Este es mi nuevo fic.

Bueno, como siempre mencionar que ni la historia ni los personajes me pertenecen, todo le pertenece a PIXAR.

Espero que les guste


Me llamo Randall Boggs, antes era un asustador en mi mundo, pero tras un fallido plan me encuentro atrapado en los pantanos de Nueva Orleans, en el mundo humano.

Como de pequeño me podría imaginar que mi vida iba a acabar así. Siempre he sido más delgado que el resto de los monstruos, razón por la cual se reían de mí y nunca tuve muchos amigos, además que mis inoportunas e incontroladas desapariciones camaleónicas (que forman parte del poder de mi familia) incentivaban las burlas.

Sin embargo, tenía una ilusión, llegar a ser asustador, por lo que me centré en los estudios aun teniendo que soportar los abusos de los demás. Finalmente, recibí una carta de admisión en Monstruos University, la mejor universidad que había.

El primer día llegue temprano, en mi residencia me comentaron que mi compañero de cuarto aún no había llegado. Espere nervioso… ¿Y si no le caía bien? ¿Y si también se reía de mí? Desde luego me asustaba la idea de tener que pasarme los siguientes años en compañía de alguien hostil.

La puerta se abrió interrumpiendo mis pensamientos, en la puerta vi a un cíclope de estatura baja y color verde. Rápidamente corrí a presentarme, al parecer también estaba en el programa de sustos, su nombre era Mike Wazowski, de inmediato hicimos buenas migas y le ofrecí que eligiese su lado del cuarto.

Un ruido en el pasillo cortó nuestra conversación y, de la sorpresa involuntariamente surgió mi poder; quería que me tragase la tierra, pues estaba convencido de que Mike iba a reaccionar como todos, burlándose de mi poder; no obstante, le pareció una habilidad genial, aunque sí me recomendó que me quitase las gafas, pues delataba mi posición. Mientras desempacábamos nuestros equipajes, lo oí hablar para sí mismo con total confianza. Le pregunté si estaba nervioso y me contestó que no, al parecer llevaba tanto como yo esperando este momento... si acaso hubiese sabido lo que iba a pasar después…

El primer día de clase nos sentamos juntos. Nuestro maestro era un viejo dinosaurio grande en su tiempo, que nos advertía que nos andarnos con cuidado, pero fue interrumpido de forma abrupta por la decana, la Señora Hardscrabble. Esta estricta e imponente mujer, una de las mayores asustadoras en su tiempo (cuyo histórico grito permanecía aún conservado al lado de su busto en un extremo del aula), nos advirtió que el programa era muy exigente y que íbamos a tener El Gran Examen al final del semestre que decidiría quien se quedaba y quien sería expulsado. Acto seguido, se salió volando por la ventana no sin antes realizar un pequeño barrido por encima de nuestras cabezas. Se me revolvió el estómago… ¿Expulsado por un examen? Ahora entendía a que se debía su mala imagen entre los ex alumnos. La clase continuó, y cuando Mike contestaba exhaustivamente a la pregunta del profesor sobre que propiedades tenía un buen rugido, un enorme bramido nos obligó a mirar hacia la puerta desviando nuestra atención. Un enorme monstruo de color azul irrumpía en el aula, al parecer pertenecía a una famosa familia de asustadores, los Sullivan; su nombre era James P.

El profesor quedó encantado con su demostración, ignorando a Mike, que se veía molesto, pero la verdad es que yo estaba de acuerdo con el profesor, aquel monstruo azul era increíble.

Más tarde oí que la fraternidad Roar Omega Roar daba una fiesta en la plaza de la Universidad, en la avenida donde estaban las principales fraternidades. Sin embargo deseaba esa fraternidad en concreto, ya que la gente más molona de la Universidad pertenecían a ella, pero siendo sinceros… ¿Cómo iban a fijarse en mí? El resto de la tarde preparé cupcakes, en los que se leía "Sé mi amigo" con fin de ganarme su apoyo.

Intenté convencer a Mike de que me acompañase, quizá con él estuviese menos nervioso, pero no estaba por la labor, al parecer quería estudiar, así que desistí y me dirigí a la fiesta yo solo.

Tras unos minutos caminando llegué a la avenida. Los monstruos que habían acudido se divertían, charlaban, bebían… lo cierto es que no estaba acostumbrado a aquello y la música alta hacía que me doliesen los oídos. Divisé a Jhonny, el líder de Roar Omega Roar, y traté de dirigirme a él, pero otros monstruos me impedían el paso, y cuando logré pasar ya se había ido, perdiendo así mi oportunidad. Frustrado, me dirigí donde estaban unas chicas para ofrecerles los pasteles… ¿que más daba el mensaje si probablemente no volviese a cruzarme con Jhonny? Pero de repente y sin previo aviso, alguien me empujó haciendo que los cupcakes salieron lanzados y cuatro de ellos cayeron sobre mí provocando las mofas de los de mi alrededor.

Cuando me limpié, observe un montón de miembros de distintas fraternidades que rodeaban a Sullivan y Mike. Cuando me acerqué hasta el punto de oírlos, supe que estaban discutiendo, al parecer todos querían al grandote con ellos, pero cuando Jhonny apareció zanjó la discusión. Mike protestó porque no le dieron un lugar, pero fue inútil.

Era más de medianoche cuando volvimos a la habitación. Ambos permanecíamos en silencio por lo ocurrido. La verdad era que aquella calma comenzaba a ponerme de los nervios, así que decidí iniciar una conversación.

"Siento que no te admitieran los chicos de Roar Omega Roar. Parece que solo eligen a los más grandes"

"Si lo dices por Sully, querrás decir que eligen a los más idiotas"

Mike parecía muy enfadado, estaba convencido de que quería dejar el tema aparte, pero yo aún tenía interés.

"Pues yo… Creo que tiene madera"

Mi compañero me miró con muy mala cara, y deseé no haber dicho aquello.

"No te lo tomes mal, yo creo que tú también… puedes llegar a serlo"

"¡Y lo seré!"

Los meses siguientes, Mike demostró que sus palabras no eran en vano. Estudiaba durante todo el día, hasta el punto que tenía que avisarle cuando era la hora de las comidas, muchas veces me lo encontraba dormido sobre la mesa de estudio y tenía que despertarlo. Incluso cuando íbamos a los partidos no despegaba los ojos de los libros.

Yo intentaba ayudarle a repasar, haciéndole preguntas que siempre respondía correctamente. Rápidamente se convirtió en el cerebrito de la clase. En el fondo era un buen chico.

Finalmente llegó el día del Gran Examen. Yo estaba muy nervioso a pesar de que Mike me había ayudado a repasar. Cuando estábamos esperando nuestro turno, Sullivan pasó cerca de nosotros y tiró al suelo los libros de Mike, que se levantó para recogerlos y exigir una disculpa. Lo agarré.

"Déjalo, Mike"

Pero no me hizo caso. Sé que debí ayudarlo, pero Sullivan me imponía respeto. Ellos comenzaron a discutir, y, accidentalmente tiraron el contador con el grito de la Decana Hardscrabble; sabía que tenía que salir en defensa de Mike, explicar que no había sido culpa suya, pero no podía dejar salir ni un sonido, los nervios comenzaron a controlarme y desaparecí.

Posteriormente me enteré de que tanto uno como otro habían sido expulsados del programa de sustos.

Mike se cambió de programa, eligió el de los contadores de gritos, pero ya no era el de siempre. Cuando estábamos a solas entre los dos solo había silencio, pero ese no era el único cambio; estaba por ejemplo el detalle de que casi no se preocupaba por estudiar, simplemente se sentaba en un rincón horas y horas sin decir palabras. Me hubiese gustado consolarlo o ayudarlo de alguna manera, pero no sabía cómo.

Un día que salía de clase, oí que Los Juegos de los Asustadores serían en breve. Los ganadores serían sin duda los héroes del campus, aunque eran muy arriesgados… estaba pensando en esto vi a los de Roar Omega Roar; había sido una noticia extendida la expulsión de Sullivan de la misma, y al parecer todavía buscaban a su sustituto; cuando estaba cerca de ellos alcancé a oír unas pocas palabras.

"¡Ese no! ¡Nuestro sexto miembro tiene que tener algo único, algo que los demás monstruos no tengan!"

Sabía que era mi única oportunidad, debía actuar rápido, así que me acerqué, y delante de ellos desaparecí, algo que sin duda les impresionó.

"¿Cómo te llamas, chaval?" me preguntó Jhonny.

"Randall…pero me llaman Randy…"

"Pues Randy, tu habilidad vendría muy bien para nuestro equipo… ¿Te gustaría formar parte de nuestra fraternidad?"

"Me encantaría" Procuré que mi voz no revelara la emoción.

"Bien, pásate por nuestra facultad en una hora para tu nombramiento"

Así lo hice, aunque tuve que aguantar una dolorosa novatada. Pero había logrado mi objetivo.

Ya solo faltaba ir a mi cuarto a por mis cosas, ya que me mudaría a la fraternidad. Me pregunté si Mike se sentiría ofendido, pese a que ya no era como antes seguía siendo mi amigo… por otra parte, si realmente lo era se alegraría por mí. Él aún no había llegado así que me sentí aliviado de no tener que contárselo aún, al menos tendría tiempo de pensar la forma en la que se lo diría.

Jhonny me dijo que nuestra fraternidad iba a presentarse a los Juegos de los Asustadores, que fuese a la plaza para la inscripción. Llegué un poco tarde, y vi una multitud mirando algo, por encima del resto de los monstruos vi a Mike subido a un coche, al parecer iba a unirse a la fraternidad Oozma Kappa para presentarse a los juegos, pero necesitaban otro miembro... Mike me pidió que le ayudase. Pero no podía, ya había hecho un juramento, no quería herir a quien fue mi primer amigo así que le dije que no lo más suave que pude.

"Por favor" susurré "Estoy con la gente guay, entiéndelo"

Me alegré por Mike cuando Sullivan iba a apoyarlos, sin embargo Jhonny me dejó claro que, de ahora en adelante los miembros de las demás fraternidades eran enemigos.

"¿Mike mi enemigo? Pero…"

"No me digas que te importa ese enano… de todas formas no sufras, quedarán eliminados en la primera prueba, no se harán más daño que ese… claro, que harán el ridículo, pero fue su decisión"

Jhonny se rio a carcajadas y el resto de los miembros se unieron, incluido yo, aunque en el fondo seguía preocupado.

Llegó el día de la primera prueba, que consistía en una carrera a oscuras esquivando unas bolas rociadas con un tóxico material que provocaban hinchazón… sin embargo mi equipo no tuvo problemas, y yo tampoco gracias a que era delgado; y tal y como Jhonny había pronosticado, los Oozma Kappa llegaron en último lugar… estaba aliviado de que fuese así, ya que de ese modo a Mike no le pasaría nada peor que esa prueba y la expulsión… pero resulta que otra fraternidad quedó descalificada por hacer trampas, y Oozma Kappa continuaba.

Jhonny se puso de muy mal humor al fallar su pronóstico, aunque confiaba en que quedaran eliminados a la prueba siguiente.

La segunda prueba era aún más retorcida que la anterior. Se trataba de atrapar la bandera de tu equipo sin ser descubiertos por la bibliotecaria, una pulpo tan grande y monstruosa como vieja y malhumorada. Gracias a mi habilidad aquello fue fácil, y otra vez quedamos los primeros. Aguardamos fuera, esperando ver a los Oozma Kappa fracasar, pero no fueron ellos.

Esta vez la furia de Jhonny fue más grande y pensó en un plan para vengarse de ellos, cuyo fin consistía en humillar a los Oozma Kappa delante de todos los demás estudiantes.

"¿Y no podríamos… dejar a Mike fuera de la broma?" sugerí, pues no quería que él acabase humillado, los demás no me importaban.

"No, según tengo entendido él es quien dirige al grupo" me respondió Jhonny "De todas formas, creí haberte dejado claro que los demás equipos son nuestros enemigos"

"Sí, pero…"

"¡De peros nada, Randy! Ya es hora de que elijas a quien debes tu lealtad"

Era un dilema moral, debía elegir entre traicionar a mi primer amigo o perder la oportunidad de pertenecer a la fraternidad más importante y prestigiosa…

"De todas formas… ¿Por qué te importa tanto Wazowski?" preguntó otro miembro "Él no te hacía caso, solo le interesaban los estudios"

Era verdad, tal vez Mike no era un amigo de verdad después de todo, quizá estuviera equivocado…. De cualquier modo, accedí a colaborar en su plan.

Todo estaba listo, las víctimas de la jugarreta creyeron a pies juntillas que la fiesta (que era el cebo) era de verdad, y cuando estuvieron más confiados una lluvia de líquido pegajosos, flores, purpurina y peluches cayó sobre ellos provocando la risa de todos los asistentes… pero Jhonny no se conformó con aquello, también pegó fotos de aquello por todo el campus y puso a la venta objetos de la misma.

Me sentí fatal, no me había dicho que iba a ir tan lejos.

"¿No crees… que estás yendo demasiado lejos?" pregunté tímidamente.

"¿Qué dices? ¡Es la mejor broma en la historia!"

No estaba de acuerdo, pero pensé que era mejor no discutir. Una cosa era segura, Mike y yo habíamos dejado de ser oficialmente amigos.

En contra de lo que todos habíamos creído, los Oozma Kappa se recuperaron de aquello y superaron las siguientes pruebas, quedando finalistas junto a nosotros.

Nos enfrentaríamos en la última prueba, el simulador de sustos, en un enorme estadio con toda la universidad presente para ver la Gran Final.

Jhonny no paraba de darnos instrucciones sobre machacar a los adversarios, que resultaron ser dignos oponentes.

A mí me toco salir en cuarto lugar, mi oponente, aquel tal Sullivan. Sí, claro que lo recordaba, había sido un gran asustador, pero su falta de estudios unidos al desastre el día del examen habían provocado su expulsión del programa… y yo ahora tenía más confianza en mí mismo, no sería difícil ganarle.

Sí, recuerdo esa noche porque fue en la que todo cambió.

Yo había entrado en el simulador, pegado a la pared, esperando el momento justo para asustar… cuando el rugido de Sullivan en el simulador de al lado hizo temblar el mío haciéndome perder el equilibrio y caer en una alfombra de corazones, estampado que se adhirió temporalmente a mi piel haciéndome perder muchos puntos.

"¿¡Corazones?!" me gritaron los otros furiosos.

Intenté justificarme, pero los rostros de mis compañeros reflejaban rabia pura.

"¡Lárgate Boggs!" me gritaron.

"Pero…"

No me devolvieron mi jersey de la hermandad, había sido oficialmente expulsado.

Miré con rabia al culpable de todo.

"Esta es la última vez que pierdo contra ti, Sullivan" murmuré entre dientes.

Más tarde se demostró que Sullivan había hecho trampas en los juegos, y que tanto él como Mike habían accedido sin permiso al mundo humano, lo cual acarreó su expulsión definitiva de Monstruos University, aunque el resto de los Oozma Kappa sí fueron aceptados en el programa de sustos.

En cuanto a mí, todavía tuve que sufrir una paliza y constantes burlas por lo ocurrido. Poco a poco me fui volviendo más violento, y a base de amenazas y violencia logré acallar las críticas. Aquel joven Randy tímido había dejado de existir, ahora era un monstruo diferente, de hecho, prefería usar mi verdadero nombre, Randall; y solo tenía una cosa en mente, la venganza.


Bueno, hasta aquí el primer capítulo. Espero que les haya gustado. Un abrazo muy fuerte a los usuarios que me tienen en su lista de autor favorito, y otro a los que siguen mis historias.