¡Heeeeey! Lo prometido es deuda. Heme aquí con la segunda parte que los aterró(en el mejor de los casos) Pesadilla En El Club Glee 2: La Venganza.

Hoy, 5 de Octubre, siendo las 10:03 pm, declaro oficialmente inciada esta nueva temporada de terror. Gracias.

Los personajes no son míos, sino de Ian, Brad y Ryan. Si así fueran, no andaría haciendo fanfics y Glee sería un éxito mundial que recorrería todos los continentes y todos lo amarían x) o tal vez no.

¡Comencemos!


Capítulo 1.-

Tan Sólo Una Pesadilla.

Una tormenta azotaba Ohio. Los truenos iluminaban por intervalos las casas. En una pequeña casa, a mitad de la madrugada, unas pisadas sigilosas comenzaron a hacer crujir el suelo. Una mano rosada y rechoncha descansaba en el barandal de las escaleras mientras bajaba. Un trueno sonó e iluminó por unos instantes los pasillos de la casita de los Rose. Las pisadas se intensificaron mientras se acercaba a la cocina y en un momento, su corazón se paralizó al encontrarse con una mirada azulada penetrante a un lado de ella.

-¡Marley! ¿Qué estás haciendo aquí?- le preguntó su madre a la castaña, quien había dirigido su mirada al notar que su progenitora caminaba muy cautelosamente a la cocina.

-Termino con una tarea. La profesora McLarry se emocionó al dejarnos este proyecto- explicó sonriendo tiernamente. Su madre alzó las cejas, inquieta.

-¿Y te falta mucho para acabar?-

Marley se encogió de hombros, inquieta mientras recogía sus libros y colores del suelo.

-No, en realidad no. Mañana puedo continuarlo-

-¿Entonces por qué estás haciendo la tarea a las dos de la madrugada?- inquirió su madre, poniendo cara de pocos amigos. Marley se rió, nerviosa mientras se rascaba la nuca.

-Es que tenía insomnio-

Mily frunció el entrecejo y tomó a su hija por los hombros.

-Marley, sabes que mañana tienes que levantarte muy temprano. Tienes escuela-

-Bueno, básicamente ya es "mañana"- se rió de su propio chiste y al ver que su madre no, se quedó callada.

-Sí, lo sé, lo siento-

-Está bien, hija, pero ya duérmete- le pidió en un tono resentido. Por primera vez en mucho tiempo, no comería su merienda de madrugada.


Sacó un sartén de su cajón para ponerlo sobre la estufa. Kurt llegaría más al rato; estaba muy ocupado con su grupo de "Adam's Apples". Santana se duchaba y Brody había ido a la tienda que se encontraba en la esquina a comprar huevos y leche. Rachel abrió el refrigerador para sacar los ingredientes para empezar a cocinar unos hot cakes. Kurt amaba los hot cakes de Rachel y Berry quería sorprenderlo un poco. Tras su ruptura con Blaine, Kurt no estaba de muy buen humor como para siquiera intentar disfrutar su vida.

Sacó la harina, los cuatro huevos que quedaban y el medio litro de leche. Margarina, harina y trastes para ocuparlos. Se recogió el cabello en una descuidada coleta y se puso un delantal de franela verde. Antes de encender la estufa, escuchó un ruido muy fuerte. Miró hacia todas las direcciones, confundida. Intentó centrar su atención en la preparación de comida, pero nuevamente el ruido continuó. Era como si patearan la puerta. Levantó una ceja.

-Tú nunca olvidas las llaves, Brody, podrías simplemente tocar como persona normal…- habló mientras abría la puerta. No había nadie.

Un trueno ensordecedor cruzó por el departamento, provocándole escalofríos a Rachel. Asomó su rostro para los dos lados y no vio nada. Se encogió de hombros y cuando cerraba la puerta, nuevamente el ruido la hizo perder la calma. Abrió nuevamente la puerta de un golpe y al final del pasillo, donde estaban las escaleras vio la figura de un niño. De piel gris y rasgos furiosos. Sus ojos, un par de glóbulos completamente negros la enfocaron y sus labios se torcieron en una sonrisa extraña. Casi como si le estuviera enseñando los dientes a propósito. Levantó su brazo lentamente y con un movimiento ligero hizo que la puerta se cerrara con violencia.

El corazón de Rachel se desbocó, asustada y se llevó las manos a la boca para ahogar cualquier grito de ayuda. Comenzó a sudar frío.

-¡Esta broma no es divertida, Brody! ¡No lo es!- gritó, desesperada. Hubo un minuto de silencio antes de que las patadas en la puerta volvieran a regresar, más fuertes que nunca. Sus ojos comenzaron a llorar y sus poros comenzaron a expulsar sudor frío de puro terror. Corrió hasta el baño donde entró, histérica.

-¡Santana! ¡Ayúdame, por favor!- abrió la cortina de un golpe, sólo para dejar soltar un aullido de horror. Justo en la regadera, yacía el cuerpo inerte de Santana. Colgaba desde su cuello una soga que la mantenía en vilo y una herida alrededor de su frente hacía que corriera una línea de sangre por todo su cuerpo. Salió del baño, horrorizada y llorando para abrir la puerta. Cruzó el pasillo y justo cuando iba a medio camino bajando de las escaleras, vio que el cuerpo de Brody estaba tirado, con el dorso abierto. Todos sus intestinos y estómago estaban visibles. Chilló una vez más y antes de que se desplomara por falta de aire, pudo llegar a la entrada del edificio, donde encontró a Kurt, quien recién entraba mientras encogía su paraguas.

-¡Kurt!- Rachel gimió, balbuceante. Hummel abría los ojos , espantado por completo.

-¿Qué te pasa, Rachel? ¡Estás temblando!- se sorprendió mientras recibía a una Rachel en estado de shock entre sus brazos.

Berry apenas podía balbucear y estaba a un soplo de desmayarse. Recargó su cabeza en el pecho de Hummel, quien la abrazó con fuerza. Después de sollozar un rato, se separó un poco de él para mirarlo a los ojos.

-No sé qué pasó, Kurt… N-no entiendo nada-

-¿De qué hablas?-

-Están todos… ay, Kurt- volvió a sollozar, abrazándolo de nuevo. Entonces, sintió como los vellos de su piel se erizaban. Levantó una ceja Berry cuando de pronto sintió muy frío el cuerpo de Kurt. Levantó el rostro, temerosa. Su amigo parecía paralizado por algo, mirando algo fijamente a la distancia.

-¿Qué sucede, Kurt?-

-Nada. Todo está bien- dijo eso último con un tono diferente a su voz. Rachel volvió el rostro para mirarlo, y horrorizada, se percató como el rostro de Kurt no estaba ahí. Era diferente. Sus rasgos parecían más juveniles e inocentes, más grises, pero a la vez, más malvados y sangrientos. Los ojos eran dos esferas negras y la sonrisa torcida, llena de dientes filosos, y sangre corriendo por su frente y comisuras de los labios. Quiso hacerse hacia atrás, pero no pudo. Los brazos pétreos del cuerpo de Hummel la retenían contra su voluntad.

-Es hora de pagar- murmuró antes de deslizar sus dientes por la yugular de Rachel, quien sólo pudo soltar un aullido aterrorizado.

Se despertó. Había sudor frío por su frente, su cuello y sus manos.

-¿Estás bien? Temblaste mucho. ¿Qué tienes?- le preguntó Brody en la cama, recargándose con un brazo y mirando a su novia. Berry cerró los ojos muy fuertemente y después los abrió, cansada.

-Sí, estoy bien. Sólo tuve una pesadilla-

-Pues debió ser una gran pesadilla porque estás sudando frío, Rachel- esbozó una gran sonrisa Brody- ¿Quieres contármela?-

El rostro de Berry estaba más cansado de lo que aparentaba. Suspiró.

-En realidad no, estoy cansada… ¿Qué hora es?-

-Las 3 de la madrugada-

-¿Y estás despierto bien campante? ¡Mañana tenemos escuela!-

Brody ensanchó su sonrisa y le pasó el dedo índice por toda la mandíbula, pasando por su oreja y acomodando algunos cabellos que desordenados.

-Lo sé, pero parecías muy asustada-

-Bueno, no es para tanto. Durmamos-

-Como gustes…- señaló Brody, poniéndose serio y acostándose bien. Berry le dio la espalda, aterrada. Cerró los ojos con fuerza.

Por favor, por favor. Que no sea lo que estoy pensando que es.


A la mañana siguiente, Marley Rose caminaba por los pasillos de McKinley con su libro de Historia I en la mano. Su mirada cansada se posaba de vez en cuando en el suelo, otras veces en los casilleros o en los salones por donde pasaba. Nunca miraba a los ojos a alguien y no sabía por qué. Sí, era insegura, pero… ¿Esconderse todavía aún más era normal?

Se detuvo en las escaleras al observar, por la rejilla que protegía las escaleras a un niño. A distancia parecía normal, pero al acercar su vista pudo notar rasgos desagradables en la criatura humana que se posaba frente a ella. Ojos demasiado oscuros, quizás hasta maquillados. Una herida mal cosida en la frente y una sonrisa torcida, como si fuera a la fuerza, dejando ver unos dientes sin forma. El aire se volvió más frío y cuando sintió que algo se asentaba junto a ella, revisó por encima de su hombro que no fuera así, al regresar la mirada, aquel niño misterioso no estaba.


¡Holis, amigos! Pues aquí me tienen, publicando esta historia que los aterró (según algunos, no me consta). Espero les guste. Ya saben, me encantan los reviews, sean generosos y dénme varios muy largos y honestos. Acepto de todo.

En fin. A lo que venimos. ¿Les gustó la primera parte? Ya saben, quise enfocarme ahora en la cuarta temporada. Con Brody, y las rupturas y bla bla bla.

¿Lo ven prometedor como Marley de fondo? LOL, espero que sí. Bueno. Ya saben. Ask, facebook (muy próximo a desaparecer, si les soy sincera) y tuiter allá en mi biografía por cualquier cosa. Me da mucho gusto que sí pudieron con el muy largo hiatus. La verdad, no soy de dar "recesos", pero como no pensé que les gustara tanto esta historia a la gente, no creí necesario hacerla segunda parte.

Otra vez gracias por hacerme creer en mí misma para poder escribir de terror. No es sencillo ni es fácil, y tal vez por eso yo no me he encontrado con muchos fanfics de terror. Ok. Ya no los entretengo.

Ahora las entregas serán semanales (Ya sé, bú U.U) porque la jodida Universidad me quita mucho tiempo, pero acá me tendrán cada sábado para entrenerlos un rato. Prometo que será larga y sangrienta y brutal, con más elementos que sólo el terror. Bueno. Serán sorpresas.

¡Nos leemos!