Exoneración: La leyenda de Korra y sus personajes no me pertenecen, son propiedad de Michael DiMartino y Bryan Konietzko. Tampoco la imagen de portada me pertenece.

Este fic participa en el reto especial: "Feliz Cumpleaños, Foro-Kun" del foro ¡El Cometa de Sozin!

Advertencias: Universo Alterno, y síp, OoC en exceso...


Para Varrick los días pasaban con inquietante rapidez. Pero por supuesto, siempre hay algún motivo por detrás, y la de el hombre de bigotes elegantes era que el cumpleaños de Zhu Li se acercaba, y junto a él, también su preocupación, puesto que en esa fecha nunca le había regalado algo. Ni unas flores o chocolates, menos aún el día libre por su constante y ferviente trabajo.

Nada.

Tampoco le decía el usual «Feliz cumpleaños» animado, ni el seco que más que nada era por obligación, como las demás personas en la oficina.

En realidad, él no tenía ni la más mínima idea de cuándo era el cumpleaños de su asistente. La única persona en la que confiaba en todo el edificio. Aunque no era obligatorio que lo supiera ni que le dijera ese tipo de cosas, o que le regalase algún detalle; no quita el hecho de que si lo hubiera hecho, el gesto hubiese sido lindo.

Pero ahora todo había cambiado.

La dinámica entre ellos se modificó hacia un año y seis meses atrás, en el momento en que Zhu Li entró al despacho de su jefe para recordarle la reunión que tendría en una semana con un par de personas importantes. Se dio cuenta de que sus ojos no mostraban más que melancolía; y se acercó, lentamente, cerrando antes la puerta que se encontraba detrás de ella, cuando habló, lo hizo en voz baja y con suavidad. Le preguntó qué le sucedía, y él se mostró indeciso unos minutos sobre si contarle o no lo que occuría. Al final terminó cediendo ante la mirada de Zhu Li.

Después de ese día en que Varrick le contó que su madre estaba muy enferma, comenzaron a tratarse más, y luego de que la Señora Blackstone se recuperara gracias a todo el dinero que invirtió su hijo para salvarla; Zhu Li y Varrick se veían fuera del trabajo. Y con toda certeza, cuando los empleados se enteraron, la envidia los invadió.

La personalidad fría y de piedra de Zhu Li hacían pensar a la gente que los sentimientos eran desconocidos para ella. Que no le importaban los demás, y si tuviera que matar a alguien para conseguir lo que desea, lo haría gustosamente. Ellos no podrían haber estado más alejados de la verdad, porque Zhu Li sí se preocupaba por las personas, aunque no lo manifestara de forma muy abierta; y Varrick no podía estar más de acuerdo con eso.

El cumpleaños de la mujer de lentes y asistente de uno de los hombres más rico del mundo, llegó. Su jefe le compró un pastel de chocolate el cual había guardado en el refrigerador personal que tenía en su oficina para comerlo al terminar la jornada de trabajo —que era a la noche—.

Al caer la oscuridad sobre la ciudad, y antes de irse a sus casas, Varrick guardó los papeles importantes y cosas de valor para colocar la tarta, y champaña junto con lo necesario para comer y beber. Le dijo que viniera, la señorita Moon no tardó mucho en presentarse, pues ya no había bastante por hacer. Quedó sorprendida por lo que hizo su jefe para ella, y se lo agradeció.

Charlaron mientras comían, reían, y disfrutaban uno de la compañía del otro, hasta que el reloj dio la hora de irse a sus hogares.

—Gracias por todo, Varrick —una sonrisa se posó en los labios de la mujer al decir esas palabras—. Eres un buen amigo.

—Tú también lo eres, Zhu Li —y una sonrisa divertida a él se le cruzó—. Ahora, ¡haz la cosa! —terminó mirando a su escritorio que se encontraba con alguna que otra migaja de pastel, y a lo que sobraba; mientras el rostro de ella se convertía en uno inexpresivo.


El género que me tocó fue friendship (amistad)

Por alguna razón me pareció mejor cuando aún no lo escribía.

Saludos.