Disclaimer: Nada me pertenece… excepto mi ropa.


Notó que Scorpius salía por la puerta apresuradamente al borde de volarla y hacerla mil pedazos.

-¿Dónde vas?

-A tu madre se le olvido comprar algo.

-¿Puedo ir contigo? – preguntó con esa cara de niña inocente que pone cuando quiere algo.

-No Rose, no me demoraré mucho.

-¿Por favor? ¿Sí? – Scorpius lo pensó un momento

-¡Aaaah! Está bien vamos, pero rápido Rose, rápido – dijo con un tono amenazante.


-¡Scorpius ve más lento! – gritaba Rose.

-No me grites al oído Rose, no soy sordo.

-Pero hazme caso, no querrás matarnos.

-¡Aaaay! ¿Por qué enamoré de una exagerada como Rose? – gritaba Scorpius al viento.

-Y yo de un descontrolado como tú – decía Rose al mismo tiempo en que Scorpius pasaba por otra calle.- ¡Cuidado Scorpius dobla! No, no, frena…

-¡Cállate Rose! Me desesperas… ¡Auuch! Rose no me aprietes el brazo, me duele – se quejaba Scorpius, mientras Rose lo tenía por el brazo.

-Baja la velocidad o moriremos – decía Rose todavía con la mano en el brazo de Scorpius.

De repente Scorpius se detuvo en seco

-¡ROSE BAJA AHORA DE LA BICICLETA! Vuelve a casa caminando, total son solo 3 calles.

Rose se bajó indignada y se fue caminado rápidamente.


Se reciben críticas con el corazón abierto!