Death Note pertenece a Tsugumi Oba y a Takeshi Obata , yo solo soy una aficionada a este fabuloso manga. Lo único que me pertenece es la idea de este fanfic.
Advertencia: Este capítulo puede tener Ooc , algunas incoherencias y leve crossover con Bleach.
Capítulo 1: De compras con Ryuk
Quizás para muchos era un día normal pero para quienes trabajaron en el caso Kira no. Años atrás, un día como ese había muerto el mejor detective de la historia, L.
Light Yagami se sentía satisfecho y realmente tenía motivos para estarlo. Todo lo que se había propuesto finalmente se veía realizado. La palabra de Kira, su palabra, era la ley, tenía un buen puesto laboral, era el jefe de la policía. Incluso se había deshecho de aquellos a los que consideraba una molestia o un obstáculo para ver cumplidos sus grandes objetivos.
A veces era aburrido.
L había muerto y Misa estaba de gira, algo temporal pero que le daba un poco de paz y tranquilidad. A pesar de que Ren ya no implicaba un problema no podía dejar a Misa, era frustrante el hecho de que a pesar de su inteligencia seguía atado a ella, esa mujer era demasiado insistente.
Ese día había regresado a la casa después de una larga jornada laboral, ansioso por sentarse frente al televisor para poder ver las noticias, comer unas papas mientras asesinaba a los criminales que consideraba indignos de vivir… lo normal.
Desde el momento en que cruzo la puerta supo que nada saldría. La primera señal era la ausencia de sus preciadas, papas, él no podía juzgar a criminales sin sus papas. Decidido a resolver ese contratiempo cuanto antes tomó su chaqueta y paraguas. Conseguir esas papas era una prioridad sin contar que podría comprar unas manzanas para su mas… shinigami compañero, Ryuk el poderoso.
Ese pensamiento lo hizo reír internamente. Ni él mismo se lo creía, de hecho lo consideraba su mascota. Después de todo lo alimentaba, lo sacaba a pasear, ni siquiera podía decir que era poderoso pues era él quien se había quemado la cabeza cuando L estaba vivo y era una amenaza junto a la policía.
—Light, Light —lo llamó Ryuk tratando de parecer despreocupado, el mismo tono que usaba cuando quería manzanas o le diría algo importante que estaba olvidando. Si no estaba equivocado, algo que nunca pasaba, debía tratarse de la primera opción, por alguna extraña razón siempre se enteraba cuando salía al supermercado —. Vamos por manzanas, deliciosas y jugosas manzanas del mundo humano.
Llevar a Ryuk al supermercado requería de una paciencia sobrehumana, algo con lo que contaba pero no hacía más sencillo dicha tarea. Ryuk no era un aficionado a las compras pero sí a las manzanas. Cuando le había dicho que esas frutas eran para él lo que las drogas para los humanos, no exageraba. Cada vez que intentaba tomar una manzana debía recurrir a una de sus miradas intimidantes, si no lo mantenía bajo vigilancia podría comerse todas las frutas y eso le traería grandes consecuencias. En este caso tuvo que usar la número siete, una de las más efectivas, no le falló.
Notó como varios se apartaban de su camino, el que varias manzanas comenzaran a flotar podía ser una de las razones pero estaba convencido que eran sus miradas intimidantes el principal motivo.
Se dirigió al puesto de frituras, había varias marcas pero él solo aceptaba su marca favorita. Pasó sus manos sobre diferentes bolsas, ninguna era la que estaba buscando.
—Es absurdo, todas las papas son iguales.
—No te digo nada sobre tus amadas manzanas.
—Jamás discriminaría una manzana, todas son hermosas y deliciosas. Y Light, deberías tener más cuidado, los otros humanos pensaran que tienes problemas mentales.
En momentos como ese Light odiaba que su compañero fuera invisible. No era la primera vez que lo hacía pasar una situación tan incómoda como esa y sabía que no sería la última vez que lo haría. Pero también sabía que de lo contrario, con la apariencia que tenía no pasaría desapercibido, no dudaba que muchos enloquecieran como el criminal que asesino para conseguir el nombre del agente del FBI que lo seguía años atrás.
Para su buena fortuna no tardó en encontrar las papas que buscaba. Podría regresar a su casa y olvidarse de las compras, al menos por un largo tiempo. Si bien al no tener un rival desde que L había muerto y de aburrirse demasiado seguido, ir de compras con Ryuk no estaba en su lista de actividades favoritas.
—No te olvides de las manzanas, ya se acabaron.
—Compré la semana pasada.
—Exacto, ya se acabaron y debes comprar más.
El joven Yagami le dedicó una de sus miradas intimidantes al shinigami que lo acompañaba, la número cinco para ser más exactos pero no resultó tan efectiva como esperaba pero logró su propósito ¿Estaría perdiendo su toque? No, eran las manzanas las que contrarrestaban el efecto de su mirada.
—Si no como manzanas entraré en un estado de abstinencia y no será agradable.
Aquellas palabras bastaron para que el joven Yagami tomara varias manzanas sin protestar. Un Ryuk sin manzanas no era algo que quisiera ver más de una vez. Mientras pudiera evitar volver a ver al shinigami con sus poses extrañas lo haría.
—Es bueno ver a la juventud de hoy en día preocuparse por la salud —escuchó decir a una anciana a su lado —. Mis nietos solo piensan en comer frituras pero yo les llevará manzanas, son más deliciosas y saludables.
—Esa señora tiene toda la razón, deberías escucharla —le dijo Ryuk con esa sonrisa que tanto le irritaba.
—Es usted muy atenta, sus nietos deben estar orgullosos.
—Y caballeroso, la próxima vez me gustaría presentarle a mi nieta, deben tener una edad parecida, lo haría ahora pero se me queman los frijoles —le dijo la mujer antes de retirarse.
—Eres todo un Casanova, Light ¿Qué diría Misa? Ella es tu novia.
—No molestes —susurró el de cabellos castaños, demasiado molesto como para disimularlo. Si lo miraban raro no le interesaba.
Después de comprar sus papas y unas cuantas manzanas regresó a su casa. Dispuesto a matar a unos cuantos criminales antes de dormir. Ya se habían terminado las noticias pero todavía podía contar con el internet.
Pero antes de que pudiera cargar la página él llegó de la forma más extraña que pudo pensar. No fue el hecho de que entrara por la ventana lo que lo sorprendió sino el hecho de que estuviera allí cuando se suponía debía estar muerto. Ren lo había matado pero fue por su brillante plan.
—Hola Light —le dijo con su típica voz despreocupada y fue en ese momento que lo supo, no era un sueño.
— ¿Qué haces?
—Comer —respondió con simplicidad sin dejar su acostumbrada pose encorvada.
En ese momento Light notó el peculiar traje de su rival. Era negro, parecía ser una capa y en su espalda llevaba una espada de gran tamaño. Era extraño verlo sin su ropa habitual pero más cuando lo había visto morir en sus brazos, cuando había estado en su funeral y saltado sobre su tumba.
—Pero se supone que estás muerto, un shinigami te mató.
—Luego me convertí en hollow —respondió con su rostro inexpresivo —luego otro shinigami me mató e irónicamente me convertí en uno ¡Que corta es la vida! ¡Y la muerte también! Una mujer fue la responsable de mi primer muerte pero fue otra mujer la que me mostró la clave para enderezar mi camino.
— ¿Shinigami? —le preguntó Light tratando de aparentar interés mientras escribía el nombre de L en su Death Note.
Le había costado saber su verdadero nombre incluso después de muerto pero en ese momento supo que había valido la pena revisar el reverso de la ropa interior del detective, debió imaginárselo antes, incluso él tenía esa costumbre, nunca se sabe cuándo se puede necesitar el nombre bordado en la ropa interior_ no pareces uno.
—Soy un tipo diferente de shinigami, Ren usaba la Death Note para matar y adquirir más vida, yo mi Zanpakuto para guiar a las almas plus a la sociedad de almas y encargarme de Hollows.
Los ojos de Light se abrieron como platos al ver la enorme espada en la espalda del pelinegro. Pero más al ver como no moría a pesar de que habían pasado ya los cuarenta segundos.
—Impresionante —le dijo Light tratando de ocultar su nerviosismo —, pero sigo sin saber qué haces aquí, no lo tomes a mal, siempre es bueno ver a un gran amigo.
—O al mejor rival —agregó L —. No es necesario que finjas. Ambos sabemos que eres Kira y que el shinigami detrás de ti es el propietario de la Death Note que tienes en tus manos y con la que intentaste matarme.
Light estaba demasiado sorprendido por las palabras de su rival, su mejor rival. Siempre había sido inexpresivo por lo que no podía asegurar que era lo que buscaba. Solo podía estar atento a lo que llegara a pasar, sea lo que fuera era su única opción.
—Hola Lawliet —le dijo Ryuk haciéndose notar y tomando la última manzana del tazón.
Ligth le dedicó a Ryuk una de sus miradas más letales, la número cuatro para ser más precisos. Después de todo lo que había pasado y revelaba el nombre de su rival de ese modo.
— ¿Por qué dices su nombre? —le recriminó el joven Yagami —, creí que no podías ayudarme.
—No puedo y no lo hago —respondió Ryuk antes de morder la manzana en su mano —, de nada te sirve su nombre, creí haberte dicho que la Death Note solo funcionaba con humanos y que no funciona con shinigamis. Además ya sabías su verdadero nombre.
—Por cierto Ryuk, hace mucho no me llaman por ese nombre, ahora me conocen como Ulquiorra.
—Nunca perdiste la costumbre de usar identidades falsas comentó Kira sarcásticamente.
L sonrío satisfecho y aquello aumentó la ira del castaño. Odiaba cuando sus planes no resultaban según lo esperado pero más el tener a ese hombre frente a él. Junto a Ryuk y Misa era uno de los pocos que lograba hacerle perder la paciencia. Ya no importaba ponerse en evidencia. Su cordura se estaba deshaciendo y nada podía hacer por evitarlo.
Por mucho tiempo Light creyó que su vida era perfecta. Desde el momento en que dio a Ryuzaki por muerto. Lentamente se había ido deshaciendo de las personas que le molestaban, Misa entre ellas aunque era su prometida oficial.
Pero ahora todo había desaparecido súbitamente. Todo su reino estaba por caer y sabía que Ryuk no lo defendería ni haría nada por evitarlo. Probablemente seguiría molesto por no llevarlo al supermercado. Light Yagami moriría solo.
—He venido por tu alma —le dijo L con absoluta seguridad —. Siéntete orgulloso, es mi primera misión como shinigami.
—No será tan sencillo, cuando acepté la Death Note Ryuk dij que sería él quien pondría fin a mi vida. A no ser que…
—Así es Light —agregó Ryuk solemnemente —. Las cosas últimamente se han tornado aburridas y es momento de que terminen. Fue bueno mientras duró, hicimos llevadero nuestro aburrimiento.
Notas autora:
Capítulo editado y corregido.
Para ver la imagen en la que se inspiró este capítulo recomiendo ir a la página de facebook en mi perfil y buscar el album "Fanfics".
Gracias por leer. Que tengan un buen día!
