!POW! !ZAP! !WHAM!
El regreso de la heroína enmascarada
Era bien entrada la noche en Ponyville cuando Lyra Heartstrings finamente salió de su oficina una vez terminada la nueva pieza que tocaría en su debut en Manehattan. Como toda artista no se iría descansar hasta que estuviera satisfecha y esa vez le tomó más de lo normal. Bueno, nada a lo que no estuviera acostumbrada. Así pues aceleró el paso, su esposa estaría al borde de un ataque de nervios.
—En serio, ¿por qué no podemos ser como los humanos y tener aparataos especiales que nos permitan comunicarnos a grandes distancias que podamos tener con nosotros en todo momento? Sería el fin de las preocupaciones de Bon-Bon.
—Bueno, ella tiene razón al estar preocupada por ti. No es nada seguro salir a estas horas de la noche, preciosa — se escuchó una voz detrás de Lyra.
—Sobre todo con gente como nosotros suelta por ahí — dijo otra voz.
Lyra se paró de repente. Por el tono de ambas voces supo que no iban tras nada bueno. Tomó aire y dijo:
—No tengo dinero.
—No importa, hay otras cosas con las que nos podrás pagar — dijo una de las voces con un tono de burla.
Lyra no dijo nada y comenzó a correr mientras los dos extraños reían. Un tercero que llevaba una palanca llegó a bloquear su camino, dejándola completamente rodeada. Lyra, bastante asustada, se quedó pensando en su dulce Bon-Bon y cómo estaba a punto de ser violada por esos tres que se acercaban amenazantes hacia ella con sus armas en casco.
Pero entonces alguien llamó la atención del tercero tocando levemente su hombro. El matón se volvió y retrocedió asustado. Ante él estaba una yegua (bastante bajita) vestida con un traje morado de cuerpo completo, máscara azul con los ojos azules, máscara negra con penetrantes ojos azules y una larga capa igualmente negra.
El matón ni lento ni perezoso atacó al estorbo con la palanca que tenía. La extraña detuvo el golpe usando su magia y aprovechando el momento de distracción le dio al matón un golpe con las patas traseras directo al pecho. El sujeto perdió el equilibrio mientras que la otra tomó su oportunidad y sacó de su capa un bastón plegable, que rápidamente armó y le dio dos golpes al matón. Y antes que el otro pudiera reaccionar, ella sacó una pistola de gancho y tras enredar el cable alrededor de la pata del sujeto, disparó contra la construcción más cercana. El sujeto se vio elevado por los aires de su pata, la cual se rompió por la presión ejercida. La extraña entonces retrajo el gancho sabiendo que el tipo aquel ya no sería amenaza.
Los otros dos matones se volvieron hacia la extraña, que sacó una especie de boomerang de su capa y lo arrojó contra uno de ellos. La pequeña arma explotó en la nariz del sujeto dejándolo quemado y más furioso que nunca. El otro matón miró a la extraña que sacó una especie de esfera de su capa y la arrojó con fuerza al suelo. Un destello de luz dejó ciegos a los matones mientras la figura se perdía en las sombras.
Lyra estaba atónita, pero supo reaccionar rápidamente. Ella corrió por su vida mientras los matones buscaban a tientas entre el humo buscando a la maldita que se atrevió a hacerles eso.
—¡Se escapa! ¡Y tan bonita que era!
—No es el momento de preocuparse por eso — gritó el primer matón. — La famosa vigilante enmascarada de Ponyville, Mare-Do-Well. ¿Dónde demonios se metió?
Un silbido llamó la atención de ambos. En el techo de la casa más cercana, la campeona de la justicia esperaba jugando con un yoyo mientras los miraba con una expresión que parecía decir: "¿Qué? ¿Vienen por mí o sólo se quedarán ahí parados?"
Ambos matones vieron de reojo un basurero en un costado y no lo pensaron dos veces. Subieron por ésta al techo en donde la heroína se encontraba jugando con su yoyo sin dignarse a mirarlos, por lo visto le aburrían. Una vez arriba los dos sujetos se lanzaron contra Mare-Do-Well, quien arrojó su yoyo al que venía más cerca. El juguete, en realidad una herramienta especial que parecía un juguete, se enredó entre los cascos del tipo haciéndolo caer de boca contra el suelo mientras el otro seguía corriendo contra la Mare-Do-Well dispuesto a ponerla en su lugar. La otra, ni lenta ni perezosa, arrojó una de sus bombas de humo.
Una vez más el sujeto se vio rodeado de humo mientras que tosía violentamente y maldecía a la atrevida que frustró su noche de diversión. Pero entonces, de reojo, vio una cuerda tensada en el suelo y pudo distinguir una silueta esperando por él en la casa de enfrente.
La figura se dio cuenta que lo miraban y lo saludó burlonamente.
—¿Te crees muy lista, Mare-Do-Well? — Dijo el tipo en voz baja. — Veo perfectamente la cuerda que usaste para llegar hasta allá.
El sujeto descubrió que la cuerda estaba tensada entre las dos casas de forma que tenía que colgarse y avanzar cinco metros con los cascos al aire si quería alcanzar a la insolente. Le sorprendía que la otra haya llegado tan rápido al otro lado pero no le puso demasiada importancia; ahora sólo quería ponerla en su lugar. Así pues se colgó de la cuerda y comenzó a avanzar por ella para así llegar a Mare-Do-Well.
Mientras el otro matón, con ayuda de una navaja que encontró en uno de los bolsillos de su chaqueta, logró deshacer el nudo del yoyo y siguió a su compañero cuando comprendió la situación.
La Mare-Do-Well soltó una risita mientras ambos matones estaban a medio camino entre una casa y la otra. No importaba, a ellos sólo les interesaba que pronto le enseñaría a la yegua esa que ser una heroína era muy peligroso.
—¿No son muy inteligentes, no? — Preguntó la heroína con una voz distorsionada gracias a un aparato especial.
Dicho esto sacó una navaja la cual acercó a la cuerda. Ambos matones pusieron los ojos como platos cuando comprendieron lo que la Mare-Do-Well estaba a punto de hacer. La navaja cortó la cuerda haciendo que los otros individuos se cayeran en el acto acompañando a su dolorido compañero con la pata quebrada.
Mare-Do-Well se quitó el sombrero a modo de saludo y se arrojó del techo hacia el suelo. Era una fea caída pero su capa se tensó en el aire lo cual bajó la velocidad del golpe. Aterrizó limpiamente del otro lado de la casa donde le dio una lección a los dos matones y disparó su pistola de gancho contra otra casa que tenía a la izquierda. Estaba a medio camino en el aire cuando escuchó un zumbido que se acercaba cada vez más y más.
—Rainbow Dash — gruñó Mare-Do-Well.
Llegó a la casa que buscaba y sacó un espejo de su capa. Efectivamente, la pegaso cian se acercaba a toda velocidad y como siempre, estaba dispuesta a desenmascarar a su rival de heroísmo a como diera lugar.
Mare-Do-Well arrojó con fuerza otra bomba de humo para así desaparecer; pero Rainbow, a diferencia de los matones, no era nada tonta y con sus alas a modo de ventilador, disipó el humo. Aun así llegó tarde pero no importaba, la tal Mare-Do-Well no debería estar demasiado lejos. O eso pensó. Se volvió hacia atrás cuando escuchó un trote alejarse rápidamente.
—¿Cómo demonios llegaste ahí tan rápido? — Gritó Rainbow al descubrir a la heroína a cinco casas de distancia tratando de perderse en las sombras. — Bueno, no importa. Estás luchando contra The Dash. Te mostraré.
Mare-Do-Well sacó entonces otra de sus bombas, algo diferente a las que había estado utilizando hasta ahora y la arrojó de nuevo. Inmediatamente las hierbas que crecían en el suelo reaccionaron ante el fertilizante súper poderoso que la heroína les arrojó y crecieron de tal forma que Rainbow pronto se quedó enredada entre maleza gigantesca. Mare-Do-Well entonces se perdió por una de las esquinas de Ponyville para frustración de Rainbow Dash. Usó toda su fuerza y finalmente se soltó. Igualmente iba a volar por donde vio que la otra había desaparecido, no le importaba que le llevara bastante ventaja.
Y el asunto era que nadie se metía con el orgullo de Rainbow Dash y se salía con la suya así de fácil. Todo había comenzado hacía dos o tres semanas con el retorno de la famosa Mare-Do-Well. Por alguna extraña razón había vuelto y Rainbow confrontó a sus amigas dejando bien claro que habían acordado dejar el disfraz porque era un mal recuerdo para ella; y como ya había aprendido la lección, nadie vio problema en hacerlo. Pero ellas no habían sido y para probárselo, le mostraron los tres disfraces que tenían para que viera que nadie los había usado en un buen tiempo. desgraciadamente se dieron cuenta que alguien se las había arreglado para robar los disfraces. Rainbow al principio desconfió pero ese mismo día vio desde el aire a un sujeto siendo asaltado. Iba a hacer algo cuando descubrió a la vigilante la cual sacó un bo plegable y rápidamente derribó y derrotó al ladrón.
Rainbow supo entonces que no eran sus amigas; primero, ellas no usarían de entrada la violencia; y segundo porque esta nueva Mare-Do-Well era demasiado bajita para ser una de ellas. Igual Rainbow voló para desenmascarar y Mare-Do-Well y todo lo que consiguió fue ser atrapada entre enredaderas por culpa de una de sus bombas fertilizante; esa fue la primera vez que se encontró con la famosa vigilante enmascarada, y a partir de la cual juró que haría todo lo que estuviera en su poder para desenmascarar a su rival heroico.
Pero volviendo al aquí y al ahora, Rainbow, ya libre de la misma maldita trampa en la que caía siempre que perseguía a Mare-Do-Well decidió hacer algo diferente esta vez y en lugar de seguirla por donde se había ido, iría en la otra dirección. Efectivamente la encontró al otro lado de la calle saltando sobre otro techo con su pistola de gancho. Aparentemente no esperaba que Rainbow Dash la atrapara así como así, pero bueno, tampoco era que no estuviera preparada. Arrojó más bombas de humo.
—¿Qué no te sabes otra? — Preguntó Rainbow abalanzándose sobre su rival cayendo sobre ella.
—Lo que no entiendo es por qué no podemos simplemente dejarnos tranquilas — dijo Mare-Do-Well tratando inútilmente de librarse del poderoso agarre de Rainbow Dash. — Tú salvas Ponyville de día y yo de noche. No nos estorbamos y todos estamos felices.
—Sí claro, para ti es fácil. ¿Sabes lo que se siente que un imitador de la verdadera Mare-Do-Well se robe a mis fans? — Dijo Rainbow haciendo esfuerzos por reconocer la voz distorsionada.
La heroína de la noche no quería llegar a esto, pero no tenía opción. Con un ágil uso de su cuerno se teletransportó fuera del abrazo de Rainbow y con su bastón bo le dio un rápido golpe en la cabeza esperando aturdirla y salir de ahí lo más rápido posible. Pero Rainbow era mucho más sólida que los criminales a los que solía vencer Mare-Do-Well ya que ella tenía mucha experiencia en choques y demás; así que el golpe sólo logró irritar a Rainbow. De todos modos la heroína nocturna tenía otra carta bajo la manga: la misma de siempre, sus bombas de humo. lo malo era que sólo le quedaba una.
De todos modos decidió usarla al darse cuenta que estaba bastante cerca de su casa. Usó la bomba y se teletransportó lejos del alcance de Rainbow Dash que soltó otro grito de furia que despertó a todo Ponyville.
...
Rarity fue a chequear la habitación de Sweetie Belle una última vez en la noche. puso su oído contra la puerta y escuchó risitas apagadas, juegos bobos y toda clase de cosas; comunes en las piyamadas cuando todos estaban a punto de irse a dormir. Tras dar una cabezada de satisfacción porque las Crussaders no estuvieran haciendo nada peligroso como de costumbre, se fue a dormir ella. De todos modos las niñas estaban de vacaciones y no veía nada de malo en dejarlas acostarse tarde.
—Supongo que las niñas se calmaron un poco cuando obtuvieron cada una sus Cutie Marks — sonrió Rarity dando un bostezo. — Pero de todos talentos que hay, ¿por qué el de Sweetie Belle tuvo que ser la pelea? — Se preguntó recordando la marca con forma de guante de box que su hermanita había estrenado muy emocionada.
No había forma que adivinara que lo que escuchaba era fruto de una grabación y que la habitación estaba completamente vacía. Fue entonces cuando dos ganchos se enredaron en la ventana que daba a la calle dándole paso a dos Mare-Do-Well quienes entraron por la ventana y se fueron cada una a su saco de dormir.
A los pocos minutos una tercera Mare-Do-Well se teletransportó dentro del cuarto.
—¿Y bien? — Preguntó Apple Bloom quitándose su máscara.
—Tuve que pegarle a Rainbow Dash — dijo Sweetie Belle. — No quería hacerlo pero no me dio otra opción. Y de todos modos no le hice nada, por suerte pude escapar.
Scootaloo, también quitándose su máscara, torció el gesto porque no le gustaba que su amiga le haya pegado a su ídolo y hermana mayor (¡peor aun teniendo en cuenta que de todo el equipo Mare-Do-Well Sweetie Belle era la más fuerte y su maestra en combate cuerpo a cuerpo!) pero bueno, sabía que era necesario.
—Siempre terminamos agotadas, pero no por culpa de los criminales sino por Rainbow Dash — dijo Scootaloo. — ¿No hay una forma que nos deje tranquilas?
—Sólo agradece que no haya descubierto que Mare-Do-Well son tres personas a la vez — dijo Apple Bloom quitándose ya todo su traje y doblándolo cuidadosamente para meterlo en su mochila.
—Por cierto — dijo Sweetie Belle. — Apple Bloom, Scootaloo, se me acabaron los Mare-Do-Merangs y las bombas de humo.
—Mañana haré más bombas de humo, ya tengo listos los ingredientes — dijo Apple Bloom haciéndolo honor a su lugar como la experta en pociones del equipo Do-Well; así como a su recién adquirida Cutie Mark.
Por su parte, Scootaloo era la experta en la creación de herramientas de combate como lo indicaba su Cutie Mark de engranaje.
—Ya tengo unos listos, no te preocupes — dijo la pegaso naranja acomodándose en su saco tras darle una caja a Sweetie.
—Por cierto, Zecora me está enseñando a hacer perfumes también — dijo Apple Bloom. — En caso nos enfrentemos a perros diamante o cualquiera que tenga un sentido del olfato fuerte, podremos ocultar nuestros aromas también. Además creo que si combinamos el perfume con las bombas de humo, podremos usarlas para aturdir a los enemigos, no sólo para hacer nuestros cambios.
—No entiendo — dijo Scootaloo.
—Imagínate recibir una rociada de perfume súper potente directo en la cara — dijo Sweetie, quien viviendo con Rarity había tenido esa horrible experiencia más de una vez. — Los criminales estarán más confundidos y nos dará más tiempo para hacer los relevos. Además creo que es la solución perfecta para cuando Rainbow Dash nos persiga.
Scootaloo asintió.
—En ese caso haré que nuestras máscaras, además de distorsionar nuestra voz, nos protejan de gases. No vaya a hacer que el truco del perfume nos perjudique en vez de ayudar.
Todas asintieron en silencio, era gracias a ese espíritu de cooperación que lograron conseguir sus largamente esperadas Cutie Marks; pero lo más importante... le dieron vida a la leyenda. La leyenda de Mare-Do-Well.
Y he aquí esta idea, que bueno, no es del todo mía. Para los que sepamos inglés hay una historia llamada Cutie Mark Crusader Superheroes en FimFiction de infernape612. Ésta no es una traducción, sino mi visión de la misma y tomará un rumbo completamente diferente a la de nuestro amigo que le da a su historia un toque más Gore. Espero les haya gustado y:
Chao; nos leemos!
