Hola chicos!

Este es un nuevo Fanfiction de Your lie in april/shigatsu wa Kimi no uso que hemos en conjunto creado mi hermana espejodeafrodita, y su servidora.
espero que les guste, y tomándome unas cuantas licencias advierto desde un inicio: puede que observen personajes de otros animes/libros/fandom realizando apariciones en esta historia, esto es debido a la poca cantidad de personajes que nos ofrece el manga y tanto para enriquecer la trama y no forzar demasiado a nuestros personajes secundarios, desde el inicio les aviso que no se ahondara demasiado en ellos, y solo son personajes de apoyo para no crear demasiados OC's, disfruten si ven algúno de sus personajes favoritos entre ellos!

Nada de esto nos pertenece, mas que el deseo de que kaori siga viviendo en nuestros corazones /3

todos los créditos a sus respectivos creadores, de las que somos fieles fans por dodarnos una maravillosa historia para llorar!

Disfruten y nos vemos en el final!

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Apertura

Una fría mañana del 18 de febrero, el tiempo se detuvo para dos jóvenes almas en la concurrida ciudad de Tokio.

Una de estas era un joven pianista que hasta hacía 6 meses había abandonado las esperanzas de escuchar las notas anhelantes de su propio piano y que ahora, impulsado por una fuerza que solo se podría describir como magia, se había parado por tercera ocasión ante un escenario dispuesto a que no olvidarán nunca su actuación.

La segunda alma, era una hermosa chica, que había recibido una casi segura sentencia de muerte y pese a ello había decidido vivir su vida sin restricciones: dar a los gatos confites de chocolate, tocar su violín sin las limitaciones de las partituras y lanzar una mentira en abril que haría que el destino de ambos cambiará radicalmente.

Esa fría mañana de febrero Kousei subió en la montaña rusa de sensaciones que tienen todos los artistas ante los concursos donde evalúan sus talentos contra los demás. Nervios, emoción y miedo…. Eran cortas palabras para entender el temblor y el sudor se mecían en los largos dedos del pianista, pero el hecho de compartir un sándwich de huevo y la plática trivial sobre si el mejor acompañamiento era él te rojo, la leche pasteurizada o un suave refresco, con otros dos de los competidores no podía ser descrito en alguna clase de sentimiento específico.

Esa misma mañana los sentimientos de la chica que esperaba en la fría habitación del hospital a ocurriera su cirugía podría describirse en unas pocas palabras: esperanza. Esperanza pendiendo de una sola hebra de confianza. Esta operación era la única forma de salvar su vida, su futuro y sus sueños para el mañana.

Mientras Kousei, el metrónomo humano se sentaba en el banquillo frente al piano, Kaori, la violinista, era instruida a que respirara el anestésico que la induciría a la inconsciencia.

Mientras a Kaori, la maestra de la improvisación, le colocaban tubos y mangueras en su boca para que respiraran por ella; Kousei, el genio pianista, salía de su bloqueo inicial al escuchar el sonido de sus amigos entre el público.

"Cuando termine esto, podre volver a verlos a todos, esta vez, esta melodía, será capaz de obrar un milagro." Pensó el chico escuchando por primera vez en años la canción completa que producía su piano.

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..

-Doctora, ¡la presión se está desplomando! Necesita detener la intervención.

-Tengo que encontrarlo antes…

-Doctora Mayfair, deténgase, la paciente ha entrado en choque.

-¡Con un demonio, Kayashima, usted es el anestesista, mantenga sus signos vitales estables de una vez!

-Doctora debe de ser algo en los nervios talámicos, la anestesia no produce estos efectos, ella está cayendo en…

-RÁPIDO TRAIGAN EL EQUIPO PARA PARO!

- ¡La estamos perdiendo! Doctora Mayfair ¿qué hacemos? ¡Doctora!

-¡Vaya!... esto es extraordinario...

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..

Emi lloraba silenciosamente mientras el público aplaudía a su eterno rival Arima Kousei. Apenas tuvo tiempo para secarse las lágrimas cuando vio que el chico de cabello oscuro se había derrumbado en el piano, llorando por una visión que nadie más que él había contemplado.

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Hiroko mantuvo la mirada en el tablero que anunciaba a los ganadores del concurso, el nombre de su pupilo figuraba en primer lugar, pero no había felicidad en la noticia. El chico, junto con sus compañeros habían salido disparados hacia el hospital, sin siquiera una ojeada a la lista. Quiso alzar una oración a los cielos, pero sabía que eso solo haría sus temores más tangibles. La pianista salió del auditorio con la idea de fumar un cigarrillo para distraer su mente de más pensamientos fúnebres.

-Mamá, Kousei ¿estará bien?

-Todo dependerá de lo que encuentre en el hospital Koharu-chan -le respondió con la mejor sonrisa que pudo formular, aunque esta no le llegó a su pequeña que permanecía pensativa.

-Mamá…. No se…. No creo poder olvidar nunca esto…-unos ojos confundidos la miraron en busca de respuestas, como cualquier otro pequeño busca confianza en un adulto.

-Está bien, no lo olvides mi pequeña, no lo hagas.

...

En el pequeño patio de servicio del hospital, un cigarrillo era aplastado con la fuerza desmedida de la cirujana Mayfair, cuando una de las enfermeras le llamó desde la puerta más cercana.

-Doctora Mayfair, los padres de la paciente la están esperando.

La neurocirujana no se molestó en contestarle, simplemente siguió a la enfermera a través del hospital, pensando en las palabras que tendría que decirles a los padres de la joven.

Nadie preparaba a los médicos para dar malas noticias. El dar informes sobre el fallecimiento de un paciente era difícil, pues el profesionalismo y la dedicación en ocasiones parecían rayar con la frialdad. Pero era mucho peor dar noticias sobre el estado crítico de los pacientes, pues la esperanza parecía un arma de dos filos dispuesta a atacar contra la familia y el mismo médico. La doctora Mayfair suspiro resignada, estaba a punto de enterarse después de todos eso años de práctica médica, que sería dar esas dos clases de malas noticias a los familiares de un mismo paciente.

...

Kousei se detuvo a tomar aire en el rellano de la escalera, a diferencia de sus compañeros no había esperado a tomar el elevador hacia el último piso donde se encontraba la cama de Kaori, sino que intempestivamente había empezado a subir las escaleras a un lado de los mismos, dejando en su desesperación muy atrás al par de atletas profesionales, por primera vez en su vida.

Alzó la mirada hacia el señalamiento de "sala de espera" calculando mentalmente cuántos pisos faltaban cuando una voz de acento extranjero pronunció el apellido de Miyazono.

-…es una enfermedad extraordinaria, y también muy rara señor Miyazono -informó la voz femenina y extranjera, esta vez Kousei agudizó el oído con el corazón palpitando dolorosamente en la garganta -su cerebro libera una clase de neurotransmisores y hormonas seudo parasimpáticas acetilcolina-nicotina y otras "estáticas" que dictan mantener su cuerpo en una especie de limbo o coma auto inducido. -la neurocirujana se detuvo un momento para buscar las palabras exactas -en un principio pensamos que podría ser Esclerosis lateral Amiotrófica por los síntomas clínicos, pero entre más analizamos los laboratoriales menos encajaba con algún diagnóstico…

Kousei había avanzado lentamente por las escaleras para mirar la sala de espera vacía, salvo por los padres de Kaori y la doctora americana, mas nadie se percató de su presencia.

-solo se han conocido dos casos como estos al sur de Japón; quizá sea la radiación o algún otro cambio ambiental en combinación con alteraciones genéticas u otra enfermedad de base -continuó la neurocirujana -fueron descritos por el doctor Edajima hace tres años como "desvanecimientos" es una especie de suspensión inducida por el cerebro.

-Lo sabemos doctora, pero qué hay acerca de la cirugía… pensamos -la voz de la madre Kaori se cortó con un suspiro.

-La inyección de células madres en la médula espinal, es un tratamiento experimental para ambas enfermedades, señora Miyazono -le explicó la doctora Mayfair -así como la rehabilitación para preparar, el reforzamiento de la unión neuromuscular, pero comprenda, es una enfermedad para la que nadie estaba preparado realmente.

-¡Que ha pasado!, ¿cómo se encuentra ahora nuestra hija, Doctora Mayfair? -el padre de Kaori hizo la pregunta por la que Kousei moría por saber la respuesta, pero moría por no querer preguntarla jamás.

-Justo después de la intervención con células madres, ella cayó en este "estado". Apenas si nuestros aparatos pueden detectar vida en ella. En esta especie de suspensión inducida por el cerebro. Tiene un ritmo muy lento pero estable, la respiración debe de ser controlada de manera casi mecánica y todas sus funciones superiores están abolidas, sus funciones vitales están en un punto medio entre estado vegetativo y coma profundo….

-Doctora nuestra Kaori está…- la pregunta de la señora Miyazono quedó estancada en un doloroso silencio sin poder pronunciar la palabra.

-No señora, Kaori no está muerta -la doctora se detuvo mirando a los padres de su paciente, casi sentía el puñal de la esperanza dispuesto a atravesarlos a la menor muestra de compasión - pero no puedo asegurar que ella vaya a vivir. Kaori entro en la etapa crítica de la enfermedad, ningún medicamento inventado por la ciencia, puede despertarla o causar el más mínimo cambio en su estado actual. Está en lo que denominan "fase Crisálida" ...

Cuando recuperará la conciencia o si lo hará algún día, depende enteramente de ella. Los dos casos anteriores han tardado tres y seis años, sin embargo, no puedo asegurarles nada.

-Pero, ¿está viva? ¿Nuestra niña está viva? -la voz quebrada de padre de Kaori resonó en la sala de espera con excesiva fuerza -si está viva no hay problema, ella es muy testaruda, no se dejará vencer por algo como esto, estoy seguro… -afirmaba al tiempo que abrazaba con fuerza a su esposa en un esfuerzo de no temblar; de dar fuerza a ambos.

-Sí, nuestra Kaori estará bien, Dra. Mayfair, ¿podemos verla? ¿Ya es posible ver cómo se encuentra? - preguntó la madre de Kaori ansiosa de ver, como fuera que estuviera su hija.

-Si por supuesto, pero me agradaría que primero viesen unos cuantos papeles… como sabrán, lo único que podemos ofrecerle por ahora es mantener sus cuidados en el hospital, investigar, si ustedes nos lo permiten, tratar de encontrar alguna forma de romper esa crisálida… o tratar de ayudar a otras personas que padecen esta enfermedad...

Kousei no siguió escuchando, siguió subiendo los escalones como un preso que va a la silla eléctrica, con paso firme sabiendo que no se podía retrasar lo inevitable: ya lo había hecho una vez con su madre y aun se arrepentía de ello. No con ella, se repitió una y otra vez hasta que llegó a la habitación de Kaori.

Giró el pomo de la puerta con los dedos temblorosos.

Escuchó el resonar de una respiración casi inexistente, y los leves pitidos de los aparatos médicos en la habitación. Entró en el cuarto levemente iluminado por las pequeñas lucecitas parpadeantes y los monitores que no paraban su silencioso trabajo.

Y ahí en la cama, observo a la chica que conoció debajo de los cerezos florecientes y que había cambiado su destino; ahora conectada a una pequeña caja que respiraba por ella.

Se acercó, los pasos firmes se volvieron tambaleantes hasta llegar al pie de su cama; cayó de rodillas temblando, se quitó los lentes en un intento inútil de aclarar su mirada de las lágrimas que surgían de sus ojos añil; tomó entre sus manos la mano apenas tibia de Kaori y con la voz rota exclamó:

-Gracias… Gracias al cielo!... ¡No te marchaste a donde no te puedo seguir… te quedaste… te quedaste… gracias! - no pudo pronunciar más palabras, las lágrimas se atascaron en su garganta, los sentimientos de tristeza, esperanza y desesperación parecían que lo iban a volver loco.

No supo por cuánto tiempo estuvo llorando, pero antes de realmente saber que pasaba, algo se asentó en su corazón y por un segundo sintió como si ella tomara también de su mano, como si una brisa cálida soplara a través de los cristales cerrados, como si su madre estuviera tocando el piano.

-Oye Kaori… No lo olvidaré. No te olvidare. ¡No te voy a olvidar!... Porque aún tenemos una promesa que cumplir. Tenemos que tocar ese Vals juntos, Voy a ser tu acompañamiento, para que ganes con tu Rondo Capriccioso, Vas a ser mi acompañamiento en Liebesleid y no me vas a dejar plantado otra vez -una fugaz sonrisa atravesó su rostro -No lo olvides, porque yo no lo voy a olvidar. Vendré a visitarte, te traeré música para ti. por lo más sagrado de este mundo no me voy a alejar Kaori.

Kousei se levantó y se puso los lentes sin dejar de mirar la mano que sostenía entre las suyas.

"tan efímera y débil, pero brillando con todo su valor, resonando, latiendo como un corazón, así es la luz de la vida"

-no cierres el telón Kaori… somos música.

El chico salió de la habitación como un fantasma, los aparatos siguieron su eterno parpadear, como si nunca hubiera estado ahí, o como si nunca se hubiese marchado. El tiempo se había congelado en aquella habitación esa tarde junto con aquella joven de cabellos dorados y el corazón del pianista enamorado.

Continuara…

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Que tal les pareció ¿les gustó? No olviden dejar un review, recomendar a sus amigos fans de la historia y calificarla!; esteremos publicando cada martes hasta su finalización, (esperemos que con un poco de suerte nunca suframos un retraso :'D)

Sin mas que agregar y esperando sus reviews que alimentan a las escritoras y al corazón de kaori chan 3

Se despide su fiel escritora

The Candy Girl!