hacer que su ultimo año sea un infierno".
Hermione llego hasta la mesa con cara de furia, todos la miraban sorprendidos, se sentó en su lugar y empezó a comer, si había algo que Ron y Harry habían aprendido era que si Hermione tenia esa cara lo mejor era quedarse callados y esperar que se le pasara, pero por su lado Ginny que era muy amiga de Hermione sabia que algo andaba mal, y sin hacer caso a las miradas de advertencia que le hacían sus amigos, le hablo:
- Herms… que paso..? – pregunto cautelosa.
- Nada! – dijo casi gritando, y varios se voltearon a verla.
Mientras en la mesa de Slytherin, Malfoy se sentaba al lado de Zabbini, con cara de odio, su amigo le hablo:
- Draco, que te pasa…? – le dijo de manera suave, por miedo a que estallara.
- El estupido del director! – le dijo de manera que solo su amigo lo escuchara – me dijo que tendría que compartir la sala común y dormitorios con Granger! Maldita sangre sucia – dijo con odio.
- Si, Draco, eso ya lo… - pero fue interrumpido por Malfoy.
- No, me refiero a una sala común para nosotros solos – dijo envenenado del odio.
- Que?! – pregunto sorprendido Zabbini – solos? Porque?? –
- Porque somos premios anuales! – dijo molesto Draco.
- Enserio?! – le dijo su amigo – bueno, te compadezco amigo… soportar a la sangre sucia en clase ya es mucho, no quiero ni saber lo que debe ser compartir la sala común… - y se limito a comer, Draco lo imito y comió. El resto de cena fue tranquila, ya que prefería no pensar en eso.
En tanto, Hermione se había calmado, y había vuelto hablar, pero no contó nada de la sala común. Hasta que el director se paro y dio las buenas noches. Todos se pararon y miraron a los prefectos de sus casas que empezaron a caminar molestos. Cuando el grupo de amigos llego a la sala común que compartirían con los de Slytherin se quedaron el la entrada ya que Hermione súbitamente se había parado y miraba con tristeza a sus amigos que la miraban confusos.
- Que pasa? No vas a entrar? – Pregunto Ron – ya se que va a ser horrible verles las caras todos los días al despertarnos, pero bueno, nos acostumbraremos a… -
- No es eso – lo interrumpió triste Hermione – yo… No voy a dormir acá… - dijo en voz baja que todos tuvieron que hacer un esfuerzo para escucharla.
- Que? Porque? – pregunto Harry sorprendido.
- Porque yo… tengoquecompartirlasalaconMalfoy – dijo todo rápido, se le trababa la lengua.
- Que? – dijeron todos, ya que no habían entendido una palabra de lo que les había dicho su amiga.
- Que voy a tener que compartir mi sala común con Malfoy, solos – dijo colorada.
- QUE?! – estallo Ron.
- Calmate Ron – dijo la castaña desesperada.
- Porque?! – preguntaron Harry y Ginny al mismo tiempo.
- Porque somos premios anuales. Así que yo acá los dejo… - dijo triste.
- Mira, como me entero que te puso una mano encima lo mato, esta bien?! – dijo Ron. Estaba colorado hasta las orejas de la furia. Hermione esbozo una sonrisa triste.
- Si… bueno. Me tengo que ir… adiós – y camino en dirección contraria, mientras sus amigos la miraban con una mezcla de pena con furia.
Hermione iba caminando por un pasillo desierto, saco el pergamino que le había dado el director.
- Debe estar por acá – dijo en voz baja y para si misma mirando el pergamino.
- Hablas sola, Granger…? Me pareció que eras rara, pero no tanto, aunque no me sorprende, siendo amida de Potter, que tiene alucinaciones, seguro te contagio – rió. Hermione estaba colorada de la furia.
- Deja de molestar, hurón – rió.
- Si, acaso no tienes otro insulto? Ese ya paso de moda Granger – dijo el sin inmutarse – y, sí esta por acá, ahí, para ser mas precisos – y señalo un retrato. Era grande, casi tamaño natural, había un bosque en el fondo, y un hermoso unicornio que comía pasto, se acercaron y vieron que había una hermosa hada sentada en una rama, esta voló hacia ellos y flotando les dijo:
- Contraseña? – mirándolos expectantes.
- Lagrimas de fénix – dijo Hermione mirando el pergamino.
Y el retrato se hizo una lado dejándolos pasar. Entraron y se encontraron una hermosa sala circular en una esquina había una pequeña biblioteca con dos mesas de estudio, tenia una chimenea con varios sillones acojinados enfrente. Estaba decorada con los colores de las dos casas, tenía dos escaleras de caracol en cada uno de los extremos de la sala, miraron arriba y había como un medio piso que tenia balcón, que daba a la sala común. Una escalera estaba decorada, en la puerta con un león y los colores de Gryffindor, mientras que la otra estaba decorada con una serpiente y los colores de Slytherin. Hermione subió embelezada por su escalera, era hermosa, la adoraba… "bueno, después de todo no va a ser taaaaaan malo…" pensó satisfecha.
Entro en una habitación, la puerta decía 'Hermione Granger', se encontró con una gran pieza con una cama con cortinas adoceladas, también había un escritorio, un gran armario, y una chimenea. Vio otra puerta y se acerco, encontrándose con un hermoso baño con una tina que parecía una pileta, y varios grifos. Todo era perfecto, hasta que vio otra puerta en el otro extremo del enorme baño se acerco y la abrió, y se encontró con una imagen que casi la hace caerse al suelo.
- Granger! – fue lo único que se escucho antes de cerrar la puerta y correr a su pieza roja como un tomate.
Había visto a Malfoy en calzoncillos. "que buena espalda" fue lo que le dijo su mente al recrearla en los pensamientos, pero sacudió la cabeza como tratando de sacarlos. "trágame tierra!!" pensaba la chica, Malfoy iba a matarla en cuanto la viera. Recordó nuevamente la escena, al abrir la puerta se encontró con otra hermosa habitación, pero de colores verdes, y de repente se dio cuenta de que ya había alguien allí, Malfoy en calzoncillos la miraba con furia. Una espectacular espalda que hacia obvio su atletismo. Pectorales remarcados, por los entrenamientos de Quidich, y unas piernas largas y flacas. "esta re bueno", pensó la parte pervertida de su cabeza, "CALLATEEEE!" pensó la otra parte, cerro la puerta y le hecho la traba, mirándose en el espejo que estaba al lado de su armario, su cara estaba rojísima. De repente se escucho, desde la puerta del baño golpes.
- Granger! Se que estas ahí! – Decía enojado Malfoy – la próxima vez toca antes de entrar! Estupida sangre sucia –
- Pues lo siento, Malfoy, que iba a saber yo que te iba a encontrar a vos! – decía enojada Hermione desde el otro lado de la puerta.
- Toca la puerta, sangre sucia! – decía rojo de ira Draco.
- Pone la traba, Malfoy! – le contestaba, la castaña.
- Bueno – dijo él mas tranquilo y volviendo a tomar su pose arrogante – seguro que te gusto lo que viste, no? – dijo con una sonrisa maliciosa. Ya sabia como la iba a torturar.
- De que hablas?! – contesto ella, sentía como se volvía a poner roja.
- Seguro que nunca viste a un hombre en calzoncillos, rata de biblioteca, claro si sacamos a Weasley de la lista, porque obviamente eso no es un hombre – decía divertido Draco.
Hermione abrió la puerta de golpe, estaba roja de furia pero se quedo pasmada a ver a Malfoy solamente en un pantalón fino y blanco, sin remera. Al ver la reacción de la chica, Draco sonrió divertido.
- Te quedaste sin habla, eh Granger? – rió. Hermione recupero su vos, y miro hacia otro lado.
- Yo no estuve con Ron, Malfoy, así que deja de decir esas cosas – refuto ella enojada.
- Claro, y yo te creo – rió de manera maliciosa. Se acerco peligrosamente a la chica que empezó a retroceder para alejarse del rubio, hasta que sintió que se doblaba de rodillas y se caía a la cama, Malfoy se acerco hasta sentir su aliento, y el olor a su cabello y por un momento se sintió desorientado, al ver que la chica respiraba de manera dificultosa, se levanto y salio riendo de la habitación, dejándola asustada y sorprendida.
- Eres un estupido! – grito ella, se había parado y acercado a la puerta del baño, y la cerro con un portazo. Se cambio y se acostó en la cama, pero no pudo dormir hasta que pasaron, lo que a ella le parecieron, horas.
"Porque a mi?" fue lo ultimo que pensó antes de caer dormida.
