El sonido de las campanas repicando se hizo eco en el patio del instituto anunciando que la hora del receso había llegado, así que los estudiantes comenzaron a invadir los pasillos, los cuales pronto se vieron invadidos con risas, murmullos, y alguno que otro grito, mezclados con los regaños de los maestros que se encontraban cerca.

Algunos preferían visitar la cafetería para comprarse algo para comer, donde se realizaban verdaderas batallas por conseguir algo del delicioso yakisoba pan, y otros, en cambio, como ya poseían el almuerzo preparado, preferían dirigirse a la azotea o a los jardines para degustarlo en compañía de los amigos más cercanos.

Un estudiante albino de ojos carmesí, sin embargo, parecía no contemplar la posibilidad de comer algo debido a que había preferido optar por permanecer frente al salón de clases, leyendo una libreta en la cual tenía diversas anotaciones, entre las que se podía destacar su letra minúscula, como si deseara ahorrar el mayor espacio posible.

Mientras continuaba entretenido con su lectura, la última estudiante que todavía se encontraba dentro de dicho salón finalmente optó por salir de allí, deteniéndose por segundos a ver al chico que se encontraba centrado en su lectura.

Ocurrió en tan sólo una milésima de segundos, en la que una sonrisa y una mirada asesina cortaron el ambiente como un cuchillo afilado.

La chica decidió no continuar perdiendo el tiempo y encaminó sus pies posiblemente hacia la cafetería llevando consigo un teléfono celular y guardándolo como si se tratara de un tesoro de especial relevancia. El chico permaneció inmóvil en su lugar, guardando una nueva sonrisa en los labios y observándola alejarse como si se tratara un espécimen nunca antes visto.

- Casi puedes cortar la tensión sexual que hay entre ambos –comentó una chica que los observaba desde lejos.

- ¡Erika! –la recriminó la chica que iba con ella.


Capítulo 1. Estudiantes de élite.

- ¿Quiénes son ellos, de todas formas?

El chico parecía no oír los cuchicheos de algunas chicas que se encontraban a algunos metros de distancia de él, almorzando sentadas en el pasillo, y que lo contemplaban como si se tratara del hijo del primer ministro o alguna persona de gran notabilidad. Él ni siquiera daba señales de poseer hambre, y siempre se encontraba centrado en la libreta presente en sus manos.

- ¡Oh! ¡Es verdad! Lo había olvidado por completo –exclamó la chica que respondía al nombre de Erika.- Tú tan sólo has llegado al instituto la semana pasada, ¿Verdad Naru? –la otra asintió con la cabeza y luego se llevó un poco de arroz a la boca- Ese chico que ves allí es Akise Aru. Es el estudiante más inteligente del instituto, pero es algo "rarito", por lo que siempre lo verás solo. Hay rumores que dicen que juega a ser detective.

Naru arqueó las cejas, interesada. ¿Un chico que trataba de ser detective? Sonaba una locura, aunque si se trataba del más inteligente de todo el instituto, tal vez fuera otra historia. Esperó a que su amiga acabara de comerse un camarón frito, y dejó su recipiente de obento ya casi vacío a un costado.

- La chica de cabello rosa se llama Gasai Yuno, y se encuentra en el segundo puesto de inteligencia dentro del instituto –prosiguió Erika vanagloriándose sobre el conocimiento del que se hacía dueña- Por supuesto, eso significa que ellos dos han estado luchando constantemente por ser más inteligente el uno del otro, pero como verás, Akise siempre ha logrado imponerse, es por eso que ella lo detesta.

- Uuh –soltó Naru interesada, queriendo saber más acerca de aquellos dos estudiantes de los que su amiga charlaba- ¿Así que los más inteligentes?

- Pero todo el odio sólo es un preludio de que quizás haya sentimientos más allá –añadió Erika con una sonrisa-, o lo sería…

- ¿Lo sería?

- Verás –Erika se llevó el último bocado de arroz a la boca, y bajó los palillos agradeciendo por la comida- hay rumores de que Gasai Yuno ya está saliendo con alguien, un chico llamado Amano, a quien transfirieron a otro instituto hace aproximadamente un año. No sé mucho sobre él porque me mudé justo luego de que él se marchara.

- ¿Así que lo de ellos dos jamás sobrepasará la rivalidad?

- Es probable.

Akise Aru cerró los ojos y también la libreta de tal forma, que el sonido seco producido por las páginas al tomar contacto con fuerza sobresaltó a las chicas a pesar de la distancia que los separaba. ¿Las habría oído todo ese tiempo? Pero él ni siquiera se molestó en dirigirles la mirada, simplemente optó por ingresar al salón de clases y cerrar la puerta tras de sí.


Mientras tanto, Gasai Yuno se comía un sándwich de manzana sentada en el escalón de alguna escalera encontrada en el edificio abandonado que estaba inmediatamente detrás del edificio actual. La entrada a ese lugar estaba estrictamente prohibida, pero ella siempre era capaz de evadir los controles e ingresar allí sin ser descubierta.

Maldito Akise Aru.

Sus dedos comenzaron a oprimir los botones del teléfono que tenía a mano, escribiendo un mensaje a toda prisa, casi como si su vida dependiera de ello.

Lo odio, lo odio, lo odio, lo odio, lo odio, lo odio, lo odio…

Arrojó al suelo lo que todavía le quedaba de sándwich y centró su atención en el teléfono.

¿Crees que debería matarlo, Yukki?

Se detuvo justo antes de oprimir el botón de "enviar", y una sonrisa psicópata curvó sus labios ante la idea de deshacerse del molesto y arrogante Akise, ese estudiante que parecía estar burlándose siempre de ella silenciosamente sólo por encontrarse en la cima de la lista de los mejores estudiantes de aquél instituto.

Lo odiaba tanto, tanto, que a veces tenía inmensas ganas de cortarle la boca con la navaja que llevaba en el bolsillo sólo para que dejara de sonreír.

- Todo estaría mucho mejor si murieras, ¡Akise Aru!

Una risa maniática comenzó a aflorar de su garganta hasta hacerse eco en todo el pasillo.

Matar a Akise Aru, qué idea tan inmensamente fantástica. De ese modo ya no tendría que continuar soportando ese estúpidamente atractivo rostro, y tampoco esa sonrisa que tanto detestaba. ¡El mundo sería un lugar mejor sin un Akise Aru que lo arruinara!

Ese día, luego de retirarse del colegio, lo acorralaría y acabaría con su vida de una vez por todas.

Lo haría, lo haría.

-Todo será mucho más bonito una vez que lo mate, ¿No es así, Yukki? –ella contempló el teléfono con cariño, y luego posó sus labios sobre la pantalla, exactamente sobre el nombre de Amano Yukiteru.


El día transcurrió con completa normalidad hasta que un nuevo repicar de las campanillas anunciaba el término de las clases, provocando que los estudiantes se marcharan en tropel de los salones de clases, deseando únicamente poder librarse del ambiente pesado de ese sitio, y poder, finalmente descansar un poco en la comodidad de sus hogares, o salir a dar un paseo con los amigos para aliviarse de todo.

Akise Aru cerró la mochila, se la colgó del hombro y procedió a retirarse siendo observado atentamente por Gasai, quien estaba dispuesta a proseguir con su plan de darle término a la vida de su más grande, y detestado, rival. Con una nueva sonrisa en los labios, ella tomó su propia mochila y se dispuso a dar el siguiente paso: Seguirlo hasta encontrar un sitio perfecto, uno en el que nadie podría verlos.

Akise siempre se marchaba a su hogar caminando, lo cual consistía una obvia ventaja, por lo que Yuno era capaz de seguirlo las calles que fueran necesarias.

En un momento determinado, el chico se detuvo y se inclinó sobre un felino pequeño que se encontraba allí. Lucía perdido, así que quizás Akise activara su sentido justiciero y haría lo posible por encontrarse al dueño.

Como nadie observaba debido a que se trataba de una calle poco transcurrida debido a su ubicación, y Akise parecía haber bajado la guardia por encontrarse completamente entretenido acariciando al gato, Yuno la vio como una oportunidad perfecta, y con una sonrisa psicópata, desenfundó la navaja que mantenía guardada en el bolsillo de su uniforme.

Pero algo ocurrió.

Akise pareció soltar una risa por lo bajo, y se enderezó, haciendo caso omiso al felino.

- No creas que no te he visto, Gasai Yuno.

Yuno, quien se encontraba tras un poste lejano, sufrió un sobresalto y abandonó su escondite sintiéndose indefensa.

¿Pero cómo? ¿Cómo Akise la había descubierto? ¡Lo había seguido en completo silencio! ¡Había hecho un movimiento perfecto! ¿Cómo? ¿¡Cómo!

- Oh, qué sorpresa –Akise arqueó las cejas y guardó las manos en los bolsillos, consiguiendo que la chica se pusiera a la defensiva, como si estuviera esperando que él también mostrara un arma, pero nada de eso ocurrió -¿Así que de verdad me seguías?

- ¿E-Eh?

Yuno parpadeó perpleja. ¿Akise había soltado aquello sólo porque sí? ¿Pero qué clase de chico era ése? Si tan sólo se hubiera mantenido oculta a pesar de todo, quizás…

Los ojos de Akise se centraron en la navaja que ella oprimía con tanta firmeza en la mano, y ella volvió a sobresaltarse.

¡La había descubierto! ¡Maldición! ¡Ahora todo su plan se había arruinado!

- ¿Planeabas matarme? – Preguntó Akise aunque la respuesta fuera obvia.- No me esperaba esto de usted, señorita Gasai. No pensé que usted fuera una asesina.

Y ahí estaba una vez más: aquella sonrisa tranquila que Yuno tanto detestaba.

Ya que había sido descubierta, Yuno no tuvo más opción que proseguir con el plan B: ¡Atacar directamente! Así que sin siquiera pensarlo, y con el odioso rostro de Akise en sus pupilas, se dispuso a cruzar la calle a toda prisa con la navaja en alto para asestarle un golpe mortal tan sólo estar a escasos centímetros de él.

Pero entonces todo se volvió oscuro.


Nota: ¡Hola! Muchas gracias por haber leído este fanfic y me disculpo por lo horrible que me ha quedado x'D

Es la primera vez que escribo uno de esta pareja, y espero no cometer errores con ellos ya que, como sabrán, son personajes algo complicados.

Es una pareja un tanto rara, ¿No? Pero a mí me gustan mucho las parejas de ese tipo xD Lastimosamente no es muy popular ya que la gente prefiere a Akise con Yukiteru, o a Gasai con Yukiteru, y el estado de rivalidad y enemistad entre Gasai y Akise hace que mucha gente se cierre a la posibilidad de esta pareja, lo cual es triste porque, si lo miras detenidamente, ambos podrían ser un dúo muy interesante.

Ahora bien, ¿Qué ocurrió con Yuno? ¿Akise era un paranoico que creía siempre que ella lo seguía? ¿Qué papel jugará Yukiteru dentro de la historia?

Todo eso lo sabrán en el siguiente capítulo~