Tome la idea de un prompt sugerido en una comunidad de livejournal llamada "The Ron/Draco Drabble Challenge" (la recomiendo).


Blanco

Uno de los rasgos más característicos de un Malfoy es el color de su piel. Blanca. Tan blanca que casi se confundía con su cabello rubio lavanda. Ser un Malfoy era sinónimo de tez clara, pálida.

La cremosa piel del heredero más joven de la antigua familia sangre pura, léase Draco Malfoy, poseía una de las mejores pieles del Mundo Mágico –palabras del propio Draco-.

Su epidermis, de un hermoso color blanco perla, exigía un riguroso cuidado: cremas diurnas y nocturnas, hechizos sol-repelentes, baños exfoliantes, pociones humectantes, etcétera, etcétera, etcétera. Cuidados que Draco tomaba muy a pecho.

Claro que tener este tipo de piel tenía sus desventajas. Lo convertía en una persona súper sensible al sol, al polvo, resequedad y las cicatrices. Una pequeña cortada significaba una cicatriz de por vida.

Toda su vida pensó que las peores desventajas eran las que lo delataban en situaciones sentimentales. Un simple sonrojo en su piel equivalía a un rojo pomelo y un sonrojo mayor –de esos que tienes cuando encuentras a tus padres en "acción" o pasas una vergüenza frente a un mago muy hot- daba como resultado un rojo geranio intenso. Y los chupetes. Mejor no hablar de esos.

Eso lo creía antes de verle la polla a Ron Weasley. Mejor dicho, la polla erecta de Ron Weasley.

El "incidente" había ocurrido una tarde después de un largo y reñido partido de Quidditch. Las duchas de Slytherin estaban en reparación y las serpientes se veían obligadas a utilizar las de sus rivales a muerte.

Como mencionado anteriormente, Draco se tomaba mucho tiempo en cuidar su piel. Para cuando terminó de remover todo el lodo y sudor de su cuerpo todos los demás jugadores se habían retirado a sus respectivas salas comunes. Todos excepto uno.

Ron Weasley, quién acababa de jugar un partido excepcional, necesitaba una buena ducha fría. Toda la excitación del partido se manifestó de una manera muy peculiar. Por lo que espero que sus compañeros, y rivales, abandonaran las duchas para darle fin al problema entre sus piernas.

Se recostó de la pared y dejó que el agua hiciera efecto. Cerró los ojos y dejó su mente relajarse. Totalmente absorto a la mirada gris que se posaba en él.

Draco estaba completamente hipnotizado. Jamás en su vida había visto algo así. El duro-como-piedra miembro de Weasley palpitaba contra la mano que lo acariciaba de arriba hacia abajo. Aproximadamente catorce centímetros de carne sensible, un tronco grueso en el que se apreciaban unas cuantas venas. La pequeña abertura en la punta de su cabeza comenzaba a derramar líquido pre-eyaculatorio. Todo esto en contraste con el rojo vello púbico que subía en una fina línea hasta el ombligo de Ron. Con razón los Weasley tenían tantos hijos. La simple visión lo estaba matando.

En cuestión de segundos su propio miembro se comenzó a endurecer. Por su mente pasaron miles de pensamientos. Draco de rodillas, con su lengua recorriendo la caliente erección. ¿Sabría tan bien como se imaginaba? Se imaginó a Weasley empujándole la cabeza y haciéndolo engullir su polla por completo, hasta rozar su garganta o chocar contra el cielo de su boca.

Volvió en sí cuando oyó que el ruido del agua había cesado. Weasley lo miraba con los ojos muy abiertos.

Su cerebro tardó en registrar lo que pasaba. Mientras fantaseaba, su mano desabrocho la parte delantera de su uniforme y masajeaba su miembro dolorosamente excitado.

-Estás más blanco fantasma, Malfoy – anunció Ron cuando recuperó su voz. Con cuidado de no pasar muy cerca del buscador de Slytherin, dejó las duchas confundido.

Definitivamente, la peor desventaja de tener una piel tan blanca era la palidez que adquiría cuando fantaseaba con el paquete de Weasley.

FIN


Lo sé, lo sé… Esto fue malo –pulgares hacia abajo – pero en serio tenía que escribirlo. Sin embargo, gracias por leer.