Naruto y compañía NO me pertenecen. Son obra de MASASHI KISHIMOTO.

Βiεηvεηido α cαsα Sαsukε

Cap I

"El trato"

La Godaime miró con aprehensión a la figura que permanecía de pie junto a ella. Las preguntas se agolparon en su cerebro, haciéndolo trabajar a mil por hora. La decisión que estaba a punto de tomar podía encauzar las cosas por un camino que difícilmente podría terminar en algo bueno, o todo lo contrario, podría solucionar aquel asunto que le traía tantas noches sin pegar un solo ojo.

Las consecuencias no eran pocas y, por supuesto que el no haber consultado, ni tratado esta intempestiva oferta con sus más fieles ninjas, podría conducirle a un serio problema. Pero la tentación estaba ahí.

Miró con sus escrutadores ojos el rostro del Ninja. Él parecía tan calmado y neutral como le recordaba, pero eso no le decía mucho. Bien podía estar planeando su propio asesinato.

"Mantén la calma. Esto no es tan fácil como parece"

Si accedía a esta extraña "alianza", podría estar arriesgando la seguridad de su debilitada aldea, brindándole todas las posibilidades para caer sobre ellos cuando menos se lo esperaran.

¿Pero qué otra opción tenía?

El pasado ataque a Konoha les había traído innumerables bajas, tanto ninjas como aldeanos; había minado la confianza de todos los habitantes y había puesto en jaque el rol activo que mantenía Konohagakure frente a las demás naciones ninjas.

El consejo de ancianos en pleno se le había venido encima conminándole a reaccionar frente al urgente estado. Tal como estaban las cosas, era mera cuestión de tiempo para que cualquier grupo de insurgentes o alguna que otra aldea inconforme con el tratado de paz, se dejara ver por las inmediaciones. Esto traería el caos. Ella estaba consciente de aquello, y había pocas opciones a las que recurrir.

Durante las primeras horas de aquel día, había encontrado una extraña nota esperándole sobre su escritorio. El como había llegado hasta allí sin que lo notasen los Anbu apostados frente a la puerta era una cuestión que tendría que tratar más tarde.

La curiosidad pudo frente a la precaución. La nota era breve y extraña:

"Hay información que necesitas conocer.

Si estás dispuesta a sacrificar la basura, yo puedo ayudar en la seguridad de tu aldea.

Hoy. El Valle del Fin. Sola."

¿Sacrificar basura? ¿Información necesaria?

Había descartado la posibilidad de ir. No era seguro, y cabía la enorme posibilidad de que fuese una trampa.

Lo que debió haber hecho en primera instancia fue entregar el dichoso papel a un grupo de investigación en el laboratorio, ellos le habrían puesto en análisis para asegurar cualquier tipo de infiltración dentro de las dependencias.

¿Y perder la oportunidad de satisfacer la creciente curiosidad? No.

Su espíritu de shinobi se había revelado ante aquella opción.

Si bien era cierto que la bizarra reunión podría traer nefastas consecuencias, también podía ser que fuese exactamente lo que prometía. Una desesperada forma de encontrar respuestas y una ayuda que necesitaban con toda urgencia.

Se encaminó completamente sola hacia el sitio precisado en la nota dispuesta a esperar el tiempo que fuese necesario. Su ausencia no planteaba mayor dificultad pues había dejado sus asuntos resueltos antes de partir, informando a un grupo pequeño y cercano de ninjas, que partiría tras una pista que, necesariamente ella debía investigar.

Era poco común el alejamiento de un Kage de su Aldea, mas las circunstancias adversas eran suficiente escusa para satisfacer la animadversión del concejo de ancianos.

Y aquí estaba ahora, frente a la última persona que creyó sería el portador de buenas nuevas. O el destino le estaba jugando una mala pasada, o este tipo realmente tenía la audacia de creer que ella le cedería alguna posibilidad.

Intentó sondear, nuevamente, en aquellos vacíos ojos negros. Pero el rostro del Shinobi se mantenía impasible, sin ocultar la desconfianza que le producía el extraño encuentro. ¿Qué razones le habrían movido a llevar a cabo semejante proposición? ¿Qué tan bien informado estaría, como para conocer con detalles el actual deprimente estado de la aldea?

Retiró la mirada de aquellas duras facciones, acechando con los ojos los alrededores. Estaba segura de que nadie le había seguido, pero ¿quién podía asegurarle que él estuviese completamente solo? La poca información que tenía respecto al Ninja en cuestión, no era precisamente halagadora, y todo le llevaba a pensar que se estaba metiendo en serios problemas y todo gracias a su impetuosidad.

Uchiha Sasuke.

Si tenía que ser sincera debía reconocer que el chico tenía agallas. Y la presente situación era casi irrisible. Tanto tiempo siguiéndole los pasos, mandando en su búsqueda escuadrón tras escuadrón, sin siquiera dar con algunas pistas, y él se presentaba tan tranquilo, dándole a conocer datos, bastante descabellados de un pasado Ninja que ella jamás conoció.

Bueno, la respuesta era sencilla. Un simple y conciso No. Entonces ¿Por qué las dudas?

Ayudarle en la recopilación de cierta información, para lograr la posterior captura de algunas alimañas ponzoñosas que se escudaban tras las puertas de Konoha. A cambio de brindar apoyo en la reconstrucción de la Aldea, y la protección frente a futuros ataques. Por supuesto, todo esto durante el tiempo en que durase la "tregua".

Las dudas acerca de la veracidad de la información se esfumaron como por obra de magia, principalmente porque ella conocía a los individuos supuestamente implicados y les creía capaces de tan macabro plan y mucho más. Por lo tanto no ponía dudas acerca de la historia que acababa de escuchar. Pero, ¿cómo confiar en él?

¿Dónde había estado todo este tiempo? Y volvía otra vez la duda que más le impedía aceptar, ¿cómo estaba tan bien enterado acerca de asuntos tan internos que eran solo manejados por altas autoridades?

El que supiese del ataque efectuado por Akatsuki era un asunto que no le complicaba, pues en esos momentos aquella era una información que corría por todos los países ninjas. Y estaba más que segura que alguno de aquellos líderes estaría a esas horas mofándose de la incompetencia de la Aldea Escondida entre las Hojas.

Entonces, si se fiaba totalmente en la autenticidad de los hechos acaecidos hace ya muchos años, y por lo tanto no dudaba de la sinceridad de la propuesta, ¿por qué seguían corroyéndole las dudas? Aunque debía reconocer que seguir su instinto muchas veces le había llevado a cometer errores, y que quizás era tiempo de fiarse un poco a la razón y desoír las protestas que le planteaba el corazón.

Volvió a posar sus ojos en el chico. Observó con cautela sus escasos movimientos. Al parecer su seguridad era inamovible, ningún nervio crispaba su pálido rostro. Sereno le miraba sin siquiera parpadear.

-Tengo que admitir que me asombra tu supuesta preocupación por nuestros asuntos internos. No voy a pedirte explicaciones acerca de que como estás al tanto de ellos, aunque estoy en todo mi derecho, siendo que depende de mi aceptación el que tu plan se lleve a cabo. Aunque claro, tu ayuda no es del todo desinteresada.

Voy a ser totalmente sincera, porque no veo el modo en que puedas utilizar todo esto en mi contra y además porque, a pesar de todo creo en lo que haz dicho. Incluso sin las pruebas que me muestras te habría creído.

No estamos en condiciones de pasar por alto cualquier clase de ayuda que se nos pueda dar, y la reputación de tu equipo y tus aliados es algo que tampoco puedo esquivar.

Pero aceptar tu propuesta me hace exclusivamente responsable a mí de cualquier mal posterior. Tú, por supuesto, no me das toda la confianza para poner en tus manos la labor que supuestamente llevarías a cabo.

Aún así estoy dispuesta ha arriesgarme, pero, esto no significa que el trato vaya a efectuarse bajo tus órdenes. Que quede claro que yo no me someto, y si veo algún movimiento extraño que me haga dudar durante un segundo de tu palabra, ten por seguro que no descansaré hasta ver tu arrogante trasero bajo tierra.

¿Acaso sería aquello una sonrisa?No, seguramente no. Han de ser sus ojos que le engañaban. Probablemente ese rictus no era más que una manera de ponerle en advertencia. El Sasuke que ella conocía, carecía de sentido del humor.

-¿Es eso un si? – tan conciso como siempre, nada más que cuatro escasas palabras.

-Puede ser.- Tampoco es que ella fuese a dejarse convencer tan fácilmente. Al menos debía dar la impresión de pensárselo un poco más. –Si acepto será bajo mis condiciones. O lo tomas o lo dejas, decide.

-¿Y esas serían…?

-Primero, tú y tus subordinados se ubicaran fuera del territorio de la Aldea. No expondré a los inocentes así como así. No te ofendas.

Segundo, quiero estar al tanto de cada movimiento que ustedes efectúen, no importa si ello tenga que ver o no con la seguridad de Konoha, y, por último, en cada expedición que se lleve a cabo para evitar posibles escaramuzas por parte de otras aldeas, quiero que se integren ninjas de la Aldea por cualquier eventualidad.

"Dulce venganza. Ya te quiero ver conviviendo con cierto par que de seguro te extrañan."

Esto estaba resultando casi irónico. Sería digno de ver la convivencia de todos ellos juntos… Y quizás por ahí podría hacer una que otra apuesta, seguro que Kakashi estaría más que encantado.

-No creas que todo lo que haz dicho va a desalentarme. Tú misma lo dijiste. Nada de lo que hago es desinteresado. Yo tengo mis razones y tú tienes las tuyas. Si accedes con lo que te pido, me importa muy poco acatar tus condiciones.

Después de todo este discurso que haz dado, ¿significa que aceptas?

-Así es, acepto.

-Mi equipo está por aquí cerca. Te acompañaremos de vuelta a Konoha, tú nos indicas el lugar en que no asentaremos y luego hablamos de los detalles.

"Mocoso arrogante. Ya verás. Solo por tu actitud te haz ganado un fin de semana completo en compañía de Naruto. Ya veremos quien fastidia más"

Sin siquiera ver si él le seguía enfiló hacia la aldea. Lo más problemático, como diría Shikamaru, vendría ahora, el tener que explicar su decisión a los ninjas de Konoha.

"Bueno, a preparar un buen discurso y a formar los equipos".

OOOoooOOO

A todos los se tomaron la molestia de leer, GRACIAS, y muchas más si se hacen un tiempito y dejan un comentario.

¡¡¡Con confianza!!!