Código Nibelheim
Aquí estoy con un nuevo fan fic. Éste está basado en la historia de Cloud y Tifa... es decir desde los primeros acontecimientos importantes (cuando caen del puente de pequeños y su promesa) hasta que Cloud vuelve a Midgar tras la muerte de Zack. Como veis los acontecimientos no son de cosecha propia pero la forma de narrarlos y los diálogos sí (excepto los que salen en el juego original, que intentaré ponerlos lo más fielmente posible)
También habrá algún toque de la historia de Zack y Sephiroth, pero en menor medida... ¡¡Es que no me he podido contener tocando el tema de Nibelheim y me he puesto a llenar huecos como una loca!! :D
Bueno lo entenderéis mejor leyendo el fic que mis explicaciones así que sin más dilaciones os dejo con él. Espero que sea de vuestro agrado.
Capítulo uno: La promesa
"Tan solo aquel manto estrellado fue testigo de nuestra promesa... sellada por una estrella fugaz"
Una vez más Cloud caminaba por la plaza de su pueblo, Nibelheim, mirando hacia aquella ventana que tantas veces se había quedado observando: la ventana de Tifa, a través de la cual solía escucharla tocar el piano o la veía asomándose para cuidar sus flores. Pero esa vez era distinta: esa vez lo habían invitado. Seguramente Tifa estaría con sus estúpidos amigos, pero aquello a Cloud no le importaba... los nervios por ver la casa de la chica que le gustaba no le dejaban pensar en ello. De hecho en ese momento se encontró delante de la puerta de aquella casa y se dio cuenta de que no se atrevía a llamar para que le abriesen.
Mientras tanto Tifa se encontraba encogida en su habitación acompañada de sus inseparables amigos: Edward, Tom y Alan. Ella tenía las rodillas flexionadas y escondía su cara tras ellas, no porque le importara que sus amigos la vieran llorar, sino porque no tenía ganas ni siquiera de estar en ese mundo: su madre había muerto. A sus trece años por primera vez sintió lo que era estar triste, más allá de no poder comprarse el vestido que quería o de no poder escaquearse de sus clases de piano.
-¡Ey! Parece que el pelopincho quiere entrar-exclamó Tom mirando por la ventana, en tono de burla.
Tifa hundió más su cabeza tras sus rodillas: si bien era cierto que hacía un par de días había invitado a Cloud a su casa... en ese momento no tenía ganas de ver a nadie.
-No le hagamos caso, seguro que se irá pronto-aseguró Alan al ver que el rubio no se atrevía ni a llamar.
Y de hecho razón no le faltaba. Cloud, frustrado al no atreverse a llamar a esa puerta, se alejó de ella para dirigirse al pozo que había en frente y sentarse allí, sin saber muy bien el porqué.
Pasó un rato tras el que Tifa decidió al fin levantarse, habiendo tomado una decisión: quería ir al lugar donde su madre había perdido la vida... tal vez más allá de las montañas de Nibel pudiera volver a encontrarla. Miró a sus amigos con decisión y habló, por primera vez desde que se había enterado de la noticia, por lo que le salió la voz un poco ronca:
-Quiero ir a las montañas de Nibel... ¡Seguro que allí me espera mi madre!
Sus tres amigos se miraron entre sí no muy convencidos pero se tomaron aquello como un juego, por lo que acabaron asintiendo, haciéndose los héroes.
Emprendieron el camino hacia las montañas Tifa con paso decidido y Edward, Tom y Alan entre risas, jugando a pegarse. Cloud los vio salir de casa de Tifa, cosa que lo sorprendió pero no se acercó. Por el contrario se quedó en su sitio mirando hacia donde se dirigían y cuando iba a perderlos de vista corrió hacia ellos para seguirlos. De repente se encontró en la entrada a las montañas de Nibel, pero entró sin dudar. Entonces se cruzó con Tom, que huía del lugar muerto de miedo, pero Cloud siguió adelante. Unos minutos más tarde se cruzó con Alan y Edward que también dejaron plantada a Tifa en aquel lugar. El rubio, sin embargo, no iba a huir... ni siquiera se le pasó esa idea por la cabeza.
Tras unos minutos pudo ver a Tifa en línea recta, empezando a cruzar un puente que no parecía muy estable... Cloud corrió hacia ella, para intentar alcanzarla, por lo que pudo ver como aquel puente estaba a punto de romperse. Entonces aceleró aún más su marcha al grito de "¡CUIDADO!" intentando tomar a Tifa del brazo para sacarla de allí.
Sus esfuerzos fueron en vano pues, cuando se dio cuenta, estaba tumbado en el suelo de aquellas montañas sin poder ni moverse del golpe. Buscó a Tifa con la mirada y la vio a unos metros de él por lo que intentó arrastrarse hasta ella para ver cómo estaba. Sin embargo, cuando estaba a punto de alcanzarla, el padre de Tifa junto a otro hombre aparecieron en el lugar empezando a proferir gritos de angustia al ver a la pobre niña tirada en el suelo.
-¿¡Se puede saber qué le has hecho!?-le gritaron a Cloud, mientras comprobaban que Tifa no despertaba.-¿¡¡A caso no sabes lo peligroso que es este lugar!!? ¿En qué estabas pensando?-le recriminaban.
Cloud sin embargo no habló, tan solo miraba preocupado a la morena. Solamente una frase lo hizo apartar la vista de ella:
-¡Ni se te ocurra volver a acercarte a mi hija!
El pequeño rubio miró entonces al padre de Tifa, que acababa de pronunciar esas palabras mientras se la llevaba, pero no dijo nada... tampoco le dieron opción a explicarse.
Una vez se quedó solo se levantó haciendo uso de todas sus fuerzas, convencido de que, a parte de las heridas que no dejaban de sangrarle, también debía tener algún hueso roto. A duras penas y con mucho esfuerzo consiguió llegar hasta su casa, escondiéndose por el camino de los monstruos y aprovechando también para descansar ya que cada paso que daba le suponía un sobreesfuerzo increíble.
Su madre lo recibió entre preocupada y enfadada, aunque el enfado ganó a la preocupación cuando Cloud le explicó lo que había sucedido.
-¿¡Otra vez estuviste con esa niña?!-gritó con desprecio.-¡Siempre que te acercas a ella acabas malparado! No sé de dónde sale tu obsesión por ella...
El rubio bajó la mirada mientras dejaba que su madre le curara las heridas. Era verdad que siempre que se intentaba acercar a Tifa terminaba herido, sucio o humillado... Pero no era culpa de ella: los culpables eran sus tres amigos que siempre que veían que pretendía acercarse planeaban algo para que se le quitara esa idea de la cabeza.
-Deberías dejar de acercarte a esa niña del diablo, Cloud-seguía hablando su madre, fríamente.-No nos trae más que dolores de cabeza.
El niño no la defendió, simplemente sabía que no merecía la pena discutir, pero tampoco pensaba hacerle caso a su madre. Él sabía que Tifa era una niña amable y dulce y que aquellos mocosos estúpidos actuaban siempre a sus espaldas. Si tan solo pudiera hablar con ella una vez...
Pasaron unos cuantos días en los que Cloud no supo nada de Tifa. Aquello hizo que empezara a hacerse a la idea de que seguramente ella lo odiaba por su accidente y que lo estaba evitando. Justo cuando iba a darse por vencido, indagando sobre ella por todo el pueblo descubrió que lo que pasaba es que ella había estado en coma y que acababa de despertar. Aquello lo alivió, mas no por mucho rato ya que empezó a plantearse que, si bien estando inconsciente no lo podía odiar, seguramente ahora que estaba despierta y consciente de lo que pasó sí que podría hacerlo...
Al plantearse esa posibilidad, para evitar ver las miradas de desprecio de la morena hacia él, decidió encerrarse en casa cosa que preocupó a su madre.
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Tifa miraba por la ventana embelesada, con una pequeña sonrisa. Sus amigos la habían venido a ver como llevaban haciendo los tres días que llevaba despierta. Su padre se empeñaba en que guardara reposo pero ella se encontraba perfectamente... Su sonrisa aumentó. Oía las voces de Edward, Alan y Tom de fondo pero no les prestaba la más mínima atención, y aún menos cuando vio a un joven rubio caminando por la calle hacia el pozo central del pueblo. La mirada de la pequeña Tifa se iluminó entonces: aquel niño tan reservado que la había seguido incondicionalmente por las peligrosas montañas de Nibel... Todavía podía recordar como, tras oír su grito de advertencia, ella volteó a verlo y lo vio corriendo con tal afán... con esa cara de preocupación... tendiéndole la mano e intentando salvarla. Tal fue su empeño que acabó cayendo él también... Eso hizo que Tifa no pudiera sacárselo de la cabeza, que lo viera como un héroe, casi su salvador. Su mirada se enterneció en ese momento y fue entonces cuando vio que él levantó la suya hacia su ventana, pero cuando la vio mirándolo apartó la vista rápidamente. Tifa se preocupó entonces... era cierto que su padre le había prohibido cualquier clase de contacto con él... Sí, tal vez debiera ser más discreta... Él lo estaba siendo. La voz de Alan interrumpió en ese momento sus pensamientos:
-¡Tifa! ¿Nos escuchas?
-¿Eh...?-reaccionó.-C...claro que sí...-afirmó, pero antes de que pudieran preguntarle de qué estaban hablando ella propuso una idea:-¿Qué os parece si salimos a jugar al escondite? Estoy cansada de estar en la cama...
Cloud había salido de su casa ya que, después de una mañana de limpieza general en su casa, su madre lo había obligado a ir al pozo del pueblo para que ella pudiera fregar el suelo... El pequeño le suplicó que le dejara seguir ayudándola pero su madre se negó: "No puede ser bueno que te pases el día aquí encerrado" le dijo.
El rubio había suspirado resignado para luego sentarse en el pozo con el último ejemplar de "ShinraNOVA": su revista favorita. En un despiste su mirada se había dirigido a la ventana de Tifa y la había visto mirándolo, cosa que lo avergonzó por lo que había retirado la mirada rápidamente. Para que eso no le volviera a pasar empezó a ojear su revista que, como siempre, traía unos cuantos artículos dedicados a Sephiroth, su gran héroe. Era capaz de manejar una espada que medía más que él mismo... era capaz de luchar solo y sin ayuda contra todos los enemigos que se le plantaran delante y podía hacerlo saliendo ileso de la batalla... Si bien era cierto que aquella publicación estaba llena de artículos que hablaban de ese excepcional SOLDADO también lo era que él no había concedido ni una sola entrevista en todo ese tiempo... "Claro" pensaba Cloud "Está demasiado ocupado luchando como para atender a los periodistas..."
El pequeño estaba seguro de que si él tuviera una milésima parte de las habilidades de Sephiroth, podría haber salvado a Tifa sin problemas... Sonrió imaginándose la escena... corriendo hacia ella, tomándola entre sus brazos y sacándola de allí justo antes de que ese puente se derrumbara, de un gran salto... Entonces todos los habitantes de Nibelheim lo admirarían y aquellos niñatos que siempre iban con Tifa no se atreverían a meterse con él nunca más... Tal vez incluso Tifa se habría fijado en él, percatándose de su existencia.
Justo cuando ese pensamiento pasaba por su mente un anuncio de esa revista llamó su atención: hablaban de las ventajas de alistarse a SOLDADO y explicaba la forma de hacerlo... Cloud miró ese artículo con pesadumbre: él no tenía las aptitudes para alistarse...
De repente una voz interrumpió sus pensamientos:
-¡Cloud!
El pequeño levantó la mirada de su revista para encontrarse a Tifa enfrente suyo, cosa que lo asustó. Ella sin embargo sonreía dulcemente.
-T... ¡Tifa! ¿Qué haces aquí...?-preguntó, sorprendido, mientras sentía su corazón latir a mil por hora.
-Estoy jugando al escondite-respondió la aludida sonriente. Cloud entonces miró a los lados... Tal vez se estaba confundiendo pero...
-Pero si no estás escondida...
-¡Claro que no! La que tiene que buscar a los demás soy yo-explicó sonriente. Rápidamente subió a ese pozo y tomó a Cloud de la muñeca para llevarlo a la parte más alta donde se sentaron, escondidos de miradas ajenas. Si bien no tenía que esconderse en su juego, sí que tenía que evitar que a ellos dos los vieran juntos... Seguro que si la veía con Cloud su padre le metería bronca de nuevo.-¿Qué estás leyendo?-preguntó curiosa, ignorando la confusión del rubio.
-¿Eh...? E... el ejemplar de este mes de ShinraNOVA-contestó sin entender la situación. ¿Aquello era una especie de broma? Sin embargo cuando la morena lo volvió a mirar con esa sonrisa tan dulce y tan pura dejó de importarle todo.-Mira-añadió tendiéndole la revista por una de las páginas en que hablaban de Sephiroth.
-¿Sephiroth?-dijo Tifa con entusiasmo: le encantaba que aquel chico tan reservado compartiera algo con ella... Luego miró al rubio con admiración.-¿Crees que podrías vencerle?-preguntó inocentemente, tan solo teniendo en cuenta la admiración que le profesaba aquel rubio.
-¿A Sephiroth? NADIE puede vencerle, ¡es invencible!-explicaba Cloud, orgulloso. Sin embargo le daba algo de celos que Tifa mirara con tanta admiración a Sephiroth... a él le gustaría que también lo mirara así a él... tal vez...
El anuncio que había visto unos minutos antes volvió a su cabeza por lo que cogió la revista y salió corriendo del lugar.
-¿Dónde vas?-preguntó Tifa, algo disgustada por no poder seguir hablando con el rubio.
-Tengo que hacer una cosa-explicó él, ya lejos.
Así pues Tifa se resignó a salir de allí para seguir buscando a sus tres amigos... cosa que no la entusiasmaba demasiado. No era que los recriminara por haber salido corriendo de las montañas de Nibel, aquello era algo que ella entendía perfectamente, sino que, no sabía muy bien porque, no podía quitarse a Cloud de su cabeza... el chico que había ido a salvarla...
Al día siguiente Tifa estaba sentada frente a su piano: su padre, al enterarse de que el día anterior había salido de su cama sin permiso, se enfadó y la castigó a pasarse todo el día en su habitación, practicando piano. La pequeña tocaba las notas con desgana... nunca le había gustado esa afición, y sabía que nunca podría ser tan buena como su madre, a quien le entusiasmaba aquel instrumento.
Sus dedos recorrían las mismas notas una y otra vez: do-re-mi-si-la... do-re-mi-sol-fa... do-re-do... Aquella era la única parte que le salía bien de la canción favorita de su madre. Cuando Tifa no era más que un bebé su madre la acunaba con esa melodía... Algunas lágrimas traicioneras bajaron por las mejillas de la morena al recordar esos tiernos momentos... Hasta que un ruido interrumpió sus cavilaciones. Al principio no sabía qué era ni de dónde venía pero no tardó en darse cuenta de que era alguien lanzando piedrecillas a su ventana. Ella la abrió y se asomó, sorprendiéndose al ver a Cloud allí. Éste, sin mediar palabra, lanzó otra piedra con un papel pegado que entró al cuarto de la joven. Ella la recogió y volvió a mirar por la ventana pero el rubio había desaparecido. Cerró la ventana y miró aquella nota:
Esta noche a las 12 en el pozo. Tengo algo que decirte.
-¿A las doce...?-murmuró para sí misma Tifa.-Pero si a esa hora todos están durmiendo...
Tras pensárselo unos instantes comprendió: si todos estaban durmiendo podrían hablar sin problemas. Sonrió al pensar en eso... Ella siempre había acatado a rajatabla las órdenes de sus padres... sólo se las había saltado en dos ocasiones: la primera para ir a los montes de Nibel, y la segunda al salir a jugar el día anterior. Sin embargo Tifa no le dio importancia a eso... no le importaba saltarse las normas por tercera vez... no, si era por él.
Era de noche y el frío se dejaba notar cerca del pozo, donde un pequeño niño rubio llevaba sentado cerca de media hora esperando por Tifa. No era que ella llegara tarde, sino que él había ido demasiado pronto. Si bien, tal vez envalentonado por la conversación que habían tenido el día anterior, él se había atrevido a citar a Tifa aquella noche en el pozo, en ese momento se encontraba que no sabía qué decirle... Aunque no le dio mucha importancia a eso: seguramente ni se presentaría.
Quince minutos más tarde de la hora acordada, sin embargo, Tifa apareció detrás de él.
-Siento llegar tarde...-se disculpó. Después se sentó cerca de Cloud y se produjo un silencio.-¿Dijiste que querías decirme algo...?-se aventuró a preguntar al ver que el rubio no tomaba la palabra.
-Esta primavera...-empezó a contar el rubio, algo inseguro-me voy a ir a Midgar-se produjo otro pequeño silencio.
-Todos los chicos se están marchando del pueblo...-dijo Tifa, algo triste... aunque eso no era realmente lo que le importaba.
-Pero yo soy distinto a todos ellos-explicó con algo más de entusiasmo Cloud.-Yo no voy a buscar trabajo...-hizo una pausa en la que se levantó y se acercó a la morena, decidido: iba a decírselo.-Quiero unirme a SOLDADO-silencio.-¡Voy a ser el mejor, como Sephiroth!-añadió recordando el entusiasmo que había mostrado ella al verlo en aquella revista.
-Sephiroth... ¿el Gran Sephiroth?-recordó la joven con la cabeza baja, sin mirarlo. Cloud entonces aprovechó ese nuevo silencio para trepar por el pozo y volvió al lugar donde habían hablado el día anterior. Tifa volvió a tomar la palabra:-¿No es muy difícil unirse a SOLDADO?
-Tal vez no pueda volver al pueblo en un tiempo...-contestó el muchacho, cosa que hizo que algunas lágrimas recorrieran el rostro de la pequeña, pero ella se las secó rápidamente. Por suerte él no estaba mirando, sin embargo alcanzó a oír levemente sus sollozos por lo que bajó la mirada, preocupado.-¿Eh?
-¿Saldrán en los periódicos si las cosas te van bien?-preguntó la morena con algo de pesadumbre.
-Lo intentaré.
Tifa se sentía inmensamente triste con esa noticia: ella había acudido esperando poder hablar con Cloud... conocerlo algo más, saber de él... pero le había dicho que se iba... Suspiró, resignada, amarrándose a una última esperanza:
-Eh, ¿por qué no hacemos una promesa?-sugirió mirándolo, al fin. Otro silencio invadió el lugar.-Uhm...-hizo que se lo pensaba.-Si algún día consigues ser famoso y estoy en un apuro... Tú vendrás a salvarme... ¿De acuerdo?
-¿Qué?-respondió, sorprendido el pequeño. No se esperaba para nada esa reacción, y aún menos después de ese accidente en el puente en el que no había podido hacer nada por ella.
-Siempre que tenga algún problema... mi héroe vendrá a salvarme...-dijo casi en un susurro.-Almenos me gustaría probar una vez...-añadió intentando que sonara menos comprometedor de lo que había sonado realmente.
-¿Qué?-repitió Cloud. ¿Tal vez estaba resentida porque él no había podido salvarla en el accidente del puente? Sin embargo cuando la miró y la vio mirándolo con esa sonrisa tan dulce esa idea se esfumó de su cabeza.
-¡Venga!¡Prométemelo!-le dijo algo más animada la pequeña, mirando hacia arriba para ver a su interlocutor. Con esa promesa se sentiría mejor...
-Vale. Prometido-asintió el rubio.
En ese momento Tifa, entre aquel precioso manto estrellado, pudo ver pasar una estrella fugaz... tal vez estaba allí para sellar su promesa. Ella sonrió ampliamente... su héroe... vendría a salvarla si alguna vez se encontraba en un apuro... No necesitaba nada más.
Continuará...
Y así es como ha quedado el primer capítulo... Bueno, no hay muchas cosas nuevas, básicamente es lo que vemos cuando nos metemos en la corriente vital para hacer recordar a Cloud quién es. Los tres niños no sé si tienen un nombre en el juego original peeeeeero... si lo tienen se lo he cambiado :D No os importa, ¿verdad? xD Bueno, lo que he hecho ha sido añadirle sentido a algunas partes como por ejemplo: por qué de pequeños no eran amigos pero Tifa acabó admirándolo o incluso un poco de intervención por parte de la madre de Cloud (pobrecilla, sólo sale en una escena en el juego original, y mencionada de refilón en el crisis core jajajaja). Me parece bastante obvio que a su madre le caiga mal Tifa... bueno por lo que he argumentado. Más adelante veremos más intervenciones de esta mujer xD Y no sé qué más decir así que vosotros podéis decir lo que queráis en un review ;) ¡Gracias!
Próximo capítulo: El reencuentro
