Disclaimer: SPN no me pertenece
Regalo de Navidad para Dry, de mi comu del lj a ff.
Muchas gracias por leer :DDDD
Recuerdo cómo es
¿Cómo es qué?
Ser humana.
3x09
Son dos meses, cuarenta minutos y contando. Demonio y cazador en un motel de muerte en medio de la nada, un pueblito llamado Denfour y el tanque del Impala a medio llenar. Discuten planes mientras ella se come las papas fritas que ha comprado en el antro a la vuelta de la esquina y él ve como queda un poco de ketchup deslizándose sobre sus labios. Hablan de que si cazar al demonio Drago en Florida (Ruby ha escuchado que el cabrón es del círculo de allegados de Lilith) o si tomar un estrecho largo y coger el caso de la cosa budú en Missouri.
-Le prometí a Dean que seguiría con el negocio familiar, Ruby. Y creo que rasgar a Lilith puede denominarse una cacería - Han pasado dos meses desde que Bobby enterró a su hermano en aquella parcela de tierra y aún le tiembla la voz cuando pronuncia su nombre. Suena como un susurro que va bajando de tonalidad hasta hacerse casi invisible. Ni de lejos su voz parece todo lo retadora que quiere que se oiga.
-También le prometiste que cuidarías de su auto, y dudo que poner ese ipod y sacar el reproductor de casete pueda denominarse como "Cuida del Impala como si tu vida dependiese de ello, Sammy" De todas formas, rayito de sol, no estás preparado para hacerle frente a Lilith, y no pienso llevarte hasta allí sólo para que te maten.-
Se miran fijamente por unos segundos. Él aparta la vista para dirigirla hacia el suelo con los puños fuertemente apretados. El ceño fruncido, los dientes castañeando y la impotencia burbujeando por cada vena que recorre su cuerpo.
Ruby suspira y abandona su puesto recargada sobre la mesada de la cocina para ir a sentarse a su lado. Los resortes de la cama crujen bajo su peso y, lentamente, como esperando que la rechace una vez más, la antigua bruja rodea con una de sus palmas la mano de Sam. Este levanta la mirada y fija sus ojos en ella. Ruby sonríe de lado y pasa una mano sobre el cabello del menor de los hermanos Winchester. Como la madre que consuela a su hijo cuando este le dice que se ha peleado con su mejor amigo o su hermano. Sí, cuando las palabras son hirientes y las verdades desbordan.
Sus miradas se inspeccionan y el dejo de desamparo en los ojos de Sam es evidente. Estos gritan una y otra vez que el mundo es demasiado injusto, que sólo quería una vida normal. Un Golden retriever paseando por el jardín, Jess recibiéndole con una sonrisa luego del trabajo y hablándole de las calificaciones que la pequeña Courtney ha sacado en el colegio.
No saben bien quién ha dado el pase inicial. Ruby sólo conoce que Sam ha inclinado la cabeza en su dirección y ella se ha movido por inercia. Él únicamente es consciente de que quiere dejar de pensar, que sólo quiere sentir y olvidarse del mundo. Quiere dejar atrás su realidad.
Se besan, lento, suave y despacio. Sam posa sus manos abarcando sendas mejillas y Ruby prueba los labios del cazador a su antojo, jalando, mordiendo y saboreando. Él le quita la camiseta y ella se deja. Los jadeos inundan la habitación y una danza al son de un compás melancólico y fugaz da inicio.
Llegan al clímax y se dejan caer sobre la cama. La bruja apoyada sobre el pecho del cazador y éste rodeándole con sendos brazos por la cintura. Es entre los brazos de Sam, con su respiración haciéndole cosquillas en el cuello y la sensación de que el tiempo no existe, donde Ruby recuerda.
