Hola, este es mi primer fanfic así que no se muy bien como me ira, me esforzare para que salga todo bien. Espero que si alguien lo lea me deje un review y su opinión, lo agradecería mucho.

Disclaimer: Ouran High School Host Club y sus personajes no me pertenecen, perenece a la gran Bisco Hatori. Toradora! tampoco me pertenece.

Capitulo 1. Arroz Otaku


Era un día normal, como cualquier otro en aquella 3ª sala de música en la que un rubio revoltoso empleaba todo su tiempo y alma en hacer feliz aunque fueran unos míseros minutos a cualquier señorita de la escuela. Como día común que era todo iba como siempre: el príncipe en el centro de la sala con el 70% de las clientas, una natural Haruhi hablando con chicas altamente conmovidas por lo complicada que parecía ser su vida de plebeyo y lo bien que Haruhi se desenvolvía en ella, los veteranos Honey y Mori ingiriendo calorías y azúcares bajo la atenta mirada del ejercito de amantes del "moe", a otro lado un par de diablillos realizando movimientos y recitando palabras completamente compenetrados mientras vendían su prohibido amor de hermanos y por ultimo orientado cerca de un ventanal se hallaba él; el vicepresidente de aquel loco club, el rey en las sombras: Kyouya Ootori, tomando notas como de costumbre a la vez que contemplaba el beneficio de las ventas de los objetos de los codiciados hosts.

Un espejo que había reflejado la belleza del príncipe Tamaki, una goma del pelo con un conejito que había acariciado las suaves hebras de color rubio cenizo de Honey, un pendiente que había tocado el lóbulo de la oreja del siempre discreto Mori, unas tijeras y un peine usado por los hermanos Hitachiin para arreglarse el uno al otro su idéntico pelo (al ser de ambos doblaba el recio que de solo haber pertenecido a una persona hubiera tenido) y por ultimo un bolígrafo de propaganda del súper de "plebeyos" del barrio de Haruhi, la cual se había vuelto loca buscándolo por toda la clase bajo la atenta mirada de dos pares de ojos topacios que con perfecta sincronización repetían:

-Nosotros no hemos sido.

De repente una mano que tocó suavemente su hombro saco de sus infinitas cuentas al vicepresidente que giro sobre su asiento con una perfecta sonrisa de host esperando ver a una clienta, mas su sorpresa fue encontrarse la cara sonriente y despreocupada de la escandalosa, otaku, fangirl y administradora del Host club: Renge Houshakuji.

-¿Qué se te ofrece Renge?

-Pues, quería informarle Kyouya-sama que el viernes no podre participar en las actividades del Host club, porque debo marchar de la escuela nada más terminar las clases, he pensado que sería conveniente informarle.

"Pero si no haces nada en el club, más que aparecer con tu gran motor de alta potencia, que solo Kamisama sabe como puede encontrarse en el suelo puesto que justo debajo de este aula hay otras clases, y gritar moe, no perdemos nada sin tenerte". Pensó Kyouya.

-Muchas gracias por comunicármelo, es de vital importancia – invento con su estática y calculada sonrisa - ¿Pero dime ocurre algo malo para que tengas que abandonar la escuela nada más acabar las clases?

Si bien no era un miembro importante eso no significaba que pudiera escaquearse así como así.

-Bueno, mi padre viene desde Francia para hacerme una visita, y no quiero perder tiempo de estar con él.

-Vaya así que tu padre ¿eh? – Seria una información importante que comunicar a su progenitor pues seguramente le interesaría hablar con el padre de la loca chillona que tenia enfrente.

-Sí, tengo muchas ganas de verlo, realmente lo echo mucho de menos, pero volver a Francia solo significaría perderme los increíbles momentos moe que se desarrollan en mi querido Host Club y no ver como los enredos en los oscuros corazones de estos bellos chicos se desenredan por no hablar de….

Kyouya desconecto inmediatamente, ya sabía lo que quería y lo demás le era innecesario, más aun si había empezado a fantasear con sus locas historias inventadas al mas puro estilo Tamaki. Renge se giro para salir por la puesta del Host Club hablando acerca de dibujar un doujinshi o quién sabe qué cosa.

Al llegar a la mansión Ootori, Kyouya se dirigió al despacho de su padre.

-Disculpa padre, ¿se puede?

-Ah, Kyouya pasa, se breve estoy esperando a tu hermano Akito, debemos debatir sobre temas importantes para la compañía.

Por supuesto, con el no tenía nada interesante de lo que hablar solo sus hermanos eran lo suficientemente importantes como para dejarle a él al margen de todo.

-El padre de Renge, el señor Houshakuji, viaja a Japón el viernes para ver a su hija, pensé que podría interesarte.

-¿Estás seguro de eso?- inquirió su padre desconfiado

-Por supuesto, la misma Renge me lo ha comunicado

-Cierto, olvidaba que ella tambien está metida en esa estupidez de club ideado por Suou Tamaki del cual eres vicepresidente.

Si esperaba molestarlo, no lo conseguiría.

-Sí, ella es de hecho la manager o administradora.

-Aja, si gracias por comunicármelo, obviamente realizare alguna llamada, puedes marcharte.

Y así con algunos puntos de más positivos, Kyouya abandono el inmenso despacho para dirigirse a su "mini departamento" dentro de la mansión. Pero al entrar no pudo más que pararse en seco al ver una autentica jungla de ropa por todos lados, en el suelo, en la mesa, en los sofás, en la lámpara… un momento, ¿Cómo había llegado su camisa turquesa a la lámpara del techo?

Agg solo podía significar una cosa, o mejor dicho solo podía significar que cierta persona estaba ahí.

-¿Fuyumi-neesan?

-¿Si?- su preciosa hermana hizo aparición tras una auténtica montaña de ropa.

-Otra vez ordenando mi ropa, soy lo bastante adulto como para ocuparme de eso yo solo.

-No, de veras quiero hacerlo además tienes más ropa de lo que parece sería complicado para ti.

Kyouya decidió dejarlo pasar y soltó un pequeño suspiro, por qué diría eso, si antes de que ella tomara cartas en el asunto toda su ropa estaba perfectamente guardada y doblada en los cajones.

-Y... ¿de qué has hablado con papá? – inquirió curiosa su hermana.

-Solo le he comunicado que el padre de Renge vendrá a Japón el viernes, pensé que al ser un importante socio le importaría.

-Vaaaaya ¿eres amigo de esa chica? ¿Es guapa?- Fuyumi parecía realmente interesada.

-Creo saber por dónde van tus preguntas y siento tener que decepcionarte, ella no es mi amiga, simplemente es la administradora de Host Club y como tal tengo una relación cordial con ella.

-Ahhh eso suena muy frio- Su hermana puso carita de pena- ¿Pero es guapa?

-Su belleza no me aportaría nada así que no me lo he planteado.

-Da igual lo que te aporte o lo que no, plantéatelo ahora – Su hermana puso ojos de cachorrito y casi juro ver a Tamaki mirándolo con esos ojos.

"Todos adoptan manías de Tamaki, dentro de poco me imagino a Mori-senpai en una esquina abrazándose las rodillas si Honey-senpai le dice algo malo"

-Supongo que es atractiva – esa fue su simple y seca respuesta.

-Aja, ese es un punto de vista interesante- Recito su hermana imitando su tono de voz a la perfección.

Una risa escapo de los labios de Kyouya, su hermana estaba realmente pendiente de todo.

El viernes llego más rápido de lo esperado, y una contentísima (más que de costumbre si es posible) Renge salió a toda velocidad de la escuela, para montar en su limusina e ir corriendo a la pequeña (pequeña para ella, todo un palacio para cualquier ciudadano de a pie) mansión que había adquirido al mudarse a Japón, donde suponía la esperaba su padre.

-¡Renge, hija mía!

-¡Papiiiii!

Ambos se abrazaron fuertemente y después se dedicaron a pasar el resto de la tarde juntos disfrutando de esos momentos padre-hija que debido a la distancia eran realmente escasos.

Cerca de las siete de la tarde el padre de Renge miro su reloj de muñeca e interrumpió el importante relato de su hija acerca como Miyabi se le había declarado en Uki Doki Memorial.

-Renge, querida se me ha olvidado comunicarme que me han invitado a una importante cena esta noche y que desearía me acompañaras.

-Claro papá, ¿Dónde es la cena?

- En la mansión Ootori.

-¿La mansión de Kyouya-sama?

-Exacto, mismamente creo que él fue quien le comunico a su padre sobre mis planes de viajar hasta Japón, y por eso su padre me ha invitado a cenar esta noche en su mansión con sus hijos, y por supuesto expresándome su deseo de que tu tambien me acompañes en tan agradable velada, además fuiste tú misma la que le comunico a Kyouya que vendría a visitarte, ¿estoy en lo cierto?

-Claro, tenía que excusarme por no participar hoy en las tareas del host club y se lo dije.

-Pues no se hable más, cambiémonos, no hay que hacer esperar nunca a la familia Ootori.

-En la mansión Ootori-

-Ahh Kyouya esta corbata negra te sentaría genial en combinación a tu camisa morada y tu traje negro, ¿no crees?

-Sí, porqué no, me pondré esa corbata.

-Yo te la pongo.

-No soy un niño Fuyumi, se atarme la corbata.

Horas después sonó el timbre de la puerta, uno de los mayordomos abrió y Renge y su padre fueron conducidos hasta el salón donde el señor Ootori, sus tres hijos y su preciosa hija los esperaban, Kyouya se puso inmediatamente en pie para saludar pero lo que sus ojos encontraron le hicieron sorprenderse.

Frente a él se encontraba la escandalosa administradora de Host Club, como había podido pasar por alto que ella tambien estaría invitada a la cena. Aún así, seguía sorprendido, más allá de extraños cosplays y el uniforme de la escuela no había visto a Renge con ningún otro atuendo, pero ahí estaba frente a él, con un suave vestido de gasa blanco con un leve escote en pico, un lazo anudado bajo su pecho y el resto del vestido suelto, con un cierto vuelo hasta encima de sus rodillas, unas sandalias con cuñas color café vestían sus pies y llevaba un pequeño bolso color café tambien colgado. Su pelo a diferencia de estar recogido en su llamativo lazo estaba suelto y ondulado cayendo sobre su espalda. Su maquillaje era discreto, un poco de sombra e tonos tierras sobre sus parpados y sus labios de color rosa palo.

Si su hermana le hubiera preguntado en ese preciso momento si Renge era guapa, esa hubiera sido el menor de los cumplidos que él le hubiera dedicado, si le quedaba tan bien la ropa normal por qué no vestiría así más a menudo en vez de ir enfundada en extraños cosplays.

Realmente le sorprendió verla así, pero en el tiempo en el que la había estado analizando, su familia se había acercado a saludar a sus invitados y el hizo lo propio pero antes de que pudiera articular palabra, Renge hablo con una voz mucho más suave y calmada que de costumbre.

-Kyouya- sama estás muy guapo esta noche- Le dijo la castaña con una tierna sonrisa.

Kyouya correspondió rápido, audaz y caballeroso como todo Host que se precie.

-Agradezco enormemente tu cumplido, pero creo que la belleza esta noche esta toda contigo.

Renge sonrió y articulo un débil "gracias" aunque en el fondo de sus ojos podía verse su cine mental con proyector incluido (prestado por Tamaki) en el que Miyabi le decía esas palabras.

-A sí, que él es el famoso Kyouya – anuncio el padre de Renge mirando detenidamente al muchacho- al ver tu foto fue imposible pararla, cogió un avión en ese mismo momento y partió hacia Japón como un torbellino, jajajaja, la verdad es que te pareces muchísimo a Miyabi si si, aunque según tengo entendido solo en el físico; espero que cuides bien de mi hija pues tú fuiste el motivo por el que me abandono y decidió venir a Japón- le reprocho en tono de broma, aquel hombre parecía realmente amistoso.

-Por supuesto, es un miembro vital para el Host Club, es la administradora, todos la apreciamos mucho – mentir era claramente fácil para el Host de las gafas.

-Bueno, que mal educados somos, haciéndoles esperar aquí cuando la cena ya esta lista- intervino el Sr. Ootori – Vayamos pues hacia el comedor, por aquí por favor.

Kyouya se escurrió entre todos y apareció a la derecha de Renge ofreciéndole su brazo caballerosamente para que esta se agarrara de él y guiarla hacia el comedor. Había que reconocer que este chico era un Host perfecto cuando se lo proponía.

En la gran mesa se distribuyeron de modo que ambos socios se miraran de frente, por lo tanto ellos estaban en los laterales de la gran mesa rectangular cada uno en un extremo, a la derecha del Sr. Ootori se encontraban sus tres hijo de mayor a menor, de modo que Kyouya quedaba a la izquierda del señor Houshakuji, quien tenía a su derecha a su hija de modo que quedaba en frente de Kyouya y la única hermana del clan Ootori se encontraba a la derecha de Renge.

La comida discurrió sin grandes acontecimientos, hasta que el padre de Kyouya decidió indagar en esa tal Renge.

-¿Entonces tu tambien formas parte de ese extraño club formado por el joven Suou?

-Si, pero aunque él sea el presidente, jefe, rey o como quiera llamarse, lo cierto es que el club solo sale adelante porque es Kyouya-sama el que lo administra y controla todo, si no sería un completo desastre.

-¿Lo dices en serio? - el Sr. Ootori no estaba del todo seguro ante esa afirmación.

-Por supuesto, al presidente le falta carácter y organización, es su hijo el que distribuye el presupuesto y controla que todo salga adelante, sin el seria un completo desastre.

Kyouya estaba realmente impresionado; ¿Quién era esta chica? ¿Dónde estaba la ruidosa, escandalosa, friki y alocada administradora del Host Club? Porque desde luego lo que tenía delante tenia que se una farsante o incuso un clon con control remoto. Se estaba portando de un modo completamente tranquilo y relajado, ahora sus mangas, videojuegos y motores de alta potencia parecían no ir con ella, parecía incluso normal (si es que eso era posible).

-Vaya eso es bastante gratificante de oír- Solo atino a decir el presidente de la compañía Ootori.

-Pues sí, desde luego tiene que estar muy orgulloso de su hijo, que es muy talentoso, educado y eficiente.

El Sr. Ootori lucia confundido, si bien no pensaba que Kyouya fuera inútil, tampoco esperaba semejantes declaraciones.

El joven Rey en las sombras miro a la que era su compañera de escuela y tuvo que reprimir una risa al ver la cara de disgusto de ella al probar el segundo plato, pues con tanta charla se le había enfriado.

Nunca se imagino que Renge, pudiera ser tan tranquila, calmada y educada al mismo tiempo, los "KYAAAAA" y "MOEEEEE" parecían sumamente lejanos de la imagen de la señorita que se encontraba en frente de él, y además le había dicho a su padre que debía estar orgulloso de él, ¡y delante de sus hermanos! Definitivamente se sentía agradecido y esa sensación era bastante nueva para él, pero no podía decírselo sin que lo escucharan, así que toco su bolsillo buscando su móvil y cuando lo saco busco disimuladamente en la agenda el numero de Renge para enviarle un mensaje de texto (obviamente era de vital importancia tener los números de todos los miembros del Host Club).

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Ranka-san

Renge, administradora otaku y loca del Host Club

Si, ese era el nombre que designaba a Renge en el móvil del vicepresidente, pulso el nombre de la susodicha y empezó a escribir.

En frente de él se encontraba Renge comiéndose de mala gana la comida fría y pensando en que la grabación de Toradora! Tendría que haber empezado ya, estaba sufriendo por no poder verla pero al menos la vería mas tarde.

Brrrr, brrrr.

Renge noto el vibrar de su teléfono móvil desde el bolso que colgada de la silla en la que se encontraba, así que disimuladamente lo cogió y miro que ocurría (no estaría bien visto que atendiera al móvil mientras cenaban)

Mesagge from Kyouya-sama (L)

Gracias por dejarme en buen lugar ante mi padre, no me imaginaba que esto pasaría, ni usaría un mensaje para hablarte de algo ajeno al club. Solo esta vez y sin que sirva de precedente, te acompañare a comer tazones de arroz otaku, ¿crees que podrás comerte cuatro tazones?

P.D: yo no pienso comer ninguno.

Para cualquier persona eso un habría sido una forma de agradecer nada simplemente la vería comer arroz otaku, pero proviniendo de Kyouya Ootori era mucho, muchísimo.

Renge sonrió y empezó a teclear.

Brrrr, brrrr.

Ahora fue el bolsillo de Kyouya lo que vibró.

Mesagge from Renge, administradora otaku y loca del Host Club

JOJOJOJOJOJOJOJOJO ("oh, ya vuelve a ser ella" pensó Kyouya tras ese jojojojo que tanto solía resonar en el club) ¿Crees que soy una aficionada? Mi record de tazones de arroz otakus consecutivos esta en 7, JOJOJOJOJO, de acuerdo aunque no sabes lo que te pierdes por no comer tu también, está buenísimo.

Kyouya sonrió imaginándose a Renge comiendo siete tazones seguidos de arroz, eso definitivamente no podía ser saludable.

….

"Un momento….

¿Se podía decir que tenía una cita con Renge?"

De repente se sintió nervioso y sus mejillas se tornaron a un rosa pálido.

"No, solo iba a verla comer arroz otaku, simplemente… los dos…solos… y él lo había propuesto."

"Bueno no es una cita pero aun así será mejor que nadie en el Club sepa esto."


Continuara...